Serie: One-shot.
Pareja: Aoi x Uruha.
Genero: Romántico.
Clasificación: +13
Resumen: Si tus ojos y tus labios son mi cielo ¿cómo descuidarte?.
-¡Muy bien hecho!.- felicitó con alegría genuina el líder. -¿Creen poder seguir así, Ruki-kun?.-
-¡Claro que sí!.- chilló indignado el aludido. -Ofende que lo dudes, Kai-kun.- hizo un gracioso puchero.
-Ni tanto.- murmuro el bajista, sentándose perezosamente en un sofá.
-¿Qué insinúas Rei-chan?.- gruño el más chico.
-Nada, sólo la verdad.- le sonrío de forma burlona. -Sólo que nuestro vocalista nunca logra dar con los tonos hasta el tercer o cuarto intento.-
-¡Rei-chan, tú estas peor que yo!.-
-Para eso son los ensayos.- el guitarrista del piercing hablo. -Pero ahora toca un descanso, ¿cierto Kai-kun?.- el batero hizo una señal afirmativa.
Ambos guitarristas se descolgaron sus instrumentos y comenzaron a salir de la sala de ensayos, seguidos por el resto de los chicos, quienes volvieron a sus discusiones habituales. Reita molestando a Ruki, y él vocalista respondiendo con el mismo entusiasmo, Uruha apoyando a Reita, y Aoi hablando de mejores cosas con Kai, ignorando a los "niños".
-¡Ya es suficiente Suzuki Akira!.- le dio un fuerte pisotón, el cual hizo al bajista soltar una exclamación de dolor, y eso provocó una risa en el vocalista y en Uruha. -¡Ja! Yo podré estar más chico que tú, ¡pero bien que te gano en vencidas!.-
La risa relajada de Uruha, el levantamiento de ceja de Kai y la sonrisa en el rostro de Aoi hizo al bajista sonrojarse un poco, Ruki no tenía porque decir ese tipo de cosas de forma tan libre. Por muy ciertas que estas fueran.
-¡Sht! Cállate.- gruñó de mal humor, abriéndose paso empujando a los demás.
-¡Ah, Reita!.- el baterista salió corriendo tras el bajista.
-Ellos son muy obvios, ¿no creen?.- pregunto Ruki, mirando fijamente a Aoi, quien se encogió de hombros.
-No eres el mejor para hablar Ruki-kun, creo yo.- sonrío Uruha.
El vocalista levanto una ceja en una pregunta muda.
-Miyavi-san me pidió avisarte que te invitaba a almorzar.-
Apenas terminó la frase, el vocalista salió corriendo a la sala donde sabía estaría Miyavi.
Una vez solos ambos guitarristas se quedaron viendo fijamente, sonriendo ampliamente comenzaron a caminar hacía la cafetería de la compañía.
-¿Pedirás algo especial Aoi-kun?.- sonrío.
-No, sólo lo de siempre Uruha-kun.- siguió caminando. -¿Y tú?.- apenas le dirigió una pequeña mirada.
-Supongo que... ya veré estando ahí.- soltó una ligera risa. -A veces eres aburrido, Aoi-kun ¿lo sabías?.- hizo que su tono se volviera serio. -Muy anticuado a veces.-
El chico del piercing siguió caminando, haciendo una pequeña mueca de disgusto, y en sus ojos ocultándose la preocupación.
-Puede ser, Uruha-kun.- contesto con calma entrando en la cafetería, donde varias personas les saludaron. -¿Ahora si pedirás algo Uruha-kun?.-
-¡Uruha-san!.- corearon los dos guitarristas de SuG, colocándose cada uno a su lado.
-Uruha-san, ¿puede ayudarnos? ¡por favor!.- pidió Masato, colocado a la derecha.
-Será breve, ¡se lo aseguramos!.- secundó Yuji a su izquierda.
-Bueno sí, pero...- suspiró armándose de paciencia. -Iba a almorzar.-
-¡Le invitaremos el almuerzo de toda la semana!.-
Con un suspiro se despidió del pelinegro mientras se iba con los dos guitarristas abandonado la sala, para a saber que clase de favor iba a tener que hacer. No pudo evitar sonreír, ya que si bien le habían frustrado su almuerzo con Aoi, esos dos le caían demasiado bien como para simplemente ignorarlos. Por muy fastidiosos que fueran a veces.
-Aoi-san... ¿puedo sentarme?.-
-Claro, es mejor a comer solo ¿no te parece Shou-san?.- sonrío al otro vocalista, comenzando a comer su almuerzo.
-Uhn si.- suspiro. -Aoi-san... ¿puedo hacerle otra pregunta aparte de esta?.-
El guitarrista hizo una seña afirmativa, no estaba con muchas ganas de hablar, pero tampoco iba a ser grosero ignorando a la Alicia.
-¡Bien! Aunque... puede que suene un poco indiscreto Aoi-san.- se mordió el labio nervioso.
-Adelante Shou-san, te aseguro que responderé sin molestarme contigo.-
Eso pareció relajar al vocalista, que sonrío más abiertamente dejando el nerviosismos de lado. Luego frunció un poco el ceño, como si pensara algo, y finalmente respirando hondo, miro a Aoi a la cara.
-¿No le molesta que se lleven siempre a Uruha-san cuando usted habla con él?.-
-No creo que deba molestarme eso.- se encogió de hombros.
-¿En serio? Es que...- se sonroja. -Yo si me molestaría si alguien se llevara así a Hiro-kun si yo quiero hablar con él, ¡es mi mejor amigo! ¿Por qué no esperan su turno?.-
Aoi simplemente sonrío, aunque el comentario era infantil había celos en él. Mentalmente estaba de acuerdo con el vocal, sí era molesto que les interrumpieran tanto, pero no estaba celoso como sucedía en el caso de Shou.
-Entonces habla con Nao-san, seguramente no trata de robar la atención de Hiroto-kun.- se paro para tirar la basura a la papelera.
-Si.. eso haré ¡gracias Aoi-san!.-
Suspiro y volvió a caminar hacía su sala de ensayos, estaba seguro de que ya casi acababa la hora del almuerzo. Justo antes de llegar paso por la sala de ensayos de SuG al mismo tiempo que Uruha salía de ahí con el rostro un poco descompuesto y caminando de forma rara, como si le doliese hacerlo. Aoi no hizo ningún comentario al respecto.
-Supongo que ya casi acabo el almuerzo ¿verdad?.- no espero respuesta y tristemente emprendió marcha hacía la sala donde debían estar los gazettos, su estomago gruñendo inconforme. -¡Pero haré que cumplan eso de comprarme el almuerzo toda la semana!.- gruñó haciendo un puchero divertido, hasta que miro el rostro serio de Aoi. -¿Compraste algo para mí?.- tomo la caja de almuerzo en sus manos. -¡Aoi-kun eres tan anticuado!.- sonrío
-Grosero.- correspondió la sonrisa.
Llegaron y se toparon con una nota pegada en la puerta, donde anunciaba que el ensayo se pospondría hasta dentro de tres horas, por unos asuntos de los que Kai debía hacerse cargo con el manager. Felices, se marcharon a casa.
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Aoi miro fijamente a Uruha, que se sentó dispuesto a comer. Sin apartarle la mirada se sentó frente al castaño, sin decir nada se paso una mano por el cabello, acción que fue vista por el otro guitarrista.
-No te molestes.- dijo con una sonrisa.
Aoi levanto una ceja. Uruha se levanto de su asiento, dejando aun la mitad de la comida, y se coloco atrás de Aoi, pasando sus brazos sobre los del guitarrista pelinegro, depositando un pequeño beso en su cuello, para después ir hacia el hombro de Aoi y morderlo de forma gentil, volviendo a besar la zona mordida.
-Shima-kun...- susurro débilmente, cerrando sus ojos mientras era obligado a levantarse, siguiendo al otro guitarrista hasta la habitación que compartían.
El castaño acostó a Aoi en la cama y se coloco arriba de él, llevo sus labios hasta los del moreno juntándolos y saboreándolos con gusto. Jugando con el piercing de Aoi, intensificando la caricia sobre los labios ajenos, lamiéndolos, para luego separase dejando sin reacción al moreno.
-¿Por qué te bese?.- sonrío con picardía, tomando entre sus manos las de Aoi, acariciándolas mientras lo veía directo a los ojos.
-Porque te gustan mis labios.-
-No exactamente. Yo se que sabes.- Uruha sonrió pellizcándolo sin ningún tipo de remordimiento.
-Amas mis labios.- volvió a responder, haciendo una mueca de dolor.
En recompensa, el castaño deposito un beso en la zona lastimada. Después se acerco hasta el cuello del moreno y lo beso, bajando su boca hasta el hombro izquierdo y mordiéndolo con fuerza haciendo que Aoi gimoteara. Uruha sonrío ante esa reacción por parte del pelinegro.
Se separo y beso la frente de Aoi, después la punta de su nariz, las manos, la punta de cada dedo, el abdomen, nuevamente el cuello, los hombros, poniendo especial cuidado en el izquierdo, el cual tenía una marca rojiza. Beso todo de la cintura para arriba, hasta finalmente quedarse mirando a los ojos fijamente, sonriendo de una forma soñada.
-Me amas a mí.- ronroneó el pelinegro al sentirse mimado de esa manera por el castaño.
-Así es Yuu-kun.-
Ambos volvieron a unir sus labios, primero de forma lenta y tierna, después, cuando Uruha mordió el labio de Aoi y este le permitió hacer más intimo el beso, comenzó a avanzar el ritmo, volviéndose más intenso pero no menos tierno. El castaño acariciaba los mechones de cabello que caían sobre el rostro del chico del piercing, mientras que este pasaba sus manos por el cuello del otro guitarrista, tratando de que se acercara más a su cuerpo, profundizando más el beso, aunque se estuviese quedando sin aire.
-Voltéate Yuu-kun.-
Aoi lo miro un momento, antes de asentir con la cabeza y quedar boca abajo en la cama. Sintió las hábiles manos de guitarrista en su espalda, tocando aquí y haya haciendo presión en sus hombros.
-Shima-kun.- susurro. -¿Por qué nunca lo hacemos cuando nos reconciliamos?.- pregunto tímidamente, se le hacía extraño preguntar algo que nunca había hecho, y tampoco se molestaría si la situación siguiese así. Sólo quería saber porque.
-Porque... me haría sentir mal.- siguió masajeando la espalda llena de nudos. -¿Tú no te sentirías utilizado Yuu-kun?.- pregunto sin reproche.
Cerro sus ojos disfrutando del masaje proporcionado por esas hábiles manos, pensando en las palabras dichas, ¿utilizado?... ¿él sentirse utilizado? Volvió a gimotear cuando algo en su espalda crujió, pero no pidió que se detuviera a pesar de que si era un poco doloroso debido a toda la tensión que tenía.
-No me sentiría utilizado...-
-Prefiero mimarte después de discutir pero, si a ti te gustaría otra cosa sólo házmelo saber como siempre.- rió abiertamente.
-Me gusta más cuando me concientes así, después de pelear.- hizo una mueca de dolor cuando nuevamente su espalda crujió. -Es como sentirse cuidado.-
-Te amo Yuu.- se unto una crema especial para seguir masajeando, ahora con más firmeza el área de los hombros y brazos. -Amo tus ojos, porque siempre son ellos los que me hacen saber como te sientes. Amo tus labios, no me cansaría de besarlos.-
La respiración de Aoi comenzó a hacerse pausada y tranquila, se había quedado dormido. Uruha miro el reloj y se dio cuenta de que aun tenían cerca de una hora y media libre antes de tener que volver a ensayar, así que apago la luz del cuarto y le hecho una mirada cargada de amor y calidez a Aoi antes de ir a terminar de almorzar, aunque ya podría llamársele comida.
-Eres demasiado tierno Yuu-kun, además de maduro, profesional y comprensible.- sonrío. -Aunque a veces te molestes demasiado rápido; y seas muy terco y caprichoso, incluso más que Ruki y yo juntos.- cerro la puerta del cuarto. -Pero... te amo tanto por todo eso que, ¿cómo podría si quiera permitir perderme algo de ti?.-
Camino hasta la cocina pensando que, definitivamente tendría que hablar seriamente con Yuji y Masato para que no volvieran a interrumpirle a la hora de los almuerzos y también tenía que hacerles ver que caerse de sentón desde una tarima por andar distraídos no era gracioso sino problemático y doloroso.