CAPITULO 1
Rukawa terminó de abrir la puerta de y guardó las herramientas en su bolsillo. Entró sigilosamente y caminó por los pasillos muy despacio mirando las habitaciones. “ Sí, es esa” pensó abriendo la puerta suavemente , entró rápido y cerró con mucho cuidado.
-Ya estás aquí, continua- se dijo mientras se masajeaba las sienes. “ La idea de hacer algo así se le había ocurrido después de oír a unos de los amigos del torpe burlarse de él porque dormía como una piedra fue escuchar - Tiene un sueño tan pesado que ni siquiera un tifón le despierta- que por su cabeza se le pasó la imagen suya entrando en la habitación de su ex rival mientras estaba durmiendo en una postura muy sensual.... Se encendió una lampara y aquí estoy, no pude olvidar la imagen y inconscientemente fui planeando como y cuando iba hacerlo.” Meditó, acercándose a la cama del ojimiel. Lo miró y frunció el ceño “ Tal y como había supuesto, duerme en camisón”.
Despacio apartó las sabanas y subió el camisón hasta el pecho.
-Con quién está soñando para tenerla tan...!?- murmuró el pelinegro quitándose la ropa
-Auhm – gimió el pelirrojo moviendo las caderas como si estuviera embestiendo.
-No me lo puedo creer, un sueño erótico, eh!!Me facilitará las cosas.- comentó en voz baja , agarró el miembro del ojimiel con fuerza y la acarició muy despacio-
-Aaah- gimió el pelirrojo entre dientes, dobló las piernas y siguió moviéndose más rápido.
“ El destino quiere que lo haga, después de los siete días que me ha llevado planearlo todo; saber dónde estabas y alquilar una vivienda cerca de la tuya pero lo suficientemente apartado de ti mas que no me llevará mucho tiempo llegar a ti...Uff!! He tenido que mentir a mi prometida sobre mi larga ausencia...Ya no puedo detenerme...he hecho demasiadas cosas sin saber si resultaría y ahora que parece que todo está de mi parte no voy abandonarlo...”- Voy a disfrutar de él hasta que me canse.- añadió decidido. Muy despacio se puso entre las piernas del pelirrojo y apoyó sus manos a cada lado se su cabeza. Muy lentamente besó sus labios , luego rozó su nariz , su cuello mientras con una mano le acariciaba el pecho...Bajó los labios hasta sus pezones y empezó a lamer y chuparlo suavemente... “ No dejes marca, es estúpido pero no tonto” se regañó antes de mordisquearlo..Jugueteó con ellos unos minutos más a la vez que seguía con las caricias...Dejó las caricias y agarró el miembro, apretó la punta con el pulgar y empezó a frotarla muy lentamente...
-Umm- gruñó Hanamichi agarrándole por el cuello y tirando has juntar sus rostros.
-Qué!!- susurró el pelinegro asustado, miró a su victima y suspiró- Sigue dormie...- se interrumpió al sentir como el ojimiel lamía sus labios y intentaba introducir su lengua; gustosamente aceptó y le correspondió el beso dejándose llevar por la pasión de pelirrojo. Apoyó las manos en la cama mientras lentamente suavizaba el beso haciéndolo más tierno entre besitos, lamidas y mordisqueos. Se separaron para coger aire, Rukawa volvió a jugar con el órgano del ojimiel, lamió dos dedos y los introdujo en su entrada despacio … Hana frunció el ceño molesto.
-Ñññññ- gruñó el pelirrojo agarrando al ojiazul por el pelo y tirándolo hacia atrás.
-Auch!!- se quejó el pelinegro deteniéndose. “ Placer y dolor” pensó antes de empezar a acariciar el miembro al tiempo que movía sus dedos. Los retiró y se acomodó acercándose más , despacio penetró su miembro tieso en la entrada del pelirrojo...
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-Señor es hora de despertarse.- dijo uno de los sirvientes abriendo las cortinas.
-Sí- murmuró el pelirrojo mientras se desperezaba , abrió los ojos lentamente y miró la ventana.- He dormido muy bien hoy... Dame la bata- añadió levantándose. “ Ouch!!” se quejo poniendo una mueca de dolor.
-Le pasa algo señor?- preguntó el criado
-No, creo que hoy dormí en una mala postura. - contestó con una sonrisa poniéndose la bata- Llevame una taza de café y tarta en mi estudio- agregó antes de marcharse.
Querido amigo Yohei,
Te escribo para pedirte que espíes y investigues al Zorro. Hace unos días tuve un encuentro con el ladrón de media noche y después de reflexionarlo mucho creo que los dos tienen mucho que ver. Es posible que creas que es por mi odio hacia Rukawa que intento boicotear su imagen con algo tan sucio como eso , no es así; puedo asegurarte que no entran mis sentimientos en eso. Hay muchas coincidencias entre el ladrón de media noche y el Zorro, y por favor, sé muy discreto. Aunque no estoy seguro mi intuición me dice voy por el camino correcto, tu sabes que mi intuición es infalible. Es muy importante que encuentres al ladrón de media noche, necesito hacerle pagar lo que me hizo; si encuentras algún dato importante avísame que viajaré a la ciudad inmediatamente.
Atentamente H.S
-Envía esta carta inmediatamente- ordenó el ojimiel entregando el sobre a su mayordomo.- Tengo una invitación para comer , no me esperéis.- añadió.
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“Por fin regresas a casa, torpe” pensó el pelinegro mirando desde su ventana como el pelirrojo pasaba, montando a caballo, delante de su puerta. “ Durante cuatro días había podido entrar en su habitación y hacerle todo lo que quería, su victima casi siempre reaccionaba como si estuviera despierto y encantado... Gimiendo y retorciéndose sensualmente...Hay que ser un torpe para no desconfiar de las molestias que sentía por las mañanas, seguramente también se encontraba con moretones de cintura para abajo; tanta suerte era algo que no pensaba desaprovechar además una vez estaba dentro de él le era imposible controlarse. Se volvía loco y usaba demasiada fuerza para todo...” Interrumpió sus pensamientos y se concentró en entrar en la casa de su rival.
Hana se apartó del pelinegro y se puso a cuatro patas.
-Zorro métemela ya- exigió mirándolo con los ojos de cachorrito perdido, el ojiazul obedecí´y entró de una estocada.- Aaahh- gimieron los dos. Rukawa retiró su miembro y volvió a embestirlo , así una y otra vez profundizando más con cada penetración
-Ah..Máahs ...duro.. ah..Ahí- suplicó el ojimiel entre gemidos cuando el ojiazul tocó su próstata; agarró su órgano y empezó a masturbarse a sí mismo mientras movía las caderas con más ritmo, el pelinegro lo imitó. Comenzó a embestirlo más rápido y profundo intentando llegar a su estomago, tocando una y otra vez el mismo lugar.- Rukawa!!!- gritó Hanamichi dejando caer su cabeza en la cama mientras empezaba a correrse...El pelinegro siguió con las estocadas...
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-Se ha despertado- murmuró Rukawa al escuchar su nombre, salió del interior del pelirrojo rápido, sigilosamente recogió su ropa y se marchó de la habitación “ Espero que siga creyendo que fue un sueño”
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-Oooh- jadeó el pelinegro cayendo sobre el pelirrojo.- Estoy cansado- añadió con un suspiro.
-Yo también Zorro...¿Rukawa?- replicó el ojimiel mirándolo con el ceño fruncido.- Joer!! Cómo llegamos a esto? Estoy teniendo un sueño húmedo contigo, con un Zorro? - gritó molesto.
-Porque además de torpe y perdedor te sientes atraído por mi- contestó el ojiazul con tono burlón. El pelirrojo lo miró furioso, lo empujó y...
-Señor, mi señor- llamó una voz – Está teniendo una pesadilla- añadió mientras lo zarandeaba.
-Zorro apestoso- murmuró abriendo los ojos.- Sólo era una pesadilla- agregó mirando al sirviente.
-Señor, tenemos visita, lleva esperándolo unos minutos.- informó el criado entregándole la bata.-
-No tengo ganas de atender a nadie...
-Él insistió verle, dijo que era por algo muy importante...
-Vale, ahora bajo.
“ Qué hago aquí?! Si me vio me molerá a golpes en cuanto me tenga delante....Soy más estúpido que él, pero tengo que confirmarlo” pensó Rukawa mordiéndose los labios nervioso. Se sentó en el sofá y esperó al dueño de la casa.
-Cómo siempre tomándote confianzas en casa de otro.- reclamó Hana mirándolo furioso.- Que haces en mi casa, Zorro?- agregó sonrojado.
-Muy pocas veces te hago enfadar tanto para que tu rostro iguale el color de tu pelo- replicó el pelinegro con indiferencia- Vine porque quiero hablarte de Haruko, como sabes voy a casarme con …
-Viniste a echármelo en cara?- interrumpió el ojimiel sentándose en su escritorio. “ Porqué estoy tan nervioso?! Fue una pesadilla, nada más”- Pues yo que tú no cantaría victoria tan rápido porq...
-No vine por eso- cortó el ojiazul con frialdad. “ Vine a comprobar si estabas despierto ayer y parece que la suerte sigue sorriendome pero si además puedo chincharte estoy más que encantado de hacerlo.”- Mi prometida me envió una carta diciendo que escuchó a tu amigo Yohei decir que le pediste que me vigilara.
-Creo que eres el ladrón de media noche- afirmó el pelirrojo mirándolo fijamente. “ Estos chicos recibirán lo que se merecen, no saben lo que es la indiscreción?! Habrán estado burlándose de mi..”
-Si no tienes pruebas no deberías hacer ese tipo de acusaciones, torpe.- advirtió el ojiazul
-A quién le dices torpe?!- preguntó el ojimiel mientras se levantaba. El pelinegro le ignoró y se marchó sin despedirse.- Mañana mismo regreso a la capital y les enseño lo que es la indiscreción. “ A estás horas todos estarán pensando que intento destruir la reputación por envidia. Es la hora de cogerlo in fragante”
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“ No debo hacerlo de nuevo” pensó Rukawa pero su cuerpo se movió solo . Entró en la habitación del rival y se acercó a su cama. “ Había tenido que esperar que el torpe regresara del baile, casi había perdido la esperanza cuando él entró ; se quitó la ropa y se echó desnudo boca abajo”. Lentamente le acarició la espalda hasta el trasero, lo masajeó mientras ponía las piernas a cada lado de su cintura. Sujetó las nalgas y las apartó permitiéndole ver la entrada del pelirrojo, la lamió despacio antes de introducir uno de sus dedos; lo retiró y volvió a lamerlo.
-Nñññ- murmuró Hana intentando girarse, el pelinegro se apartó y el pelirrojo se puso boca arriba. Rukawa le agarró el miembro y empezó a chuparlo hasta que se puso dura, se colocó entre sus piernas , le cogió por la cintura y empezó a penetrarlo lentamente.
-Aaahh- jadearon ambos al mismo tiempo. Rukawa miró a su compañero, embelesado por la visión del pelirrojo sonrojado y con la boca entreabierta. Con los ojos cerrados muy lentamente lamió sus labios, luego besó las comisuras y finalmente lo besó apasionadamente mientras lo embestía despacio. Con pocas ganas se apartó y saboreó los labios al tiempo que abría los ojos, miró a su victima y se encontró con unos ojos color miel mirándolo confuso y sorprendido. Se apartó por alto reflejo con demasiada brusquedad que perdió el equilibrio y se cayó.