Obsesión
Cap 2: estancia.
Autor: Sakuya Sumeragi.
Noviembre del 2004.
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-Vaya que eres idiota, Kusanagi – dijo el pelirrojo colocando sus manos en su cintura.
-Ya---yagami……. ¿Cómo es que?.
-Caíste sobre un auto….. extrañamente tenías a mi gato entre tus brazos…… te reconocí de inmediato, así que te traje a mi casa.
-¿¿¿¡¡¡ESTAMOS EN LA MANSI”N YAGAMI!!!???.... ¡¡ESTAS LOCO!!.
-no seas ridículo, si estuviésemos allá, no estarías con vida. – dijo el Yagami irguiéndose en la silla – estamos en mi departamento…. A unas calles del tuyo.
-¿Por qué no me dejaste en mi cuarto?.... ¡¡estábamos cerca!!.
-no lo se – se burló el pelirrojo – quizás fue por que me dio morbo verte ahí tirado, con sangre por todas partes. – rió.
-¡¡Maldito sádico!!. – chilló el moreno intentándose parar de la cama, pero al hacerlo, un fuerte dolor en la espalda lo detuvo, y ahogó un grito mudo en su garganta.
-¿te duele verdad? – Yagami se acercó a él con paso peligroso. – alégrate, malo sería que no sintieras nada. –culminó poniéndose en cuclillas al lado de la cama en donde reposaba el Kusanagi,. – que mala suerte Kusanagi. – sonrió.
El pelirrojo alargó sus manos y tomó al chico por las muñecas, lo haló hacia abajo, haciendo que pegara su frente de la colcha, dejando su desnuda espalda al descubierto, estaba toda rasgada y amoratada.
-¡¡¡AHHHHHH!!!..... ¡¡TEN MÁS CUIDADO IMB…CIL!!. – reclamó Kyo a punto del llanto.
-vas a necesitar tratamiento Kusanagi…. Caíste de lleno en el techo de aquel auto… y también una buena suma de dinero. – Yagami miró con malicia al moreno.
-¿Por qué mucho dinero?...
-caíste en cima de un ferrari, Kusanagi……. Eso es mas caro que tu vida y tus cosas juntas.
-¡¡¡ESO NO IMPORTA AHORA, YAGAMI!!!......¡¡los mas importante es que me reponga rápido!!.
Yagami lo miró con una mezcla de frialdad e ironía.
- ¡¡Kyo!! – Dijo.
El moreno miró enfadado al pelirrojo.
-¡¿Qué quieres?! – contestó de mala gana.
-¡Tu no imbécil! – siguió Iori; en eso, aquel gato color café rojizo entró por la puerta con paso elegante, dio un salto y se posó en la cama, de donde lo tomó Iori, cargándolo ente sus brazos, acariciando su pelambre.
-… espera un segundo – dijo con asco el moreno. -¡¡LE PUSISTE MI NOMBRE A ESA B…STIA!!. – señaló agresivo con el dedo.
-¿no es precioso? – sonrió satisfecho con la reacción de Kyo el pelirrojo, mientras acariciaba al animal.
-¡¡NO!!... ¡¡POR CULPA DE ESE BICHEJO CAÍ DE MI VENTA Y CASI MUERO!!. – se descompuso el Kusanagi.
-el no tiene la culpa… - habló con calma Iori – tu lo buscaste a él…mas no él a ti.
Iori se levantó, dejando al gato en la cama.
-se buen chico, Kyo, y cuida de Kyo, ¿si? – dijo acariciando al gato por última vez…… - puede que te resulte un poco molesto por que a veces es agresivo y ruidoso… pero si le haces cariño verás que se tranquiliza y se comporta como un buen niño…. – Iori caminó hacia la puerta, donde se detuvo, miró por sobre su hombro con frialdad y dijo:
-por cierto…. Eso fue con el gato…….. voy a comprar comida china…. Ya vuelvo.
La boca del Kusanagi no se pudo abrir mas… ¡¡¿EL MALDITO PELIRROJO LE HABÍA LLAMADO “AGRESIVO Y RUIDOSO”?!!…… ¡¡¡¡LE HABÍA ENCARGADO AL MALDITO GATO QUE LO CUIDARA!!!!......¡¡eso era el colmo!!.
Media hora después, Iori volvió con unos paquetes blancos en las manos, cuando entro a la habitación en donde estaba el moreno, vio que éste estaba cruzado de brazos, mientras que el felino le pasaba la cola por la cara.
-¡¡buen trabajo Kyo!! – sonrió con malicia. - ¡¡aquí te traigo tu recompensa!!- dijo lanzando una bola de pabilo a la cama, la cual el gato siguió rápidamente y empezó a jugar con ella.
Kyo tenía una cara larga, se reflejaba en ella un mal humor de los mil demonios. Iori se percató de esto así que sonrió, y se sentó en el borde de la cama.
-¿Cuándo demonios se supone me largo de aquí? – gruñó el Kusanagi con voz ronca.
Iori alzó una ceja.
-ahí está la puerta – señaló con la cara – puedes irte ahora si quieres.
Kyo lo miró con reproche, lanzó la sábana a un lado y bajó los pies, quedando sentado en la colcha.
-¿Dónde esta mi camisa? – gruñó.
-en aquella silla, ve por ella si la quieres – sonrió el pelirrojo abriendo el empaque y tomando dos palillos.
Kyo se puso de pie, pero al dar un solo paso, aquel terrible dolor se apoderó de su espalda nuevamente, haciendo que cayera al suelo, retorciéndose por aquella punzada tan terrible.
-¡¡ah!!... ¿¡te duele!? – dijo el pelirrojo, fingiendo asombro.
Kyo lo miró como pudo desde el suelo, pero en aquel corto vistazo, solo pudo descargar odio y furia.
El chico se sostuvo de la punta de la cama, se levantó con cuidado y se tiró de nuevo en la colcha.
-¿no que te ibas?... ¡¡mira!!, ¡¡ahí esta tu camisa y la puerta!!.. ¡¿a que esperas?!.
-¡¡Te odio Yagami!!. – dijo con reproche el chico.
-¡¡oh!!... no digas eso Kusanagi.. ¡¡hieres mis sentimientos!! – Iori esbozo una sonrisa macabra mientras se llevaba un puñado de arroz a la boca.
Kyo se acomodó en la cama… ¡¡maldita sea!!
-Ten….. – dijo Iori estirando un paquete de arroz y costillas con la mano – come algo, o estarás mas débil. – siguió con seriedad.
-..¡¡no tengo hambre!! – bufó el moreno.
-¡¡no seas niño Kusanagi!!...... ¡¡si quieres salir de aquí lo más pronto posible, tienes que comer!!.
-¡¡NO!!.... ¡¡lo que tienes que hacer TU es llevarme a mi casa!!.
-¿y quien te cuidará?...... ¿Nikaido?... ¿o el idiota de tu alumno?.
Kyo se quedó quieto, era cierto, Beni estaba enojado con el, y Shingo estaba de viaje….¡¡demonios!!.
El moreno vio al pelirrojo; pero solo se dignó a comer del arroz que le había dado.
-¿y bien?... espero tu respuesta – prosiguió el amo del fuego violeta.
Kyo gruñó, no le daría el placer al pelirrojo de verlo enfadado… ¡¡no!!.
………………………………….
Esa noche, Iori tocaba su guitarra en el balcón del departamento, Kyo descansaba en la cama, no dormía, solo se dignaba a ver por la ventana la oscuridad de la noche, y el brillo de los edificios y las estrellas mientras escuchaba el sonido de aquel instrumento.
En ese momento, el gato del Yagami entró al cuarto, el moreno se dio cuenta de ello… (como odiaba a ese animal).
-shu.. shu – dijo corriéndolo con las manos, pero el felino hizo caso omiso a los reclamos de Kyo y se montó en la cama.
Intrigado, el Kusanagi observó como el gato se acercaba con malignidad había él, una gota rodó por su cara, nada que viniera del pelirrojo era bueno… y este gato no sería la excepción.
El moreno sonrió.
-¿Qué quieres? – dijo irónico, en ese momento el felino se detuvo en sus piernas, se sentó y lo miró socarrón.
-escúchame gatito…. El que este postrado en esta cama no impide que te odie……. Cuando me logre levantar, ten por seguro que no descansaré hasta que seas tu quien caiga de un piso 10 ¿vale?.
pero el gato lo seguía mirando, a Kyo le pareció que sonreía, si no fuera por ese montón de pelos sobre su carota….
-¿Qué me vas a hacer?... ¿escupirme una bola de pelos? – dijo sarcástico, pero en ese momento el gato sacó sus uñas, haciendo que aquel gesto del moreno se esfumara.
-HAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!! – se escuchó un grito sordo por toda la urbanización.
Iori dejó su guitarra a un lado y encendió un cigarrillo, tras alegrarse, en ese momento pasó una estrella fugaz. Cerró los ojos y pidió un deseo.
-…. Aunque no se si es que ya se me cumplió – culminó sonriente tras botar el humo por la boca.
Continuara:
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