Después de su pequeña declaración Eiji se sentía aliviado de que Oishi supiera sus sentimientos aun que también se sentía triste pues de igual forma había confirmado que no seria correspondido por mas que lo deseara.
Regreso a su casa después de haber dejado a Oishi en la suya, después de comer y ayudar un poco en casa, se refugio en su habitación, recargo la espalda en la puerta y se dejó inundar por las emociones que había percibido cuando Suichyro le susurro a su oído, prácticamente el haber recordado algo tan breve lo tenía embriagado de placer, reacciono y rió para sus adentros.
-"¿como es posible que me emocione por tan poco?...pero en verdad me gustas tanto Suiychi que me habría gustado tenerte solo para mi y no compartirte con nadie mas"-
Se dirigió a su cama y se sentó en una de las orillas y apoyando sus brazos sobre sus piernas soltó un suspiro tan largo y profundo como sus pulmones se lo permitieron.
-pero fue verdad, puede decírselo. Yo nunca te habría hecho sentir triste, nunca-
Unas lagrimas se asoma sus azulinos ojos, y una se permitió abrirse paso y acariciar una de sus mejillas hasta caer en uno de los brazos del joven tenista, este la limpió con la palma de la mano y la de la mejilla con el dorso, se recostó en su cama y casi sin darse cuenta se empezó a quedar dormido y susurrando el nombre de quien ocupaba sus pensamientos.
Ya en sueños se vio de nuevo en la enfermería sentado aun costado del joven tenista mientras este dormía.
Contemplaba el rostro de su compañero desde sus ojos que se mantenían cerrados, su delineada nariz, sus cálidos y húmedos labios, continuo su recorrido y observaba el compás de su respiración en su pecho que subía y baja suavemente. Se inclino hacía su compañero acercando su rostro al de este y al grado que podía percibir su aliento salir de su boca y tocar sus labios, apunto estuvo de poder besarlo cuando un leve movimiento del que dormía hizo que el pelirrojo retrocediera y volviera a su silla, el otro se removió en la camilla y tras unos segundos despertó y observo que a su lado se encontraba su entusiasta compañero.
-hola, ¿te sientes mejor?- (jaja! para las que se dieron cuenta y las que no si desde aquí empieza a cambiar la cosa)
-¿Kikumaru?, ¿Qué fue lo que paso?- trato de incorporarse pero fue detenido por quien lo cuidaba.
-tranquilo, todo esta bien solo recibiste una pelota con la cabeza. Pero sabes es mas efectivo con la raqueta- una cálida sonrisa se asomo en los labios del joven tenista.
-si tienes razón lamento las molestias, es que estado un poco cansado-
-ya veo...-titubeó antes de preguntar, sentía que debía hacerlo pero algo en su interior le impedía continuar, como si ya supiera la respuesta de la pregunta que se formulaba en su cabeza "es por el capitán verdad". Una ansiedad y un miedo se empezaban a apoderar de sus piernas y subía a su estomago. Se levanto de la silla y dio unos pasos atrás.
-¿Kikumaro, estas bien?, estas pálido-
Un paso mas lo hizo detenerse todo empezaba a dar vueltas y las cosas empezaban a tomar sentido todo era una pesadilla, una pesadilla de lo sucedido aquella tarde en la enfermería, se sentía desvanecer cuando sintió que era tomado de la cintura antes de caer al suelo.
-¿estas bien?- le pregunta el sub capitán que lo sujetaba por y una verdadera preocupación se asoma en sus ojos.
Kikumaru trato de incorporarse poso su mano derecha en el pecho de su compañero he hizo un ligero movimiento para alejarse de el.
-si descuida estoy bien, ya sabes es que a veces soy un poco torpe pero estoy bien- se levanto y ayudo a Suyichiru a levantarse y regresar a la camilla.
-espera aquí iré por la profesora Ryusaki para que te autorice a irte a casa para que descanses. Bien tu descansa que no me tardo-
-"si es mejor así, es mejor que no lo sepa. No quiero incomodarlo, de todos modos ya se la respuesta"-
Cuando poso su mano en el picaporte de la puerta para abrirla vio como una mano se posaba sobre la suya, y sintió el calor de otro cuerpo en su espalda y una cálida y lenta respiración le hicieron cimbrar desde su interior, giro la cabeza, como queriendo confirmar aquella presencia, grande fue su sorpresa al ver que el que estaba a su espalda era el que había dejado en la camilla hace unos minutos su rostro comenzó a tomar el color de una manzana colorada.
-¿por favor dime que es lo que te pasa?- le dice Suiychi a modo de susurro, cosa que hizo que el otro casi explotara, por la emoción de tenerlo tan cerca.
-na, na, na, naaa...da. De verdad que no tengo nada, solo estoy preocupado por ti así que será mejor que vaya por la profesora- de nuevo intento abrirla puerta pero el sub capitán la cerro de nuevo pero con un poco mas de fuerza y su mirada se torno un poco mas seria.
-¡no!, no te dejare ir hasta que me expliques que es lo que te pasa. Y por que estas preocupado por mi- tomo de los hombros al pelirrojo y lo hizo girar para que quedaran de frente, pero este no le miraba y se limitaba a bajar la cabeza para no confrontarlo.
-dime por que no levantas la mirada, por que me re huyes- lo tenia acorralado con ambos brazos asegurándose de no dejarlo escapar hasta tener su respuesta.
-de verdad, no es nada importante. No le des la mayor importancia- pero seguía con la mirada renuente.
-si es así dímelo de frente-
Estas palabras lo hicieron que empezara a temblar cerro los puños tratándose de dar valor pero no podía mirarlo sabía que si lo hacía todos sus intentos por ocultar sus sentimientos serían en vano. Shuiychi al notar el temblor en el cuerpo de su compañero retrocedió y espero la respuesta de su amigo, y una incertidumbre empezaba a apoderarse de su cuerpo, pues no podía descifrar lo que pasaba por la cabeza de su compañero de dobles.
-yo...yo se lo que sientes por el capitán por eso estoy preocupado- levanto la cabeza y un intento de sonrisa se asomo en sus labios.
-¿Qué?, ¿pero como?, ¿por eso estas preocupado?- se sentó en la camilla y trato de contener la furia que sentía tomo un respiro tan largo y profundo como sus pulmones se lo permitieron y exhaló.
-por favor, ven. Siéntate a mi lado- le hiso la seña con la mano, el otro como autómata reaccionó a la orden, sentándose a su lado y con la mirada en el piso.
Sentía una extraña sensación en el estomago, como si la incertidumbre de no saber que era lo que pasaba por la cabeza de su acompañante o el miedo de confesarle sus sentimientos que sabía no serían correspondidos se remolinaban en su estomago dándole también una sensación de mareo y que la habitación cada vez se hacía mas y mas pequeña.
-bien, ¿ahora me vas a decir que es lo que te pasa?, ¿por que te preocupa lo que siento por el capitán?-
-eeeste... no... veras..., aaaa...no le tomes importancia, en verdad, ni siquiera tengo derecho a entrometerme en ese asunto- sentía como las palabras le quemaban la garganta por tratar de contener el llanto que suplicaba por salir así como expresarle sus verdaderos sentimientos.
-no te creo- le espeto con aspereza el sub capitán, -así que espero la verdadera razón de tu reacción-
-la verdad...la verdad es que me gustas mucho, pero se que a quién que realmente quieres es al capitán, por eso...por eso no quería incomodarte con estas tonterías. Lo siento-
La mano de Shuiychi acaricio una de las mejillas del pelirrojo con tal suavidad y calidez que sorprendió al pelorrojo, giro su rostro para poder mirar los ojos azules que se escondían tras unos temblorosos parpados, acerco sus labios a uno de los oídos del joven que temblaba bajo su mano y le susurro.
-lo se, se lo que sientes y te estoy inmensamente agradecido. Pero lo que si no te consiento es que asumas mis sentimientos por los demás- estas ultimas palabras las dijo con gran fuerza que sobresaltaron al oyente, tanto que abrió sus azulados ojos tanto como le fue posible.
-lo siento, de verdad lo siento-
El pelirrojo trato de levantarse, pero fue detenido por el brazo por su compañero, quien le dirigía una cándida sonrisa, pero mayor fue su sorpresa cuando un ligero pero firme tirón lo acercaron a Shuyichi lo suficiente para ser cobijado por los brazos de este que con su mano le daba suaves caricias en el cabello.
-lo se, y que no se vuelva a repetir, sabes que esa faceta me encanta de ti- Eiji no salía de un asombro para entrar en otro, no entendía nada de lo que estaba pasando.
-escúchame, lo que siento por el capitán es puramente admiración, a quien yo quiero es a ti, lo entiendes-
Tomo el rostro del pelirrojo entre sus manos y una sonrisa cálida se dibuja en su rostro mientras que el pelirrojo sin más fuerzas dejo derramar las lágrimas contenidas en sus mejillas y se aferro a la cintura de aquel que sentía inalcanzable.
-¿en verdad, lo que dices es cierto?- el sub capitán sin dejar de acariciar los cabellos de quien lo abrazaba le acerco su cabeza a su pecho dejando escuchar el palpitar de su corazón.
-¿lo escuchas?, late por ti y solo para ti-
Las lágrimas no dejaban de correr por el rostro del de ojos azules y se aferraba tanto a la cintura de su amado que sentía fundirse con este, levanto la mirada y sin que se lo ordenara su rostro se acercó al del pelinegro y con cierta timidez y aun un poco de miedo, acerco sus labios para darle un tímido y cálido beso que apenas si pudo rozar sus labios. Shuiychi rio suavemente y tomándolo por la barbilla le dio un beso tan intenso que parecía que el tiempo se detenía solamente para que ellos pudieran disfrutarlo, el beso fue tan cándido, jugoso y lujurioso que se sentía perder en aquella lengua ansiosa por acariciar la suya y esos labios que parecían querer devorarlo.
De pronto un sonoro ruido lo hizo abrir los ojos, lentamente aclaro la vista para darse cuenta de que se encontraba en su habitación y que todo había sido solo un sueño, un hermoso y dulce sueño, se llevo dos de sus dedos a sus labios y sonrió para si mismo.
-"bueno aun que fuera solo un sueño, fuiste solamente para mi y para nadie mas. Fue hermoso mientras duro"-
Miro el reloj y se apresuro para prepararse para ir a la escuela ya que ya se le hacía tarde, y con fuerzas renovadas decidió iniciar el día pues después de todo tuvo un hermoso sueño.
F I N.