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**Espiritu de Amor** por hanasaki aiko

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Notas del fanfic:

Oh si ustedes supieran lo que me costó escribirlo!! Odio la navidad, tengo este fanfic hace más de 1 año, !!1 año!! y no podía escribirlo.

En mi vida he hecho algo tan asquerosamente rosa!! espero que les guste, se que tiene un final extraño, en sí todo él está extraño.

Gracias a gblogger por ayudarme a corregirlo. Besos!!

Notas del capitulo:

¿Feliz navidad? o.O

Admirare a la persona que no muera por lo rosa.

Kisesitos

 

hanasaki aiko

 

DESEO

Desde el momento en que lo vio desnudo bajo una de las tantas duchas del colegio supo que su vida a partir de ese momento no volvería a ser lo mismo, el cabello de Harry Potter de un negro tan brillante como la noche se pegaba a su frente y a su cuello, tentado a no mirar más allá de lo que debía desvió su mirada, mas como le sucedía últimamente, su cuerpo no obedeció a los mandatos de su mente y su ojos levemente oscurecidos lo recorrieron por completo. Supo que había cometido un error desde el momento en que lo observó dirigirse hacia el mismo lugar que él y aún así no desistir en su idea de bañarse en ese mismo lugar, en circunstancias como esas no recordaba si la terquedad era una característica de su casa o era la poderosa influencia de alguien más.

Se había jurado no caer en las garras de su pensamiento, de no dejar que su cuerpo mandara sobre lo que quería, era consciente de la forma en que reaccionaba cada que él se hallaba cerca, su respiración se entrecortaba, sus ojos parecían incapaces de voltear para cualquier otro lado que no fuera su caminar, su sonrisa o sus ademanes en parte exagerados, en parte precisos y justos para él, incluso podría asegurar que las luces disminuían y que los latidos de su corazón se escuchaban por todas partes, sin duda, acababa de cometer el peor error de su vida entera, un error que al parecer... traería sus propias consecuencias.

Sus manos buscaron instantáneamente algo a lo que aferrarse, un sustento que lo mantuviera en pie ante la erótica imagen que aquél insensato le estaba regalando, si lo pensaba detenidamente era como si fuera alguna clase de pervertido, un vouyerista pero dado que aquél sexy hombre no estaba haciendo nada entonces no corría el riesgo de caer en esa clasificación, desvió la mirada unos instantes y cuando cayó en cuenta de que no podía dejar de verlo salió corriendo rumbo a las mazmorras o cualquier otro lugar donde no estuviera él y su maravilloso cuerpo acariciado por las gotas de agua impertinentes que se metían en lugares que él no podía llegar a pensar sin sufrir una clase de desmayo vergonzoso y nada elegante.

Se sentía humillado, un Malfoy no actúa de una manera tan impulsiva, años, siglos de magos de sangre pura en su familia habían demostrado ser lo suficientemente capaces de controlar sus impulsos y sus líbdos, él era un Malfoy en todo su derecho, pero también era un Black y por ese lado de la moneda comprendía como es que su cuerpo se rebelara tan constantemente cuando él se hallaba cerca, cuando sus miradas se cruzaban y se mantenían unidas poniendo a juego su autocontrol, su propia existencia como un ser humano cuerdo y en sus cabales, tenía que reprimir los impulsos de mandar todo al diablo y besarlo delante de todos, de comerse sus labios y el sabor de su cuerpo que sin duda dadas las extrañas circunstancias sería extravagante, ese hombre debería ser multado por ir provocando sus más oscuros deseos.

Mas sin embargo en vez de saltarle encima en medio del gran comedor, se daba media vuelta y se iba elegantemente sin dedicarle más que una sonrisa maliciosa y un relamer de sus labios, era casi una rutina, verlo por la mañana corriendo para llegar al desayuno, el cabello mojado estorbando su visión y entonces al llegar al instante en donde sus miradas eran incapaces de desconectarse, tentarlo con la mirada, comérselo con los ojos ya que sus manos no podían llegar siquiera a tocarlo, a soñar con la remota posibilidad de que un mago  tan poderoso le perteneciera y gimera bajo sus caricias, era demasiado pedir que dejara de jugar con él, que le dijera de una vez por todas si al salir de los entrenamientos conjuntos no se esperaba al final para tentarlo a visitarlo mientras se bañaba, si cada que sus lentes resbalaban, no se las colocaba de manera sensual para que él se derritiera ante la sola visión, Merlín ese hombre sería capaz de hacer que tuviera un orgasmo con una sola de sus miradas.

Y eso que aún no hablaba de sus labios, de solo recordarlos le daba escalofrío, esos labios carnosos y rojos, esos mismos labios que al parecer no se cansaban de ser mordidos sin piedad, se ser acariciados por esa lengua juguetona, por esa misma lengua que le hacía pasar los momentos más calurosos de su vida, era sorprendente como un simple cereal podía convertirse en el más erótico alimento. Después de media hora regresó sobre sus pasos para ver si de una vez por todas podía asearse como era debido en su baño preferido del colegio, sus pasos resonaban en la amplia estancia acallando los pensamientos que sin duda alguna lo llevarían a desviarse de su objetivo inicial bajo la ducha.

Se desnudo sin ser consciente de que un par de ojos lo miraban y en el momento en que se quitó el pantalón se dio todo el tiempo del mundo para ir a la ducha, sus pensamientos giraban en torno a una cosa, en la mirada excitada de cierto moreno de ojos verdes, en su espalda arqueada por el placer y la sola idea de verlo llegar al orgasmo entre sus manos le sacó un suave suspiro que le fue imposible callar, no pudo dejar de pensar en ello ni siquiera cuando se enjabonaba el cabello, ni cuando sus manos tallaron su musculoso cuerpo que siempre ocultaba parcialmente con el uniforme del colegio, no tuvo cuidado de su alrededor hasta que sobre su pecho sintió unas cálidas manos, unas manos que le hubiera gustado fueran las de él a esas horas de la noche.

-Blaise deja de jugar, me quiero bañar en paz

Mas las manos que lo acariciaban con tanta reverencia no pararon, al contrario, describieron círculos en su pecho mientras que su cuello era expuesto para ser mordido sin piedad por unos dientes ansiosos, por unas manos que acariciaban cada parte de su ser sin piedad y es entonces cuando se dio cuenta de que no se trataba de su siempre juguetón amigo Blaise, él no era tan bajo, ni mucho menos tenía ese cuerpo, ese aroma era inconfundible, las cicatrices pequeñas y casi imperceptibles que le dejaron la guerra a esas manos no era algo que olvidara tan fácil.

-¿P-por que haces esto?-pregunto en un susurro, su pecho era acariciado sin compasión y el contacto de su piel se sentía tan bien-¿Por qué me tocas de esta....? Ahh ¿De esta manera... justo ahora?

-Te deseo

Aunque fue lo único que murmuró, nunca olvidaría en toda su vida el tono en que esa voz hizo estremecer hasta sus más tiernos recuerdos, todo su cuerpo tembló por la calidez y sensualidad de esa voz en su oído y por un instante creyó desfallecer, sus manos se apoyaban en la fría pared que tenía frente a sí mientras su amante acariciaba todo su cuerpo con parsimonia, sus piernas temblaban, sus ojos eran obligados a cerrarse debido a la intensidad de las caricias que nunca antes nadie le había dado con tanto fervor, su cuerpo despertó y él ansioso por cumplir sus mandatos restregó su trasero en el objeto de sus deseos.

-No, no estás comprendiendo

Maldición, justo cuando comenzaba a calentarse él lo interrumpía, volteó a encararlo casi enojado y la imagen que se grabó en su mente le sacó el aliento de golpe. El pequeño cuerpo de Potter desnudo como lo había soñado tantas veces solo se había alejado unos centímetros del suyo, unos cuantos centímetros que de pronto le parecieron metros y millas enteras, quería volver a tenerlo entre sus brazos, quería que gimiera su nombre, que lo volviera loco del placer y que lo aferrara de la manera más íntima contra su cuerpo, sus ansias se dispararon obligándolo a besarlo en el cuello, en los labios sin piedad, sus manos no podían estar quietas y para cuando creyó terminar de volverse loco él se le quedó viendo sin más ni más.

-Ah-gimió sin poderse contener, esa mirada... la intensidad de esa mirada....-Harry...

-¿Blaise?-pregunto atacando con fiereza una de sus tetillas

-N-No.... no se... de que hablas

-¿Por qué habría Blaise de tocarte en lugares así?-pregunto receloso

-Él no... Merlín no me veas así

-¿Por qué?-pregunto verdaderamente sorprendido

-Porque... por que...

Sus vergonzosos balbuceos se detuvieron súbitamente en cuanto Harry comenzó a restregarse contra su cuerpo, la calidez que desprendía su cuerpo no era nada comparado con el agua de la regadera, más ese mínimo detalle sirvió para casi hacerlo perder el control, él lo observaba, lo miraba de aquella manera en que sólo podía soñar, sus manos estaban acariciando su cabello mientras sus dientes jugaban con su oreja, con su cuello al que mordió y chupo hasta dejarlo rojo ¡Y se sentía tan bien! Lo había convertido en gelatina, sus piernas temblaban, podía escuchar sus pequeños gemidos contra su pecho.

-¿Estás seguro de lo que estás haciendo?-le preguntó en un  murmullo, si bien había querido hacer eso por mucho tiempo, tampoco deseaba obligarlo

-S-si, vamos...

Todo su ser se enfocó en darle placer, sus manos que acariciaban sus piernas, su cintura, sus labios que besaban con fervor su cuello y sus orejas, sus manos que delicadamente acariciaban cada rincón de su ser y una vez que su cuerpo se acostumbro a su aroma extasiante, a sus labios adictivos comenzó a apoderarse de su cuerpo con toda la lentitud que podía, con el alma, con el corazón.

-D-Draco-musitó entrecerrando los ojos

Sus caricias no le dieron tiempo de detenerse a pensar en protegerse, estaba más preocupado por besar y acariciar todo lo que tuviera a su alrededor mientras que el moreno casi gritaba, se movía bajo su cuerpo de una manera que sencillamente lo estaba volviendo loco, acarició sus caderas con suavidad mientras la calidez de su cuerpo lo iba envolviendo poco a poco y su muy deductiva mente registraba cada una de las cosas que sucedían, incluso aquella pequeña alarma que le indicaba que estaba olvidando algo importante.

-¿No estamos...  olvidando algo?-pregunto Harry al mismo tiempo en que él lo pensaba

-Sé que sí pero...

Cerró los ojos fuertemente mientras detenía todos sus movimientos, estaba tan cerca del orgasmo que si se movía un centímetro estaba seguro de que terminaría antes de tiempo, su respiración se detuvo al mismo tiempo en que Harry acariciaba sus mejillas y le limpiaba una gota de sudor que caía por sus sienes. Tanto amor en una sola acción le enternecieron a tal grado que en medio de la pasión que lo envolvía, se acercó lo suficiente a sus labios para depositar un diminuto beso, una pequeña confesión que tardaría mucho en decir en voz alta.

"Te quiero"

Estando tan enfrascado en la mirada de Harry no notó cuando él mismo comenzó a moverse, solamente estaban sus ojos, esas hermosas gemas que brillaban intensamente, sus propias manos acariciaron su rostro por unos segundos antes de besarlo con pasión de nueva cuenta no podía pensar en nada más que en la manera en que lo miraba, en que sorpresivamente lo hacía sentir que él mismo era el centro del universo, como si fuera realmente todo para él.

-Harry... Harry...

Harry estaba seguro de que había querido decir otra cosa en ese momento, que detrás de su nombre se hallaban dos palabras que sencillamente lo confundían, lo intrigaban y lo llenaban de felicidad, por eso en el momento en que se dio cuenta del verdadero sentimiento que ocultaba su mirada no pudo menos que abrazarse a él con fuerza, sus piernas se enroscaron a su cintura mientras sentía los primeros espasmos del orgasmo quitarle la respiración, lo besó una y otra vez, incansablemente.

-Si, sí Draco-murmuró cegado del placer, comprendía sus sentimientos

Después de esa noche ninguno pudo decirse a sí mismo que había sido algo de una sola ocasión, que fue solo algo carnal y mundano, por más que lo intentaron, que lucharon para que esa mentira se convirtiera en la verdad que rigiera sus vidas, la realidad cayó sobre sus cabezas de forma súbita y repentina, el gran comedor estaba atestado de alumnos y ellos dos únicamente se limitaban a observarse, a estudiarse mientras el bullicio crecía y el tiempo se aceleraba, hace tanto tiempo que llevaban juntos, tanto tiempo que habían estado así, encontrándose en las duchas, en la sala de los menesteres, ese deseo irrefrenable que en un principio los volvía locos era lo que ahora regía sus vidas, el deseo de sentirse unidos, de saber que sus vidas enteras las pasaran de esta manera.

-Mira quien está aquí-Sabía lo infantil que era su comportamiento mas le dejó de importar cuando vio sus ojos brillar diferente

-¿Qué quieres Malfoy?

-Ah la pequeña comadreja viene a salvarte ¿Es que me tienes miedo?

Harry hasta ese momento no se había involucrado, estaba recargado en la mesa de Gryffindor con la mirada clavada en Draco y cada uno de sus movimientos, quería atraer la atención de él no de Ginny, un sentimiento extraño lo invadió cuando ella obtuvo toda su atención, cuando sus ojos se enfocaban únicamente en ella aparentemente enfurecido, su mirada fija en ella... en sus ojos, los labios de Draco le hablaban a ella, estaba celoso, la apartó casi bruscamente ante su sorpresa y se le plantó a Draco justamente enfrente.

-Quita esa maldita mueca burlona-murmuró con los dientes apretados-¿Por que le hablas? ¿Es que acaso la vienes a ver a ella?

-¿Qué sucede Potter?-Era obvio que lo sabía y la noticia solo sirvió para hacerlo feliz-¿Defendiendo a tu noviecita?

-No veo a tu "Amorcito" Blaise por aquí-la cara de espanto que puso casi lo hace reír-¿Tu séquito se te ha perdido?

-No necesito compañía para hablarte en las mañanas ¿O si?-Sus ojos estaban llenos de deseo muy bien disimulado

-Tal parece que sí, Malfoy-Sus ojos la buscaron inconscientemente-Tal vez es que se te perdió el camino hacia acá

Estaban tan cerca que casi podía oler su aroma, era una pelea silenciosa en la que únicamente ellos sabían lo que se decía, los ojos de Harry brillaban más de lo normal, y aunque Draco estaba realmente encantado, Harry se veía verdaderamente enojado, tenía el rostro sonrojado, la ropa desarreglada y cuando sus manos se rozaron, notó que su corazón latía con fuerza y un extraño hormigueo pasaba entre sus manos ¿Por qué demonios la observaba tanto? ¿Qué era ese aroma tan delicioso?

-¿Qué estabas comiendo?-pregunto mientras buscaba con la mirada ese aroma tan rico

-...Cerezas

-Dame-exigió retándolo con la mirada, después de todo no olvidaba que se encontraba en el gran comedor

-¿Qué...?

No pudo decir nada, se le quedó viendo sorprendido por unos minutos enteros y al instante la volteó a ver a ella como pidiendo una explicación, cosa que por supuesto él no notó enseguida, estaba más ocupado devorando el envase con cerezas que le había quitado a su amante. El error de ambos fue quedarse viendo más de lo permitido, Harry terminó de comer y le devolvió el recipiente agradecido por dejarlo saciar el extraño antojo que le había dado, a él no le gustaban las cerezas.

-¡No me ignores!-gritó de repente-Que te estoy hablando Malfoy

-¿Desde cuando a Potty le gustan las cerezas?-pregunto el rubio en voz alta-Hasta te olvidas de defender a tu novia por comerlas

-No me gustan-espetó enojado-No se con quien me comparas pero odio las cerezas

-Si me lo dices después de comerte un recipiente entero obviamente no te creeré nada ¿Es que acaso no te dan de comer en tu mesa?

Harry se quedó en silencio repentinamente, en cierta parte él tenía razón,  acababa de comer casi lo doble de lo que comía Ron en las mañanas y aún se encontraba hambriento ¿Por qué la mesa de Slythering tenía muffins y ellos no? Sus pensamientos se desviaron cuando Blaise pasó detrás de Draco, su mirada se volvió maliciosa y fue entonces que cayó en cuenta, podía vengarse por haberlo ignorado por ella.

-No sabía que los Malfoy tenían tan malos modales Draco

-¿De que demonios hablas ahora?- siguió su mirada y al notar el rumbo de sus pensamientos perdió el color

-Creí que era de caballeros saludar a la futura conquista

-Únicamente cuando lo merecen-Esa indirecta lo hizo enrojecer

-¿Qué le estás haciendo a Harry, Malfoy?

-Oh, mira tus amiguitos han llegado para salvarte de las garras del lobo-se burló intencionalmente, estaba de buen humor

-¿Hueles a cereza?-pregunto Hermione distraída-Como sea, déjalo en paz, si venimos a defenderlo o no es algo que no te importa

-Sí hurón, vienen a salvarme de las garras del lobo, no sabía que eras un tierno perrito

-Oh, cállate hermana de la caridad-No era su intención enrojecer al ver esos labios tentadores

-Como quieras lagartija sin cola

-¡No soy una lagartija! ¡Soy una serpiente!

-De acuerdo gusano de tierra

-Gato con complejo de héroe insufrible

-¡Ese ya lo repetiste!

-¡Claro que no!

-¿Por qué le hablaste por tanto tiempo?

-¿Por qué no me contestaste tú?

Sus miradas no se desconectaron ni siquiera cuando llegaron los amigos de Draco a "defenderlo", los profesores se involucraron para intentar separarlos, mas ellos no se movían, las demás personas que no estaba intentando defenderlos en su absurda pelea los observaban fijamente, sus miradas eran capaces de congelar a cualquiera mas ellos no cedían y no lo hubieran hecho si no hubiera sido por que alguien empujó a Harry.

-¡Idiota!-gritó Harry, todavía seguía enojado

-Tarado

-Barbie teñida

-Gato sin cola-nadie podía culparlo por haber dicho eso, él jamás se había metido con su hermoso cabello

Harry se quedó en silencio por solo dos segundos intentando reprimir la risa que ya veía en Draco, se acercó a él con la intención de jalarle el cabello para seguir alegando que de verdad era teñido, mas las muecas de sus amigos completamente enfurecidos solo sirvieron para hacerlo reír, se sostuvo de su hombro al tiempo en que las carcajadas de Draco interrumpían los gritos de todos.

-¿Qué demonios...? ¿Fue eso?-sus risas casi no le permitían hablar-¡Gato sin cola!

-Lo... lo siento jajaja, no se me ocurrió nada mejor ¿Barbie teñida?

Definitivamente el mundo estaba loco, o al menos eso pensaban todos en el gran comedor mientras ellos dos salían del lugar aún muriéndose de risa, totalmente ajenos al desorden que habían empezado, nadie se atrevió a decir nada. Todos tomaron de nueva cuenta sus asientos y el mundo se quedó en silencio hasta que súbitamente los murmullos comenzaron a incrementar de volumen.

-¿Vamos por unos chocolates?-pregunto de pronto Harry

-¿Chocolates?

Se habían quedado sentados debajo de un árbol, era su día de descanso y el silencio del lugar era atrayente y reconfortante, acogedor mientras que Draco acariciaba los cabellos de Harry que reposaban en su regazo. Había pasado casi 3 meses y medio desde que estuvieron juntos por primera vez, el moreno se veía diferente.

-Tengo antojo de un chocolate-contestó con simpleza

-¿Así como de las cerezas?-preguntó divertido por  su puchero-¿Y de dulces de menta la semana pasada?

-Oh, si deliciosos-murmuró acariciando su estómago-Aunque la mañana siguiente me cayeron mal

-¿Por qué no me contaste? Pudimos haber ido al doctor

-No es gran cosa-Le acarició el rostro suavemente mientras se acomodaba sobre su pecho-Pasa muy a menudo, Hermy opina que tal vez estoy comiendo algo que me hace daño

-Has actuado extraño-Anunció haciendo memoria-¿Desde cuando tienes tantos cambios de humor?

-No lo se, anda vamos por chocolates

-Vamos

-¡No! Tengo una mejor idea, palomitas de maíz con mermelada-Sus ojos brillaban como si se tratara de un gran manjar

-¿Qué? ¿Estás seguro?-intentó disimular la mueca de asco que fue casi inconsciente

-Si, vamos quiero comer eso

-... De acuerdo

Era vil y cruel haberlo chantajeado para llevarlo con un medimago, lo sabía por la mueca que tenía al saber que se tenía que quitar la ropa para que ese señor desconocido lo hurgara en lugares que solo él había hecho, lo miraba con enojo mientras abría las piernas para que le hicieran un examen completo e innecesario. Llevaban más de 20 minutos esperado a que el mago decidiera un diagnóstico, estaba a punto de irse cuando pareció comprender por donde iba el asunto.

-¿Cómo he podido olvidar algo tan evidente?

-Quisiera saberlo-murmuró Harry enojado

-Señor Potter, Señor Malfoy, ustedes van a ser papás

Unos segundos de silencio en lo que a Harry le caía la noticia, los colores de su rostro iban cambiando hasta quedar completamente blanco y tomar con rapidez su varita mágica, ese demente no podía asegurar algo así. Draco al momento se levantó y lo abrazó por la espalda, el medimago se había puesto tan pálido que parecía que iba a desmayarse en cualquier momento.

-No puedes cruciarlo cariño, te llevarán a azkaban-le dijo demasiado divertido para el gusto del medimago

-¡Déjame matarlo! ¿Como que papás? ¡¿Qué no ve que soy hombre?!

-L-L-Los hombres t-también p-pueden concebir

-¡Sí pero yo no!

-¿Lo dudas amor?-murmuró en su cuello, metía la mano bajo su playera hasta acariciar sus tetillas demasiado sensibles-Estás cambiando

-N-no es cierto-respondió demasiado afectado

-¿Y tus antojos? Cerezas que odias, dulces de menta, palomitas con cajeta o mermelada, muffins a cada rato, mareos, vómitos, cambios de humor

-Tal vez... una infección

-¿Qué crece?-Le hablaba al oído mientras continuaba acariciando su cuerpo- ¿Qué te hace más sensible a mis caricias? ¿A mi magia?

-Draco...-susurró agarrándose a él-Vamos... ¡Vamos a tener un bebé!

Regresaron al colegio entre risas, planes y compras, cada uno se fue a su dormitorio sin decidir que hacer, necesitaban planear tantas cosas, donde iban a vivir, los días pasaban y el colegio veía a un Potter más sonriente, su rostro brillaba y ni hablar de su mirada, la misma que cada noche encandilaba a Draco. El aura que poseía traía a todo mundo de cabeza, que si Ron le cumplía sus antojos cuando el rubio no se hallaba cerca, incluso había tenido la destreza de usar toda la inocencia que poseía para que Snape le dejara pasar de las tareas por un tiempo, Draco no podía estar más divertido, más enamorado.

-¡Harry!-lo llamó desde un rinconcito cercano a un pasillo

-¡Hola! Te extraño ¿Dónde estabas?

-Madre me mandó Muffins-rió en cuanto sus ojos brillaron para que se los diera-Mira

-¿Un collar? ¿Es para mí? Amor creo que es un poco pequeño

-Eso es por que no es para ti, es para el bebe

-Oh, ¡Es hermoso!

-Ha pertenecido a mi familia por generaciones, tiene un hechizo que permite localizar al bebé en caso de que se extravíe y uno de protección para que nadie lo pueda atacar

-¡Es fabuloso!

-No tanto como el regalo que me has dado

Harry arqueó una ceja copiando a su amante, Draco tenía la mirada fija en el pequeño y apenas visible bultito que era su hijo, enternecido observó la mirada de amor que les dedicaba y lo tomo de las manos para llevarlas a su vientre, ese vientre que sorprendentemente contenía las mejores consecuencias que ambos podían experimentar.

-Es el espíritu de nuestro amor y ellos todavía se preguntan quién es el padre

-¿Aún no saben...? ¿Quién fue?-pregunto divertido mientras lo besaba sin detenerse

-No, todavía no

-Me sorprende que tus eternos amigos no sepan todavía-resolvió recargándolo en la pared para tener mejor acceso a su cuerpo, amaba acariciarlo aunque no fuera por méritos sexuales

-Se la pasan... preguntando pero ni aún cuando te coqueteo en las mañanas se han dado cuenta

-Y eso que eres demasiado descarado a veces-murmuró sonriendo

-No soy descarado-su cara enojada era una de las cosas más divertidas que había visto

-Tienes razón, que juguetees con la comida, con las cucharas, el cereal ¿Qué mas? Ah si, que me mandas recaditos en pleno desayuno, me sonríes cada que entro...

-Bueno... solo tantito

Se besaron con toda la ternura y amor que sentían, con las ilusiones y el porvenir en sus manos. Harry se le quedó viendo por unos momentos antes de sonreír completamente feliz, enamorado y dirigir sus miradas hacia el vientre en el que crecía el espíritu de su amor.

-Y pensar que ustedes llevaron 6 años odiándose-la voz de Blaise los regresó a la realidad

-Era obvio que terminaran así-lo secundó Hermione

-Bueno si tomamos en cuenta como se han comportado me sorprende que no lo hayamos notado antes-Snape no parecía tan huraño

-Hacen bonita pareja-Ron sorprendió a todos-¿Para cuando el bebé?

-Apenas tiene 4 meses comadreja, no apresures a mi hijo

-¿Va a salir rubio?-Luna intervino antes de que pelearan-¿Cómo lo van a llamar?

-Sería bueno que fuera niña

-O niño

-Vámonos-murmuró Harry, se tomaron de las manos para después salir discretamente por su lado

-¿La ropa blanca o amarilla?-pregunto de pronto Draco

-Verde

 

 

 

Notas finales: Si alguien encuentra que escribí griffindor en vez de gryffindor lo lamento. Espero que opinen!!

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