Estaba solo en su casa, cuando de repente se le ocurrió una magnifica idea de como pasar bien ese día y aprovecharlo al máximo. Se puso manos a la obra, y empezó a coger los utensilios necesarios para ir de pesca. Se puso una gorra, una camiseta de manga corta y unos vaqueros, así se vería más sexy.
Con todas las cosas ya puestas se dirigió a casa del chino. Una vez llegó allí toco a la puerta, puso una de sus mejores caras de seducción, y espero a ver la reacción del otro, que no se hizo esperar.
-Jajajajaja, ¿se puede saber a donde vas con esa caña?
-Pues son los elementos necesarios para una buena "pesca".
-Vale, eso ya lo había pillado- dijo apoyándose en el marco de la puerta- ¿Pero para que lo llevas? Si no sabes pescar.
-Bueno, nunca se sabe- se acerco a él de forma insinuante y le dijo al oído- Había pensado que me enseñases tu, ya que hace tan buen día...
-P-pues...no se, tengo muchas cosas que hacer, además...yo no se pescar.
-Vamos nini, si en realidad estas deseando ir.
-¡¡No me llames nini!! Sabes que no me gusta- dijo poniéndose colorado- Esta bien. Pero antes tendré que cambiarme, ¿no?
Pues como no, China llevaba su típico traje de mangas extra largas.
-No hace falta, estas perfecto- Lo cogió de la mano y se fueron juntos hacia el río.
Cuando llegaron se pusieron a montar las cosas. Mientras arreglaban lo necesario se escuchó un ruido que venia de unos arbustos no muy lejanos. Yoon se puso a mirar que era ese ruido, pues estaba claro que no era un animalillo, y pudo ver que Japón estaba en los arbustos escondido. Una sonrisa pervertida se formó en su rostro; obviamente Yao no se percató de ello, si no ya le hubiese dicho algo. Y al parecer el japonés tampoco sabía que había descubierto su escondrijo.
Al ver esa situación se le ocurrió una cosa divertida que podría hacer. Sabía muy bien que a Kiku le gustaba Yao, pero nunca se había atrevido a decírselo; así que... ¿por qué no aprovechar ahora que los tenía tan cerca a los dos?
Corea llegó a donde estaba China con una sonrisa. Y se puso a su lado, preparando el cebo para la pesca. Yoon lanzó el anzuelo de una forma muy natural, pues ya que llevaba desde pequeño pescando. Pero a Yao nunca se le habían dado bien estas cosas, y se estaba liando con el hilo.
-Jajajaja, que torpe que eres Yao.
-Yo no tengo la culpa de no saber ¬////¬
-No importa, yo te enseño- se acerco a él y le desengancho los hilos- mira, debes coger la caña así- se situó tras él y le cogió las manos, enseñándole como se debía coger.
-O-oye... ¿no era que tú no sabías pescar?
-A...ajajajaja, bueno...se aprende rápido, ya sabes ^^U
China se disponía a hacer reclamaciones de las suyas, cuando de repente Corea lo agarró de la cintura y lo giró hacia si mismo.
-¡¡Corea!! ¿Qu-que haces? o////o
-Solo déjate llevar- dijo mientras acercaba sus labios a los del otro
Kiku les observaba un poco más de lejos con los prismáticos con la boca abierta. Cogió una pequeña cámara de fotos, le quitó el flash xD y empezó a sacar fotos de la pareja. Dejo la cámara de lado y vio que Yoon bajaba los labios al cuello de Yao.
-Aah... ¿q-que haces?- no pudo evitar que un gemido escapase de sus labios.
-Solo darte un mordisquito- dijo con cara de felicidad.
-...para eso te lo doy yo a ti- dijo de una manera decidida, por una vez quería ser él el que diese el paso.
Corea se asombró al ver a China lanzarse con esa pasión hacia él. Así que, ya que veía a Yao tan dispuesto, se dispuso a quitarle la ropa, pero no quería romper aquel beso por miedo a que no hubiese más tras ese.
Empezó a desabrocharle los botoncitos que llevaba el traje de Yao.
A la vez que desabrochaba iba acariciando su suave piel. Le parecía un sueño poder estar haciendo eso, tanto tiempo soñándolo y por fin se hacia realidad.
Pequeños gemidos empezaron a escapar de la boca del mayor cuando Corea empezó a masajear sus pezones. ¿Cómo podía hacer esas cosas siendo menor que él? Ahora que lo pensaba nunca había tenido mucho roce con Yoon, siempre había estado con Kiku, así que era normal que no conociese cosas así del coreano.
Yoon se fue deshaciendo poco a poco de la ropa de Yao. Ya le había quitado su traje, y ahora solo le quedaban los pantalones, los zapatos y los calzoncillos. Pero eso era tarea fácil para el.
China seguía dando gemidos suaves mientras se agarraba de la cintura del otro. Notaba como le iba quitando sus prendas lentamente mientras lo acariciaba y eso lo hacía estremecer. De repente Corea detuvo sus movimientos, provocando que China se quejase por ello.
-¿Quieres que siga? ya sabes como va a acabar esto.
-Claro que quiero...por favor Yoon, no te detengas- le dijo con la cara sonrojada.
No podía negarse a las peticiones que le hacía, pues él más que nadie deseaba que esto sucediese. Pero nunca le causaría daño alguno, por eso decidió preguntarle.
Siguió con su tarea de dejar a Yao tal y como vino al mundo. Poco a poco fue bajando sus manos a las caderas de este, y se topó con el elástico de los pantalones; lo cual no fue problema, pues enseguida metió la mano dentro de ellos y los bajo dejándolos caer al suelo.
Yao no quería quedarse atrás, así que empezó a sacarle la camiseta a Yoon mientras se deshacía de sus zapatos. Intento imitar al otro, acariciando a la vez que iba desnudándolo, pero no le salía muy bien. Lo que hacía que Corea estuviese más feliz, pues eso significaba que era su primera vez.
Corea si disponía a quitar la ropa interior del otro, pero China lo detuvo.