"El premio del juego... Eres tú"
Capitulo 2: Explications
Al escuchar esas palabras un aire helado recorrió la espina dorsal del menor, desde antes de llegar sabía que no le iría muy bien, pero no por eso se reducía el miedo que Marian Cross podía ser capaz de provocarle. Allen se giro lentamente, mientras trataba de idear una forma de explicarle el por qué de su tardanza; necesitaba que su tutor quedara lo suficientemente satisfecho con la explicación, para que tuviera un poco de compasión con él.
---- Parece que te has olvidado de tus obligaciones, ya que te das el lujo de perder todo el día ---- continuó el pelirrojo, que por cierto apestaba a vino. Allen lo noto y su pesimismo aumento, pues resultaba completamente imposible lidiar con Cross en ese estado.
---- Yo... no... lo que pasa... bueno... ---- a pesar de que lo intentaba, nada coherente salía de la boca del menor.
---- ¡¿vas a explicarme tu tardanza o te quedaras ahí parado diciendo estupideces?! --- grito de forma amenazante, por lo que el peliblanco solo atino a dar un pequeño brinco por el susto que le causo.
Allen agacho la cabeza, ya no importaba lo que dijera, la reacción de Marian era más que obvia para él --- Komui, el profesor de ciencia, me asigno un trabajo extra clase... ehm, creo q durante dos semanas pasare más tiempo en la escuela después de las clases... ¡pero no tanto como hoy!, ----
Por toda respuesta Cross le propino un golpe a Allen, que lo mando directo a impactarse contra la puerta de la entrada; acto seguido lo tomo por el cuello de la camisa y continuo viéndolo de forma amenazante.
--- No es mi problema si quieres jugar al alumno ejemplar --- dijo el pelirrojo con aparente calma --- ¡pero si te quedarás más tiempo en tu escuela, tendrás que dejarme la cena preparada y no descuidar en nada tus quehaceres aquí! --- Cross tiro del peliblanco, haciendo que este dejara de recargarse en la puerta --- ¡ahora ve y prepárame algo de cenar! ---
El menor ya no trato de replicar, la cosa podría ponerse peor si se atrevía. Se dirigió a la cocina con cierto hastío, lo que más deseaba era irse a la cama, pero primero tendría que ver que Cross no deseara ponerlo a hacer cualquier otra cosa.
Preparo la cena más sencilla y rápida que se le ocurrió, para no demorar más tiempo en irse a dormir, y fue en busca de su tutor a la sala. Casi se muere del coraje cuando vio a Marian completamente dormido en el sofá; estaba seguro que ya no se despertaría a cenar, y claro, no era factible intentar despertarlo si quería conservar su integridad física.
--- "¿Para esto me hizo hacerle de cenar?" ---- Allen se acerco con mucho cuidado, para evitar hacer ruido y dejó la cena que había preparado en la mesita del centro de la sala. Bueno por lo menos ahora que se había quedado dormido, el peliblanco podría irse a hacer lo mismo.
Entro en su cuarto y dejo la mochila en el piso a un lado de su cama, estaba muy cansado como para organizar sus cosas o revisar si tenía tareas para el siguiente día. De hecho, ni siquiera sabía si tendría ánimos de levantarse a clases.
Se preparo para dormir con algo de prisa, no quería estar parado ni un minuto más; cuando por fin se recostó se dio cuenta que su sueño se había esfumado, aunque se sentía cómodo estando acostado, por lo visto tardaría un largo rato en poderse dormir. Se quedo mirando fijamente el techo, mientras llegaba a su cabeza una pregunta que ya se había hecho en muchas ocasiones: ¿Por qué Mana decidió dejarlo al cuidado de Cross?... Quizá eso nunca lo tendría muy claro.
Allen había perdido a sus padres biológicos muy pequeño como para recordarlos, fue hasta la edad de 5 años que conoció a Mana Walker y este le adopto. Vivió momentos muy felices a su lado, pues sin importar que no llevaran una vida de lujos, se complementaban muy bien y Mana realmente lo amaba y protegía como a un verdadero hijo. Sin embargo la felicidad no le duro mucho al joven, pues a los siete años después Mana cayó enfermo y murió a los pocos meses. Justo en los últimos días de vida de su padre adoptivo, hizo una de sus esporádicas apariciones Marian Cross; Allen solo sabía que era un viejo amigo de Mana y a pesar de las pocas veces que los había visitado, pudo darse cuenta que era un borracho y apostador sin remedio. Aun así en la última conversación que sostuvieron Mana y Cross, el primero le pidió que cuando muriera se hiciera cargo de su hijo. Después del funeral de su padre, fue cuando Allen se entero de este hecho, y no solo le sorprendió que Mana lo dejara encargado con él, si no que Cross hubiera accedido. Desde ese momento muchas veces se había preguntado el por qué de la decisión de su padre, y la respuesta más lógica para Allen, era que había preferido dejarlo con él, a haberlo dejado solo.
Sin embargo el peliblanco en muchísimas ocasiones deseo haberse quedado solo, que en compañía de Cross, puesto que desde que estaba a su cargo su vida se convirtió en una gran odisea... ya fuera por tener que atender sus exigencias para la comida, sus constantes borracheras o las enormes deudas que se echaba encima... al grado que parecía que Allen era el encargado de Cross y no al revés. Y es que Cross le aportaba muy poco a las necesidades económicas que surgían en casa (aunque el menor estaba seguro de que su tutor tenía bastante ahorrado, pero era un tacaño de primera) y si salían adelante era por los ahorros que Mana le había dejado a Allen y los trabajos emergentes de fin de semana que conseguía el peliblanco para subsanar las deudas de Cross y mantener su vicio por el vino; lo único que no podía reprochar, era que Marian se hacía cargo de pagar completamente sus estudios (para sorpresa de muchos).
Sin duda los momentos de mayor paz que tenía Allen, eran cuando de pronto Cross se iba por cortas temporadas a viajar. Después de todo, no podía deshacerse de ese hábito tan fácilmente, si siempre había andado de un lugar a otro.
Finalmente después de un largo rato de repasar esta situación y recordar a su querido Mana, Allen logro quedarse dormido, para su pesar no podría dormir mucho, pero mejor eso que nada.
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Caminaba pesadamente hacia la escuela, había tenido que levantarse más temprano para dejarle a su tutor comida preparada y además darle un poco de orden a la casa, para que por lo menos al regresar del escuela, poder tener tiempo de descansar. Sin duda las próximas dos semanas lo dejarían agotado... y si perdía ante Kanda, no quería ni imaginarse como la pasaría ese mes.
Esperaba que al menos Lavi y Lenalee le ayudaran a sobrellevar un poco el tener que pasar una parte de la tarde con Kanda, después de todo ellos tenían mucho tiempo conociéndose.
Aunque para ser sincero, una parte de él estaba interesado en pasar un poco de tiempo con Kanda, después de todo era una persona muy misteriosa y eso le daba mucha curiosidad. Claro no podía olvidar esa parte antipática y arrogante que tenía, pero igual pasando más tiempo juntos, por fin dejarían de discutir al estar a menos de un metro cerca. Allen sacudió la cabeza frenéticamente, como para alejar esas ideas, después de todo era Kanda al que se estaba refiriendo, y la verdad era un autentico bastardo como para esperar amabilidad de él.
--- ¡Allen espérame! --- el estridente grito de Lavi saco de golpe al peliblanco de sus pensamientos; se giro de inmediato para poder ver al pelirrojo, que venía a su encuentro a toda prisa.
--- Buenos días Lavi --- le saludo acompañado de una gran sonrisa, en cuanto el chico estuvo cerca de él.
--- ¡Hola Moyashi-chan! ---
--- Es Allen --- protesto casi mecánicamente el peliblanco
--- Haa como sea --- respondió Lavi ampliando su sonrisa --- Oye, ya me entere de la competencia entre tú y Kanda... ¿ya sabes lo que le pedirás si le ganas? ---
Allen abrió mucho los ojos, ahora que se lo mencionaba el pelirrojo, entre el enojo de Cross y su cansancio, no se había puesto a pensar en eso...
--- Vamos Allen, no puedo creer que todavía no comiences a pensarlo... yo creo que Kanda ya tiene muy bien planeado lo que piensa hacerte --- dijo esto último como una clara sonrisa maliciosa.
--- Es que no he tenido tiempo para pensar en eso, además este es el segundo día para hacer el trabajo, tengo casi las dos semanas para pensarlo --- trato de justificarse el peliblanco.
--- Vaya Allen --- dijo mientras le pasaba el brazo por el hombro --- tienes suerte de que yo esté aquí para ayudarte --- y volvió a reflejar una sonrisa maliciosa; sin duda para Lavi iba a ser muy divertido ver el juego de ese par.
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Ya había pasado media hora desde que acabaron las clases, pero no tenia deseos de dirigirse hacia el laboratorio, se encontraba algo cómodo estando solo en la azotea de uno de los edificios ; que Lavi se la hubiera pasado toda la mañana como lapa encima de él, tratando de sacarle que planes tenia para el Moyashi, lo había cabreado. Después de todo, los planes que tuviera eran solo asunto suyo, bueno, y si acaso problema del menor.
Kanda se encontraba muy seguro de ganar, y por lo tanto creía ampliamente que le sacaría mucho provecho a la situación; y es que mataría dos pájaros de un tiro: se divertiría molestando al peliblanco y de paso quizá por fin se enteraría cual era el verdadero interés que le provocaba Allen.
Por supuesto, no le iba a contar a Lavi, mucho menos a Lenalee lo que estaba planeando; sin embargo, no estaba seguro de poder soportar los constantes interrogatorios de ambos o la cara de preocupación de la china, que temía que se aprovechara de más de peliblanco.
--- Che, como si fuera a matar al mocoso --- mascullo molesto
Aun permaneció unos minutos recargado y manteniendo los ojos cerrados, antes de decidirse a ir hacia el laboratorio. Esperaba por el bien del propio Lavi, que no se encontrara acompañando a Allen o lo botaría de ahí a penas lo viera.
Para su suerte Lavi ya se había ido (BV: Yo diría que para suerte de Lavi n_nU); cuando entro en el laboratorio vio a Allen en mesa del final, junto a la ventana. Estaba bastante concentrado leyendo un libro, por lo que ni siquiera noto cuando cerró la puerta y comenzó a acercarse a él.
--- No importa cuánto te esfuerces Moyashi, no podrás superarme --- dijo con una sonrisa socarrona
Aunque en un principio Allen había dado un pequeño salto por la sorpresa de estar acompañado, al escuchar el mote de inmediato se molesto --- ¡mi nombre es Allen!... si no puedes recordarlo, no será muy difícil superarte --- lo ultimo lo soltó disimulando su enojo, con una actitud de burla.
--- Che, di lo que quieras... igual ya te he dicho que te llamare como se me antoje ---
Kanda se sentó y comenzó a hojear uno de los libros que estaban esparcidos en el escritorio
--- Oye Moyashi, ¿ya te estás mentalizando para perder?... el conejo dijo que no has pensado en nada, si es que ganaras --- como siempre comentario sarcástico, sobre todo el final.
Allen se molesto mucho, cualquiera le hubiera preguntado si ya había pensado en algo; claro que Kanda no era normal, era un maldito con complejo de superioridad.
--- Aun tengo mucho tiempo --- fue lo único que contesto un tanto cortante.
Para enorme sorpresa del menor, Kanda se levanto de su silla para inclinarse sobre el escritorio y acercarse peligrosamente al peliblanco, pues sus rostros quedaron a escasos centímetros de distancia.
--- No deberías confiarte al tiempo... pasa muy rápido --- dicho esto, Kanda regreso a su lugar.
Allen se quedo perplejo, ¿Qué había sido esa acción tan extraña? Definitivamente esperaba que en los próximos días Lenalee y Lavi se quedaran con ellos; el peliblanco no creía ser capaz de lidiar con las repentinas ideas y acciones de Kanda, por lo menos, no solo.