Nos habíamos quedado a entrenamiento de fut y al terminar
todos se estaban yendo. El me pidio que lo acompañara al baño se quería cambiar. Entramos al baño y cerré la puerta con seguro.
Cuida que nadie venga me dijo, y se quito la playera y el short. Me volteo a ver y nos ruborizamos. Atreves de sus bóxers se notaba su bulto y no se porque pero yo tenia muchísimas ganas de quitarle el bóxer. Seguramente debió haber notado esa mirada porque enrojeció y se le empezó a poner duro. Se me hizo agua la boca, antes de que pudiera reaccionar yo ya estaba ahí bajándole el bóxer. Estaba tan duro, tan grueso. No resistí y le di una chupada
-Aaaaah, aaaaaaah!- me decía envuelto en placer. Me beso y me encanto sentir esos labios, tan dulces, tan suaves. Nos seguíamos besando y me empezó a quitar la ropa.
Cuando me vio desnudo se le puso todavía mas duro. Yo estaba excitado hasta la madre.
-dale una chupada- le dije al ver que el no se atrevía. Dios que placer, no podía soportarlo, se sentía tan delicioso
-Penétrame, por favor, quiero sentirte dentro- me suplico y yo no le negué su deseo. Lo levante y senté sobre el lavabo, le abrí las piernas y chupe 2 de mis dedos y los introduje en su cerrado agujero. Hizo una cara de dolor y sus ojos se le llenaron de lágrimas.
-¿seguro que quieres continuar?- le pregunte dudoso, no quería lastimarlo
-Aaaaah, si síguele- me contesto seguro de su decisión.
Poco a poco se fue dilatando más y mis dedos entraban fácilmente. Le abrí más las piernas y le puse sobre mis hombros para que entrara más fácilmente. La punta de mi pene quedo justo a la entrada de su agujero y de una embestida lo penetre.
-Aaaaaaaaah, aaaaaaaah, me duele- me grito, pero era demasiado placer, no me podía detener, lo saque poquito y lo volví a meter con mas fuerza. Empecé a meterlo y sacarlo rápidamente. Después de un ratito se fue relajando y su dolor se convirtió en placer. Gemíamos alocadamente, gracias a Dios ya no había nadie en la escuela.
Me movía como loco dentro de el. Los 2 estábamos en éxtasis total. Con una mano acercaba su cabeza a mí para besar sus labios, con la otra lo estaba masturbando. De repente empezó a gemir todavía mas, estaba sudado y con la cara roja.
-Aaaaah, ya casi me vengo- me dijo entre jadeos
-Aaaaah, aaaah, sientes rico-
- Aaaaah, aaaah, claro delicioso-
- Aaaaah, aaaah, aaaaaah, te amo…-
- Aaaaaaaaaaah, yo también te amo-
De repente su pene se puso durísimo y se vino en mi estomago. Su leche estaba caliente y espesa. Eso me éxito tanto que no aguante mas y derrame mi semilla dentro de el, lo abrace y nos dejamos caer en la pared. Pasamos así como 15 minutos en lo que recuperábamos el aliento. Nos vestimos y lo bese por última vez.
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