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Romance de un joven león. por alekey

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Notas del fanfic:

Pues no se que fume el dia que hice este fic, ni lo hiba a hacer solo era una idea pasajera, pero sali escribiendolo, pero espero que les guste.

Notas del capitulo: pues no hay que decir, solo que pues me base en esta peli para sacar mi nick, bueno disfrutenlo.

-Jamás me había ocurrido esto-. Decía Alex a sí mismo.

Alex era un joven león que apenas  había probado la vida salvaje, además se acababa de reunido con sus padres en África, los pingüinos se habían marchado a celebrar la luna de miel de Skipper, se habían marchado en el avión, y tardarían algo de tiempo para regresar por ellos, les daría tiempo a él y a sus amigos en estar más tiempo en contacto con la naturaleza y con sus raíces.

Pero en Alex comenzaban a crecer sentimientos nuevos para el, sentimientos que eran creados por el enemigo de su padre.

El joven león se había comportado muy extraño últimamente, se había distanciado de todos, incluso ya casi no bailaba como lo hacía antes.

-Alex, ¿Te ocurre algo?-. Marty intento hablar con él.  

-No es nada Marty, solo quiero estar solo-. Respondió Alex mientras daba media vuelta para alejarse.

Ya era algo tarde, el anochecer  había llegado, Alex miraba las estrella recostado, su madre se acercaba, pero él no se había dado cuenta sin hasta que ella tomo asiento alado del joven león, después acaricio su melena y lo abrazo.

-Alekey, ¿Que te ocurre?-. Pregunto ella tomándolo de la mano.

-Nada mamá,  solo, es que estoy sintiendo algo por alguien, y la verdad, no creo que este bien.

-Jeje estas enamorado, ¿Me podrías decir de quien?-. Pregunto la madre de Alex.

-No creo que sea conveniente, bueno estoy algo cansado, quisiera dormir-. Respondió Alex tratando de evadir el tema.

-Está bien Alekey, descansa.

Alex se quedo profundamente dormido, pero comenzó a soñar con un león que le pareció atractivo desde el primer día en que lo vio, no le importaba que le haya tendido una trampa en el ritual de iniciación, estaba enamorado de Makunga.

-Bueno mujer, ¿Qué le pasa a Alekey?-. Pregunto Zuba.

-Está enamorado-. Respondió ella.

-¿Te dijo de quien?

-No, solo evadió el tema.

-¿Cuál será la leona afortunada?-. Dijo el padre de Alex.

El amanecer había llegado, hermosos colores rojizos aparecieron, los primeros rayos del sol despertaron al joven león, se tallo los ojos para poder ver mejor, al parecer seria un hermoso día. Se dirigió al estanque para lavarse la cara, ahí estaban todos sus amigos, pero no hizo caso a ninguno, aun estaba distanciado de ellos.

Todos intentaron abrir una plática con Alex, pero sus intentos fueron inútiles, el joven león solo se limitaba a responder frases de menos de dos palabras y a agitar la cabeza en forma de respuesta.

Alex se alejo de ellos, camino un gran rato para encontrarse solo, se acerco a la sombra de un árbol para poder descansar un momento después de caminar, no se dio cuenta de que había alguien más ahí, estaba recostado cuando Alex llego le piso una de sus patas por accidente.

-¡Oye! ¡Ten cuidado!-. Grito por el dolor que le había causado la pisada de Alex.

El joven león se quedo sorprendido y nervioso al ver quién era, quien se encontraba acostado era el león que tenía su melena peinada hacia atrás, quien lo había engañado en el ritual de iniciación, era el león de quien se había empezado a enamorar.

-¿Alekey? ¿Qué haces aquí?-. Pregunto Makunga.- ¿Vienes a reírte de mi todavía?

-N…no, no es eso, solo estaba dan…dando un paseo, y quería descansar un poco aquí, ya que estuve caminando mucho-. Respondió Alex nervioso.

-Mmm, está bien, puedes sentarte aquí-. Dijo Makunga acomodándose para dejarle un lugar a Alex.

El joven león se recostó a lado de Makunga, solo se quedaron en silencio, sin decir nada, después de varios minutos, Makunga se quedo dormido, no pudo quedarse fijo al quedarse dormitado recargándose en el hombro de Alex, el joven león se sonrojo al sentir la cabeza de Makunga y su respiración en su cuello, Alex no resistió mas y lo abrazo.

Makunga sintió los brazos de Alex alrededor de él y se despertó, miro al joven león a los ojos, Alex reacciono y lo soltó.

-Pe…perdona Makunga, no fue mi intención hacerlo, perdona-. Dijo levantándose.

Makunga tomo a Alex de la mano para evitar que se fuera, se levanto y tomo a Alex por la cintura.

-No me molesto que lo hicieras Alekey-. Dijo Makuga acercando su cara a la de Alex.

Alex se puso más nervioso por las palabras que salieron de la boca de Makunga, quien un segundo después comenzó a lamer la boca de Alex, el joven león correspondió y comenzó a hacer lo mismo, Alex, un momento después empujo a Makunga, al sentirse un poco incomodo por lo que estaban haciendo.

-Per…perdona Makunga, esto está mal, tengo que irme, lo siento-. Dijo Alex, después se alejo corriendo, se coloco en cuatro patas para correr más rápido y para alejarse lo más posible de ahí.

Makunga se quedo ahí sonriendo, también era un sentimiento nuevo para él, pero le gustaba, comenzó a sentir una especie de atracción hacia el hijo de Zuba desde que sintió sus  brazos alrededor de el, comenzó a aflorar en él la necesidad de tenerlo a su lado.

El joven Alex regreso algo agotado después de correr demasiado, el anochecer estaba llegando nuevamente, el joven león solo quiso acostarse a dormir, se quedo pensando un momento en lo que había ocurrido, miraba las estrellas mientras se tocaba los labios como si pudiera sentir la lengua de Makunga lamiendo su boca, después se quedo profundamente dormido.

Makunga planeo en ir a ver a Alex por la noche, camino en silencio hasta llegar a el, tomo una de sus manos y le dio una pequeña lamida.

-Alekey, Alekey, despierta-. Dijo Makunga agitando suavemente a Alex.

El joven león abrió los ojos, y se sorprendió al ver a Makunga frente a él.

-Makunga, ¿Q…que que haces aquí?-. Pregunto Alex.

-Cálmate Alekey, no hagas ruido.

Makunga se coloco encima de Alex, comenzó a lamer su pecho, el joven león dejaba escapar pequeños gemidos que le causaba el cosquilleo que sentía.

-Makunga, e…espera-. Dijo Alex.

El no quiso detenerse, comenzó a recorrer con sus manos el abdomen de Alex hasta llegar a su entrepierna, Alex dio un pequeño respingo al sentir la mano de Makunga sobre su miembro, Makunga comenzó a masajear la creciente erección de Alex, quien comenzó a respirar entrecortadamente.

-N…no, p…por favor-. Decía Alex, a lo que Makunga hacia caso omiso.

Makunga continuo masturbando al joven león, cada vez lo hacía más rápido, se detuvo un momento, y llevo su boca al miembro de Alex, comenzó a lamerlo lentamente, dándole una sensación que jamás había sentido, comenzaba a gustarle a Alex, pero parte de él deseaba que Makunga se detuviera.

Makunga levanto las piernas de Alex hacia sus hombros, a Alex le desagradaba un poco lo que creía que el otro león estaría a punto de hacer, su deseo de que Makunga se detuviera se reflejo en su rostro, Makunga miro el rostro de Alex y después dejo escapar una pequeña risa.

-Por… por favor detente Makunga-. Dijo Alex.

Makunga tomo su miembro con la mano derecha, lo sacudió un poco y después comenzó a penetrar a Alex, introdujo su miembro lentamente en el joven león quien empezó a dar pequeños gritos de dolor, Makunga cubrió su boca con la mano izquierda para evitar cualquier sonido que emitiera de él, comenzó a dar un vaivén lento, Alex no podia evitar sentir el dolor que le producía la intromisión de Makunga, quien a cada minuto aumentaba la velocidad de la penetración, un momento después, Makunga tomo la erección de Alex y continuo masturbándolo, el joven león no pudo más y termino en la mano de Makunga, su liquido salto sobre el pecho de Makunga y en parte de Alex, el dolor que sentía el joven león desapareció dejando una sensación que jamás había sentido, y que le agradaba, y le gusto mas cuando termino, después de algunos minutos después Makunga termino dentro de Alex dando un rugido de satisfacción, después, Makunga se recostó alado de Alex, lo abrazo y lamio su boca, si miraron un momento sonriéndose, estaban exhaustos, sentían que sus cuerpos no daban para más.

-Te… te amo Makunga-. Dijo Alex en voz baja.

-Y yo a ti Alekey.

Un momento después se quedaron dormidos, estaban exhaustos, y por el momento solo querían descansar. Un nuevo amanecer había llegado Zuba quería hablar a su hijo acerca de las chicas, se dirigió donde su hijo.

-Alekey, despierta quiero hablar con… tigo…

Zuba se quedo pasmado al ver a su hijo y a su enemigo abrazados, aun estaban durmiendo, pero eso no le importo a Zuba, quien lanzo un rugido muy fuerte, Alex abrió los ojos y se levanto de inmediato y un momento después Makunga hizo lo mismo.

-¿¡Alex que hace el aquí!?-. Grito su padre suponiendo cual era la razón.

-¡Papá! No es lo que parece-. Respondió Alex nervioso.

-¡Makunga lárgate de aquí!-. Volvió a gritar el padre de Alex.

-Zuba, no seas cruel con el chico el solo…

-¡Callate!, no digas nada, solo vete.

Makunga se retiro, mirando a Alex, quien lo miraba al mismo tiempo con unos ojos llenos de temor, porque lo dejaba solo con su padre, Zuba se quedo callado en lo que Makunga se retiraba, el joven león no sabía lo que le diría ni lo que le haría, se quedaron un momento mirándose fijamente a los ojos sin decir nada.

Alex no soporto el silencio que era tan tenso en ese momento así que opto por decir algo.

-Papá, yo solo…

-¡Cállate!, eres una desilusión para mí y para nuestra familia-. Le grito mientras le daba una bofetada a Alex.

El joven león no pudo soportar el dolor que sintió, llevo una de sus manos a su mejilla, y se dio un pequeño masaje para intentar reducir un poco el dolor del golpe que su padre le había dado, pero eso realmente no le había dolido, sino las palabras que le dijo su padre, unas lagrimas brotaron de los ojos azules del joven león.

-Pe…perdóname papá-. Después de decir esas palabras se fue corriendo en cuatro patas.

Makunga pudo observar todo, sintió tristeza al ver a Alex llorar de esa forma, decidió que lo mejor era convencer a su padre, tenía que hablar con él.

Alex se había alejado lo suficiente para que nadie lo mirase llorar, se abrazo a sí mismo y comenzó a desahogarse, no quería dejar a Makunga, el joven león realmente estaba enamorado de él.

Makunga se acerco a Zuba, le toco el hombro después solo dijo unas palabras.

-Zuba, escucha, se que piensas que lo que tengo con tu hijo está mal, pero, ¿no recuerdas cuando éramos unos años mas jóvenes?-. Dijo Makunga.

-No recuerdo nada, y si piensas que dejare que mi hijo tenga una relación contigo estas completamente loco.

Makunga sonrió, tomo a Zuba por los hombros y acerco poco a poco su cara.

-Yo si lo recuerdo Zuba-. Dijo Makunga mientras terminaba de cerrar una distancia que los separaba, lamio sus labios suavemente, después de unos segundos se separaron.

-Nosotros estuvimos enamorados Zuba, ¿Por qué no dejas que tu hijo sea feliz? ¿Por qué quieres negar el amor que tú y yo un día sentimos, pero igual nuestros padres nos impidieron estar juntos? Deja que tu hijo sea feliz Zuba, déjalo estar conmigo, yo lo amo, y él me ama, por favor déjalo ser feliz.

Zuba se comenzó a sentir como un tonto, se sintió como un idiota al recordar el golpe que le había dado a su hijo, no pudo evitar soltar unas lágrimas, después toco el hombro de Mkunga, y sonriéndole dijo algunas palabras.

-Que mi hijo este contigo, no cometeré el mismo error que nuestros padres cometieron con nosotros, búscalo, y dile que no es verdad todo lo que le dije, dile que estoy orgulloso de él y que siempre lo estaré, ve con él y dale tu amor, que es lo que más necesita ahora.

Makunga salió a buscar a su amado, no podía estar más tiempo sin él, tardo algunas horas en encontrarlo, pero al fin lo encontró, estaba sentado llorando y abrazándose así mismo, Makunga se acerco a él, Alex levanto la vista y lo miro, el sonreía, el joven león no dijo nada, después se levanto de donde estaba, abrazo  a makunga, se quedaron así por un instante.

-Sera mejor que te vayas Makunga, mi padre no aprobara esto-. Dijo Alex aun llorando.

-Alex, tu padre está arrepentido por todo lo que te dijo, hable con él y entro en razón, solo le importa tu felicidad, y quiere que estés conmigo-. Dijo Makunga mientras abrazaba con más fuerza al hijo de Zuba.

-¿E…en serio?-. Hablo Alex con un tono de felicidad, a lo que Makunga respondió moviendo la cabeza en forma positiva, un momento después el joven león lamio los labios de Makunga.

El viento soplaba, a pesar del calor que hacia se sentía fresco, movía las melenas de los dos leones enamorados, solo se quedaron ahí, abrazados, sin decir nada hasta que llego el atardecer, varios tonos naranjas y amarillos llenaron el ambiente, haciendo un maravilloso espectáculo que miraban Alex y Makunga.

-Te amo Makunga-. Dijo el joven león.

-Y yo a ti Alekey-. Y no dijeron nada más.

Notas finales: bueno ojala les alla gustado, pues gracias por su tiempo y espero sus opiniones.

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