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¿Dónde está el cachorro? por Kali Lakitu

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Notas del fanfic:

Este es un pequeño One-Shot de regalo, para una de mis mejores amigas: Lala

 

En realidad la historia llegó hasta ustedes gracias a ella. Nació como una sarta de incoherencias que escribí para relajarme y reírme. Entonces mi amiga la vio y me dijo que sería bueno publicarla Jajaja

 

Por cierto... había olvidado decir que no Yu- Gi- Oh! ni sus personajes son míos (aparentemente Dios no me quiere tanto como yo pensé ._.), y que hago esto sólo por ocio y para divertirme.

Notas del capitulo:

Es muy sencilla la historia, lo sé. Entonces tómenlo para esos días donde uno tiene un ratito para leer.

Jaja, igual y por momentos parezca no tener mucho sentido.

 

 

 

-¿Todavía te falta mucho?- era la tercera vez que Joey le hacía la misma pregunta a su pareja, pues aún siendo las 9:00 p. m., Seto Kaiba no se levanta del escritorio en su enorme oficina de Kaiba Corp.

 

-Lo siento Joey ¿dijiste algo?, es que no te escuché- Seto respondió distante, y en ningún momento dejó de teclear en su computadora, así que no pudo ver la cara de frustración de su pobre cachorro.- sólo tengo que revisar un par de asuntos más, pero no sé a qué hora pueda salir de la corporación. Deberías irte a casa, yo te alcanzo más tarde en la mansión.

 

Pero la mansión está vacía. Mokuba fue a casa de alguno de sus amigos, y aunque hay personas de sobra, son empelados. Joey no podía imaginarse pidiéndole a alguno que se quedara con él nada más porque se sentía solo. Tenía dos opciones: esperarlo en la mansión, o esperarlo en la corporación, haciéndole compañía de una u otra forma.

 

-No, mejor te espero.

 

-¿Seguro? Si llegara a surgir un imprevisto tendría que quedarme más tiempo, probablemente hasta duerma aquí…

 

-Si veo que se hace demasiado tarde, prometo irme en la limo y tener cuidado. ¿Te parece?- como todo el mundo ya sabe lo testarudos que pueden llegar a ser Joey y Seto, no es raro que ambos prefieran hacer un buen trato.

 

-Hasta las 10.- dice Kaiba aparentemente inflexible.

 

-Las 12.- corrige Joey con una ceja levantada.

 

-Las 11 está bien.- ambos asienten más o menos satisfechos.

 

 

 

-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-

 

 

 

 

11:30 p. m.

 

Una vez terminado el trabajo, Seto llama a la mansión para asegurarse de que Joey ya le espera allá. Sorpresivamente, al telefonear se encuentra con la noticia de que el cachorro no ha llegado a casa…

 

-¿Cómo que no está?- pregunta extrañado (más bien irritado) a la empleada que tuvo el infortunio de responder el teléfono.

 

-Lo siento señor Kaiba, pero el joven Joey no se encuentra.- el CEO respira profundo mientras se masajea la cabeza con la mano libre.- le avisaré que usted le busca en cuanto llegue a casa, ¿gusta que prepare algo para su llegada?

 

- No, está bien así. Gracias.- sin más, corta la llamada. Pasado un momento, camina con gran resolución a la pequeña habitación contigua a su oficina, esperando hallar al cachorro dormido o viendo la televisión como acostumbra cada vez que se queda esperándolo. Seguramente le dirá: “me dormí y no me di cuenta de la hora, ¿ya nos vamos a casa o todavía estás de workholic?” . Con un reproche en la boca, Kaiba se propone despertar a Joey… pero al abrir la puerta no hay nadie.

 

Preocupación, el cuarto está vacío.

 

Joey nunca sale sin decirle. Cuando no quiere interrumpirlo, por lo menos deja un post-it pegado en la tapa de su laptop, para que al cerrarla pueda verlo; esto es realmente inusual… así un sin fin de especulaciones pasan por la mente de Kaiba.

 

¿Y si al salir de la corporación tomó su Motocicleta o el transporte público en lugar de la limusina como es su costumbre? Joseph se distingue por ser bastante desobediente. Sin embargo, eso no tiene sentido, a tan altas horas de la noche es improbable que haya muchos autobuses y el cachorro no es tan descuidado ¿o sí?, supongamos que no. Entonces sólo quedaría la opción de la Ninja, pero las elucubraciones de Kaiba no sirven para calmarlo, porque pudo tener un accidente, pudo estrellarse en algún lado o contra un auto.

 

Peor aún… ¿Y si lo secuestraron?

 

Quizás al salir de Kaiba Corp. algún desalmado lo secuestró con fin de extorsionar al gran CEO, porque considerando la importancia que tienen Mokuba y Joey en la vida de Seto es de dominio público, esa posibilidad no es algo tan fuera de la realidad.

 

El terror del que fue presa hace un instante desaparece poco a poco. Vamos, él es Seto Kaiba, ¡es un genio! cómo va a ser posible que no encuentre a su cachorro.

 

Otra idea pasa por su cabeza. Una bastante obvia a decir verdad; tanto que se recrimina mentalmente un momento por no haberla pensado antes. De manera brusca vuelve a tomar el teléfono, está vez marca el número del celular de Joey. Espera un par de segundos que dan la impresión de ser eternos, y de nuevo esa sensación paralizante tensa todo su cuerpo cuando la inconfundible melodía que usa el cachorro como aviso de llamada resuena en la oficina.

 

Con desesperación contenida suelta la bocina y se acerca al sillón de espera que está a la entrada de la habitación. Allí, detrás de un cojín está el celular de su pareja. Seto mira el aparato, en cuya pantalla aparece “Kaiba cárcel”,  el nombre que le da Joey a la oficina de la corporación. Toma el teléfono y rechaza la llamada entrante. El CEO tiene la boca abierta, una ceja encarnada y aparentemente un tic en el ojo izquierdo. Finalmente regresa a su escritorio y cuelga el teléfono.

 

Bien, esto ha sido simplemente mala suerte. Lo más seguro es que Joey sí le haya hecho caso esta vez y esté en camino a casa, así que hora con la seguridad renovada se comunica con el chofer de la limusina que debió abordar Joey para regresar a la mansión.

 

- Roland…

 

-…Sí ¿diga?- la voz adormilada que le responde, rápidamente se convierte en una muy mortificada- ¡Señor Kaiba! Discúlpeme yo me… me…

 

- Usted se quedó dormido ¡Cómo se atreve a dormir mientras trabaja!- pocas cosas molestan más al CEO que las personas que él considera incompetentes. Dormir en horas laborales es algo imperdonable para todos sus empleados, si Seto da el 100% en su trabajo de Kaiba Corp., exige lo mismo de cada subordinado. Y aunque usualmente eso podría traer graves consecuencias para el pobre de Roland, en este momento Seto está más preocupado por otra cosa y decide pasar el incidente por alto.- Supongo que no ha visto a Joseph.

 

-No señor… de verdad lo lamento mucho. No me di cuenta en qué momento me quedé dormido, yo…- La paciencia de Kaiba está próxima a terminarse; es el tercer sitio donde no encuentra al cachorro. La verdad no tiene el humor de soportar excusas a su parecer, inútiles.

 

-Ya hablaremos de eso después, espere allí hasta que yo llegue, si ve a Joey llámeme. ¿Entendido?- regresa a su característico tono de voz, frío y cortante.

 

-Sí señor.

 

-Y Roland.

 

-¿Sí señor Kaiba?

 

-Trate de mantenerse despierto.- al momento de colgar una nueva suposición nace en la mente del genio de Kaiba Corp.

 En la sala de videojuegos. 

Usualmente Joey participa como tester de los posibles lanzamientos de la compañía, por lo que de vez en cuando pasa tiempo allí, entreteniéndose con los prototipos. Así, seguro de haber dado con el paradero del cachorro, Kaiba sale de su oficina y se dirige a la susodicha sala. No obstante, en el camino empieza a dudar de esa teoría, pues aunque las luces del pasillo se mantienen encendidas, una vez afuera de la habitación no se escucha nada tras la puerta de donde se supone que está su pareja… Joey puede ser todo menos silencioso.

 

Un suspiro pesado sale de su boca mientras que con una mano quita el cabello de su frente y lo echa hacia atrás en un gesto de frustración. De regreso en su oficina se ve algo alterado… necesita pensar. 

 

Muy bien Kaiba, es el momento perfecto para usar la lógica… quizás Joey se molestó porque Seto se quedó trabajando hasta tarde otra vez, salió de la corporación y se fue a casa de alguno de sus amigos; la primera persona que viene a la mente de Kaiba es Yugi. Rápidamente busca el número de su amigo entre los contactos del celular que olvidó el cachorro. “Yug” Sí, seguramente Joey se encuentra con el enano. Seto llama desde el pequeño aparato y espera

 

-¿…diga?- luego de un momento un adormilado Yugi responde.

 

-Motou, Joseph está contigo ¿no es así?

 

-No, Joey no está conmigo… ¿Kaiba? ¿Tienes idea de la hora que…?

 

-Sí, sé qué hora es, y si Joey no está en tu casa al menos ¿sabes en dónde está?

 

-No, no he hablado con él desde esta mañana… ¡¿No sabes en donde está Joey?!

 

-No Motou, no lo sé, si lo supiera ¿tú crees que te habría llamado desde su celular para buscarlo?

 

-No, tienes razón… ¡Kaiba no es momento para sarcasmos! Joey está perdido. No sé qué hacer, siempre pensé que si esto llegara a pasar tendría que llamarte a ti primero.

 

-Motou…

 

-Voy a llamar a la pandilla.

 

-Motou.

 

-No, mejor a la policía.

 

-¡Motou!

 

-¿¡Qué!?

 

-Cálmate, te llamaré si lo localizo.

 

-Pero Kaiba…- Seto cuelga el teléfono antes de que el enano de pelos parados siga diciendo insensateces.

 

Demos otra oportunidad a la lógica…

 

Esté en donde esté el cachorro, para llegar allí debió caminar por alguno de los pasillos de la corporación que están plagados de cámaras, por lo tanto es seguro que los encargados de vigilancia debieron verlo. Sintiéndose encerrado en un eterno deja vú,  llama al centro de control encargado de monitorear constantemente las actividades del personal.

 

-Central de vigilancia, buenas noches.- le responden respetuosamente del otro lado de la línea Joshua, uno de los jefes de vigilancia está consciente de que la única persona que se queda tan tarde en la corporación es el CEO, así que habla con cautela.

 

-Necesito saber la hora en que Joseph Wheeler abandonó el edificio.- Sin embargo, la petición que le hace, toma por sorpresa a Joshua.

 

-Señor Kaiba… Disculpe, pero Joey no ha salido de Kaiba Corp. - Un momento, esto sí que es raro, nadie (a demás del cachorro) se atreve a contradecir al CEO con tanta seguridad.

 

-Está usted muy equivocado, Joey no se encuentra en el edificio.

 

-Pero estoy seguro de que aún debe estar por ahí.- ¿Cómo es posible esto? Dos veces ¡Dos veces! Esta es la segunda vez que esta persona le dice a Seto Kaiba (la persona que más allá de ser el jefe mayor, cuenta con el poder de hacer su vida miserable o fabulosa) que está equivocado ¡Equivocado!

 

-Más vale que tenga buenas razones para contradecirme.- con un autocontrol que sorprende a cualquiera, Kaiba demanda amablemente una explicación.- Estoy esperando.

 

-Pues verá, resulta que Joey y yo nos conocimos en la cafetería, entonces nos hicimos amigos. Claro que eso pasó antes de que yo supiera que usted era su pareja, no piense que hubo algún interés oculto de por medio… si viera que buena persona es, siempre me cuenta cómo le va en la universidad, a veces hasta me invita a probar los videojuegos y cuando no estoy en turno, nos divertimos mucho. Otras veces viene a visitarme acá en la “súper torre vigía”… es que así le dice al control.- ¿Es que Joshua no sabe con quién está hablando? Tal vez no aprecia su trabajo… o su vida. Vamos, todos sabemos que en este momento camina en la cuerda floja, pero él no parece saberlo.

 

-Vaya al grano.- Kaiba no quiere explotar, no quiere.

 

-¡Ah! sí, bueno, entonces un día me dijo “A que puedo llegar de la oficina de Seto hasta aquí sin que te des cuenta” y yo acepté el reto, y ¿qué cree?... que sí puede, desde entonces cada que viene y sale sin usted, juega a esconderse de las cámaras y llega hasta aquí a decirme adiós, o si no se despide con la mano desde la cámara del estacionamiento que no hay forma de burlar y luego se va. Pero hoy no ha venido ni lo he visto en ninguna grabación, eso quiere decir que no se ha ido ¿cómo ve?

 

En este instante Kaiba se pregunta ¿Cómo es que no ha sacado a este humano tan insolente de la nómina de Kaiba Corp.? Pero la respuesta llega a él en un flash back…

 ¡Flash back!  

¡Producción...! ¿Nada? Ok, sin Flash Back. Sólo lo contaré y ya.

 

Una noche, parecida a esta, en la que Seto y Joey regresan de Kaiba Corp, el cachorro le pide al CEO de improviso que jamás despida a un tal Joshua, argumentando únicamente que es un amigo que hizo en la corporación con el que le gusta jugar cada que va por allá. Como en ese momento no parecía dañar a nadie, Seto accedió sin preguntar más.

 

-Su nombre es Joshua ¿verdad?- sorprendentemente el CEO se escucha algo mortificado.

 

-Wow Señor Kaiba es un honor que sepa mi nombre, pensé que el personal era más que invisible para usted.

 

-Sí, bueno… sólo dígale a Joseph que lo busco si habla con él o llámeme si sabe en donde lo encuentro.

 

-Pierda cuidado, que así lo haré.- más que aliviado Kaiba corta la comunicación.

 

Bien, este último incidente con el hombre de vigilancia es una especie de broma del destino, y haber llamado a Yugi puede ser considerado como un error, debido a un lapsus de desesperación causado por la repentina desaparición del cachorro. Pero es que da la impresión de que se lo ha tragado la tierra, se agotan los lugares donde puede estar, y para colmo ahora está la pandilla de súper amigos “confiaremos en el corazón de las cartas” alerta de seguro con linternas de mano gritando “Joey ¡Oh! ¿Dónde estás?” por todas las calles de ciudad Domino. Esto se está poniendo color de hormiga, al punto en que llamar a la policía no suena tan descabellado.

 

Muy bien, ahora sí es la hora de usar la imaginación desenfrenada, todo sea por localizar al cachorro…

 

Capaz y Joey se había puesto a jugar con su motocicleta en el enorme estacionamiento de la corporación y por circunstancias fuera del control del cachorro, el pequeño tanque de combustible de la motocicleta tuvo contacto con alguna llama y estalló en miles de pequeños pedacitos.

 

No, lo habría escuchado o el tal Joshua lo habría visto.

 

Probablemente Joey tenga un alter ego que se dedica a salvar a ciudad Domino por las noches, con ese extraño sentido de la justicia que tiene, sumado a su exagerado gusto por los héroes de los cómics pudo nacer una versión mejorada de súper can. No, Joey puede desarrollar otra personalidad o identidad, pero definitivamente no súper poderes, aunque un perro radiactivo lo hubiera mordido. Además, es imposible que lo mantuviera en secreto.

 

¿Y si sí lo secuestraron como fue una de las primeras posibilidades que tomó en cuenta Kaiba? Mas en lugar de ser alguna horrible persona o alguien que fue contratado por una compañía enemiga, se tratara de algún extraterrestre… puede ser, los Alien son medio famosos por andar agarrando gente que va caminando por la vida como si nada, y el cachorro tiene una gran debilidad por seguir las cosas brillantes. ¿Qué cosas le estarán haciendo? Más importante ¿lo van a regresar? Porque no importa de qué planeta sea, nadie le roba algo al CEO y se queda como si nada.

 

No, primero hay que agotar las posibilidades terrestres.

 

Posiblemente el cachorro fue presa de una broma físico cuántica, y fue absorbido por un hoyo de gusano que lo transportó al pasado, ¿Qué será de él en el mundo antiguo si la verdad nunca fue bueno en historia?… Peor aún si fue transportado al futuro; sin conocer a nadie y con lo troglodita que puede llegar a comportarse, no hay manera de que sobreviva, si es que aún hay sociedad o planeta, porque tal vez en el futuro al que fue transportado ni siquiera haya atmosfera y muera asfixiado a los pocos segundos de llegar.

 

¿Y si él está destinado a salvar el mundo futuro y hay una conspiración para asesinarlo?

 

 Sí, como en esa película de acción que tanto le gusta donde una máquina busca a una mujer llamada Sarah Connor…

 

No, también hay que agotar las posibilidades que pertenezcan no sólo a este espacio, sino también a este tiempo.

 

A lo mejor Joey caminó a la limusina, y vio un conejo blanco, con un reloj de bolsillo que repetía “voy tarde” y decidió seguirle hasta una madriguera, donde luego de muchas peripecias terminaría enfrentándose a una reina loca obsesionada con las cartas ¡No! ¡Joey es muy joven como para que le corten la cabeza!…

 

¿En Kaiba Corp.? Muy improbable, no hay madrigueras en las oficinas.

 

¿Y si su mala costumbre por fin surtió efecto? Siempre que está aburrido o quiere escapar de algún lugar dice Beetlejuce tres veces, y espera que venga alguien o espera ser absorbido. Seto aún no comprende bien el objetivo de ese tonto juego… Hablando de malas costumbres, dicen que el poder de la mente es en verdad desconocido, y siendo Kaiba tan inteligente, sería de esperarse que tuviera más poder mental que el promedio ¿no? Entonces puede ser su culpa; fueron tantas las veces que lo llamó perro para molestarlo y luego cachorro cariñosamente que terminó adquiriendo la forma de uno y ahora está en una perrera…

 

No, eso fue demasiado incluso para la inquieta mente del CEO.

 

Las ideas que tiene son tantas y en tan poco tiempo, que justo antes de terminar una, otra idea ya se está formando en su mente, lo que ha derivado después de ese espiral de probabilidades (o improbabilidades si me preguntan) en una horrible jaqueca.

 

-Estación de policía.- se escucha del otro lado de la bocina que Seto no se había dado cuenta que sostenía en la mano derecha.

 

-No encuentro al cachorro- dice en un hilo de voz.

 

-Disculpe señor, esta es la estación de policías. Aquí buscamos personas, necesita llamar a la perrera o control animal para encontrar a su mascota- le indica el hombre del otro lado de la línea muy extrañado por las palabras de Kaiba.

 

-¡No sea idiota, estoy hablando del cachorro!- exclama cada vez más molesto.

 

-Precisamente señor.

 

-Tiene idea de con quién está hablando… olvídelo, iré para allá.- responde y cuelga el teléfono de golpe.

 

1:10 a. m.

 

Más que consternado, Seto sale de su oficina a toda prisa. Ni siquiera ha tomado su portafolio. No encontró su gabardina por ningún lado y no se ha preocupado por su aspecto algo desaliñado de tantas veces que se tomo la cabeza en un signo de frustración; sólo puede pensar en el cachorro. Irá a la oficina de policía para que comiencen a buscarlo.

 

Llega a la limusina. Roland pretende salir a abrirle la puerta, pero con un ademán Kaiba lo detiene.

 

-Enciende el auto, vamos a la estación de policía y llevamos prisa.- le indica fríamente mientras abre la puerta del vehículo, pero lo que ve allí lo inmoviliza por completo.- ¡Cachorro!

 

-… ¿Seto…?- pregunta el rubio aún adormilado y hecho bolita en el enorme asiento de la limusina, usando su gabardina como cobija.- ¿…Ya acabaste?

 

-¡Joven Joseph!- Hasta Roland se ve sorprendido.- Señor Joey está…

 

-Sí, ya vi.- aborda la limusina.- Vamos a la mansión.- indica a Roland antes de cerrar.

 

-¿…Qué te pasó? Parece que alguien te metió en un frasco, lo agitó y te sacó así… ah, tomé tu gabardina porque hacía frío.

 

-¡¿Cómo?! ¡Eso no importa! ¿Cuánto tiempo llevas aquí?- Seto no sabe cómo reaccionar. Una parte de él se siente aliviada por haber encontrado a Joey y la otra quiere asesinarlo por haberlo llevado a ese extremo de preocupación.

 

-No sé, ¿Qué hora es?....-bosteza mientras se estira despreocupadamente y mira su reloj de mano.-… ¡Ay! Que tarde… no me mires así, a las 11 y cachito yo pensaba irme a casa pero llegué aquí y Roland estaba dormido, entonces se me hizo mala onda despertarlo.- Joey se asoma por la ventana y dice adiós con la mano a una de las cámaras.

 

Seto lo toma de la cintura y lo jala hasta que Joey queda sentado en sus piernas. El rubio se extraña por el abrazo del CEO; rara vez tiene esas muestras de afecto. Ellos no son una pareja del tipo romántico empalagoso.

 

-Cachorro, no vuelvas a haces algo así, ¿tienes idea lo preocupado que me tenías? es incorrecto hacer que la gente se preocupe por ti.

 

-Gracias, yo también te quiero Seto- responde con el sarcasmo que después de un tiempo  ha adquirido.

 

-En realidad fue más tu culpa que mía

 

-¿Mí culpa? Yo no fui quien se quedó toda la noche encerrado en la oficina.

 

-No te preocupes, tengo la solución perfecta para evitar que esto se repita

 

-¿Aja?

 

-Cachorro, he decidido que a partir de mañana usas correa.

 

 

 

 

Fin

Notas finales:

Jajaja, espero que se hayan divertido.

 

Gracias por leer.

 

 

Oh, vamos Lala, sé que te metiste a ver esto aunque ya lo habías leído Jaja Espero que te la pases lo mejor (o lo mejor que puedas) este día.


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