Londres. Noche de 1860, por la bella ciudad corría rumores de que un exitoso comerciante casaría a su único hijo varón con la hija de unos de los mas grandes mercaderes de allí, Light yagami hijo del comerciante Soichiro yagami se casaría con una de las mas bellas y adinerada mujeres de toda Inglaterra, Misa Amane hija de Shosuke Amane, es aquí donde todo empezó así que mi querido lector creo que debo preséntame, yo soy Yagami Light o lo que queda de el, mi historia comienza en abril de ese mismo año, yo solo tenia 20 años de edad y pronto como ya sabrán me casaría con una desdichada a la cual no correspondía.
Recibimos una invitación a una cena de parte de uno de los comerciantes mas exitosos de aquella época, Kira Listrembeck, esa era una oportunidad que no podíamos perder, el era muy buena influencia para los negocios.
Nos dirigimos a la reciente residencia del señor y la señora Listrembeck, era un enorme castillo blanco, un hombre salio en nuestro recibimiento, era mayor, tendría unos 75 años, con cabellos canos y lentes
-buenas noches mi señor los espera-nos dijo refiriéndose a nosotros-por favor acompañenme, soy watari y he servido a la familia Listrembeck desde hace mucho
Caminamos por un pasillo hasta dar a un salon, alli habia mas personas, todas personas de gran categoría, pero los rostros mas bellos eran los de la “familia” Listrembeck, el primero era el de Elizabeth la esposa de Kira, tan joven y tan bella, tendría unos 28 como máximo, cabellos largos de un color rubio plateado, labios rosáceos con la blancura de una piel de porcelana y sus ojos examinadores con un extraño fulgor violeta. Con pasos que harían ver a una bailarina torpe se acerco a nosotros, con una suavidad humanamente imposible.
-buenas noches, permítanme presentarme soy Elizabeth, un gusto-hizo una reverencia- permítanme presentarles a mis niños
Nos los presento uno a uno, todos eran bellísimos, el mayor presente se llamaba Mail Jevans pero le decían Matt, solo aparentaba unos 17, el segundo se llamaba Mihale Keeh pero le decian Mello el cual solo aparentaba 16, el ultimo era Nate River era llamado Near que solo parecía de14, su ultimo hijo no se encontraba aquí
-lo lamento pero Elle no pudo acompañarnos-dijo con un tono apenado provocando que sus mejillas tomaran un color rosáceo.
La reunión fue bastante animada, y en cuanto tuve la oportunidad escape hacia el jardín, no me gustaban las reuniones con tanta gente que usaba mascaras.
Entonces en un resplandor de luz de luna lo vi, ese ser tan bello que reconocí como Elle, tan bello, tan puro, tan frágil se veía con ese resplandor de luna que parecía producir, observe todo aquel pequeño ser sentado a las orilla del lago donde los cisnes se pavoneaban tratando de equiparar su belleza casi inalcanzable. Corrí a su lado cuando vi su cuerpo balancearse sin su conocimiento hacia el lago, atrapando su cuerpo antes de que cayese al lago apretándolo contra mi cuerpo.
Se sentía tan calido y su piel tan suave, su mirada obscura y profunda se cruzo con la mía por un segundo eterno, aprecie su rostro tan perfecto y no pude evitar que mi mano recorriera toda su faz provocando un suspiro de parte de sus deseables labios y sus ojos se cerrasen para apreciar mas el tacto, pronto mis dedos tocaron sus labios y como si fuese una señal nos aproximamos mutuamente pensando solamente en concluir ese trecho para llegar a la dulce ambrosía.
Sentí sus delicados labios rozar los míos con aquel dulce sabor a fresas silvestres, era algo tan mágico, pero todo tiene que acabar, escuche el chillido al cual me había familiarizado, al darme vuelta vi a Misa corriendo hacia mi con su alegría tan insoportable, sentí unos labios posarse en mi mejilla antes de que aquella figura etérea desapareciera.
-Light!!!! – la voz chillona de Misa me hizo reaccionar – que haces aquí solo!!??
Me sorprendí un poco aquella interrogante, que no había visto a la bella criatura a mi lado mientras corría?? Que acaso había sido todo una ilusión??, no yo lo senti, tuve su cuerpo en mis brazos, lo bese y lo toque.
- Vamos Light ya pronto será la cena!!- exclamo sacandome de mis cavilaciones.
Pronto la seguí, o mejor dicho me vi arrastrado hacia el gran castillo blanco, aun preguntándome si todo eso fue alguna vez real o si tan solo fue una jugarreta del destino impuesta para ver una ilusión, una muy bella ilusión.