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Una carta, una despedida.... por Ikkina

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Para Kain

 

 

Seguro que te estarás preguntando que es esta carta, bueno es solo un trozo de papel donde voy a contarte aquello que no parabas de preguntarnos de niño, cuando descubriste que fuimos caballeros o por que tenias dos papas y ninguna mama, lo sé de eso han pasado muchos años, tal vez sea la vejez o simplemente esta habitación de hospital, es tan deprimente, siempre creí que era fuerte pero ahora mismo me rompo en pedazos y mi mano tiembla cuando intento escribir.

 

 

 

Hace solo unos minutos la respiración artificial que mantiene vivo a tu padre, fallo unos momentos jamás pensé que pudiera sentir el terror que he sentido durante esos escasos segundos, ver a los médicos correr a ti intentando calmarme, no quiero perderle, no sabría como seguir sin él.

 

 

 

De eso hace ya un rato, voy en  busca de  un café cuando  te oigo hablar con el medico, “son cosas de la edad”,”lo siento, no creo que sobreviva a otra crisis”, no termino de abrir la puerta, la cierro y me acerco a la cama para poder observarle, se le ve durmiendo tranquilamente.

 

 

 

Estaba apunto de quedarme dormido en la silla, cuando le oigo moverse.

 

 

 

-“Ikki, ¿Cómo estas?-le pregunte acariciando su cara.

 

 

 

-“Pato, no hagas esas preguntas, en el hospital no podemos hacer nada”

 

 

 

-“No cambiaras nunca”-le dije riendo mientras acariciaba de nuevo su cara.

 

 

 

-“Soy muy viejo para eso”.

 

 

 

Los dos quedamos en silencio unos minutos, solo observándonos hasta que Ikki intenta hablar, su espiración es dificultosa.

 

 

 

-“Parece que no me queda mucho tiempo, ¿eh?”

 

 

 

-“No digas eso, yo no se que haría si no estas conmigo”-dude en seguir hablando, se que no le gustara lo que voy a decir-“el día que te marches me iré contigo, apagare mi cosmos”

 

 

 

-“No”

 

 

 

-“Ikki….”

 

 

 

-“Escucha pato, prométeme que no te iras hasta que veas la cara de nuestros nietos, quiero que me los describas cuando nos encontremos en el otro mundo, por que no creas que te vas a librar de mi fácilmente”

 

 

 

Me deje caer de rodillas en el suelo colocando mi cabeza en la cama, hacia años que no lloraba, tu padre no paro de acariciarme la cabeza.

 

 

 

-“Te amo Hyoga, no lo olvides jamás, díselo a  nuestro hijo, a Mary y a nuestros nietos”

 

 

 

Me puse de pie corriendo, eso sonaba ya a una despedida.

 

 

 

-“No, Ikki por favor, no me dejes”.

 

 

 

-“Quiero morir de una forma digna, como el caballero que un día fui, no un viejo que se hace sus cosas encima”

 

 

 

En ese momento quería suplicarle que no se fuera, que me dejara marchar con él, pero bueno ya le conoces, sabes que cuando algo se le mete en la cabeza ni Atenea era capaz de llevarle la contraria.

 

 

 

 

 

Como notaras el color de la letra es de diferente color, no se donde demonios deje el otro supongo que en el hospital, eres un buen hijo, si no te hubieras encargado de los preparativos del entierro yo no habría sabido que hacer, me vine abajo cuando entre en nuestro dormitorio y vi sus cosas, la primera noche que no vamos a pasar juntos, se que me has insistido que me quedara contigo y Mary pero prefiero estar aquí rodeado de sus cosas, dormir en la cama donde aun huele a él.

 

 

 

Cuando entre en la habitación sentí un fuerte dolor en el pecho, tome el libro que tanto le gusta leer, el mismo que ha leído como 50 veces, ya sabes de cual hablo, tu se lo regalaste cuando tenias10 años, estuviste un mes entero ahorrando para comprarlo, debías haber visto su cara, no la que puso cuando se lo diste si no cuando nos quedamos a solas, estaba tan orgulloso de ti, no solo recordaste que él lo quería también dejaste de comer golosinas y comprar las estampas de fútbol que coleccionabas para comprarlo.

 

 

 

Me deje caer en la cama, recordando que solo días antes estábamos los dos abrazados y dándonos mimos, tranquilo no entrare en detalles, ya se que no quieres saber como son tus viejos en la cama además hace mucho que ninguno de los dos tiene una, bueno ya sabes el que, dije que no entraría en detalles aunque si te puedo decir que no todos pueden presumir de estar 61 años juntos y aun besarse en la cama y hablar abrazados.

 

 

 

Yo mismo empecé a recordar todos estos años, son muchos para poder explicarlos en tan poco tiempo, mañana no me entretendré contando el presente, te contare el pasado.

 

 

 

Maldita sea, ya encontré el bolí, dentro del abrigo, no se donde demonios tengo la cabeza, bueno ahora si lo prometido es deuda.

 

 

 

La historia de cómo quedamos huérfanos si la conoces, esa la contamos, lo que no te contamos es como fuimos caballeros, no queríamos que supieras todo lo que habíamos sufrido  en esos entrenamientos, sobre todo tu padre Ikki, fue enviado a una isla llama “isla la reina de la muerte”, como veras el nombre ya te lo dice todo. Algunos la llaman” el infierno en la tierra”, en esa isla estaba el maestro de Ikki, un hijo de puta (si lo se, siempre te regañábamos cuando decías palabrotas pero con ese tipo me quedo corto) que no solo le amargo la vida en esa isla si no que también casi consigue matar el alma de Ikki en vida, gracias a dios todo se acabo arreglado, en  gran parte por tu tío Shun.

 

 

 

En mi caso cuando estaba en Siberia pensaba que mi maestro era cruel, él me enseño a no demostrar mis sentimientos, me decía que era cosa de débiles, luego supe que lo hacía por mi bien, pero aún así casi pierdo  lo mas importante de mi vida por culpa de ese aprendizaje, por orgullo estuve apunto de perder a tu padre, eso tampoco lo sabias ¿eh?.

 

 

 

Cuando las batallas acabaron Atenea nos dio la oportunidad de elegir cada uno su sueño, estudiar o hacer lo que quisiéramos para entonces yo acababa de cumplir 17 y tu padre 18, ya sabía que estaba enamorado de él pero por orgullo no lo admití y me fui lejos a estudiar, te preguntaras que quiero decir con orgullo, no solo sabia que estaba enamorado de él, también sabía que era correspondido, para entonces ya habíamos mantenido relaciones, tranquilo tampoco te las voy a describir  pero el sexo era increíble, y teníamos muchas cosas en común cada cosa que proponía uno al otro le encantaba era genial, hasta el día que eligió irse a estados unidos a estudiar periodismo, había tomado sus decisiones sin pensar en mi, me dijo que con o sin mi iría a cumplir su sueño, de ahí ese orgullo, si él iba a cumplir su sueño yo cumpliría el mió.

 

Jamás olvidare el día en el que al salir de clase le vi ahí  parado, con su chaqueta de cuero y los vaqueros gastados, pensé que era una de mis alucinaciones, no sería nada raro en  esos  4 meses sin verle veía su cara por todas partes  pero cuando se me acerco con la chulería que le caracteriza preguntándome si no pensaba saludarlo me olvide de todo, que estaba en la puerta de las clases, que estábamos en plena calle, que había mucha gente me lancé encima de él y le bese como si fuera la ultima vez que le iba a ver, la gente incluso aplaudió cuando nos separamos, si lo sé si tu hubieras estado allí en ese momento te habrías escondido jaja.

 

 

 

Así iniciamos una relación a distancia, nos veíamos en cada fiesta que hubiera antes de darnos cuenta buscábamos piso  para irnos a vivir juntos, en estos 4 años solo Shun sabía lo nuestro temía que los demás no lo aceptaran, sobre todo Seiya, ya sabes lo bestia que es a veces hablando, aún me acuerdo el día se lo conte.

 

 

 

-“Seiya, siéntate tengo que darte una noticia muy importante y no se como te lo vas a tomar” –Había preparado todo un discurso pero a la hora de la verdad me quede en blanco.

 

 

 

-“Hyoga dilo ya me estas poniendo nervioso, ¿a pasado algo malo?”

 

 

 

-“Veras Ikki y yo…”

 

 

 

-“¿Le ha pasado algo?”

 

 

 

-“Yo y el somos pareja”-lo solté de sopetón, él se me quedo mirando callado, se movía inquieto yo aguante unos segundos la respiración.

 

 

 

-“Hyoga dime ya que es tan importante”

 

 

 

-“E-eso que Ikki y yo somos novios”

 

 

 

-“¿Y eso es la noticia?”-se puso de pie –“por favor vivimos en la misma casa durante un tiempo y después de oír ruidos raros veía a Ikki salir de tu habitación de madrugada, se que pensáis que no soy muy listo pero hasta ahí mi inteligencia si llega, ¿eh?-me dice mientras camina para salir de la habitación-para eso me tiene nervioso todo este tiempo, ya pensé que había una nueva guerra.

 

 

 

Yo sonreí feliz, lo sabía desde hacía casi 5 años y su comportamiento con nosotros había sido el de gran amigo que siempre había sido.

 

 

 

Todos nos ayudaron en la mudanza y así empezamos a vivir juntos se que mas de uno no daba nada por nuestra relación, decían que con esos 5 años ya habíamos batido el record que dos hombres no podían tener una relación estable y menos dos con tanto carácter nos daban como mucho un año mas después de irnos a vivir juntos,  56 años hemos pasado después de esas apuestas.

 

 

 

Antes de darme cuenta ya habían pasado muchos años, ambos pasábamos de los 40 pero los años corrían sin apenas ser conciente de ello, Ikki era director del periódico más importante de Japón  y yo había conseguido lo que siempre había soñado mi propia clínica, habíamos llegado al acuerdo de que ninguno trabajaría los fines de semana eso lo aprovechábamos para irnos a la cabaña que compramos, en las vacaciones nos íbamos fuera, no parábamos de viajar.

 

 

 

En uno de los viajes fuimos a España, en Japón la mentalidad sobre los homosexuales se había abierto mucho pero a diferencia de ese país aquí aun no nos dejaban casarnos y mucho menos adoptar, puedes adoptar de soltero o uno de nosotros pero no ambos, cuando Ikki me dijo,” tengamos un hijo”, creí que estaba loco pero realmente ese era uno de mis deseos, cuando Shun, Sheryu o Seiya venían de visita y traían a sus hijos se me caía la baba.

 

Fue en una de esas visitas que supe que deberíamos tener hijos, cualquiera que mirara a Ikki no imaginaria que es alguien que adora a los niños, se le cae la baba con ellos, cuando estaba con un niño él mismo se transformaba en uno, bueno tu ya lo sabes, siempre he tenido que ser el “malo” y regañaros a ambos para que no jugarais al fútbol en el salón de casa.

 

 

 

Tenerte no fue un paseo de rosas, primero por ser extranjeros, teníamos que residir en España para poder adoptar, en eso no hubo problemas compramos un pequeño piso, es un país que nos gustaba mucho y queríamos que nuestro futuro hijo conociera el país de donde venia.

 

 

 

Pero luego nos pusieron la problema de la edad, al parecer había que tener menos de 45 para poder adoptar, después de miles de tramites, una mañana nos llamaron para ir a los asuntos sociales y ahí estábas tu aun de color rosa y de muy pocos días, nunca te hemos hablado de tu madre o padre biológico por que ni siquiera sabemos como se llaman, aún así yo les estaré agradecido hasta el día que me muera por darnos lo mas importante de nuestra vida.

 

 

 

No lo sabes pero aun teniendo tu cunita en nuestra misma habitación los primeros días que te llevamos a casa dormiste con nosotros en nuestra cama el cambio de temperatura te sentó mal y al llegar a Japón tuviste fiebre, Ikki por poco mata al pediatra por tardar media hora en llegar a casa, bueno eso tampoco te lo tengo que explicar ya sabes el carácter que tiene.

 

 

 

La primera vez que dijiste “papa” estábamos los dos contigo desde ese día los dos discutíamos a quien habías llamado papa, yo sigo diciendo que a mi por que era hora de tu baño y era yo quien te lo daba.

 

 

 

Aunque tu no te quedas atrás aun recuerdo cuando una madre de la guardería te pregunto si era tu abuelo y le gritaste que era tu padre, le echaste una mirada de odio a la mujer y le agarraste la mano para decirle a todo el mundo quienes eran tus papas, ese día fue cuando preguntaste por que tenías dos papas, creo que hemos hecho un buen trabajo en ese sentido, te educamos respetando a todo el mundo por igual sin importar color ni sexo.

 

 

 

Siempre has sido un niño mucho mas inteligente que el resto y no lo digo por que sea un orgulloso padre, ¿eh?, todo lo que veías preguntabas que era, Ikki te lo explicaba y tu lo recordabas perfectamente, luego venias a mi, ¨ papi mira lo que me a enseñado papa ¨

 

 

 

Papi, no puedo evitar sonreír al oír esta palabra, aún recuerdo cuando trajiste a tus amigos del instituto y me llamaste así delante de todos, te miraban raro, papi es para niños pequeños pero tu aun me llamas así hoy en día.

 

 

 

Los años pasaron corriendo, sin darnos cuenta ya tenias que ir a la universidad, recuerdo dijiste que irías a la misma a la que él fue te puso millones de pegas, te quería cerca de casa, como el decía nuestro patito abandonaba nuestro nido pero hay algo que nunca has sabido,  estaba orgulloso de ti por ir a la universidad, por seguir sus pasos, por ser todo un hombre, aunque su pena de tenerte lejos de casa  fue muy fuerte para él.

 

 

 

Un día te vas de casa para la universidad y al otro nos llamas para decirnos que te casas, los dos estábamos tan orgullosos de ti, nuestro patito ya era un hombre hecho y derecho, casado, con trabajo y pensando en hacernos abuelos.

 

 

 

Recuerdo el día que llamaste para darnos la noticia, tu padre fue quien atendió el teléfono yo le observaba mientras hablaba, cuando colgó empezó a llorar, hacia tanto que no le veía llorar de jóvenes muy pocas veces y ahora de mayores casi nunca, recuerdo que me asuste y fui hacia él para preguntarle que pasaba si había pasado algo malo.

 

 

 

¨ No a pasado nada, tranquilo abuelo ¨  al principio apenas entendí a que se refería, cuando  caí en cuenta de cómo me había llamado, ni pato, ni hyoga ni ruso ABUELO, me había llamado abuelo, nos abrazamos como locos y  lo celebramos los dos.

 

 

 

 

 

Se que no había nada más en el mundo que ver la cara de nuestros futuro nieto, lo deseaba tanto, es esto lo que me da fuerzas a seguir viviendo para ver la cara de nuestro nieto, eso es lo que le prometí a tu padre, le diré cuando le vea lo guapo que es.

 

 

 

A ti solo me queda decirte que tanto tu padre como yo te queremos más que a nada en este mundo y aunque no lo haya llegado a conocer tu padre adoraba a su nieto desde la misma tarde en la que le dijiste que sería abuelo.

 

 

 

Se que educaras como es debido a tus hijos, te quiero, te queremos.

 

 

 

Papi.(Hyoga se encuentra frente a la tumba de Ikki, esta arrodillado en el suelo acariciando el nombre de Ikki en la lapida).

 

 

 

 

 

Hola Ikki /size]

 

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Seguro que si mi vieras ahora me gritarías “¿se puede saber que haces?, ¿estas loco o que?, pato idiota”

 

 

 

Pero no te puedes enfadar conmigo he cumplido mi promesa, ¿sabes?, ya le he dejado dicho a Kain lo orgulloso que estamos los dos de él.

 

 

 

Hace 3 días tuve un amago de infarto, si lo sé ya me lo has dicho muchas veces “deja de comer tantas porquerías, eso tiene mucha grasa, cualquier día de estos te dará un infarto”, estaba apunto de dejarme ir, deseaba tanto ver de nuevo tu cara que la muerte es lo que más deseaba en esos momentos, pero estando en esa cama recordé nuestra promesa, así que encendí mi cosmos para recuperarme un poco, si hacía ya 6 4 años que no lo hacía pero es como montar en bici una vez que aprendes nunca lo olvidas.

 

 

 

Estando en el hospital ingresaron a Mary, Kain subió corriendo a la habitación en la que yo estaba.

 

 

 

“Papi, acaban de meter en la sala de partos a Mary iré con ella cuando todo acabe subiré a contarte todo”.

 

 

 

Por poco me da un paro cardiaco, dios abuelo, hemos sido abuelos ikki, ¿te lo puedes creer?.

 

 

 

5 horas después de subir a avisarme la puerta se abrió y por ella  apareció por la puerta Kain con dos pequeños bultos en sus brazos, MELLIZOS, Ikki hemos sido abuelos por partida doble, son preciosos, cuando los vi no pude parar mis lagrimas “un pato sentimental”, así me llamabas cuando intentaba no llorar y mis ojos se cristalizaban, pero estoy seguro que tu también hubieras llorado, son muy guapos, son una mezcla de Mary y Kain, uno es moreno y el otro rubio.

 

 

 

Kain de acerco a la cama y coloco a lo mellizos en mi regazo.

 

“Venga chicos saludad al abuelo”-dijo sonriendo mientras los terminaba de colocar a los bebes en mi regazo.

 

 

 

-“Papi, saluda a tus nietos, Ikki y Hyoga”

 

 

 

No pude abrir la boca solo le mire para sin saber que decir, luego les mire a ellos, acaricie sus cabezas y se quedaron totalmente dormidos.

 

 

 

-“Tu padre estará feliz cuando le diga como les has llamado”-le dije sin dejar de acariciar a los bebes.

 

 

 

-“Bueno una vez leí que si le pones el nombre a tu hijo de una persona al que admires y lo deseas mucho, tu hijo se parecerá a esa persona, seré el padre mas feliz del mundo si llegan a serla mitad de buenos hombres que vosotros”.

 

 

 

Nunca en mi vida te he sentido tan cerca cuando estas tan lejos, sentí que me abrazabas por la espalda mientras yo observaba a los bebes, puse sentir tu calor y oír tu voz,”al final no hemos sido tan mal padres, no ruso?”

 

 

 

Cuando Kain se fue con los bebes me vestí y vine aquí a verte ahora iré a casa y me pondré tu pijama, Ikki espérame esta noche estaré contigo de nuevo y esta será para toda la eternidad.

 

 

 

 

 


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