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"El premio del juego... Eres tú" por Bietkavampire

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Notas del capitulo:

Pues una vez mas considero que tarde mucho en actualizar...

Por fin comenze con los capis un poquito mas largos, pero sufri d constantes muertes cerebrales, asi q el capi no quedo como lo habia proyectado al principio u_u...

Eso si, por fin el juego avanza!!, espero les guste n_n...

Disclaimer: D.Gray-man es propiedad de Hoshino Katsura Sensei!!

 

 

"El premio del juego... Eres tú"

 

Capitulo 3: Développement du jeu.

 

     Por fin había llegado el viernes, quizá una vez que se fuera a su casa podría descansar. La semana no solo había sido cansada, también sumamente extraña (BV: vale, que no todos los días uno apuesta con su propia persona); para su fortuna, después del extraño comportamiento que Kanda tuvo el martes de dicha semana, pudo convencer a Lenalee y Lavi que se quedaran acompañándolos en el laboratorio. Allen se dio cuenta de que a Kanda le había molestado sobremanera que se quedaran "escoltándolos", pero no había dicho nada; ahora solo le quedaba esperar al peliblanco que durante lo que quedaba del viernes y la próxima semana, la paciencia del japonés con complejo de asesino, fuera suficiente para no correr  a los chicos.  

 

     Y en definitiva Kanda estaba sumamente cabreado, la presencia de Lenalee y Lavi le estorbaba demasiado, y es que  a penas trataba de hacerle un comentario un poco ofensivo al peliblanco, tenía a ambos sobre él, diciéndole lo malo que era con Allen. No era como si realmente le importara lo que creyeran de él, lo que realmente le importaba era que no podía tener al menor a su disposición, sin el par interfiriendo. Además también le molestaba demasiado ver como ese par trataban a Allen de una forma tan empalagosa, pero aun más que el peliblanco ni siquiera protestaba. Por otro lado, la confusión que Allen le provocaba a Kanda en cuanto a por que le interesaba tanto, no ayudaba al humor del pelinegro.

 

     Allen estaba ansioso por que llegara la hora de irse a casa; en verdad, le preocupaba que la paciencia del japonés se agotara y ya no pudiera contar con la compañía de los chicos. Aun faltaban unos minutos para las cinco (que se había convertido en la hora en que dejaban de trabajar en sus proyectos), cuando Kanda se levantó intempestivamente y se retiro del laboratorio sin decir una sola palabra. Ante tal actitud, todos se quedaron perplejos, cierto que Kanda era un antipático, pero en esta ocasión no entendían el por qué de su reacción.

 

-_-_-_-_-_-_-_-_-

 

     Por fin tranquilidad... Allen se dirigía con toda calma hacia la terminal del camión, le agradaba mucho la idea de poder pasar un fin de semana tranquilo y por supuesto, descansar. Tan absorto estaba en sus ideas que no noto que a unos pasos de él se encontraba cierto pelinegro recargado en un poste, mirándolo de una forma que podía reflejar muchas cosas, menos amabilidad.

 

     --- Hey Moyashi --- le llamo con un tono de voz mucho más grave de lo normal.

 

     Allen se paró en seco, realmente no había notado su presencia y se había sorprendido de encontrarle ahí, mas si consideraba el hecho de que la casa de Kanda no quedaba en absoluto en esa dirección.

 

     --- ¡¡Mi nombre es Allen!!...  ¿cuántas veces tengo que repetírtelo? ---

 

     Por toda respuesta Kanda intensifico la mirada sobre el menor; después de eso, pasaron algunos minutos en los que solo intercambiaron miradas. A Allen le resultaba incomodo no poder descifrar con exactitud si lo que el pelinegro reflejaba en sus ojos era odio

 

     --- ¿y bien que es lo que quieres? --- volvió a tomar la palabra el menor, a quien le estaba molestando la mirada tan penetrante del japonés y que no dijera ni una sola palabra.

 

     Kanda por fin cambio su posición y se acerco al menor, quien por reflejo retrocedió unos pasos al ver como el mayor se le aproximaba. Ahora estaban completamente de frente, con una distancia más o menos aceptable, o mejor dicho suficiente para que Allen no se sintiera incomodo.

 

     --- No tenía idea de que me tuvieras tanto miedo mocoso --- Bien, con esa simple oración Allen terminó de darse cuenta de que Kanda estaba bastante furioso, y no por lo dicho, sino por el tono de voz que había usado.

 

     --- ¿A qué te refieres? ---  

 

     --- Sabes a que me refiero --- Kanda se acerco aun mas al peliblanco --- ¿a caso necesitas al estúpido conejo y a la hermana del chiflado para que te cuiden de mi? ---

 

     --- ¡No necesito que me cuiden de ti! --- el menor se había molestado demasiado, después de todo ¿Quién se estaba creyendo Kanda para pensar que Allen le tenía tanto miedo? --- ¡solo me acompañan para no aburrirme de estar con un antipático como tú! ---

 

     Kanda sonrió de medio lado, y tomo al menor por el cuello de la camisa --- créeme Moyashi, la diversión está a punto de comenzar, --- una vez mas Kanda hablaba de una forma bastante maliciosa --- y de hecho no me interesan tus excusas de por qué se quedan... --- en ese momento libero a Allen del agarre --- pero no quiero verlos más por el laboratorio --- Acto seguido el pelinegro de dio media vuelta y empezó a andar en dirección a su casa.

 

     --- ¡Hey Kanda, espera! --- sin embargo, el pelinegro ignoro por completo al menor y continuo su camino.

 

     Allen aun se quedo unos minutos parado en el mismo lugar, sin saber a ciencia cierta cómo reaccionar ante la actitud del japonés. Estaba molesto, ya que en realidad no le tenía miedo al pelinegro, sin embargo, ahora también estaba confundido: ¿Realmente por qué le habia pedido a Lavi y Lenalee que lo acompañaran?    Además, su confusión se hacía más grande cuando tenía a Kanda a tan poca distancia; estaba seguro que no era miedo lo que le provocaba, sin embargo, no podía interpretar esa sensación tan extraña que sentía solo cuando el pelinegro estaba tan cerca.

 

     Solo habia algo que Allen tenía más claro que nunca en ese momento: Kanda no esperaría a ganar el juego, lo que fuera que hubiera planeado hacerle, lo pondría en práctica a penas tuviera la oportunidad.

 

     De pronto el peliblanco sintió como si el todo girara a su alrededor, tantas ideas en la cabeza le estaban creando una confusión terrible, y muchas nuevas preguntas: ¿debería pedirle a los chicos que no fueran más al laboratorio?, ¿Qué planeaba hacerle Kanda? (ahora que lo analizaba esa era su duda más fuerte); aunque habia otra un tanto equiparable, ¿Qué le pediría a Kanda si le ganaba? Lamentablemente ya habia pasado una semana y aun no decidía eso.

 

     Con toda esa confusión en su cabeza, Allen por fin se decidió a continuar su camino a casa... muy a su pesar, la idea de un fin de semana tranquilo se habia esfumado; definitivamente Kanda, lograba arruinarle los planes con una facilidad impresionante.

 

-_-_-_-_-_-_-_-_-

 

     Caminaba con mucha tranquilidad a la escuela, finalmente habia logrado descansar un poco y despejarse durante el fin de semana. Sin embargo, sabía que esta semana sería la más difícil; los proyectos tenían que entregarlos el viernes, para que Komui (quien por cierto se había sorprendido mucho con la decisión de los chicos de trabajar por separado)  los revisara durante el fin de semana y el próximo lunes, les dijera quien habia ganado. No más descansos, no durante los próximos días.  

 

     Ahora tenía que hablar con Lavi y Lenalee, no quería arriesgarse a que Kanda los corriera a su modo, él no sería amable; sin embargo, no había decidido aun si les diría que molestaban a Kanda o les inventaría una pequeña mentira.

 

     --- "mmm y ¿por qué habría de tapar a Kanda?, después de todo ya saben que es un maldito bastardo..." --- una vez más los pensamientos de Allen se vieron interrumpidos, pero en esta ocasión, fue Lenalee la causante de ello.

 

     --- ¡Buenos días Allen! --- saludo la chica animadamente

     --- Hola Lenalee... --- como si se tratara de un reflejo, el peliblanco volteo alrededor de ambos, buscando algo --- vaya es muy extraño que no llegues en compañía del profesor Komui jeje ---

 

     --- Es que mi hermano está enfermo... de hecho en caso de que no se recupere para el viernes, yo le llevare los trabajos de Kanda y el tuyo --- dijo la china con una gran sonrisa.

 

     Allen solo atino a sonreír de forma un poco nerviosa, y es que no necesitaba que le recordaran continuamente sobre el proyecto, eso solo le hacía pensar más, en que le pasaría si perdía.

 

     --- ¡Haaa Lenalee!, ahora que mencionas el proyecto... ehm, creo que no será buena idea que sigan acompañándonos en el laboratorio... es que... --- acto seguido comenzó a rascarse en la nuca.

 

     --- ¿A Kanda le molesta? --- inquirió la chica de inmediato, completando la explicación de Allen.

 

     Por respuesta el peliblanco inicio a sacudir los brazos al frente, para negar la pregunta de Lenalee --- No es eso... mmm bueno también es eso... pero, bueno como es la última semana, quizá deberíamos concentrarnos más --- termino con una sonrisa mucho más nerviosa que la anterior.

 

     --- Entiendo Allen --- dijo esto acompañado de una dulce sonrisa --- y no hay ningún problema... ha, por cierto, yo me encargare de decírselo a Lavi ---

 

     Allen asintió con la cabeza y los dos se dispusieron a continuar lo que quedaba de camino a la escuela. 

 

     El día transcurrió de forma un tanto aburrida y con Allen completamente distraído; y es que no podía sacarse de la mente al japonés antipático, en primer lugar porque no lo entendía, y en segundo, porque no concebía tener tanto interés en comprenderlo.

 

     Al final de las clases, se dirigió como ya era su rutina, al laboratorio. Asumía que Lenalee y Lavi ya debían haberse ido a sus casas, pues siempre salían de sus clases un poco más temprano que él. A pesar de ese detalle Kanda siempre llegaba tarde al laboratorio (cosa muy extraña en él, porque de acuerdo a lo que había visto con anterioridad era muy puntual).

 

     Para sorpresa de Allen, cuando entro en el laboratorio, Kanda ya se encontraba ahí. Este solo le lanzo una mirada rápida cuando entro y continúo escribiendo de inmediato.

     El peliblanco no trato de saludarlo, simplemente fue y se sentó en la mesa contigua; así transcurrió el resto de la tarde; ambos se dedicaron simplemente a sus respectivos proyectos.

 

     Y de hecho, así transcurrieron el martes y el miércoles siguientes. La situación se sentía más tensa de la normal, y en cierto punto casi por reflejo parecía que Allen trataba de evadir al pelinegro. O por lo menos esa fue la impresión que mostro el menor, ya que el miércoles que estaban a punto de irse, chocaron accidentalmente en la puerta del laboratorio y la reacción de Allen fue apartarse rápidamente, sobre todo después de observar un poco la mirada de Kanda, esa que no podía interpretar.

 

     Como ya era costumbre, se retiro un muy confundido Allen a su casa, el cual estaba dispuesto a tratar de relajarse esa noche, pues el siguiente día, seria el último que trabajarían en los proyectos.

 

     Por otro lado Kanda estaba muy molesto, ya que Allen le estaba creando dolores de cabeza innecesarios. Desde el punto de vista del pelinegro no tenía por qué interesarse tanto en él, ni tener esas incomodas reacciones que de unos días para acá estaban aumentando. Definitivamente la situación le desagradaba, más por no saber que reacción tendría el mocoso, cuando comenzara con lo que tenía planeado. Pero en esos precisos momentos lo que aumentaba sobremanera la molestia del japonés, era que el mocoso comenzaba a evadirlo, sin ni siquiera haber iniciado sus planes.

 

     El pelinegro se encogió de hombros un poco, no seguiría dándole vueltas al asunto, ya mañana podría comenzar a darle algo de control a la situación,  mientras tanto se dedicaría a descansar. A fin de cuentas, Kanda no era como Allen y no le daba tantas vueltas al asunto.

 

-_-_-_-_-_-_-_-_-

 

     Por fin jueves, el ultimo día que se ocuparían del trabajo. Allen sabia que se sentiría algo presionado el fin de semana, pues a fin de cuentas le preocupaba un poco perder ante Kanda, pero el no tener que estar trabajando por las tardes en una tarea extra ya era ventaja. Claro que si perdía, probablemente el hacer trabajos extras seria más agradable que estar obedeciendo a Kanda.

 

     Misma rutina a partir de que se encontraron en el laboratorio, cada quien ocupado en sus respectivos trabajos y sin intercambiar la mas mínima palabra. Después de un largo rato de estar escribiendo Allen se levanto de su asiento y fue a asomarse por el ventanal, ya que necesitaba estirarse un poco; después de todo pasar tanto tiempo frente a una computadora era algo agotador. Prácticamente había terminado ya, solo le faltaba revisar que no hubiera errores y asumía que Kanda estaba en la misma situación, ya que hacía un rato que había dejado de escribir y se dedicaba simplemente a leer.

 

     Allen se había concentrado en mirar al cielo (BV: teniendo a Kanda en el mismo cuarto lo pongo a mirar al cielo ¬¬ me pasó la vdd); de pronto Kanda se levanto de su lugar y se dirigió  hacia el menor.

 

     --- Oye ¿ya terminaste tu trabajo Moyashi? --- dijo sin mostrar mucho interés realmente.

 

     --- Eso no es tu problema... ¡y es Allen! --- contesto mientras se giraba hacia el pelinegro para verlo de frente, una vez mas estaba molesto debido a el apodo por el que siempre le llamaba Kanda.

 

     --- Cierto, ni siquiera me importa --- soltó de forma arrogante; sin tomar en cuenta la mueca de clara molestia que reflejo el menor, Kanda se puso a cerrar las persianas del ventanal. El peliblanco miro extrañado la acción, pero no le dio mayor importancia.

 

     --- Bueno, si no te importa entonces no me molestes --- contesto por fin el peliblanco, mientras se disponía a volver a su lugar. Sin embargo, Kanda le impidió que lo hiciera ya que lo tomo del brazo y lo regreso a donde inicialmente estaba.

 

     --- No tan rápido ---

 

     --- Suéltame estúpido Kanda --- dijo el peliblanco mientras trataba de zafarse del agarre del mayor.

 

     --- No hasta que me expliques por qué me esquivas --- lejos de aflojar el agarre, Kanda presiono aun mas sobre el brazo de Allen, sin embargo, el menor logro soltarse después de forcejear un poco. Cuando estaba a punto de volver a intentar irse, el pelinegro esta vez lo aprisiono contra la pared, utilizando su cuerpo para impedirle al menor quitarse.

 

     --- ¡¿Qué es lo que te pasa?! --- grito el peliblanco mientras seguía forcejeando por quitarse de encima a Kanda. El  menor estaba muy impresionado con esa reacción del pelinegro y no había podido evitar ponerse completamente rojo por la cercanía en la que se encontraban.

 

     --- Ya te lo dije, quiero que me expliques --- aparentemente Kanda estaba calmado, pero esa mirada que tanto incomodaba al menor, no desaparecía ni por un segundo.

 

     De pronto se escucho como llamaban a la puerta del laboratorio; con ese acontecimiento la calma del japonés se fue por el caño.

 

     --- ¡¿Quién demonios?! --- no se necesitaba ver su expresión, para que la persona que llamó a la puerta, notara con esa respuesta que el pelinegro estaba muy molesto.

 

     --- Ehm, traigo un mensaje de Komui nii-san --- respondió de forma un tanto tímida Lenalee.

 

     De muy mala manera, Kanda libero a Allen del aprisionamiento en que lo tenía; sabia que la china no se iría hasta haberles dicho el mentado mensaje de frente. El pelinegro fue y se recargo en una de las mesas, mostrando una clara mueca de enfado, mientras que Allen después de unos segundos en los que no reaccionaba, por fin se apresuro a abrirle la puerta a Lenalee.

 

     --- Disculpen chicos, no quería interrumpirlos --- se justifico la china, sobre todo ante Kanda, que era el que se mostraba muy cabreado; por supuesto el detalle del color de la cara de Allen, no paso desapercibido por la chica.

 

     --- No te preocupes Lenalee --- dijo el peliblanco junto con una dulce sonrisa

 

     --- Tan solo suelta el puñetero mensaje --- la respuesta de Kanda, como siempre tan diferente a la del menor.

 

     --- Bueno solo quería decirles que mi hermano vendrá a recoger sus trabajos mañana a las tres de la tarde ---

 

     --- che, solo para eso... --- Kanda no termino la frase, tomo sus cosas y salió del laboratorio dando un tremendo portazo.

 

     --- ehm, Allen... ¿interrumpí algo? --- cuestiono una extrañada Lenalee

 

     --- n... no nada importante... una pelea más --- Allen trato de contestar lo más natural posible, sin embargo, una vez más se preguntaba ¿Qué había sido eso?...                                   

 

   

 

    

        

 

 

 

Notas finales:

Ps hasta aqui el tercer capi... Q tal???...

Como siempre espero sus comentarios, plis!!...

Nos vemos!! (espero n_nU)...

 

 


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