Saga gruñó y se movió de un lado a otro en su asiento.
El ariano se limitó a mirarlo de reojo, riendo.
-POV Saga.-
Estas sillas son tan incómodas. Mierda.
Me muevo intentando acostumbrarme a esta incomoda sensacion.
Estoy seguro de que cuando este estupido viaje en avion termine, mi espalda estará echa mierda, o peor.
Oigo reír a Mu.
Ahhh...su risa es tan bella..tan dulce..tan angelical..tan libre de maldad..
Mu..mi carnero..mi Mu..no sabes las ganas que tengo de hacerte mío una y otra vez hasta el cansancio..
No sabes el esfuerzo sobre-humano que estoy haciendo ahora para no abalanzarme sobre ti y besar aquellos dulces labios que tienes..undir mi rostro en tus sedosos cabellos..y aspirar tu aroma..
Ah Mu...eres mi droga..
-Fin POV Saga.-
Mu se sintió algo incómodo con la consante mirada de Saga sobre el.
Decidió tomar la mochila que estaba a sus pies y la abrió, extrayendo de esta un mapa.
-POV Mu.-
-Aver...según Shion el avión tiene que pasar por acá...-apoyé el dedo índice en una línea roja, la cual indicaba el camino.- luego pasa por aquí...-continué, moviendo mi dedo hasta que me detuve en Tokio.
Cuando terminé de calcular cuanto tardaríamos aproximadamente en llegar, sentí los párpados pesados.
No sé como, pero comenzé a dormirme. Hice el máximo esfuerzo para no hacerlo, pero finalmente me dejé dominar y supuse que sería lo mejor.
No sé porque, ni tampoco como o cuando, pero mi cabeza terminó apoyada en el pecho de Saga.
Mm...ese calor tan abrasador que tiene..
Con ese pensamiento me dormí.
-Fin POV Mu.-
Cuando la cabeza de Mu golpeó el pecho de Saga, el peliazul le miró.
Saga se encontraba sentado en un asiento que daba al pasillo, por lo cual la gente le miraba con curiosidad al volver del baño.
La azafata, la cual pasó con un carrito de comida, le miró de reojo con una sonrisa.
Y es que Mu parecía un niño pequeño.
Por inercia, el peliazul comenzó a acariciar los cabellos del joven, mirandole fijamente. Estudiándole.
-POV Saga.-
Dioses!! Sus cabellos son más sedosos de lo que imaginaba!
Oh Mu..cada momento mis ansias para hacerte el amor crecen más y más..creo que si no lo detengo, te haré mío frente a todo el mundo..
-Fin POV Saga.-
El geminiano se puso nervioso.
-Disculpe..¿Cuánto falta para que lleguemos?-preguntó Saga a la azafata que nuevamente pasaba por allí.
La mujer alzó un brazo y miró su reloj. Una sonrisa surcó su rostro.
-Son las 20:20 de la noche, señor, aproximadamente en dos horas estará llegando a su destino, Tokio.- contestó con orgullo.
Dos horas!
Y como haría para aguantarse las ganas de desvirgar al pelilila?
Se mordió el labio y chocó su mano zurda contra la frente.
Agradeció que Kanon no haya tenido que acompañarlos, ya que al estar en un viaje SOLITO SOLITO con Mu, podía desvirgarlo, practicarle todo el kamasutra, conquistarlo, mm..practicar el kamasutra nuevamente..
Y además, al no estar el gemelo menor, no tendría que Saga aguantar sus constantes bromas.
Cerró los ojos, intentando dormirse, pero no pudo.
Estar tan cerca del pelilila y pensar tan detalladamente en el le había echo ganarse una erección.
-Por eso la oleada de calor en ese entonces.-susurró para sí mismo.
Dos horas luego, el avión ya estaba aterrizando, por lo cual Saga volteó a despertar al lemuriano.
Si antes no tenía motivos para violarlo, ahora sí los tenía.
Y es que el menor había ganado un sonrojo en sus mejillas mientras dormía, y acababa de lanzar un gemido tan pero tan bajo, que solo a los oídos del Géminis llegaron.
El Geminiano se encontraba sentado, mientras el pelilila estaba literalmente casi echado sobre el, con una sábana cubriendolo (cortesía de la simpática azafata).
Como pudo, el peliazul arrastró una mano hasta la entrepierna del menor.
Se acercó a sus labios y los besó, desgustando su sabor con lentitud y disfrutando de aquella calidez que le embargaba.
De esta forma, adentró sus mano diestra dentro del pantalón del menor, comenzando a frotar su miembro con violencia.
Los gemidos del menor fueron acallados por el excitante beso del Géminis, quien habia introducido su lengua en su boca y se encontraba jugueteando con la del menor.
En su fuero interno, Saga agradecía que la mayoría de las personas esté durmiendo.
Mu abrió los ojos poco antes de venirse en la mano del geminiano, por lo cual con su ayuda pudo acallar un alto grito.
Bajó la cabeza algo avergonzado, para luego buscar las orbes verdes del peliazul, buscando una explicación.
-Qué?-protestó el mayor.- Estabas...-bajó completamente la voz hasta susurrar.- estabas teniendo sueños húmedos
-Y..y..eso que tiene de malo?
-No tiene nada..noté tu problemita y pues..fuí servicial.
Ambos comenzaron a agradecer por su parte (de manera interna) a la azafata, pues si no hubiera sido por la sábana, Saga no habría sido "servicial".
-Estabas soñando con Kanon, verdad?-preguntó el Geminis mientras se limpiaba la mano con la sábana.
-No..-contestó Mu atrayendo la mirada del mayor.- Estaba soñando contigo..