Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mentiras por Ninnie

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

bueno, espero que este fic agrade a quien lo lea, y si no, no lo lea ¬¬Uu...naah! obviamente que me lea, y me deje un rewies indicandome mis fallos,la idea es mejorar ^^

bueno este fic, quisiera dedicarselos a mis amigas de msn: Sady, Sagi y Patts (que tb tiene sus fics aqui ¬v¬) aún que por el momento noles dire  nada XD, me da algo de vergüenza <.

 

jeje se que no me he portado muy bien, y no intento  revindicarm con algo tan nimio, ni mucho menos,solo se los dedico con cariño ^^espero que les agrade, pero no tenma en criticarme sin piedad de ser necesario, quiero comentarios justos y objetivos para mejorar u,u 

 

Capitulo 1: Yo

 

Aún no entiendo el por qué, ¿Por qué tenias que acercarte? hacerme todo esto, llevarme al cielo para luego aventarme al infierno, tal vez yo no era feliz, pero al menos no tenia toda esta tristeza y odio que ahora devora mi alma, convirtiéndome en un ser tan bajo, como jamás lo llegue a imaginar.  Ni siquiera me mentiste, no puedo siquiera decir eso, ampararme en el hecho de que caí en tus ilusiones, que creí en tus promesas, no, nada de eso, lo sabia, lo sabia bien y aún así me enrede en tu juego

 

¿Por que?

 

No lo sé, tal vez por curiosidad, o tal vez siempre te quise, y cuando vi la oportunidad no me importo que esto pudiese hacer pedazos mi corazón, mi alma, mi vida y tú ni siquiera lo sabes

 

Solo juegas sin importarte realmente lo que haces, como el niño pequeño que eres, un niño que me enloquece, que me hace perder la razón me transforma y ni siquiera lo sabes, no sabes nada

 

Te amo y lo desconoces, me muero por ti y no te importa en lo más mínimo, mientras me tengas con las piernas abiertas, y dispuesto a todo, todo está bien para ti

 

Engañamos, traicionamos, mentimos

 

A ti te da lo mismo, y yo…yo comienzo a disfrutarlo amor.

 

 

El hombre que estaba sobre él hace unos instantes atrás, ahora se levantaba sin mas; sin siquiera voltear a verlo, tomaba sus ropas que habían quedado regadas en el piso y se vestía con rapidez, mientras él tampoco buscaba su atención, allí estaba tirado en la cama, con los ojos perdidos en el techo de su templo, sin ver nada en especial, solo esperando que al menos le dijese algo antes de marcharse.

 

Lo que sea…

 

Pero no iba a mostrar su debilidad, no le iba hacer saber cuanto lo afectaba, que su falta de amor estaba matando todo lo bueno en él, que lo estaba convirtiendo en un ser hosco, frío, lleno de rencores hacia todos lo que lo rodeaban, cerro los ojos y suspiro pesadamente, después de todo esto pasaba siempre; desde hace años. Él jamás fue importante en la vida de Aioria, y jamás lo seria, no bastaba su amor, El ya tenia a alguien más metido en su corazón.

 

-bueno, ya me voy  -habló mientras terminaba de calzarse las sandalias –fue un buen rato –sonrío no exento de malicia –como siempre.

 

el hombre que estaba tirada en la cama pareció reaccionar, arrugo el ceño y tomo uno de los almohadones y se lo arrojo con rabia al momento que se incorporaba parcialmente sobre la cama.

 

-¡ya lárgate! – Le ordenó –¡seguro ya te están esperando unos templos mas arriba! además tengo muchas cosas que hacer ¡ya me hiciste perder tiempo de nuevo!

-¡pero que carácter Mü!- sonrió socarrón mientras avanzaba hacia la puerta de la habitación- y yo que pensaba que con esto iba a mejorar…

-¡ya cállate! Ni que fuese como tú

-jajaja ya quisieras…

 

Él león alcanzo a salir de la recamara antes que un nuevo objeto ahora mas pesado se estrellara directo con su cabeza, solo quedo el sonido seco de su risa divertida, risa que se le antojaba cruel, que lo hacía pedazos, aún que no lo supiese, o al menos no debería saberlo, porque  veces pensaba que el león dorado se daba cuenta de los estragos que estaba haciendo en su corazón, que su palabras estaba hechas para humillarlo, para rebajarlo; sacudió la cabeza, no, Aioria podía ser un maldito bastardo en muchos sentidos, pero no era alguien que gozara con el dolor de otros.

 

  Se levanto de la cama y se dirigió al baño, necesitaba estar limpio, en unas horas mas debía presentarse ante su maestro, además que también hoy había una reunión planificada; ¡maldito Aioria y su costumbre de asaltarlo durante las primeras horas de la mañana! Le amargaba el resto del día, además sabía bien que después de eso él estaría con la persona que si amaba, con la persona que valoraba, a la que no usaba como simple objeto sexual como lo hacía con él. Soltó el aire hastiado de esos pensamientos que siempre lo embargaban luego de las visitas de su compañero, no, la vedad esos pensamientos siempre estaban dando vueltas en su cabeza.

 

Termino de ducharse, y con desgano comenzó a vestirse, la verdad no estaba de ánimos para el día que el esperaba, ya se había quitado su aroma de la piel, las ropas que llevaba

Alcanzaban a cubrir los rasguños y mordidas que se habían acumulado durante varias mañanas y noches, estaba listo, pero no quería verlos, sabía bien que podía disimular frente a ellos, pero le cansaba hacerlo, le dolía. Y sobre todo por que nadie parecía darse cuenta, era irónico, se esforzaba por aparentar y se molestaba por que nadie lo descubría, ¿pero de que serviría aquello de todas formas?  De que se supiese la verdad y todo aquello estallara como una bomba, no serían benevolentes con él, lo juzgarían y condenarían, no podía esperar otra cosa.

 

Salió de su templo con destino al palacio mayor, podía sentir allí la energía del maestro de libra también, arrugo  el ceño, aquello no le gradaba mucho, desde hace tiempo el maestro de libra lo miraba de una forma inquisitiva, casi hostil, ya había tratado de aclararlo, pero el viejo maestro de los cinco picos se había limitado a contestar que solo una persona que había cometido alguna falta grave veía reclamos en ojos de otros.

 

Obviamente negó tajantemente que hubiese algún motivo, no había modo que el viejo libra supiese lo que sucedía entre el él y el león estelar, por mas sabio que fuese ¿cierto? Ninguno de los dos era torpe, y además eran excelentes mentirosos, Dohko no pudo haber visto nada, ni siquiera conductas que los delatasen.

 

Ya estaba frente las puertas del salón principal, alzo su cosmos para avisar de su presencia, casi al instante las puertas se abrieron, avanzo hacia la habitación, allí se encontraba su maestro vestido con las galas patriarcales, pero sin casco ni mascara, con una sonrisa gentil en sus labios dedicada a él y a su lado estaba el viejo maestro de libra, que por el contrario, había borrado la sonrisa al momento de verlo.

 

-señor –saludo marcialmente, poniendo una de sus rodillas en el suelo-

 

El patriarca le dirigió una mirada casi molesta, le enfermaba ese trato tan formal que Mü se esforzaba en mantener con todos en el santuario, alejándolo del resto,  se estaba aislando y no podía entender el por qué. Ahora estaban felices, podían tener la vida plena que siempre quisieron, Atehna les había regalado esa posibilidad. Pero Mü parecía no entenderlo, ya que seguía con las antiguas costumbres poniendo un velo entre él y el resto de sus compañeros.

¡Diosa!, incluso Shaka de virgo se había adaptado al nuevo modo de vida del santuario, encontrando inclusive el amor en unos de sus compañeros dorados.

 

-levántate muchacho –se forzó a sonreír con simpatía – no es necesario tanta  formalidad, que para lo que te llamo no es algo de índole militar ¡ni mucho menos!, aún que no por ello deja de ser importante –sonrió más ampliamente- por algo necesito de ti

 

El mas joven se levantó lentamente y mantuvo la cabeza baja en señal de respeto y el rostro serio y frio, esperando casi hastiado las razones del por qué el patriarca lo había llamado, además estaba esa maldita mirada acusadora de Dohko que lo enfermaba y asustaba, si no se supiese tan buen actor, habría estado seguro de que sabía perfectamente lo que pasaba entre él y Aioria

 

¿Y si lo sospechaba? ¿Y si hubiese visto algo?

 

No, no era posible, simplemente no lo era

 

-Te hice venir hasta aquí para informarte que ayudaras a Shaka de virgo en su proyecto –la voz del patriarca interrumpió de pronto sus pensamientos – él quiere compartir sus conocimientos con los aprendices mas jóvenes del santuario, entrégales nociones del conocimientos del cosmos, su filosofía respecto a la vida, los conocimientos metafísicos que debe tener todo santo de Atehna… –le contaba entusiasmado el patriarca-…mientras Aioria y Milo se encargaran de forjarlos físicamente como guerreros…

 

Tuvo que hacer un gran esfuerzo para ocultar la consternación que le causaban las palabras del regente del santuario, la vida no podía ser tan irónica, ¡no podía creerlo!, tener que cooperar con la persona que tenía todo lo que él hubiese deseado para si, le parecía un chiste de muy mal gusto; quien además al parecer le robaba las atenciones, apoyos y consejos de quienes habían sido sus maestros, ¡parecían totalmente embobados por él. No lo aguantaba, sin mencionar el hecho de que lo estaba traicionando junto con la persona con la que compartía su vida, era demasiadas cosas, sería una tortura compartir el tiempo con Shaka. Tragó saliva con pesadez, apenas pudiendo disimular lo desagradable que le resultaba la idea.

 

-señor creo no poder…

-nada de eso Aries –lo interrumpió molesto el patriarca- no te lo estoy pidiendo por favor, te lo estoy ordenando –suspiro por lo bajo y volvió a retomar la palabra con un tono mas suave, pero aún así autoritario- eres el único que no se ha integrado completamente a la nueva estructura del santuario, el resto de tus compañeros forman lazos, se reúnen y organizan diversos tipos de actividades, mientras tu te excluyes, apenas si hablas con algunos de tus compañeros y con otros ni siquiera eso, no solo yo estoy preocupado por ello, sino también tus camaradas, sobre todo Shaka, fue el mismo quien me solicito tu ayuda, no solo por tus conocimientos y capacidades, sino también por que es una oportunidad para que te integres, deberías estar agradecido por ello, y no negarte a la ayuda sincera y desinteresada que te ofrece un amigo

 

¡Genial! Esto no podía ser mejor, ahora resultaba que Shaka estaba preocupado por él, ¡preocupado! aquello era tan patético que resultaba tremendamente divertido, ¡diosa! si algún día se supiese la verdad de su relación con leo, ¡el gran amor de virgo!, no dudarían en lincharlo por causar dolor en el gran y estúpidamente noble corazón del rubio; estaba seguro que no se salvaba del juicio marcial, ya que de un tiempo a esta parte todos, absolutamente todos, empezando por su maestro y terminando por el soldado que repartía comida a los aprendices del santuario, parecían estimar demasiado a virgo, ¡si era todo un santo! Alguien sabio y digno en todos los sentidos, absurdamente comprensivo, asquerosamente buena gente  ¿Cómo no quererlo, como no admirarlo? Y todo por que conoció el significado del amor a manos del joven y valeroso Aioria, el mismo que hacia pedazos su vida, pero en caso de Shaka la enalteció, ¡¿y como no?! Si se amaban ¡realmente se amaban!

 

Todo aquello apestaba

 

-esta bien señor –acepto sin otro alternativa – en cuento pueda me reuniré con él para ajustar los detalles, ahora con su permiso

 

Hizo una leve inclinación con la cabeza espero la señal del patriarca para poder retirarse del salón, apenas si pudiendo simular su molestia

 

*************

< ¡Maldito Shaka!>

 

No pudo evitar aquel pensamiento, sabía que virgo no merecía ese epíteto, o tal vez si ¡que más daba! ¿Pero por qué demonios tenía que meterse en su vida? Nadie se lo había pedido, no tenía ni el deber ni el derecho de hacerlo ¡si él quería marginarse del resto, era su maldito problema!, él menos que nadie tenia autoridad de decirle algo por ello, o se olvidaba de cuando meditaba por días, semanas, inclusive meses, sin acordarse de que tenía compañeros, o cuando decidió suicidarse, obligando a Saga y compañía a usar la exclamación de Atehna. ¡Nadie le había dicho algo siquiera! Pero ahora se esforzaba hasta el ridículo por parecer preocupado de sus colegas ¡como si lo necesitase realmente! Que lo dejase en paz simplemente y siguiese igual de ciego e idiota para que no viese que se estaba tirando a su pareja en sus narices ¡con eso era mas que suficiente!

 

Bajó las escaleras ofuscado y mascullando cuando se encontró con el hermano mayor de Aioria quien iba en dirección contraría, se detuvo en seco unos segundos, el corazón le dio un vuelco y su respiración se agitó, cada vez que lo veía le pasaba lo mismo, a pesar de todo, a pesar de si mismo, aspiro profundamente para tranquilizarse, su semblante se volvió frío e impasible, y siguió su camino como si jamás lo hubiese visto.

 

 

Aioros se quedó quieto, vacilante, apenas si le podía sostener la mirada, su rostro reflejaba un profundo pesar y culpa, no sabía ni que hacer,  no hizo el intento ni siquiera de hablarle, o acercársele, y así había sido desde que habían vuelto a la vida, no le había dirigido una sola vez la palabras, primero por  vergüenza, luego por miedo. Espero que el carnero dorado siguiese su camino, para continuar con el suyo, no sin antes seguirlo con la mirada hasta que desapareciese del alcance de su vista; cerró los puños con fuerza, algún día tendría que armarse de valor.

 

 *************

 

En el salón principal habían quedado los dos mayores, el patriarca había quedado sumamente preocupado por la actitud de su discípulo, a pesar de sus modales había notado perfectamente que la idea le había molestado demasiado y se preguntaba si había sido lo correcto obligarlo.

 

-¡no te preocupes! Luego de un tiempo se le pasara, estuvo demasiado tiempo solo, esta acostumbrado a guardar distancia con las personas, esto le servirá ¡no lo dudes!

 

 

Le sonrió para infundirle confianza y hacerle saber que contaba con su apoyo, pero a decir verdad hace mucho que dudaba del alumno del patriarca, no solo por sus actitudes frías y calculadas o ese afán por querer alejarse de todos,  también podía ver en su mirada la culpa y la vergüenza por algo que no alcanzaba a ver claramente debido a la perfecta actuación del caballero de Aries, pero algo podía vislumbrar por cosas que había llegado a sus oídos gracias a su alumno, pero prefería no hacer ninguna conjetura, mucho menso expresarla de forma abierta, aquellos pensamientos prefería guardárselos y no compartirlos con Shion, ya que a pesar de todo era su pupilo y sabía cuanto lo quería, no quería verlo triste y decepcionado por quien consideraba su mejor obra.

Y eso era lo que mas le causaba rabia del Aries más joven, que podía estar echando por tierra todas las enseñanzas que el patriarca con tanto esmero le inculco, y sabia muy bien el dolor que esto le causaría en el viejo carnero, podía incluso imaginarse su rostro lleno de pesar y de angustia al saber de malas acciones por parte de su alumno descarrilado; y aquello le partía el alma, no quería verlo sufrir por alguien quien demostraba no valer demasiado

 

-es que no sé que hice mal, por que no puedo ver lo que le molesta, lo que le sucede realmente –replicó sin poder disimular mucho su angustia- se supone que soy su mentor, tendría que poder ver a través de su corazón, para poder ayudarlo

 

El chino trago saliva y se acerco más a el, dejando una mano sobre su hombro para reconfortarlo, el lemuriano levanto la vista y le sonrió agradecido.

 

-ya es todo un hombre –le dijo  libra- cualquiera que sean los problemas que lo hacen enfrascarse en si mismo, no dudes que podrá resolverlos, después de todo, tuvo al mejor de los maestros

 

Acentuó la sonrisa que se había dibujado en sus labios mientras Dohko hablaba, las palabras de su amigo lo  tranquilizaba seguro Mu con ayuda de sus compañeros podría salir adelante y al fin abrirse a su nueva vida.

 

 ***********

 

No había querido seguir el camino hasta su templo a pie, así que uso sus recursos y se teletrasportó hasta la sala de su templo, suspiro hastiado por toda la situación, ahora por obligación tendría que verle la cara a Shaka, quisiese o no, y lo peor era que le quitaría momentos del día para estar con Aioria, que ya de por si eran escasos, y si, podía parecer un jodido masoquista, pero mas doloroso que verlo, era el no verlo.

 

Avanzó por la sala quitándose la bufanda que tenía en el cuello en el proceso, la cual cubría algunas de las marcas que le habían dejado esa mañana, pero de pronto un cosmos lo hizo detenerse antes que se metiera a su cuarto

 

-no puede ser – masculló para si- ¿a que demonios viene?

 

Bufó visiblemente molesto por aquella inesperada visita, camino a grades zancadas, agarrando la bufanda de nuevo, envolviéndosela alrededor del cuello una vez más, acomodándosela justo antes de llegar a la entrada posterior de su templo.

Y allí estaba la tranquila y apacible figura del guardián del sexto templo, quien esperaba paciente y sonriente la bienvenida de su compañero; automáticamente el rostro de Mu se transformo de uno frio y molesto a uno dulce, incluso hasta cándido, le dedico la más amable de las sonrisas al santo de virgo cuando se encontró frente a él.

 

-bienvenido a la primera casa de Aries compañero –hablo con un timbre suave y gentil- espero no haberte hecho esperar demasiado

 

Shaka sonrió con la paz que le era característico, y negó con suavidad

 

-por supuesto que no Mü, aun que quisiese que me tratases con mas cercanía, después de todo nos conocemos desde hace años, somos compañeros de orden y por mi parte amigos

Y espero que por la tuya también

 

No tenia idea de cuando había aprendido a ser tan cínico, a engañar con tanta facilidad, a mesurar cualquier gesto o palabra, ahí estaba, con virgo, fingiéndole una simpatía que no le tenia. Reprimiendo los deseos de gritarle en la cara que dejase de meterse en la vida de los demás y pretender ser un santo ejemplar, porque no lo era, nadie en ese maldito lugar lo era,  que esa jodida aura de persona bondadosa lo enfermaba, y que era tan crédulo que ni siquiera notaba que Aioria llegaba a su lado con su aroma impregnado en el cuerpo. Pero obviamente no le diría nada de eso, se limitaría sonreírle de manera amable, y conversarle de manera amena, y darle a entender que contaba con toda su amistad

 

El lemuriano con un ademán con la cabeza lo invito a pasar a su templo, caminaron lentamente hasta la sala, Shaka espero la invitación de su camarada para sentarse en unos de los sillones que ahí estaban. Mu hizo lo mismo, quedando ambos caballeros frente a frente.

 

-¡pero que descortés soy!-saltó el pronto el carnero dorado- no te he invitado nada - le sonrió a modo de disculpa y se acerco un poco a él- ¿deseas algo de beber o de comer? He preparado té y te aseguro que esta delicioso

 

Virgo solo se limito a mirarlo con complacencia y negó una vez más con la cabeza.

 

-no es necesario, no vine a que me atendieras, sino a hablar contigo –sonrió más- hace mucho que tenía ganas de hacerte una visita, pero no había podido –cruzó las manos sobre su regazo- estás tan alejado, y eso me entristece mucho, eres una gran persona, forjado en conocimientos únicos, no deberías negarnos tu amistad, por eso es que quiero que me ayudes y me acompañes para enseñar a los aprendices todo respecto al cosmos, eres el mas indicado para ello

 

¿Siempre tenía que ser tan fastidiosamente amable? Ni parecía el desgraciado orgulloso que era antes de la batalla de hades, sin duda el amor vuelve idiota y  vulnerable a la gente, el mismo era prueba de ello.

 

 

Mü le devolvió la sonrisa gentil que Shaka  le había dedicado, volvió a tomar asiento antes de hablar,  bajando ligeramente el rostro, simulando estar apenado

 

-agradezco mucho tus palabras, no sabes lo importante que son para mi –mintió descaradamente- sé que no me he tratado de integrar a ustedes como debiera, y no tengo justificativos para ello, tal vez, tan solo es que estoy demasiado acostumbrado a estar solo –sacó la misma excusa trillada de siempre- pero si deseo entablar lazos de amistades más fuertes con ustedes…y agradezco de corazón la oportunidad que me diste

 

Los ojos del rubio, que desde que empezase su relación con Aioria, siempre los tenía abiertos, se iluminaron esperanzados con las palabras del carnero, justo en ese momento entró en la sala el joven alumno del Aries, tendría aproximadamente unos 14 años, sus cabellos anaranjados habían crecidos, sus facciones dulcificado, y había crecido bastante en estatura, debía ya estar por sobre el metro setenta, el chico los miro algo confundido, pero pronto se apresuro en hacer una reverencia saludando a los santos dorados, ese momento aprovecho para lanzarle una mirada acusadora, que no paso desapercibida para el mayor de los arianos, mas no dijo nada, y no quito la dulce expresión de su rostro

 

-¡bienvenido seas kiki! No te esperabas hasta más tarde –la voz de Mu sonaba suave y melodiosa – pero me alegra mucho que estés aquí y hayas alcanzado a ver a nuestro invitado  -pero  kiki podía ver claramente el frío de sus ojos –aún que seguro que te topas seguido con él en el coliseo de entrenamientos

 

-así es –interrumpió alegremente el virgo- nos hemos hecho muy buenos amigo ¿no es así kiki?

-¿en serio? – Inquirió con un brillo molesto en los ojos, que solo el pelirrojo noto- vaya no estaba enterado de aquello

 

El Aries menor tragó saliva con dificultad, ya llevaba tiempo en que no confiaba en su maestro, y desaprobaba muchas de sus conductas, pero no podía enfrentársele, después de todo seguía siendo su mentor.

 

-si señor –intento sonar lo mas claro posible – había olvidado mencionárselo porqué pensaba que usted lo supondría después de todo, y que…todos los aprendices entrenamos juntos y uno de los que esta a cargo es el señor Shaka

 

-ya veo…no te preocupes muchacho - por un segundo afilo la mirada -  es perfectamente normal que establezcas amistades y no es necesario de que me informes de cada paso que das –le sonrió con dulzura, que kiki sabía era fingida- ¡además de que es bueno que conozcas mejor a todos los santos dorados!

 

Virgo los miro enternecido, realmente le alegraba que hubiese alguien tan cercano a su amigo, y sobre todo alguien de corazón tan limpio y puro como lo era Kiki, tal vez  hacerlo participar de las actividades del santuario no seria tan difícil, Mu tenia un alma bondadosa, dispuesta a entregar lo que se necesitase de ella.

 

-y esperamos verte a ti más seguido también, junto con tú joven alumno, creo que empezaremos a dar las lecciones a partir del lunes de la próxima semana, te espero en el templo de virgo, allí nos reuniremos con los aprendices – miro a Kiki con evidente simpatía-  y por supuesto, lleva  a este joven carnero contigo, seguro también tiene mucho que entregar, ya que esta por sobre el nivel de los demás, pero puede llegar a ellos con mucha más facilidad que nosotros, después de todo, entre jóvenes se entienden

 

Se puso de pie y por acto reflejo Mü también, se acerco al virgo y posó las manos sobre sus hombros en un gesto fraternal que Shaka agradeció enormemente

 

-no te vayas aún –atino a decir por gentileza- apenas si has llegado hace un rato, y el camino hasta virgo es largo y tedioso, al menos recíbeme una taza de té verde.

-no podría amigo, he quedado con Aioria de verme en Leo con él, y ya sabes que detesto ser impuntual, pero seguro recibiré ese te otro día, es una promesa –se alejó unos pasos mientras mu quitaba sus manos- fue un gusto compartir estos momentos con ustedes

 

-todo lo contrario –su cuerpo se había tensado discretamente ante la mención del caballero de la quinta casa, ante la mención de la visita realmente – fue un gusto para nosotros el tenerte acá, y esperamos que se repita más seguido, por supuesto que estaré en tu casa el lunes, tu solo avísame la hora mentalmente y yo ahí estaré. Y espero que recuerdes la promesa de compartir una taza de té conmigo

 

-por supuesto que la recordaré – le sonrió alegre- ahora ya me voy, creo que me he entretenido demasiado, los veré pronto entonces, adiós Mü, adiós Kiki, que Atehna  los bendiga

 

-y a ti también Shaka

 

El caballero de la virgen avanzo pro los pasillos hasta desaparecer de la vista de los dos Aries, fue en ese entonces en que Mu dirigió una mirada de fría ira a su aprendiz, que en ese momento estaba de pie junto a él, esperando sus palabras

 

-¿así que amigo del gran Shaka de Virgo? –Endureció aun más su rostro- solo espero que no te hayas ido de lengua, ni que lo hagas en un futuro

 

El pelirrojo solo suspiro con profunda tristeza antes de volver su rostro hacia su maestro

 

-no soy como ustedes señor, conozco el significado de la palabra lealtad y compañerismo-achico los ojos mirándolo casi con desprecio – por supuesto no le he dicho nada, si así fuese no hubiese venido acá ha hablar con usted y menos de esa manera…-se mordió el labio inferior discretamente apenas conteniendo su indignación-…no se como puede….¡como puede hacerle eso a algu..

 

Un violento golpe que provoco que se estrellase directamente contra el piso lo interrumpió, escupió algo de sangre, antes de girar la cabeza hacia arriba buscando al autor

 

-¡ no te metas en mi vida!¡ Ni mucho menos te atrevas a juzgarme! –le hablo tajante  y fuerte– aún que te pese, soy tu maestro y me debes lealtad y lo que veas o oigas acá quede entre tu conciencia y tú, nadie más y es por tu bien que te digo esto niñito

 

Giro el cuerpo y camino hasta el pasillo que daba a su habitación, kiki lo miraba aún arrodillado en el suelo, sintiéndose decepcionado, furioso, humillado, un maldito mentiroso que ayudaba a engañar a una persona que no se lo merecía

Mü se fue sin esperar más, ni siquiera una respuesta de quien era casi un hermano para él. Kiki se puso de pie de forma lenta, le dolía tanto es situación, que su maestro estuviese cambiando tanto; agacho la cabeza y lentamente se dirigió hacia una salida.

 

Lo menos que quería ahora era estar en Aries.

Notas finales: bueno, hare sufrir brigidamente a Mü,pero el ya esta acostumbrado jejeje, apareceran mas persos a medida que avanze el fic, le calcule unos 14 capitulos aprox x_X asi que les dare lata por mucho rato

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).