CAPITULO 2.- DESESPERACIÓN.
Se acercó sigiloso al hombre que tranquilamente fumaba un cigarrillo en aquel oscuro callejón, seguramente esperaba una nueva víctima sin imaginarse que estaba siendo vigilado por un ser tan letal como el mismo ser humano; llevaba días observándolo, desde que confirmo el asesinato de una joven mujer a manos de aquel asqueroso ser lo había puesto en su mira…el lo veía como un juego perverso necesario para sobrevivir pero no por ello agradable…
Ya comenzaba a sentirse realmente débil, después de haberse alimentado únicamente de animales durante una semana su cuerpo comenzaba extrañar realmente la preciosa sangre de los humanos, tan exquisita, cálida y dulce…ningún manjar conocido en vida podía siquiera compararse al sabor que la sangre humana había adquirido para el en los últimos meses aunque le parecía curioso que solo la sangre de aquellos a los que en algún tiempo había pertenecido tuviese aquel delicioso sabor, y aunque la de los animales era suficiente para cubrir sus necesidades mas elementales no se aproximaba al placer que aquel maravilloso elixir le otorgaba…
Se había distraído durante algunos segundos, preciosos instantes que para un mortal podrían ser realmente valiosos pero su blanco continuaba ahí de pie, sin nada que hacer ya que el cigarrillo se le había acabado. Solo esperaba al igual que el a que su víctima llegará, se podría decir que tenían mas de una cosa en común pero sus impulsos eran diferentes…ambos mataban, el hombre motivado por una enfermiza obsesión y el por…necesidad, en realidad lo veía como egoísmo, el no tenía por que continuar en este mundo aún así se aferraba a la vida como el demonio que era...
Los tacones sonaban fuerte en la silenciosa oscuridad, los pasos cada vez se escuchaban más cercanos y el hombre se dispuso a sacar su arma, todo estaba preparado para lo que creía sería su próxima víctima cuándo…
Pasó tan deprisa que apenas y fue capaz de reaccionar, en un segundo estaba frente a aquella linda jovencita a la que había elegido días atrás y ahora se ubicaba frente a un sujeto…no en realidad aquel era un niño, no sobrepasaba los quince años y aún conservaba muchos de los rasgos propios de los adolescentes pero aquellos ojos miel evocaban una diversidad de sentimientos muy superiores a cualquiera que hubiese visto…por primera vez en su vida sintió verdadero terror y la orina que escurrió entre sus pantalones le anunció a Ed que había llegado el momento de acabar con todo, después de todo ya tenía hambre…
Se acercó sigilosamente sin apartar la vista ni un segundo, aquello era parte del juego, hacerle sentir el mismo terror que sus víctimas, según le había explicado Roy, ellos tenían diversas formas de acabar con las preciadas vidas de los humanos aunque generalmente se volcaban desde la mas grande alegría hasta el mas terrible pavor…el por su parte elegía la segunda, era mas agradable de utilizar con el tipo de presas que elegía...
Se aproximo con lentitud hasta el hombre haciéndole saber que aquellos eran los últimos instantes de sus vida y sin mas preámbulos sacó a relucir sus dos pequeños colmillos para posteriormente clavárselos en el cuello, succionó su sangre con lentitud, quería disfrutar tanto como fuera posible aquel precioso instante…la agonía del hombre era su delirio…pero pronto todo acabó, no duró mas que unos segundos, valiosos segundos en los que sintió como su cuerpo se revitalizaba y adquiría el aspecto juvenil de cualquier otro, incluso se podía observar un pequeño rubor sobre sus pálidas mejillas; arrojó al cadáver a un lado con brusquedad, el corazón continuaba latiéndole débilmente y seguía consciente pero pronto moriría como un respetado hombre de la comunidad, su esposa e hijos llorarían sin imaginar que el había sido el culpable de la muerte de 20 mujeres jóvenes y todo por que su condición de madres solteras le recordaba a su madre…
-¿Quién es el demonio aquí?- Susurró para si mismo como si esperase obtener una respuesta pero lo inimaginable llegó y una dulce pero sabia voz respondió.
-Todos somos unos demonios, algunos mas que otros pero nuestra condición es la misma…nuestra naturaleza es perversa.
Sus sentidos se alertaron buscando al portador de la voz pero parecía no hallarse a simple vista, le hablaba dentro de su mente, Roy le había advertido que había inmortales capaces de leer la mente y hablar dentro de ella, el era demasiado joven aún así que tardaría en desarrollar esos poderes mas sin embargo la voz que estaba interfiriendo con sus pensamientos no parecía madura como la de Roy…aquel ser debía tener la misma edad que el cuándo fue convertido…
-No importa cuánto intentes ocultar tus pensamientos, no los podrás alejar de mí…pero pronto nos conoceremos y será divertido charlar contigo, nuestro pequeño nuevo príncipe…
Odiaba que le dijeran pequeño pero antes de que siquiera pudiera responder, la presencia desapareció alargando la lista de preguntas que desde hace tiempo tenía…
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¿Cuánto tiempo había permanecido de pie frente a la puerta?...Fácilmente podrían ser dos horas pero aquel lugar le era desagradable pero no tenía a donde regresar, hasta que no adquiriera los conocimientos y las respuestas necesarias para sobrevivir por si solo no se podría emancipar y Roy no parecía dispuesto a dárselas con facilidad, solo le comunicaba la información estrictamente necesaria para sobrevivir…hacía un año que vivía con el y la convivencia comenzaba a ser simplemente insoportable, al menos para el por que el mayor parecía disfrutar con las rabietas del pequeño…
-¿Acaso piensas quedarte ahí toda la noche?- Pregunto su creador abriendo la puerta
-No molestes- Contesto y paso bruscamente empujándolo ligeramente, el otro apenas y se inmuto.
-Veo que lo has hecho.- Ed asintió débilmente, no le gustaba admitirlo…
-Yo…- No sabía como pedírselo sin terminar en lo mismo- Yo quiero que me digas… ¿quién mato a mi madre?- Hacía meses que efectuaba la misma pregunta y hacía meses que recibía la misma respuesta…
-No. No hasta que me hayas demostrado tu amor…
-¡¿Amor?!- Gritó enfurecido- ¿Cómo esperas que te ame cuándo me has convertido en esto?- Con su propia uña se realizó un corte sobre las venas bastante profundo, un chorro de sangre le escurrió manchándole la ropa, instantes después cayó al suelo debilitado por la repentina pérdida del vital líquido pero Roy alcanzó a recogerlo antes de que chocará contra el piso, tomo la muñeca de Ed y comenzó a lamer la sangre que le escurría por el antebrazo hasta limpiarla completamente…era mucho mas dulce que la de cualquier ser humano mientras tanto la herida que el mismo Ed se había infringido comenzaba cicatrizar con increíble rapidez pero a este apenas y parecía importarle, aquel cuerpo no era mas que un caparazón de un ser que ya no debería existir mas.
Roy lo tomo en brazos, lo cargo con evidente facilidad debido a su leve peso, el pequeño no se resistió, un raudal de lágrimas surcaban sus mejillas, sus labios temblaban y sus músculos estaban tensos…para Roy aquella era la imagen de un niño asustado, rebasado por las circunstancias que lo rodeaban e incapaz de asirse a algo firme…entonces lo escuchó…aquella suplica que a diario pedía y a la cual continuaba negándose…
-Mátame…-Dijo en un susurró temblando con mayor fuerza, quería apartarse de aquel hombre pero las fuerzas le habían abandonado- Por favor…mátame…
El mayor bajo la mirada, no quería repetir aquello pero era necesario…
-Te prometo que te amaré pero mátame- Ahora las palabras estaban dentro de su mente, sabía que lo estaba escuchando- Yo no merezco existir- Continuó- No fui capaz de proteger a mi madre y ahora soy esto, mátame y te amaré desde el mas allá por toda la eternidad…por favor…
Y se entregó a un llanto aún mas profundo, deseando de todo corazón que sus súplicas tuviesen algún efecto en su creador, el era un cobarde por no atreverse pero seguramente el mayor si podría acabar con el en cuándo quisiera…
-Mírame a los ojos- Ordenó con voz grave apartando algunos mechones de su rostro y tomándolo pero Ed solo los oprimía más, no quería que aquello volviese a pasar así que solo los oprimió con mayor fuerza…-Mírame a los ojos- Repitió nuevamente con firmeza, Ed ya no consiguió negarse mas ante la orden e impulsado por el miedo que en ocasiones como esa podía causarle los abrió, la vista borrosa por las lagrimas no le permitió al principió observar con detenimiento pero tan pronto diviso aquellos profundos ojos negros dejó de ser el, igual que si cayera en trance, su cuerpo tenso se relajo al punto de parecer mas un muñeco con forma humana que una criatura de carne y hueso con voluntad propia ya que esta última cualidad nuevamente era robada…
Roy desató la trenza del pequeño rubio quién solo se limitaba a respirar serenamente, le fascinaba el sedoso cabello que aquel pequeño tenía aunque era una lástima que no lo hubiese dejado crecer mas ya que nunca mas lo haría…subió las escaleras con especial lentitud hasta llegar a la habitación que compartía con Edward y lo colocó sobre la sábana, se acercó a su rostro y apartó alguna mechones que impedían admirará tan bellas facciones, observó sus ojos, llenos de nerviosismo, no como la primera vez después de la conversión en los que estos reflejaba un terror tan profundo que casi se sintió culpable al hacerlo, aunque intento ser delicado de alguna manera sintió como si lo violará aunque ni el, ni el mismo Ed podían negar lo placentero que para ambos había sido y que continuaba siendo aún así, ¿Por que se resistía tanto el pequeño?
Depósito sus labios sobre los del rubio, saboreándolos como siempre lo hacía…los mordisqueó un poco sin causar verdadero daño y comenzó a quitarle la ropa al niño que yacía inmóvil sobre la cama, con cada prenda que retiraba se excitaba mas y cuándo hubo terminado vio como un ligero rubor se asomaba a las pálidas mejillas del rubio, y decidió interactuar con sus pensamientos pero a pesar de los cientos de preguntas que formulo no hubo ninguna respuesta del Ed quién se resistía con todas sus fuerzas a que el otro entrara en su mente…
Roy se desvistió con velocidad, quitándose la exclusiva ropa de diseñador como si esta ardiera y se recostó sobre el muchacho quién aunque no deseaba admitirlo comenzaba sentirse bastante excitado también, los besos y caricias que el otro depositaba sobre su cuerpo tampoco ayudaban mucho…aquellas sensaciones no le eran agradables pero tampoco le disgustaban además Roy lo trataba como si fuera una delicada flor a punto de marchitarse, no lo hería ni lastimaba pero aquello era tan…
-Aunque es contranatural lo disfrutas bastante…-Roy interrumpió sus caricias para reír con sarcasmo como siempre lo hacía, Ed se maldijo por haber bajado la guarda pero el placer se iba incrementando cada vez más y jadeos y gemidos involuntarios escapaban de su boca con mayor frecuencia…sus sentidos se distorsionaban…-Creo que va siendo hora de terminar con todo- Anunció el ojinegro, para ese momento ambos miembros estaban lo suficientemente erectos y listos para alcanzar el clímax, se colocó con cuidado sobre Ed y siendo delicado pero firme a la vez arremetió contra el, buscando esa zona sensible que desde el primer día había descubierto y que tanto placer le brindaba al pequeño; Ed contrajo el rostro en una mueca de dolor , siempre le era doloroso pero tan pronto logró acostumbrarse a la inesperada intromisión su cuerpo comenzó a acoplarse por voluntad propia al de Roy y los gemidos de ambos comenzaron a incrementarse al sentir que el tan deseado momento llegaba y en el momento justo Roy se vino junto con Ed que en un esfuerzo por solventar el dolor arqueó la espalda, tan rápido como inició todo terminó…
Roy se levantó con delicadeza, su respiración agitada rápidamente se normalizo a diferencia de Ed quién requirió de algunos minutos para volver a la normalidad, entrando en un profundo sueño agotado tras lo que se estaba volviendo una rutina se olvido de todo.
Roy se quedó observándolo durante algunos minutos, le fascinaba verlo dormir aunque algún día tendría que despedirse de esa acto humano, recordaba que en sus primeros años el también dormía durante las noches pero con el tiempo estas y otros placeres que en vida había sido tan simples se perdían…colocó una sábana sobre el desnudo cuerpo del chico y se dirigió a tomar un baño, quería estar preparado para las maldiciones que el pequeño le dirigiría al despertar…
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Mentiría si dijera que se sorprendió al ver a aquel “chico” si acaso así se le podía llamar, estaba sentado al borde de la cama al lado de Ed, acariciaba su cabello con delicadeza, pasaba sus dedos entré las rubias hebras del adolescente…
-Me alegra verte por aquí Alphonse- Saludo quitándose la toalla sin la menor vergüenza para vestirse enfrente del chico que no parecía superar los 15 años, aunque su constitución era mas grande y ancha que la de Ed no parecía mayor que este, este mismo continuó acariciándolo sin apartar la vista del chico.
-Es muy lindo, ¿no? Pero llámame Al, suena mas dulce-Y alzándole rostro sonrió- Espero que comprendas el problema en que te has metido al crearlo y mas en estos tiempos tan agitados…
-Supongo que sabes para que te llame- La mirada de Roy se torno seria y misteriosa a la vez.
-Lo que me pides es demasiado pero supongo que no puedo negarme, es tan pequeño y frágil que no duraría ni un mes afuera sin alguien que lo protegiera pero por que el…va en contra de las reglas crear a un ser tan joven como el, ¿acaso crees que vale la pena tanta belleza?
-Me encargaré de ello mas tarde- Al rió divertido después de todo no había ninguna justificación para convertirlo- Lo he estado observando y es un niño muy interesante…
Ed comenzó a agitarse con fuerza apretando con furia las sábanas, Al se aparto cuándo comenzó a ver las sueños que el menor tenía, demasiados sentimientos para poder soportarlo…
Roy corrió hasta el, abrazándolo y susurrando cosas al oído en un intento por calmarlo…
-Mamá…perdóname…yo…perdóname…por favor no le hagas mas daño…yo prometo que haré lo que quieras pero…no la lastimes mas…- Densas lágrimas escurrieron por sus mejillas y se revolvió con mayor fuerza- Mamá…
-Esto es imposible…-Al parecía asustado- Es imposible, su parte humana no ha muerto todavía pero por que…el no debería de sentir mas dolor por los seres a los que algún día perteneció… ¿Cómo es posible que continúe sufriendo por eso…? No me digas que…- Su rostro se congestionó en una mueca de terror dirigida hacia Roy…
-No estoy seguro pero…- Lo abrazó con mayor fuerza- Si así fuera podría significarse el final de la raza humana como la conocemos ahora o…
-O nuestra liberación- Concluyó el otro con temor, dispuesto a marcharse.
-¡Espera!- Gritó Roy antes de que Al saltará por la ventana- No podré estar con el por mucho tiempo, ¿tu lo harás por mi?
-No lo se- Y la mirada del joven se tornó triste- No quiero verme inmiscuido nuevamente ni que nadie mas muera por mi culpa…
-¿Entonces desperdiciarás la oportunidad de sentir?
-Quizás
Y junto a una ráfaga de viento se marcho…
CONTINUARÁ…