-Loki-sama, lo llaman en la puerta- avisa Yamino desde la puerta de entrada.
Han pasado muchos días desde que no veo a Heimdall, y me estoy preocupando, no se aparece, no me dice nada, ni siquiera me dice que quiere matarme.
Extraño cabello violeta, ojos violáceos los cuales veía y veía mi vida feliz, los cuales me gustaron desde que los pude ver, en resumen… Lo extraño mucho.
Fui a ver quien molestaba mis pensamientos, y me encuentro con Heimdall, desde hace mucho que no me hablaba, por qué vino en estos momentos…
Siento como mi corazón palpita fuertemente y como se me revuelve el estomago al ver su cara, sus hermosas facciones, su hermoso rostro y sus hermosos ojos.
-¡Heimdall!- exclamo ante tan inesperada visita.
-Loki…- me responde de una manera que me preocupa mientras mira hacia abajo para evitar mi expresión de preocupación.
Ni siquiera me dí cuenta, cuando Yamino se fue, por lo tanto…
Estábamos totalmente a solas…
-Necesito hablar contigo…- me dice con una expresión de preocupación extrema.
-¡Si, claro! Vamos a mi cuarto…- respondo. Necesito saber lo que le preocupa y saber la razón.
Mientras subíamos a mi cuarto por las escaleras, sentí como Heimdall temblaba al lado mío, estaba tan cerca de mí que podía escuchar el palpitar de su corazón, el cual fue interrumpido por un suspiro hecho por éste.
Al llegar, abrí la puerta. Heimdall entró primero. Cuando cerré la puerta, sentí como un ambiente un poco tenso, entre el silencio desgarrador. Cerré la puerta y miré hacia Heimdall. Sentí que me corazón palpitaba a mil por hora al ver su mirada, una mirada llena de lujuria y deseo.
-¿Entonces… que querías… decirme?- logro articular pero poco a poco me voy sintiendo acorralado por la poca distancia de nuestros rostros, se acerca cada vez más a mi.
-¿Qué… haces, Heimdall?- pregunto para saber que es lo que esta sucediendo.
-Solo… disfruto del momento- me dice mientras su aliento me hace cosquillas en mi piel. No me dí cuenta cuando Heimdall me besó. Sentí como pedía acceso, el cual le dí inconscientemente.
De alguna forma, me sentía completo y comencé a corresponder al beso, mientras que comenzaba a disfrutar del momento, Heimdall corta el beso…
-¿Por qué hiciste… eso?- pregunto para saber que sucede pero, al darme cuenta, ya estaba acostado con él encima, acorralando mi cuerpo.
-Para que te prepares para esto…- me dijo en mi oído, el cual comenzó a besar poco a poco.
Suaves caricias por mi pecho y abdomen me hacen gemir ligeramente y él comienza poco a poco de desvestirme.
De alguna forma, no se lo niego, no sé por qué pero, quiero sentir sus caricias a través de mi piel, lo cual me es concedido, al ver que ambos nos encontrábamos desvestidos.
Comienza a besar mi cuello, mientras poco a poco baja por mi pecho hacia mi abdomen hasta llegar hasta un sensible punto…
-¡Ah… Heimdall!- gimo al sentir como comenzaba a besar mi sexo, para finalmente, metérselo a su boca.
Comienza un vaivén el cual me llena de placer, mientras juega con su lengua mientras lame, mientras me hace tocar el cielo…
Cuando llego al clímax, se traga todo lo que salió y me besa desesperadamente…
Mostró sus dedos y los puso en mi boca, los lamo con lujuria al saber lo que venía, sé que me dolerá pero debo resistir…
Finalmente comenzó a introducirlos uno a uno, me hace gemir de placer y dolor. Comienza a moverlos en círculos, mientras que el dolor se iba de mí.
Después, los quitó e introdujo su sexo en mí… Por alguna forma no me dolió, por lo tanto, cuando lo notó comenzó con un vaivén exquisito… el cual no quería que terminara nunca…
Siento como pronto llegará al clímax y me preparo para recibir su semilla…
Al esto suceder, cae agotado sobre mi, levanta la cabeza y me besa… y después de todo ese acto logra articular palabra…
-Perdón… pero es que te amo…
-No te preocupes… me encantó…
Finalmente pudimos dormir plácidamente al demostrarnos en cuerpo y alma ese acto de amor…
FIN