Todo empezó un 23 de Diciembre.
A él le parecía imposible que ese chico estuviera enamorado de el. Se le declaró, le dijo que le amaba, y el pobre de Bill, se enamoró también.
Pasaron las fechas y se mensajeaban, más frecuentemente por el Messenger y las palabras se hicieron más fuertes. Ya no contaban los “Te amo”. Eso ya no era suficiente, al punto de que se dijeran obscenidades.
“Mensaje de: Nicolas
11:45 PM 27-DIC-03
Decirte al oído “Te amo”, ir a tu cuarto, seguir besando mientras mi mano recorre tu cuerpo, quitar la ropa, besarte completo, lamerte y bajar mi boca hasta abajo”
Esas palabras eran algo “prohibidas” para unos niños de 14 años, pero para ellos solo era….. amor.
Días después, en el msn comenzaron con esas cosas, y a los pocos minutos de estar contándose sus fantasías sexuales, ya estaban excitados, lo bastante como para comenzar a masturbarse.
Bill no dejaba de recorrer su desnudo cuerpo. Chupada sus dedos y sentía la necesidad de masturbarse mientras leía con atención como su novio le quería violar y hacerle el amor descontroladamente en una cabaña en la playa.
Recurren a otra forma de excitación. Enviándose fotografías de ellos mismos totalmente desnudos. Cada vez querían más.
Cumplen un mes de novios. Solo hablaban por el msn y telefónicamente, pero asi era su amor.
Tom se sentía raro cada que ese muchacho llamaba preguntando por Bill, siendo que el ni lo conocía.
Un día Bill decide confesar su bisexualidad a la persona que más lo entendería y apoyaría.
El de rastas permanece callado, en total shock, estando los dos en medio del patio de la escuela y Bill a punto de llorar en sus brazos.
Lo comprende y ahora Bill intenta ocultarse un poco mintiendo sobre su novio.
No le comenta que son novios, nada. Solo que ese chico le gusta, algo.
Asi sigue avanzando el tiempo con su noviazgo gay cuando comienza a mirar a otros chicos, sus propios compañeros, pero con otros ojos.
Llega el momento en que se da por enamorado de uno de sus amigos, Andreas, y luego de escribir un hermoso poema que medio salón leyó, incluida la maestra, le preguntan a quien va dedicado:
“El infierno que me envuelve entre tus brazos,
Unos brazos que no logro sentir.
Un cariño que no existe
Y que jamás va a existir
Miles de miradas perdidas
Palabras que no son para mí
Pensamientos que me matan
Y todos son para ti”
El pelinegro se limita a decir que es para alguien muy especial, pero eso a su hermano no se lo puede ocultar.
Entre risas y bromas Tom menciona a Andreas, y Bill no responde, haciendo que Tom cambie la expresión en su rostro.
No puede creer que todo sea para su mejor amigo, pero lo tiene que asimilar.
Bill sigue profundamente enamorado de Nicolas. No piensa en nadie más y su mente es gobernada por la imagen de ese bello moreno.
Todo su hermoso mundo se derrumba un 26 de febrero, cuando Nicolás se conecta al Messenger, con la pésima excusa de que lo llevarían a un internado, que le quitarían la computadora y que su celular lo guardaría su padre. Que no le llamara ni le mandara mensajes ya. Que tenían que terminar.
A Bill le parece imposible.
Nicolás decide contarle la verdad
-Ya no quiero seguir con esto de ser bi
-No se te va a quitar, yo ya lo intenté, y demasiado – Le contesta Bill notándole nervioso
-Ya no quiero tener más problemas. Hoy una chica se me declaró y mañana le diré que si.
Se rompe todo en pedazos al leer eso. Las inútiles consolaciones y excusas no le impiden decirle cruelmente ADIÓS.
A Bill ya no le interesa saber nada de él, y cortante, le pide que no le vuelva a hablar.
El muchacho se desconecta y a los pocos segundos se escucha el teléfono en casa de Bill, quién rompió a llorar desde que le confesó todo.
Tom se acerca a la puerta y ve como la mano de Bill se asoma por la puerta pidiéndole el teléfono.
Contesta nervioso y enojado, sabiendo ya quien era.
Permanecen en silencio tras cada palabra. En ese silencio que solo deja escuchar los sollozos de el pobre Bill destruido.
Y no lo soporta más. Pidiéndole que no le vuelva a llamar y luego de una corta discusión, cuelgan de la más triste manera, siendo que antes era difícil después de decirse “Te amo”.
Todo cae al suelo. Todas las llamadas al amanecer, los mensajes, las fotos, y Bill, es un mar de lágrimas.
Nada lo logra consolar. Él era el primero en la vida del menor de los Kaulitz, que le decía “Te amo” y escuchaba.
A unos milímetros de su piel esta la navaja que terminará con su vida y sus problemas. Pasándola por su muñeca, notando que poco a poco se manchaba de sangre, esa sangre que pasó por su corazón, donde se resguardaba el nombre de su amado. Cayendo las pequeñas gotas de ese liquido rojo al suelo, sintiendo el frío que le abrigaba y el sueño acogedor que le obligaba a dejarse caer y cerrar los ojos. Escuchando las débiles palabras de su hermano intentando hacerlo despertar. Las lágrimas que bañaban sus mejillas como si fueran las de ambos, mientras dejaba tiernos besos en sus labios y le atraía a su cuerpo abrazándole fuertemente y llorando, repitiendo sin cesar ese magnifico “Te amo”.