Me maldigo... soy un maldito estúpido.
¿Porqué? Porque comenzé yo mismo este estúpido juego.
Estabas con mi hermano... parecías contento... aunque te ví solo una vez, y bastó para sacarme el aliento...
Me dió rabia ver sus manos en tu sutil cuerpo, ver que el obtenía todo sin tan solo mover un dedo.
Ver que todo lo que amo cae...
¿Porqué, Mu?
¿Porqué tuve que darte celos?
Y tú... ¿porqué me hiciste caso?
Mi intención era celarte... quería que vinieras hacia mi... que quisieras estar conmigo...
Solo quería devolverte un poco del daño que me causaste al verte con mi hermano... pero nuevamente el tiro me salió por la culata...
¿Porqué tuviste que irte?
¿Será que a tí también te causó dolor el ver a quien querías con otro?
¿Me quieres?
¿Me amas?
Y ahora tomo tu mano, mientras este traste del demonio me avisa que tienes pulso estable, pero tus párpados continúan cerrados, y pareces no querer despertarte.
Tienes tantos cables alrededor... tantas máquinas... y tantos pitidos que no entiendo... pero sin embargo, si no fuera por ellos ya te habrías ido...
Todavía no recuerdo cuando fué que llegué tan temprano hasta este hospital de Rodorio.
¿Fué Athena?
¿Fué Shion?
La verdad es que poco me importa.
Quien me importa eres tú, mi bello carnero, que ahora estás postrado en una cama.
Perdiste el brillo que te identificaba, y puedo sentir tu cosmos tranquilo pero muy debilitado.
Puedo sentirlo triste en algunas partes, y furioso y adolorido en otras.
Desearía volver el tiempo atrás.
Desearía poder interrumpir el momento en el cual entraste a mi templo y caíste en las redes de mi hermano.
Desearía haber estado yo en su lugar, y haber probado tu cuerpo y saboreado tus labios al menos una sola vez... ya que ahora tengo el gran miedo de no poder volverte a ver...
Paso una mano por tu mejilla.
Estás tan frío...
Y pensar que hace unos días estabas sonrojado, durmiendo pacíficamente en la cama que Athena te había arreglado.
Y ahora que te veo tan débil... y ahora que descubro nuevamente lo frágil que eres... tengo tanto miedo de perderte... que me aferro a tu brazo para que no puedas escaparte.
Si fuera posible, si tuviera la posibilidad, daría mi vida por la tuya, pero sé que Hades no la aceptará.
Porque he hecho muchas cosas malas a lo largo de la vida, mientras que la tuya es luz pura.
Yo por tí moriría.
Paso una mano por tu cabello ahora.
Sigue siendo igual de suave, tan sedoso como la nieve misma.
Tan sedoso que la misma seda se sentiría acongojada debido a tanta suavidad.
Y tu piel...
Luego de acariciarla, me doy cuenta que es aún mejor de lo que soñé, y me vuelvo a encelar por recordar que fué Kanon el primero en tocarla.
¿El primero de tu vida en tocarla?
¿O quizás el segundo?
... ¿El último?
Porfavor, Mu.
No me dejes.
No ahora.
No ahora que descubrí que te amo.
No me dejes ahora que sé que no puedo vivir si no es a tu lado y tomados de la mano.
Y te juro que si tú te vas... yo me voy contigo.
*+*+*
Mu yacía reposando en una cama blanca, cubierto hasta un poco más del pecho por una sábana del mismo color.
Sus ojos estaban cerrados y su pecho se movía arriba y abajo, siguiendo el ritmo del pitido de la máquina, que marcaba su respiración y la presión.
Saga estaba sentado en una sillita que había acomodado al lado de la cama, y esperaba a cualquier signo vital que pudiera dar Mu.
Cualquier cosa.
Un movimiento de mano.
Que le tiemble el párpado.
Cualquier cosa.
Pero no sucedía nada.
Mu estaba quieto.
Parecía como si estuviese soñando, y el terror de Saga era que así se quedase.
Tenía una mascarilla que le ayudaba a respirar, ya que semejante golpe en el avión había dañado un poco sus pulmones.
Pese a que no era grave, durante unos dos días más necesitaría de aquel aparato.
Tenía una aguja intravenosa que le proporcionaba las vitaminas necesarias, y era de esa manera por la cual se alimentaba.
Mu estaba vivo.
Los doctores aún no dijeron si estaba fuera de peligro, pero creían que luego de todo lo que hicieron, bastara con que evolucionara el solo para seguir adelante.
Ya todo lo que se podía hacer estaba hecho, y solo bastaba esperar.
Esperar.
Una palabra muy difícil para Saga.
Nunca me sentí tan solo
como cuando ayer
de pronto lo entendí
mientras callaba
la vida me dijo a gritos
que nunca te tuve y nunca te perdí
y me explicaba que
el amor es una cosa
que se da de pronto
en forma natural
lleno de fuego
si lo forzas se marchita
sin tener principio
llega a su final.
Ahora tal vez lo puedas entender
que si me tocas se quema mi piel
ahora tal vez lo puedas entender
y no te vuelvas si no quieres ver
Que lloro por ti
que lloro sin ti
que ya lo entendí
que no eres para mí
y lloro
Nunca me sentí tan solo
como cuando ayer
de pronto lo entendí
mientras callaba
la vida me dijo a gritos
que nunca te tuve y nunca te perdí
y me explicaba que
el amor es una cosa
que se da de pronto
en forma natural
lleno de fuego
si lo forzas se marchita
sin tener principio
llega a su final.
Ahora tal vez lo puedas entiender
que si me tocas se quema mi piel
ahora tal vez lo puedas entender
y no te vuelvas si no quieres ver
Que lloro por ti
que lloro sin ti
que ya lo entendí
que no eres para mí
y lloro.