“daría todo por ti… para eso vivo…”
- ¿por qué no vienes hoy a nuestra casa… vamos a hacer una pequeña reunión y queremos que vengas Bill
- pero… -susurró el menor recordando a su hermano - ¿y Tom no viene?
- ¡Obvio que sí! a él ya lo invitamos… pero le dijimos que no te dijera nada porque te lo queríamos decir nosotros, aparte que es una sorpresa, no sabe que vas a venir… entonces ¿vienes?
- bue… bueno, si quieren… - sonrió al pensar en como su hermano se alegraría al verlo en la fiesta
- pero recuerda… – susurró el de verdes ojos mirando al de negros cabellos con una extraña sonrisa
- ¿qué? – dijo Bill sonriente
- no le menciones nada a Tom…
- no lo voy a olvidar, Jinn…
- Bueno… aquí tienes la dirección – dijo entregándole un papelito al vocalista
Dicho eso el menor se fue con una gran sonrisa del lugar… esperando la noche…
* * *
- ¿a dónde vas hoy Tomi? – dijo el menor mirando como la lluvia caía por la ventana abrazado a los brazos de su hermano que lo sostenían por la cintura. Estaban ambos sentados en el respaldo de una ventana, Bill apoyaba su espalda en el pecho de su hermano. Ambos sonreían
- lo mismo de siempre Bill… ir unas horas a casa de unos amigos y luego volver en un par de horas para estar contigo un rato, ¿por qué?
- bueno… es que la verdad yo también voy a salir hoy… pero no por mucho rato – dijo al sentir como Tom se tensaba. Desde el día que había peleado con un chico en un bar a golpes, su hermano tomaba muchas precauciones en eso de que Bill saliera un viernes por la noche – te prometo que esta vez no me voy a pelear con nadie, aunque sabes que…
- si sé… lo hiciste porque me estaban insultando – Dijo Tom para después acercarse al oído del menor y susurrarle – sabes que no me gusta eso Bill… prométeme que te vas a cuidar
- te lo prometo Tomi – dijo sonriendo
Luego ambos hermanos se miraron y esbozaron una sonrisa radiante para luego unir sus labios y besárselos hasta quedar sin aliento
* * *
- ¿y Tom? Salió primero que yo… ya debería estar aquí – susurró el menor nervioso
- Tu hermano no va a venir Bill – susurró el de ojos negros sonriendo – no tienes nadie que te defienda…
- ¿qué… qué pasa Chris? – Bill esbozó una sonrisa torcida
- tranquilo Bill…
- No…
· · ·
Había llorado toda esa lluviosa noche, apegado a su almohada sin poder conciliar el sueño…
Cada minuto se repetía en voz alta cuatro dolorosas palabras: “es por mi hermano… es por mi hermano…”
Haciéndole recordar lo ocurrido hace unas horas, provocándole punzadas en cada uno de esos moretones que denotaban en su blanca piel, esas incontables mordidas y rasguños que tanta sangre le habían hecho derramar esa noche, en medio de la lluvia que le golpeaba todo el cuerpo dolorido, y el mayor dolor en sus partes íntimas, sobre todo detrás suyo…
“la perdiste por él… deberías alegrarte…”
Esa horrible voz aún retumbaba en su joven mente
Solo diecisiete años de edad…
“No te vas a arrepentir…”
Sabía que no se iba a arrepentir, y tampoco debía hacerlo, lo había hecho por su gemelo y con eso bastaba para tener que hacerlo feliz también a él
Por mucho que esa noche hubiera sufrido…
- Bill, ¿estás adentro? – una dulce voz se escuchó desde el exterior
¡Tom!
Más encima había dejado la puerta sin pestillo, lo había olvidado por completo, y eso que había entrado tan sigiloso…
Tenía que esconderse en algún lugar. Observó que un armario en el que cabía estaba bastante cerca de su posición. Pero cuando trató de incorporarse tuvo que contener un grito mordiéndose la mano.
Todo su cuerpo se estremeció al sentir un dolor punzante más debajo de sus caderas. Sabía que si se trataba de parar caería al suelo por el dolor.
Se volvió a recostar en la cama y se saco el puño de su boca. Otra mordedura más se le había producido, pero eso no le importó. Otra mordedura más para su gran colección
Sí, dolía, pero no tanto como la que les habían ocasionado esos dos hombres.
¿qué haría si su hermano entraba?
Un chirrido en las bisagras de la puerta le hizo tensar todos los músculos del cuerpo. ¿qué diría si le veía una mordida o un rasguño?¿Le diría la verdad?