Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dream Diagram por kilpikonnat

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es no se. Al que le guste que me avise para continuarlo.

Notas del capitulo:

Nada. Caca ..  ¿hola?

 

nezumi es raton en japones

conbini es lo que le dicen a esas tiendas que estan abiertas las 24 horas al día, como seven eleven.

 

Chiyu tiene cara de perro, es lo único que se me viene a la mente cuando lo veo dormir al lado mío. No estoy muy seguro de porque se me viene a la mente un perro, y me siento un poco ofendido al pensar que me estoy acostando con un hombre que parece perro cuando duerme.

Su cama es incomoda, es barata, como todo lo que esta adentro de su departamento, incluyéndome a mi. Bueno, admito que Chiyu no es barato, lo amo demasiado como para pensar tan mal de el. La persona que me ha traído tanto sufrimiento no debería estar rodeado de tanta mediocridad, no ven que arruinarle la vida a alguien es un gran merito, y que toma a un genio poder llegar a transformar a una persona como lo ha hecho conmigo.

Se escucha todo por las paredes de un edificio que se esta por desmoronar en mil pedazos. Quizas para el próximo terremoto estemos yo y Chiyu haciéndolo y se nos caiga el techo encima, creo que seria la forma mas perfecta de morir.

El sol todavía no gana la batalla diaria con la luna que casi ni se ve en el cielo, y con suerte ilumina la pieza. No puedo dormir, me preocupa la situación en que me he metido. Estar aquí con este hombre en particular solo me trae problemas y tristeza. Al fin y al cabo solo termino hiriéndome a mismo, porque tengo un presentimiento que no le importo al que me rodea con sus brazos. Son cálidos pero no son cómodos, no son como los de una madre, o de un amante, son, como los de un extraño. Un extraño que odio pero amo al mismo tiempo, aunque suene estúpido y cliché. Un extraño que esta determinado a estar ligado a mí por una eternidad, o por lo menos eso es lo que yo creo, ya que cada vez que lo veo termino en su departamento, escuchando a los del lado.

Suspiro y decido dejar este nido incomodo que he creado con Chiyu.

La ropa siempre termina en los lugares más extraños, aunque es un poco desconcertante que en un espacio tan pequeño la ropa logre encontrar escondites.

Estoy a punto de ir a ponerme mis zapatos cuando noto que Chiyu esta despierto. Me mira con una cara de – vuelve a la cama que todavía no hemos terminado- pero ya no puedo mas y creo que si estoy en este ambiente sofocante unos minutos mas voy a explotar y creo que los intestinos deben ser difíciles de limpiar.

El aire contaminado tarda demasiado en llegar a mí. Bajar esas escaleras tomo una eternidad y media, aunque estoy muy cansado  y casi no tengo plata para irme a mi casa sigo caminando.

Mi  reloj dice que son las cuatro de la mañana. Ya me perdí el último tren.  Me aseguro a mi mismo que cualquier cosa es mejor que explotar y sigo caminando como estúpido hasta llegar adonde esta mi bicicleta. Es vieja pero mía, lo único que en verdad me pertenece. Porque  mi departamento no me pertenece, mi ropa me la compro con la plata que me mandan mis padres para que no me acerque a ellos y ni siquiera  el hombre que amo me pertenece. Le pertenece a una niña que finge tener problemas mentales porque a la mayoría de la población masculina le gusta que  sus mujeres sean tontas.

A mi no me gustan las mujeres, en especial la que esta con Chiyu, porque me hace sufrir. A veces me digo que debería odiar a Chiyu, por saber lo que siento pero ignorarlo por temor a que los otros nos encuentren extraños.  Él esta con dos personas, yo antes creía que estaba con la niña para mantener apariencias, pero ahora no estoy muy seguro. Creo que el amor que antes sentía por el era tan intenso que me dejaba ciego de todos los detalles y ahora que me he logrado calmar – pero solo un poco – he podido ver que todas las cosas que el ha hecho por mi no son mas que amistosas aparte de las veces cuando estamos aburridos en su departamento y  follamos.

Quizás eso también sea porque es buen amigo. Podría ser que todo lo que Chiyu hace conmigo no lo toma enserio, que para el es un juego y yo soy un estúpido que se toma todo muy enserio. No seria la primera vez que me pasa.

Llego a la conbini que esta mas cerca. Esta cerca de una estación así que hay algunas personas que esperan al primer tren. Me encuentro con una niña que va en mi universidad, esta con otra que es muy fea. Me saluda y yo me dirijo hacia ellas tratando de no echarme a llorar. ¿Desde cuando que no lloraba? Hablamos de cosas irrelevantes por un rato. ¿Que hora es?  La niña fea se va y me deja a solas con Aira. Ese es el nombre de la niña. Es linda y usa una tonelada de maquillaje. Su pelo teñido color chocolate me quita las ganas de llorar y su voz sorprendentemente baja me calma.

No se como terminamos en un love hotel,  me siento un poco extraño pero al mismo tiempo pienso que hacerlo con Aira es mi derecho. Estoy enojado con Chiyu y quiero hacer lo que el me hace.  La habitación que pedimos es gris, he estado en algunas que son realmente extrañas, con temáticas  exóticas y decoración taquillera. Esta es sofisticada como Aira.

Me gustan sus labios pero me incomoda su cuerpo pequeño, blanco y frágil. Es lo opuesto a Chiyu, que es fuerte y bronceado. Ahora yo la abrazo, la beso y trato de hacerme el dominante. Mientras lo hacemos me doy cuenta que no quiero estar ahí. Pero me da miedo decirle a la niña que parece estar disfrutándolo.  La beso una vez más y ella se pone a reír. Me acaricia el pelo y yo me trato de esconderme en su pecho.

Quiero a Chiyu, creo que ella lo noto porque esta llorando. No puedo contenerme más, y dejo que todo salga. Mi frustración se expresa en pequeños sollozos, lagrimas saladas y gemidos de vez en cuando. Aira me trata de calmar pero creo que se le hace un poco difícil ya que ella también estaba llorando.

-          Nunca había visto en mi vida a un hombre llorar tanto-   su risa me molestaba.

-     Lo siento. – Que más podía decir….

-     No... no importa... solo decía.

Sus pestañas postizas estaban despegadas y su mascara corrida la hacia ver como un panda.

La mañana se viene rápidamente, y veo como la niña se lava la cara y se pone el maquillaje, lentamente, sus pestañas postizas son lo último, quiero salir corriendo.

Eso es lo que hago.

Ni me despedí de Aira, solo corrí y corrí mas y llegue a la estación.  No quería acordarme de que acababa de hacerlo con esa niña que con suerte conosco y que probablemente, al igual que el hombre que siempre me atormenta esta con alguien.

El tren esta lleno, lo que no me proporciona con la seguridad que pensaba, ya que no estaba en las mejores condiciones, pero quizás me tengo que aprender a conformar, estoy esperando mucho del mundo, que me haga oro de tierra. Pero eso pasa solo en las películas.

Llegando a la casa recibo un llamado de un amigo de la universidad, se llama Aoi.

Tengo que admitir que solo me junto con el porque siempre me ofrece cocaína o alguna otra droga y me ayuda a no pensar en Chiyu.

Quiere que nos juntemos en la noche cerca de un parque, a drogarnos y tomar con otras personas que supuestamente también conozco. Estoy muy cansado pero decido ir, es mas tarde así que calculo que para esa hora ya estaré en condiciones de ir. A veces me pregunto como puedo seguir en la universidad si casi nunca estudio. Después me acuerdo de la montaña de tareas que están detras de la puerta de mi humilde morada.

No he comido en días pero dudo que haya algo que en verdad me quite el hambre. No se cocinar y solo me alcanza el dinero para comprarme de esos ramen instantáneos y saborizantes para el arroz.

Al ducharse uno se convierte en una persona nueva. O quizás sea yo el único que piense eso.

La tarde toma mucho en llegar y me repetía cada cinco minutos que no debía llamar a Chiyu porque lo mas probable es que esta ocupado con uno de nuestros amigos o con su novia haciendo cosas que hacen los novios, salir tomados de la mano, comer crepes, no se…

Había tratado de hacer algunos trabajos pero no podía concentrarme, ya era hora de irme si quería llegar a tiempo y que Aoi no me diera un sermón.  A veces me preguntaba por que decidí estudiar moda si me costaba tanto hasta hacer tareas simples. Creo que quería hacerme el interesante.

El pelo de Aoi era negro como los ojos de un hámster que tuve a los diez años. No era feo, pero no era hermoso, tenia  músculos, creo que era porque hacía kendo en su época de estudiante.  Le gustaba usar unos lentes de sol negros que eran un poco extravagantes y sonreía mucho. Si uno ignoraba que se drogaba mucho con todo clase de drogas que  hasta conocerlo ni si quiera sabia que existían, era muy trabajador. Siempre retaba a todos si es que no hacían sus tareas o veía que no nos importaban las clases. Decía que quiera hacer su propia marca, y expandirse después mas allá de la ropa y llegar a no se, autos o cualquier cosa.  Eso era si es que las drogas no lo consumían por completo primero.

Había traído a unas niñas lindas que usaban vestidos muy grandes para sus pequeños cuerpos y pelo largo de color naranjo.  También estaban otros amigos de Aoi, que solo me conocía por todas las estupideces que hacia cuando estaba volado. Al parecer tenía reputación de niño chistoso, como esos comediantes de Osaka, que veo de vez en cuando en la tele.  Los otros  que acompañaban a Aoi no eran nada en especial. La mayoría  ni si quiera estudiaba en nuestra universidad, pero Aoi era sociable, a veces pensaba que conocía a todo Tokio.  Yo solo había hablado con unos cuatro. Uno iba en la universidad con nosotros y estudiaba no se que cosa,  tenia cara de ratón y se llamaba Hizumi.  De vez en cuando yo le decía Nezumi porque cada vez que veía su cara solo podía pensar en miles de ratones.  Los otros tres eran amigos de Aoi, el único que en verdad me importaba de esos era uno que se vestía muy bien, siempre tenia algo inteligente que decir, aunque estuviera mas ebrio que un viejo vago, se llamaba Shinji, me hacia pensar en Chiyu, pero Chiyu no era tan elocuente cuando estaba ebrio.

Las niñas se subían a los juegos, una, creo que era la novia de un niño que se llamaba Shou le gritaba que fuera con ella y jugaran, pero el no respondía, estaba mirando a unas personas que cruzaban la calle mientras se quejaba de que la cosa que le había dado Aoi tenia algún veneno porque no podía ver muy bien. Yo todavía no tomaba nada, aunque normalmente era el primero en quedar fuera de servicio.

El parque era aburrido, así que yo y Aoi dejamos a todos y nos fuimos para un bar. Creo que si supiera que no me gustaban las mujeres no estaría aquí conmigo, bueno, creo que nadie que conozco estaría conmigo, me mirarían con asco. Excepto Chiyu, o eso pensaba, porque quizás el piense que lo hago con el de puro caliente.

Shinji había terminado siguiéndonos hasta el bar y ahora yo le contaba a los dos mi dilema. Obviamente reemplazando cada el con ella y en vez de Chiyu les invente una Shouko, como la idol.

-     Mujeres como ella no valen la pena. No se deciden nunca. – Aoi siempre iba directo al punto.

-     Creo que seria mejor que le preguntaras lo que ella siente. – Me gustaba mas como pensaba Shinji, sus sugerencias sonaban menos dolorosas.

Unas dos horas después, ya no hablamos de mis problemas con “Shouko”  sino que de cosas estúpidas como las guitarras. Me di cuenta que los tres habíamos tocado guitarra. Bueno, Aoi aparentemente tenía un grupo, y que le iba relativamente bien. Decía que a las chicas les encantaban los  hombres que estaban en grupos de música, y que siempre encontraba pareja aunque siempre fueran relaciones de unas tres semanas.

Los tres estábamos mas que ebrios y Shinji nos confeso que para poder pagar la universidad y todas las otras cosas, se dedicaba a ser host en las noches. Nos contaba de que todo en esos clubes era una mentira, que mis problemas con “Shouko” no eran nada comparado a lo que le contaban las niñas que acudían a el. Normalmente diría que no me gustaban los host, ya que ganaban plata por venderle tragos caros a jovencitas que muchas veces no podían pagarlos y después para poder costarlos se convertían en cosas raras como prostitutas o hostesses. Creo que el alcohol y las risas de Aoi me hacían ignorar mi desprecio hacia los host.

Era tarde cuando recibí una llamada de Chiyu. Me sonaba como si hubiera estado llorando, eso me tenia preocupado, aunque me repetía en mi mente que no tenia que pensar en el de esa forma, estaba con Aoi y Shinji para olvidarme de Chiyu por lo menos una noche.

-     Yuji, necesito que vengas. Es importante.  – No me podía resistir a esa voz.

-     Chiyuuu… No tengo tiempo. Dile a tu novia que este contigo.

-     Te tengo que decir algo – Sonaba enojado.

-     Mañanaa que no creo que sea mucha ayuda ahora.

Me corto abruptamente y yo me empecé a reír, los otros dos  aunque no tenían idea de lo que estaba pasando igual se encontraron riéndose. Quería echarlos del bar, echar a todos los que estaban ahí, decirles que los odiaba y que era un estúpido por ignorar a Chiyu.

Contemplaba llamarlo de nuevo, pero seria un poco estúpido.

Solo me preguntaba que era lo que me habría querido decir.

 

No hable con Chiyu por un buen tiempo. Me dedique a estudiar y pensar en el, no creía que tenia el derecho a llamarlo y esperaba pacientemente su llamada. Todos los días revisaba mi computador, a ver si quizás me habría escrito un e-mail. Cualquier cosa, con que tan solo me reafirmara que todavía me encontraba como alguien importante en su vida. ¿Me habrá encontrado importante en su vida? Podría ser que yo piense que soy importante, pero a el no le importe.

 

Takeru se sacaba y se volvía a poner sus lentes, el marco negro me molestaba, los lentes en general me molestan.

En estos días sin Chiyu, me pasaba el tiempo libre con Takeru, un amigo de infancia que era demasiado homosexual para llegar a serlo – eso no tiene sentido pero cuando pienso en el es lo único que se me viene a la mente- que siempre me habla de las niñas que se folla.

Aoi se ha convertido en un tumor, todavía no se si es maligno, es como cuando te sacan un bulto y te hacen biopsia, uno espera impaciente a ver si tiene cáncer o no, bueno pasa lo mismo. Estoy esperando a ver si Aoi me hará un infierno la vida o me ayudara de alguna forma aunque dudo que me ayude porque es una persona muy destructiva.

 

Estamos en el parque de noche y Takeru nos habla de una niña que se llama Sakurina, al parecer es una modelo y el ha estado con ella por un buen tiempo. Dice que la ama, pero lo dudo.

Aoi trajo cerveza y estamos tomando en el parque, es un poco tarde pero todavía hay personas, que probablemente están igual de ebrios que nosotros. Aoi trajo su guitarra acústica y los cuentos de las cosas que hace Takeru con mujeres es acompañada por pequeñas canciones que Aoi toca. En una empezó a cantar, pero yo lo encontré tonto y le pedí que no lo hiciera más.

De la nada aparece un hombre muy bajito que saluda a Aoi. Tiene el pelo rubio y muy quemado. Se viste a la moda y tiene un lunar enorme en el mentón, o por lo menos yo lo veo enorme, quizás estoy un poco ebrio.

¡Tanto tiempo Aoi! – Aoi se para y le da la mano.

Se llama Takanori y era un conocido de Aoi, hablaba mucho de muchas estupideces y se llevo bien con Takeru pero yo solo lo veía de lejos. No me gustaba su pelo.

De la nada siento que me tocan el hombro – no entiendo todas estas personas que aparecen de la nada, ¿acaso estamos liberando feromonas? -, me doy vuelta y casi me hago pipi en los pantalones.

Es Chiyu que me mira con una cara de  tevoyamatarYuji. Le digo que se siente con nosotros que Aoi nos esta tocando una de sus canciones y a Takeru finalmente se le acabaron las historias.  Se nota que esta enojado, Takeru se ríe de mi y me dice en el oído que quizás este sea el ultimo día que me vea con vida. Yo le levanto el dedo del medio y todos se ríen.

No se cuando desaparecieron Takanori y Aoi, creo que habían dicho algo sobre ir a un club porque la novia de Takanori era la encargada del local y siempre los dejaba entrar gratis.

Takeru sabia de lo que pasaba con Chiyu y siempre se reía de mí por ser homosexual, pero decía que no era del tipo que discriminaba y por eso seguía siendo mi camarada. Creo. Por eso cuando se retiraron los otros el dijo que también se tenia que ir o iba a perder el ultimo tren a casa y tenia que ir a trabajar mañana.

 

 

El golpe que me dio Chiyu no me dolió. Estaba sangrando y creo que había perdido un diente pero no dolía, era como, si fuera una película y todo era falso. No sabia porque.

Me reto por no llamarlo y por hablarle de esa forma hace unas semanas atrás. No sabia que decir, porque pensar en que el había estado preocupado por mi me enojaba y me hacia sentir como el hombre mas afortunado del mundo.

No quería pensar en su novia.

Notas finales: ´A ` yayoi yayoi OAO

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).