Un pelinegro de ojos azules descansaba sentado en el muelle de un enorme lago, mirando a la nada y meciendo sus pies.
-“a quien engaño?.. Esto es imposible” –pensaba para si mismo cabizbajo-
Escucha un cascabeleo y el mover del agua, voltea al sonido, frente a el a pocos metros estaba un hombre de capucha negra con rojo y un sombrero algo extraño.
-“are?.. Se me hace familiar” –piensa al ver las ropas- “es.. Madara?!!”
Aprieta su quijada molesto, ese desgraciado había sido quien mató a sus padres, que no se suponía que estaba muerto aquel sujeto? Se puso en guardia incorporándose y sacando a la fiel kusanagi, el hombre se le acerca con velocidad pasmosa sin darle tiempo a reaccionar siendo inmovilizado.
-“pero que?..” -estaba inmóvil sin creer aquello-
- Naruto-kun no tubo la necesidad de utilizarlos… pero aun así este poder fue trasferido a ti, sabía que alguna vez sería necesario… para proteger a mi ototo, te daré… mis ojos… -le susurra al oído volviéndose al instante todo blanco-
(Spoiler: para las que no han visto esa parte del manga, antes de su pelea con Sasuke, Itachi se encargó de darle un poder especial a Naruto para proteger a su hermanito si se iba por el lado del mal, o sea, con madara, no se supo que poder le dio, pero algunos dicen que fue el sharingan-dormido)
-haa!.. –despierta exaltado en su habitación- que fue todo eso? –se soba la frente, le dolía la cabeza- ese sujeto me pone mal… siempre pareciéndose de repente, ya ni me acordaba de el…
***//Flash-back//***
-me prestarías tu cuerpo? –dice un joven de ojos negros, cabello color ceniza, largo amarrado a una coleta baja, en su rostro había un par de marcas extrañas, su capucha negra y rojo estaba totalmente abierta, se encontraba de cuclillas para estar a la altura de un chibi ojiazul de no mas de 4 años que lo miraba dudativo- nee? –le sonríe amable-
- no lo se.. –hace un puchero- me haces ver cosas extrañas…
-gomen… no es mi culpa estar atrapado dentro de ti… onegai déjame ver a mi ototo –le acaricia los cabellos-
-ok.. pero ya no me hagas ver cosas raras –le mira serio-
-bien… -le da un topecito con sus dedos en la frente-
*.*.*.*.*.*
-si nos volvimos a ver, –le sonríe, estira su brazo dándole con sus dedos un golpecito en la frente- Sasuke… -se desmaya-
El mencionado se pasmó recordando las ultimas palabras de su hermano al morir “no habrá una próxima vez, Sasuke”, el descubrió que su aniki había sido bueno, siempre lo fue, solo que se vio obligado a matar al clan para proteger a Konoha, pero que no se atrevió a matarlo a el, de sus negros ojos salieron sin permiso un par de lagrimas, se abrazó a Naruto que no comprendió bien lo que ocurría.
Parte de la mañana y la tarde pasó tranquila, Itachi había despertado sin problemas no recordando mucho de lo ocurrido, pero sintiendo algo de tranquilidad en el, por una extraña razón no podía separarse de Sasuke y este se lo permitía, el rubio solo los miraba con ternura, su koi le había contado todo lo que había ocurrido.
***//fin-flash-back//***
-ahora que lo recuerdo… desde entonces me pasa eso con oto-san…
Se levantó y fue al baño a tomar una ducha.La mañana fue relativamente corta y monótona, ese día no tenía misiones y estaba aburrido, hasta que llegó su hermana, comenzó a fastidiarla.
-ya déjame aniki!!.. no tienes nada bueno que hacer además de fastidiarme?!
- no, tabla de planchar…
-ANIKIIIII!! –lo persigue- aun estoy en el desarrollo usuratonkachi!!!
Le tiraba con lo que podía hasta que algo de cristal se escuchó romperse escandalosamente y ambos se quedaron congelados, voltearon al lugar pudiendo observar como un jarrón con flores estaba roto sobre el suelo, pero eso no era todo, también estaba un portarretratos roto y mojado junto a el.
-baka!! Mira lo que hiciste!! –dice la rubia juntando el portarretrato viendo la foto un tanto corrida por el agua-
-gomen, no era mi intención –dice arrepentido-
-era la ultima… -se pone a llorar y abraza la foto-
-gomene… gomenasai… -abraza a su hermana-
Aquella foto era la última que se habían tomado junto a sus padres, en ella aparecía Naruto sonriente cargando en los hombros a una pequeña Tsurimi de tímida sonrisa, Sasuke con su singular sonrisa a un lado de ellos tomándole de un hombro a Itachi que estaba frente a el sonriendo ampliamente, todos muy felices. Un tesoro para ambos hermanos.
-Tsu, hay una forma…
-de que hablas? –se quitó las lagrimas con el dorso de su mano-
-de verlos nuevamente –le mira a los ojos una vez su imoto volteo a verlo-
-estas bromeando?... no juegues con esas cosas –voltea su rostro-
- no bromeo, es verdad, lo vi en uno de los viejos pergaminos –le dice serio-
-ah si?.. como? –le mira inquisidora sin creerle-
-con el mangekyou Sharingan
-no puedes activarlo baka
-si puedo… el me esta ayudando
-el?.. ya vas a comenzar con tus sesiones de espiritismo? –Enarca una ceja-
- yo no hago esas sesiones, dobe –tic en el ojo- tu sabes que me llegan solas
-lo que digas –rueda los ojos-
-ummm… el punto es, me ayudarás o no?
-no pierdo nada, supongo
-todo sea por verlos, no? –sonríe-
-claro –cierra los ojos sonriendo de lado-
Minutos mas tarde en el patio trasero de los Uchiha.
-y como lo activo? –dice el pelinegro… caída al estilo anime por parte de Tsurimi-
-baka!! Como crees que va ser?!.. activa el sharingan!!... no se como puedes ser jounnin…
-aah.. –Cierra los ojos y activa su línea de sangre con 3 aspas- “piensa en algo importante para ti” –le dice una voz y asiente-
El sharingan comenzó a cambiar formándose una sola y aguda aspa, mas sin embargo los ojos del pelinegro comenzaban a sangrar.
-aniki… -susurró la ojinegra viendo el esfuerzo de su hermano por soportar-
Una chispa que de a poco se convirtió en una pequeña llama de fuego flotaba en el aire, mas cuando estaba a punto de volverla mas grande sus ojos se nublaron, “detente” le dijo la voz, cerró sus parpados sintiendo sus pupilas arder y se los cubrió con la mano.
-aniki!!.. –corre a donde esta- estas bien?-si, no pasa nada.. solo debo acostumbrarme, utiliza esto es muy cansado-ya veo, haa –suspira-
*.*.*.*.*.*
Mientras tanto ya comenzaban a cambiar el pasado.
-OTO-SAAAN!! –una chibi corría por los pasillos de la amplia casa Uchiha-
-que sucede Tsu-chan? –se encuentra con ella-
-es que oto-chan!! –le miraba con los ojitos llorosos- y aniki!!
En la sala de estar se encontraba un Naruto hincado con los ojos cerrados, sus mejillas eran surcadas por un par de lágrimas de sangre, y en sus brazos sostenía el cuerpo inconsciente de Ita-chan.
-pero que demonios… -Sasuke miraba anonadado aquella escena-
*.*.*.*.*.*
Todo esto se estaba saliendo de las manos al espíritu de Itachi, en vez de ayudar, estaba lastimando a los demás, pero esto era necesario si quería que su ototo no muriera una vez más ya que aun no era su hora, aun debía vivir y ser feliz, no era justo que cuando por fin todo fuera armonía, la vida de su pequeño hermano terminara y también la de Naruto, porque era el motor que mantenía vivo al menor de los hermanos Uchiha.