Con todo lo ocurrido últimamente lo único que me podía ayudar a olvidar era estudiar pero Oliver interrumpía mi armonía con su estruendosa voz.
-¿te vas a inscribir?- preguntó mientras entraba a la biblioteca
-¿inscribirme?- lo miré curioso
-¿que no te lo dije? ¿Te acuerdas de las competiciones de hace como un mes y algo?- ¿Cómo no hacerlo? si fue allí cuando fui… será mejor no recordar
-no- obviamente mentí
-que idiota eres, idiota, idiota, idiota, idiota…-siguió repitiendo mientras movía su cabeza
-Oliver ya está bien ¿ok?, recuerda estamos en la biblioteca se que para ti este es un lugar al cual nunca has entrado pero ¿sabes?, debemos mantenernos en silencio- dije irónicamente
-jajajaja!!! Que chistoso estas así menos te lo digo- me amenazó
-está bien no lo digas- debes en cuando hay que usa la “psicología inversa”, algo que usualmente se usa con niños pero con Oliver no hay mucha diferencia.
-¿pero no estás curioso?- preguntó impaciente
-para nada- respondí volviendo a mi lectura
-pero, pero si me lo pidieras amablemente a lo mejor yo transaría-
-ni lo sueñes- no despegué la mirada del gigantesco libro que tenía en mis manos, después de aquel comentario se dejó sentir un poco de silencio
-¡ESTA BIEN TE LO DIGO, PERO HABLAME!- dijo a viva voz, despertando la desaprobación de los presentes y claro los cuales lo hicieron callar.
-te escucho- dije mirándolo con una pequeña sonrisa triunfante
-mañana debemos ir a la universidad anfitriona para esas malditas competiciones, ¡NO SABES COMO ODIO A ESE IDIOTA DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO ESTUDIANTIL!- terminó de gritar mi querido pero totalmente fastidioso amigo
-¿Pero qué modales son esos? señor Font- así y de la nada apareció un chico detrás de Oliver regañándolo, mi estúpido amigo me miro y casi queriendo correr me preguntó
-Ian, ¿no me digas…?-
-sí, está detrás de ti- respondí a punto de matarme de la risa por la cara de horror que puso Oliver
-maldición- se volteo para ver al chico que teníamos en frente -¿Qué quieres?- le preguntó sombríamente
-señor Font, es horrible que insultes a un estudiante y más si este es tu superior -aquel chico puso su brazo derecho en la palma de su mano izquierda como si estuviera pensando -¿Cómo deberé castigarte?- dijo para sí muy sarcástico
-¡ESTUPIDO! ¿QUÉ MALDITA COSA QUIERES?- el presidente del consejo estudiantil había sacado de sus casillas a mi pobre amigo, aunque debo admitir que la escena era muy cómica
-Oliver, estamos en una biblioteca- le recordé para que no siguiera gritando
-lo siento, no volveré a gritar-
-y tu, señor presidente, ¿que se te ofrece con mi amigo?-me dirigí al otro idiota
-así que eres amigo del señor Font?- dijo algo irónico aquel chico, sabiendo perfectamente la respuesta a aquella pregunta
- responder una pregunta con otra es de mala educación- si él quería pelea entonces que peleara solo
-oh si perdón- dijo fingidamente-solo quiero llevarme al señor Font por unos minutos ¿me dejas secuestrarlo por un instante?- dijo descaradamente
-deja de llamarme por mi apellido, bastardo, me llamo Oliver, O-L-I-V-E-R que no se te olvide, ahora yo no quiero ir contigo- salto Oliver como gato en su asiento y lo enfrentó
-en realidad no pensé que a la princesa le disgustara su apellido, mis más sinceras disculpas, pero la pregunta fue para Ian, lo siento- aquel joven ya había colmado la paciencia de Oliver y a mí me divertía mas y mas la situación, no era por maldad, sino porque se de muy buena fuente que el presidente del consejo, que es un hombre totalmente popular en el campus para que se hagan una idea, el es alto, su pelo es castaño claro pero ni muy largo ni muy corto además tiene unos mechones cayéndole por el ojo , piel blanca, sus ojos son verdes con pequeños rayos que van desde el centro hacia afuera, en fin el es muy guapo. Pero siguiendo con la historia se de muy buena fuente que Adam, ese es el nombre del chico en cuestión, está profundamente enamorado de el idiota de Oliver, solo que este no se da cuenta y cada vez que se ven lo único que hacen es discutir. –entonces Ian, ¿puedo secuestrar a la princesita refunfuñona?- terminó
-¡COMO QUE PRINCESITA, IDIOTA!- intervino Oliver a viva voz, esa biblioteca era un verdadero espectáculo
-solo si prometes devolverlo intacto, o por lo menos a la mitad- Oliver quería matarme, se le veía en los ojos
-prometido- dijo Nick levantado su mano como si hiciera un juramento
-ok, Oliver vete con el- le dije
-oye tu no me mandas-
-Oliver si no quieres que tu secreto se sepa es mejor que lo hagas- lo amenacé
-pero, pero, pero…-
-nada de peros, vete ahora-le ordene, Oliver no tuvo más remedio que hacerme caso e irse
*****************************************************************************
Me quede solo en aquella mesa, la biblioteca para esa hora ya está casi vacía, solo era yo el único que se quedaba hasta que cerraban, volver a mi departamento significaba ponerme a pensar mas y mas y tenerlo a él presente en cada uno de mis pensamientos y eso ya no era bueno para mí.
-Ian- Lawrence aparecía, aunque ya le había dicho que no quería nada con él, este seguía con su persecución.
-dime- dije amablemente
-¿quieres salir? tengo entradas para el cine- dijo mientras sacaba dichas entradas de su bolsillo
-lo siento, debo estudiar-
-pero por una vez que vayamos no bajaras tu impecable promedio- dijo con toda la ironía del mundo
-no puedo, además mañana tenemos clases y de por sí una salida me hará llegar tarde a casa- traté de explicarle rogando que no insistiera mas
-pero si mañana solo toca ir a esas competencias, no hay clases, vamos siiii!!!!- pero ni a un así puedo zafarme
-está bien, de todas maneras mañana no voy a venir-
-¿no vas a venir?- preguntó curioso
-no ¿algún problema con eso?-
-Ian, todos los de la facultad tiene que ir, es obligación ¿Qué, no te lo dijeron?-
-no lo sabía, entonces ni modo tendré que venir mañana-
-¿pero vas ahora conmigo?- preguntó
-sí, ya te lo dije ¿no?-
-entonces te espero afuera-
-ok- así el chico se fue de la biblioteca infantilmente feliz
Salí luego de guardar los libros que había tomado prestados, y allí como un perro abandonado estaba Lawrence esperándome, me acerque a él y nos fuimos al cine.
-oye, espera ¿qué me vas a llevar a ver? Porque si es algo indecoroso me temo que me iré en este instante- dije
-no seas tontito- me acaricio la cabeza, por un momento esa mano sobre mi me recordó a Matt -yo no voy a dejar que veas nada indecoroso como lo llamas, así que no te preocupes- terminó
-más te vale-
Así continuamos con nuestro camino
*****************************************************************************
Después de un rato de andar en taxi, caminar, andar en taxi (y en el mismo orden) llegamos al centro de la ciudad, un lugar atestado de personas caminando rápidamente. Me sentía un poco incomodo, fue entonces que Lawrence inconscientemente (según yo) me tomó de la mano y me llevo así hasta que llegamos al cine.
-¿Qué quieres ver?- preguntó mientras miraba la cartelera
-Mmmmmmmmmm, no se elígelo tu, es que para elegir me toma mucho soy un indeciso-
-eso no lo sabré yo- murmuro por lo bajo pero yo igual logre escucharlo –entonces veamos esta se estreno hace tres días y escuchado que es muy buena-
-ok- entregamos los boletos y pasamos a la sala para ver la dichosa película
*****************************************************************************
Dos horas estuvimos dentro, no es que la película fuera aburrida ni mucho menos, pero es que dos horas para ver una película es un completo desperdicio del tiempo, en fin, y para la fortuna mía, esta ya había acabado.
-¿vamos a tomar algo?- me preguntó Lawrence con ilusión
-lo siento, ya es muy tarde pero si quieres lo dejamos para otra ocasión-
-ok, pero déjame llevarte hasta tu departamento-
-si te digo que no, igual irías ¿cierto?- pregunté con cierto fastidio
-eso es evidente, ¿así que?-
-está bien, vamos-
Comenzamos a caminar hacia mi casa, cuando sucedió.
Mientras avanzábamos, y en dirección contraria a la de nosotros, venia Matt con una chica pegada a su brazo, fue como un balde de agua fría verla a ella tan feliz y el que no paraba de sonreírle.
Mi corazón, con eso, se terminó por destruir.
Se que yo me fui, se que yo lo deje pero ¡Maldición, duele tanto!
¡EL SABIA QUE YO ESTABA ALLI!
Hice un esfuerzo sobrehumano para no ponerme a llorar ahí mismo, solo estuve a un paso si no es por Lawrence quien para mi sorpresa agarró mi cara y me besó allí en medio de toda esa multitud que estalló en murmullos y en desaprobaciones.
*****************************************************************************
Para mi suerte llegamos a mi departamento rápidamente Lawrence se despidió en la puerta y se marcho, dejándome solo…
Sin quererlo las lágrimas comenzaron a caer mientras mis pensamientos se llenaban de Matt…
*******************************************************************************
Lawrence ya se encontraba afuera del edificio de Ian, cuando un joven que por un instante no reconoció, se acerco a él mientras esperaba el transporte público.
-¡qué lindo, lo viniste a dejar! Sabrás que con esto no tendrás nada ¿cierto?- dijo en aquel instante, el desconocido hombre
-¿Quién eres?- preguntó Lawrence
-no te sigas acercando, Ian es solo mío-
-pero claro ¿Quién mas iba a ser? Matt Cohen-
-el mismo, fue un placer el haber hablado contigo pero ahora debo irme- Matt se disponía a irse cuando Lawrence lo agarra del abrigo impidiéndole cualquier movimiento
-no sabes como el esta, ¿Por qué no simplemente no lo dejas en paz? El ya no te necesita- dijo agresivamente
- ¿Por qué no lo dejo en paz? ¡qué pregunta más idiota!, Ian solo me pertenece a mi- la mirada punzante de Matt taladraba en los ojos de Lawrence
-¿crees que es un objeto para satisfacer tus egoístas necesidades? ¡TU NO LO AMAS, NI NUNCA PODRAS HACERLO FELIZ!- el apacible Lawrence elevó la voz haciendo que las personas que por allí pasaban pusieran atención en ellos
-no tengo ganas de discutir contigo, así que adiós y recuerda mis sugerencias- y con todo el sarcasmo que pudo sacar Matt se fue dejando totalmente frustrado a su rival…