Naruto permanecía a merced de aquella bestia hambrienta. Itachi y Sasuke se miraron, llegando a un acuerdo entre los dos. Su prioridad ahora era rescatar a Naruto de ser devorado por aquel animal. Sasuke atacó primera, actuado como distracción. Lanzó sus shuriken y kunais a la bestia, logrando el enfado de ésta. El monstruo gruñó de furia, soltando baba en el acto. Se abalanzó contra el joven Ninja dispuesto a masacrarlo.
Itachi vio su oportunidad y se dirigió a donde Naruto se encontraba inconsciente. Lo cargó y se marchó a un árbol cercano, donde lo depositó con cuidado para regresar a ayudar a su hermano. Saltó y se colocó en la cabeza del ser peludo y salvaje. Entre los dos, atacaron al animal para por lo menos, dejarlo inconsciente y huir con el rubio para ponerlo a el y a Iruka a salvo.
Después de varios minutos, donde ambos Uchihas se estaban debilitando, notaron que aquella abominación no parecía estar más cansada que ellos. Si no hacía algo y rápido, probablemente sus esfuerzos fueran en vano.
Sasuke fue golpeado con una de las patas del lanudo, golpeándose contra una roca que estaba a sus espaldas. Itachi lo miró preocupado, logrando con esto darle una oportunidad al animal de acorralarlo contra el suelo, abriendo sus fauces dispuesto a comérselo.
El pelinegro supo que no tendría posibilidades de escapar. Estaba cansado y aquella criatura tenía bastante fuerza. Cuando vio a la bestia dirigirse a el, cerró sus ojos, esperando sentir aquellos colmillos afilados clavarse en su cuerpo.
- ¡Alto!
Resonó aquella voz femenina. Abrió sus ojos, la criatura miraba hacía su derecha. Imitó a la bestia y ahí, parada, se encontraba aquella mujer. Ella se acercó hasta donde se encontraba Sasuke y se inclinó para tocar su frente. Se levantó y caminó hasta donde se encontraba Itachi, atrapado bajo aquel animal.
- Suéltalo.
Obedeció, soltando inmediatamente al pelinegro mayor. Se levantó con dificultad. Al lograr estar de pie, miró inquisidor a aquella dama. Ella lo miró serena.
- No estás herido.
- No.
- Tu hermano y amigos están bien.
Miró a cada uno de ellos y después, posó su mirada de nuevo a aquella mujer.
- Váyanse.
- ¿Qué es esa cosa?
- Su nombre es Narknuk.
- ¿Narknuk?
- Es una antigua bestia guardián. Su deber es alejar a los curiosos de éste lugar.
- Comprendo.
- Ahora, deben irse.
Así, Itachi se dirige a donde Sasuke, tratando de despertarlo. Cuando al fin lo logra, se dirige a Iruka y lo levanta, dándoselo a su hermano para después ir por Naruto. Itachi miró a su hermano.
- Debemos apresurarnos.
- ¿A dónde se supone que vayamos?
- Cualquier lugar está bien. Andando.
Así, ambos Uchihas se encaminaron cargando a Iruka y a Naruto. Saltaron árbol por árbbol hasta llegar a una cueva, donde se resguardaron de una lluvia que apareció de improvisto. Recostaron a ambos ninjas inconscientes en las paredes rocosas y cada uno de ellos trató de acomodarse.
- Pronto despertarán.
Soltó de repente Itachi. Sasuke solo se limitó a mirarlo de reojo, permaneciendo en su pose inicial. Esperaron a que la lluvia cesara, mientras, habían encendido una fogata para tratar de calentarse, esperando a que pronto despertaran los dormidos.
Después de varias horas, Naruto fue el primero en despertar. Miró a su alrededor y al ver a los dos hermanos, retrocedió hasta toparse con la pared. Ambos pelinegros lo miraron y enseguida se levantaron y dejaron de hacer lo que estaban haciendo (Nada!!!!!!!!). Sasuke se inclinó para tomar de la mano al rubio, mientras Itachi hacía lo mismo con la otra.
- ¿Te encuentras bien, Naruto?
Dijeron al mismo tiempo, haciendo sonrojar al rubio mientras sentía algo de vergüenza y ocultando su cara lo más que pudo. Ambos pelinegros, vieron ésta acción como algo tierno, no pudieron evitar ver a Naruto como un niño indefenso que necesitaba protección, misma que ellos se encargarían de darle.
- No te preocupes, te cuidaré.
Volvieron a decir al mismo tiempo los hermanos, viéndose asesinamente mientras grandes corrientes de energía colapsaban con el otro.
- Escucha hermanito, yo lo vi primero.
- No me digas. Yo estuve a su lado por un tiempo.
- Eso fue pasado, esto es ahora y yo lo vi primero.
- No te dejaré si quiera que le toques ni un cabello.
El mayor sonrió con suspicacia y miró al rubio. Sin dar tiempo de reacción, besó a Naruto, logrando con ello grandes descargas de celos al menor de los Uchihas. Internamente, imaginaba las mil y un formas de asesinar a su hermano, cada una más sádica que la anterior pero a su parecer, ninguna le convencía para hacer sufrir realmente al mayor. Finalmente, optó por el clásico reclamo histérico.
- ¡TÚ!
- ¿Yo?
Se señaló el mayor con cara de inocente (ósea, yo no rompí el plato XD).
- Si, tú. ¿Cómo osas besar a MI Naruto.
- ¿TU Naruto?
- Si, MIO.
- Lo siento, Sasuke, pero creo que eso no lo decides tú. Naruto no es tuyo.
- ¡¡¡YO NO SOY DE NADIE!!!!
- Es lo que dije.
Dijo despreocupadamente el mayor.
- ¿Qué es lo que sucede?
Iruka había despertado al fin y se sobaba la cabeza mientras trataba de quitarse el sueño.
- Baya, que buen descanso tuve.
Dijo sonriendo el que fue el Sensei de Naruto en la academia. El rubio tan solo se limitó a encogerse de hombros.
- Ahora que recuerdo. ¿Qué era esa cosa? ¿Qué pasó con ella? ¿La mataron?
- Muchas preguntas, dobe. Uno, no se que demonios sea, dos, no se que ocurrió, estaba… ejem… inconsciente, y tres, no está muerta.
- uhm…
- Bueno, yo… solo se que es una bestia antigua, un guardia, de aquel lago. Se supone que su deber es alejar a las personas. Su nombre es Narknuk.
- ¿Cómo sabes eso?
Preguntó curioso Naruto. Sasuke miró a su hermano con las mismas interrogantes. Iruka también lo miraba atento.
- Aquella mujer extraña me lo dijo.
Fue todo lo que menciono con mucha simpleza. Naruto no podía creer lo que escuchaba.
- ¡¡¿QUÉ?!!
Gritó a todo pulmón el ninja hiperactivo. Todos se cubrieron los oídos por la potencia de aquel grito.
- No era necesario que gritaras.
Mencionó Itachi con aquella simpleza… nuevamente.
- Es que no puedo creer que esa mujer se fuera sin decirme nada de nada.
- Ahora que lo medito. ¿Por qué buscaban a esa mujer?
Preguntó el pelinegro mayor.
- Es… un asunto secreto.
Narut infló sus cachetes y se cruzó de brazos mientras enfocaba sus azules ojos a otra parte.
- Dobe, eres un tonto, ese monstruo casi acaba con tu vida. No dejaré que te vuelvas a arriesgar así.
Naruto miró sorprendido a Sasuke, sin poder creer lo que aquel le decía. Sus ojos se iluminaron pero inmediatamente recordó que la causante de que Sasuke se comportara así, era aquella loción que le había dado aquella bruja. Inmediatamente te puso triste y bajó su mirada. Ante aquello, Itachi aprovechó de acercarse y lo tomó del mentón para acariciar su mejilla que se empezó a colorar por la pena.
- Naruto, no deberías de ponerte así, luces más hermoso cuando sonríes de aquella manera que logra que el sol se opaque ante tu encanto y ternura.
Miles de flores se colocaron alrededor de los dos hombres, formando un corazón con sus enredares en un fondo rosa y miles de burbujas casi invisibles que flotaban alrededor.
- Basta de cursilerías, no vine hasta aquí para ver como mi idiota hermano se encima como una maldita sanguijuela a MI Naruto.
- ¡Que no soy tuyo, teme!
- ¡Me vale un pepino!
- ¡Teme!
- ¡Dobe!
Ambos se miraron, entonces, sorpresivamente, Sasuke toma a Naruto de los hombros y le planta un beso. El rubio reaccionó ante el acto sonrojándose por completo. Itachi precedió a separarlos y a colocar al rubio detrás de sí.
- Te prohíbo que beses a mi zorrito.
- ¿Tuyo? Dirás mío y solo mío.
- No soy de nadie, con un carajo.
- Naruto, ¿Qué son esas palabras?
Regaño mamá ganso… es decir, mamá Iruka.
- Pero, Iruka-sensei, ya estoy arto de que me traten así. No soy un pedazo de carne para que me traten así.
El mayor de todos, suspiró y miró paternalmente a Naruto y se acercó a el y lo abrazó, acariciando su cabecita mientras el menor correspondía al abrazo. Ambos Uchihas miraban la escena con celos. Ellos deseaban ser los que abrazaran al pequeño kitsune.
- Ahora, descansa, que yo me encargaré de que no te hagan nada ese par de pervertidos violadores en potencia.
- ¡Hey!
Dijeron ambos pelinegros. Mientras, Naruto se quedaba dormido y su sensei cuidaba de su sueño.