Un alma para Dos
Te veo ahí, recostado sobre esa cama, con todos esos cables enganchados a tu cuerpo, viendo como te debates entre la vida y la muerte en esta blanca habitación. Cierro los ojos cansado, sintiendo mis lágrimas caer una tras otra. Creí que ya no tenía mas lágrimas, que no podía llorar mas, sin embargo no hay forma de evitar que éstas sigan saliendo.
¿Por qué Hyukjae? ¿Por qué lo hiciste? Esa puñalada iba para mi. Era yo el que tenía que haberla recibido, no tu. Esa imagen se repite en mi mente una vez tras otra. Esa multitud y esa chica, esa que se hacía llamar mi fan, acercándose a mi con ese cuchillo en la mano… Nunca pensé que sería tanto el fanatismo por nosotros. Jamás se me pasó por la cabeza el que alguien fuera capaz de matar solo por no verte en brazos de otra persona que no sea ella. Pero en esos momentos al verla cada vez mas cerca, amenazándome, no supe que hacer, me quedé completamente paralizado. Solo consigo recordar el escozor en mis manos seguidos de dolor. Un dolor que fue capaz de hacerme perder la razón por unos instantes al ver ese trozo de metal destinado para mi incrustado en tu pecho.
Y luego… Lágrimas… Es todo lo que queda en mi mente… Lágrimas al verte sangrar, lágrimas cuando la ambulancia te llevó, lágrimas al verte agonizar… Y lágrimas en el momento en que te perdí sin haber tenido tiempo de despedirme, de reclamarte por lo que hiciste, porque no se vivir sin ti. Si pudiera cambiaría las cosas, si tuviera que elegir me gustaría ser yo el que está ahora muerto en tu lugar.
Abro los ojos pesadamente, encontrándome con tu mirada, con esa sonrisa que tanto adoro dirigida solo a mi.
-Te quiero- digo acercando mi mano a tu rostro, queriendo acariciar tu piel, notando nuevamente una lágrima recorrer mi rostro al darme de bruces con el vacío en tu lugar, recostándome sobre la zona que siempre ocupabas en nuestra cama, trantando de aspirar tu olor, que aun sigue presente ahí.
Ya han pasado tres días, tres días desde que te marchaste y me dejaste aquí solo, sintiendo que mi alma se iba contigo. Escucho los golpes en la puerta, viendo como asoma el rostro de Leeteuk por ella, insistiendo en que salga a comer algo, pero no estoy en condiciones, no quiero alejarme de esta habitación, esta habitación en la que están todos tus recuerdos, todos y cada uno de los recuerdos que compartimos pasean por mi mente, recordando tus juegos, tus risas, todas las veces en las que te hice mío sobre esta cama, tu calor, esas dulces palabras que nos dedicábamos…
Creo que me estoy volviendo loco, en el fondo espero que en cualquier momento pueda verte aparecer por esa puerta, con tu típica sonrisa, diciéndome que todo esto es una broma, pero la cruda realidad no duda en azotarme, mostrándome que ya no estás y todo por mi culpa.
Me levanto con pesadez, acercándome a la ventana, mirando al cielo nocturno cubierto de esas brillantes estrellas, odiándolas, odiándolas porque ellas te tienen cerca, mientras yo tan solo guardo tu recuerdo en mi corazón.
-Te amo… - son las palabras que digo mirando a esas estrellas queriendo que mi mensaje llegue a ti, que entiendas que nunca podría olvidarte, que todo lo que conocía como vida, que todos mis sueños murieron en el mismo instante en el que tu lo hiciste.
Ya han pasado algunos días, nuevamente estoy aquí, solo, sentado frente a este trozo de papel que refleja lo devastada que está mi alma, que muestra cuanto te extraño. Esto es lo único que puedo hacer para desahogarme. El llanto ya no es suficiente para aliviar el sufrimiento por tu pérdida y solo encuentro una forma de mostrarte cuanto te echo de menos.
El grupo estuvo parado meses, en el fondo supongo que no fui el único al que le afectó tu pérdida, el único al que le hace falta tus bromas y tus risas. Pero ahora estamos aquí, nuevamente, esperando para salir nuevamente al escenario, esta vez con un miembro menos, sin ti.
Me miro al espejo, realmente mi ánimo no es el mejor, pensaba que no sería capaz de volver a cantar, pero tengo que hacerlo, por ti. Mi aspecto a cambiado mucho, mi rostro antes risueño, alegre, ha cambiado por completo, ahora solo muestra nostalgia, tristeza.
Los focos vuelven a centrarse en nosotros nuevamente, comenzando todos a cantar, no pudiendo evitar que las lágrimas saliesen de nuestros ojos al llegar a esa parte que antes hacías tu y que ahora se había encargado de hacer Kibum, la nostalgia envuelve por completo el estudio, todos guardan silencio mientras terminamos.
Lentamente todos los chicos van bajando del escenario cuando termina el tema, dejándome solo sobre él. No es la primera vez que estoy interpretando un tema solo, ¿recuerdas esa canción que hice para mi padre?
La música es la única forma en la que soy capaz de expresar lo que siento, y ahora, nuevamente es el método que uso para que me oigas desde ese lugar en el que estás, este es mi regalo para ti.
Respiro hondo cogiendo el micro, acercándomelo a los labios, comenzando a interpretar esta canción que compuse pensando en ti, pensando en los sentimientos que me inundan desde tu perdida, viendo los rostros de las fans pendientes a mi, pendientes a cada una de las notas que entono.
Te llevaste mi pasado con tu vida.
Te llevaste tu presente con mi ayer.
Me dejaste un adiós que no se olvida.
Tu recuerdo dibujado en mi piel.
No supe que decirte me faltaba no se que.
Tumbado aquí en tu cama y no sabia lo que hacer.
Se me escapaba el tiempo para poderte decir,
que si pudiera niño, hoy moriría por ti.
Un alma para dos, no pueden separarnos.
Vivo loco sin tu amor.
Desde la tierra al cielo
un te quiero llevaré.
Para decirte niño que jamás te olvidaré.
Un alma para dos…nooo.
Busco tus palabras en voces ahogadas.
Entre estas cuatro paredes vivo bien...
E imagino tu sonrisa en mi almohada.
Vivo inquieto por saber si te veré
Y sigo sin saber que las estrellas brillan mas
Ellas te tienen cerca y yo no te puedo mirar
Pero sé que estás aquí, tan dentro de mi…
Que vives en mi mundo,
Y así soy feliz.
Un alma para dos, no pueden separarnos.
Vivo loco sin tu amor.
Desde la tierra al cielo
un te quiero llevaré.
Para decirte niño que jamás te olvidaré.
Un alma para dos…nooo.
El silencio reinó entre el público, puedo notar mi rostro humedecido ante esta melodía, mirando al cielo, esperando que este mensaje halla llegado a ti, y que lo hallas entendido, porque ya no puedo mas, realmente nuestras almas están unidas y ni siquiera la muerte puede hacer que nos separemos.
Los aplausos comienzan a resonar tras unos minutos, cuando todos reaccionan ante la canción.
Bajo del escenario, viendo a mis compañeros acompañarme en mi llanto, abrazándome a ellos en cuanto los tuve en frente a mi. Los voy abrazando uno a uno, agradeciéndoles todo el apoyo que me han dado desde tu partida, todo el cariño que me han brindado desde siempre, sintiendo mis lágrimas amenazar por salir nuevamente, retirando algunos restos antes de despedirme de todos para volver al apartamento por mi cuenta.
Sé que no les pareció bien que volviese solo a casa, ya que ellos aún se quedarían en el programa un rato mas, pero no estoy de ánimos y ya he tomado mi decisión.
Bajo del taxi que me ha dejado en la puerta del departamento, mirando nuevamente al cielo, observando esas estrellas, deseando por primera vez que no estuvieras mirándome desde ellas, no en estos momentos en los que parezco tan patético, y es que no me enseñaste como estar sin ti, no me enseñaste a estar solo y mi alma se niega a dejarte ir.
Me dejó caer en nuestra cama, mirando esa foto, la última que nos hicimos juntos, agarrándola, acariciando tu imagen, tu rostro, viendo como una simple lágrima empapa el cristal antes de que miles de gotas comenzaban a golpear la ventana.
-Hyukjae… No llores…- digo mirándote con tristeza- No puedo hacerlo… Ya no puedo mas… ¿Cómo lo hago sin ti? ¿Cómo sigo viviendo?- me incorporo mirando el cajón de la mesilla de noche, sacando una pequeña navaja que había tenido ahí guardada. Miles de veces lo había intentado, pero nunca tuve valor. Lo intenté, intenté seguir adelante, pero mi alma ya está sentenciada, está unida a la tuya y no hay forma de separarlas.
Con lentitud agarro la empuñadura, acercándola a mi pecho, exactamente al mismo lugar en el que te atravesó a ti, dudando por unos minutos, y es que en el fondo no puedo evitarlo, soy demasiado cobarde. Estoy a punto de bajar el cuchillo cuando en un arrebato me decido a clavarlo por completo en mi piel, sintiendo ese escozor recorrer mi pecho, y ese cálido líquido rojizo manar sin detenerse.
Me quedo ahí, sobre la cama, con tu foto aún en mis manos mientras la lluvia fuera cae con mas intensidad.
-Lo se, Hyukjae… Sé que esto no es lo que querías, pero te necesito demasiado. Lo perdí todo cuando te perdí a ti. Ahora podremos volver a estar juntos- murmuré ya casi sin fuerzas, notando como mis ojos comenzaban a cerrarse.
De pronto unas voces en la puerta del departamento, la puerta abriéndose y por ultimo gritos y las manos de nuestros compañeros alzando mi cuerpo, pero ya no soy capaz de mirarlos, no puedo abrir los ojos, ni tampoco quiero, ahora tan solo quiero dormir, dormir para siempre y que nuestras almas vuelvan a estar juntas.
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