Un nuevo futuro por vitalife

-oto-san! –la rubia abraza a su padre después de ser liberada-

-Tsuu… -mirada fulminante por parte de un joven ojiazul-

-mmm… siempre tienes que destruir el momento –rueda los ojos apartándose del pelinegro mayor-

-Oto-san!! –se le deja caer enzima derribándolo-

-creo que no importa el tiempo, nunca cambiarás –sonrisa nerviosa y gotita por la sien de parte del ojinegro- apropósito, ya hablaron con Tsunade-sama?

-nop –dijeron al unísono los hermanos-

-deberían hacerlo lo antes posible –dice serio-   

*.*.*.*.*.*              

- Sasuke se esta tardando demasiado – dice preocupado después de tomarse su primer tazón de ramen, se levanta del banquillo-

- a donde vas oto-chan? –Pregunta el chibi ojiazul-

-en un momento vuelvo, pórtense bien, ok? –Sonríe- viejo! Puedo encargarte a los niños un momento?

-claaro

-bien, gracias!!   

Veloz se dirige a donde vio irse a Sasuke, logrando verlo a lo lejos, solo y volteando al monte donde estaban talladas las caras de los Hokages, se le hizo un tanto extraño y se paró justo a su lado.   

-que haces aquí?

-ah, yo nada –volteo su vista sorprendido-

-umm.. que pasó con esos chicos? –le demanda-

-nada, ya pronto lo sabrás –le sonríe-

-te estábamos esperando para comer y nunca que llegaste! Ahora tendrás que pagarme dos porciones mas! La preocupación me da hambre, sabías? –Pone sus manos en la cadera-

-deberías comer algo mas nutritivo

-es nutritivo! A base de eso me alimenté toda mi vida y sigo aquí!

-por eso estas como estas –desvía la mirada-

-sabes que mi amor?... –se le cuelga del cuello meloso- claro, por eso tengo este cuerpo que te encanta… hoy dormirás en el sofá –lo empuja y se da la vuelta-

-pe-pero Naru! –lo ve alejarse- creo que el gruñón ahora es el –suspira desganado-     

*.*.*.*.*.*   

-hokage-sama!! La aldea esta en peligro!! –dice un anbu en la ventana del despacho de la mencionada-

-como?! –contesta alterada-

-ITAEE!! –se queja  el ninja de elitte al ser golpeado en la cabeza-

-no le haga caso –sopla el humo de su puño-

-que significa todo esto?! –se levanta la rubia voluptuosa de su asiento-

-lo siento oba-chan –dice la ojinegra ya sin su mascara- es que mi hermano nunca comprenderá o mas bien, madurará –le quita la mascara a su aniki- tenga… -le entrega un pergamino- hemos venido del futuro a impedir que la aldea sea devastada y que… nuestros padres mueran

-Tsurimi-chan? –Enarca una ceja-

-hai –asiente-

-e Itachi? –Mira al pelinegro que aun sobaba su cabeza-

-sabemos que pronto proclamara a nuestro oto-chan como Hokage, le pedimos que aguarde, en el pergamino se encuentra algo que la oba-chan de nuestro tiempo solo sabía, eso sería suficiente para que crea en nuestra palabra –habla de lo mas seria-

-umm.. –le da un ultimo vistazo y abre el pergamino- veamos…   

“iré al grano por ser yo misma la que leerá esto, hace unos días acabas de apostar y perder la cuarta parte de las ganancias de Konoha, ni siquiera se lo dirás a Shizune y te encargarás de conseguir el dinero de maneras un tanto sucias”   

-supongo que les creo –desvía la mirada abochornada-

-jay! –salta emocionada la rubia adolescente-

-loca –rueda los ojos el pelinegro-   

*.*.*.*.*.*   

Mientras tanto en Ichiraku ramen, una familia terminaba de comer encontrándose con otra muy peculiar.  

-Gaara!! Que sorpresa! –Dice el rubio emocionado al ver a su viejo amigo-

 -Naruto –estrechan la mano-

-hola! –dice un sonriente y pálido pelinegro-

-Sai!! –saludó emocionado como con el Kazekage-

-Sai –dijeron tajantes los pelinegros Uchiha-

-hola Uchiha tiempo sin verte –le saluda con sonrisa fingida el ex anbu-

-si, igual lo digo –mirada fría-

-veo que aun no olvidas el incidente con Naruto-kun, no es para que te pongas así, eso ya pasó, sabes que estoy con Kazekage-sama

-pero tus mañas aun siguen verdad?... es cierto que tienen un hijo?

-ejem!! –interrumpe el ojiazul mayor- ya dejen de pelear, Sasuke aun no haz saludado a Gaara y no haz visto a Kuro-chan

-haa –suspira- gomen –susurra-

-como?

-gomen! Esta bien?

-bien –sonríe el rubio- mira a Kuro-chan!

-vaya, hiciste buen trabajo, se parece mucho a ti –mira a Sai de manera burlesca-

-pues tus hijos no se quedan atrás –le devuelve la mirada-

-ya comenzaron.. –dijeron a la par los jinchurikis (omitiendo el hecho de que Gaara ya no lo es)-    

Itachi miraba con recelo al pequeño de 7 años que se escondía tras las ropas del pelirrojo, Tsurimi como ella sola lo examinaba, las miradas penetrantes de ambos chibi Uchiha hicieron voltear al pequeño de enormes ojos grises que se sonrojó al verse observado, la rubia sonrió de lado, el ojiazul enarcó una ceja sonrojándose igual al ser descubierto, una comunicación de miradas entre los 3 se dio a cabo hasta que…  

-quieres venir a jugar con nosotros? –preguntó la chibi-    

El hijo del Kazekage miró a su padre que se despedía y disculpaba y es que no venía a vacacionar, se encontraba en la aldea por que en unas semanas se efectuarían los exámenes chunnin y quería discutir unos temas con la Hokage. El ojigris negó con la cabeza mirando a la ojinegra.  

-no importa –sonrió-

-ya habrá una próxima ocasión –se encoje de hombros el ojiazul menor-

-hai, hasta luego –se despide yéndose con sus padres muy sonriente-

-que niña tan mas tímida

-es niño, aniki

-nani? –Parpadea- pero su voz…

-recuerda que en las fotos de cuando tenías mi edad, parecías mas niña que yo… umm… aun lo pareces

-no es mi culpa parecerme a oto-san!

-de que hablan niños? –tic en el ojo de parte del Uchiha mayor-

-pero Sasu-chan, es verdad, eres tan lindo como una mujer –dice con burla y ventaja-

-bueno, quizás tengas razón, pero no soy uke –sonríe victorioso-

-hump.. eso crees tu  

-Naruto? –le mira confundido-

-yo no dije nada –sonríe ampliamente- vamos a casa!! –le toma de la mano-  

 *.*.*.*.*.*

   -estoy emocionada!! Veremos a oto-chan!! –Revolotea como loca con estrellitas en los ojos por toda la mansión Uchiha-

-das miedo…

-tu eres peor con oto-san –le mira con reproche-

-pero es diferente, oto-san es oto-san

-estas diciendo que es mejor que oto-chan?!

-no me refería a eso..

-recuerda que yo soy la princesa de oto-san

–pone sus manos en el rostro vanidosamente-

-a veces puedo llegar a odiarte    

Se escuchó la puerta principal abrirse y después de eso un traqueteo acompañado de ruidos extraños, los chicos se miraron entre si, armándose de valor se dirigieron a la estancia, viendo algo perturbador para ambos hermanos que tragaron en seco y es que sus padres habían llegado solos y con grandes intenciones de no separarse en un buen rato.     

-umm… Sasu-chan –lo tenía acorralado contra el suelo de madera-

- no dijiste que dormiría en el sofá? –sonríe de lado-

-si pero será después de esto… -se quita la banda ninja tirándola por allí, se inclina y lo besa con fogosidad-   

Ambos jóvenes los veían expectantes sin atreverse a pronunciar palabra, era demasiado para ellos, una cosa era recordar los ruidos extraños y verlos en sospechosas poses, pero verlos como se desvestían y decían obscenidades uno al otro, se convertiría sin duda en un trauma para ellos.   

-no creo que soporte mas viendo esto –el joven ojiazul estaba mas que rojo e impresionado por la visión-

-increíble… son tan sexys!! –tapaba su nariz con la mano-

-son nuestros padres! –le recrimina-

-más morbo… -sus ojos eran un par de destellos perversos-

-si que estas enferma… no es que no me guste el yaoi, pero son nuestros padres!! Nunca yo los había visto… espera! Ya los había visto en plena acción! –se estremeció-     

***//flash-back//***  

Minutos mas tarde a las afueras de la mansión Uchiha Itachi despedía a Akamaru que lo había llevado hasta ahí en su lomo ya que por mas que lo intentó no le dejaron salir. Entró en la casa y subió las escaleras escuchando el agua de la regadera. 

-oto-san!! 

Dijo animado corriendo a la puerta del baño, la abrió y ahí sus padres estaban haciendo algo más que bañarse, al pequeño se le subieron los colores a la cara, no dejaba de verlos, siempre los había visto en situaciones “extrañas” pero nunca en plena faena, entonces reaccionó, se salió con cuidado del lugar y sin hacer ruido se fue a su habitación. El no sabía el porque esa imagen le daba un leve cosquilleo desde el pecho hasta su entrepierna, no comprendía muy bien, quería volver a verlos así, de repente un enojo bastante grande surgió en el, haciéndolo levantarse e ir de nuevo al baño, abriendo escandalosamente la puerta, sus padres ya habían terminado y solo se enjabonaban uno al otro.

***//end-flash-back//***   

-omg! Se están frotando! –Tallaba una rodilla con la otra totalmente eufórica-

-ya es suficiente! –le tapa los ojos y la boca a su hermana llevándosela con rapidez al patio trasero- creo que estoy traumado… -dice tembloroso-

-pero aniki, tu eres el perver! Y no me dejaste ver como era que…

-no necesitas saberlo, créeme… de seguro tu heredaste eso de oto-san

-acaso tu no? –enarca una ceja-

-yo… solo hablo, pero, creo que me daría nervios o no se, es que ver a oto-san con oto-chan a punto de hacerlo… -se estremece-

-que cobarde… admite que te gustó lo que viste –le mira picara-

-claro que no!

-tus pantalones dicen otra cosa… -le apunta con su dedito acusador- pervertidooo!!

-NOOO!! –se toda de la cabeza viendo su entrepierna-

-me voy para que soluciones tu problema… cha nee! –Desaparece en una nube de humo, muy dispuesta a espiar a sus padres-

-esto es demasiado –tapa su rostro con las manos escuchando a lo lejos débiles gemidos y jadeos- lo peor es que no puedo interrumpirlos porque no se cuando hicieron a mi hermano… -aura depresiva-    

*.*.*.*.*.*    

En un campo verde que bien podría ser una de las áreas de entrenamiento ninja, corría una pequeña rubiecita con una canasta llena de flores y plantas.   

-Sakura nee-chan!!.. Estas están bien?

-si, muy bien –le sonríe-

-aniki no ah despertado aun?

-no, duerme como un angelito –se ajusta el guante de su mano-  

No muy lejos de ellas cierto pelinegro descansaba inconsciente amarrado al tronco de un frondoso árbol.  

-oto-san.. oto-san.. –Balbuceaba entre sueños-