Ya los chicos Wammy´s se han acostumbrado a la presencia de esas dos personas tan raras que eran demasiado iguales. Una era un detective prodigioso, inteligente y con un intelecto increíble, la segunda era una persona peligrosa, esquizofrénica, y una copia infinita del joven antes nombrado.
Inteligentes, ingeniosos, todos eran así en ese lugar en el que cualquiera se sentiría incómodo; tanta disciplina, perfección y además de eso ser buenos en todo. ¿Eso era posible?
Pues sí, al parecer hay ese tipo de personas. Cada uno con sus mañas propias, sus cosas favoritas y sus maneras de pasar el día cuando estaban aburridos, aunque sin embargo algunas de estas mañas no eran "tan "habituales.
Mi nombre es Beyond Birthday y soy esquizofrénico,
No soy nada de atractivo mucho menos fotogénico
-Beyond, deja la mermelada en la cocina. - Ordenaba un señor de avanzada edad, ya cansado de comprar miles de potes de ese dulce y que en menos de algunas horas estos se acabarán.
El chico de cabellos azabache con ojos rojos y sonrisa macabra solamente lo ignoró y lo miró fijamente. Entonces salió corriendo de la habitación en un acto de esquizofrenia, buscando algo para divertirse entró al cuarto de la persona a la cual le ofrecía una gran admiración.
-¿L quiere jugar conmigo? - Le preguntaba de forma sínica y contenta, de pequeños brincos llegó al sillón donde estaba el detective este lo miraba de forma apacible.
-Juega con nosotros. - Volvió a hablar el chico con camisa manchada de sangre y restos de mermelada de fresa, señalando un punto ciego de la habitación. Fue cuando el otro volteó a ver de qué hablaba, el ojinegro con pronunciadas ojeras prefirió callar de nuevo.
Mi mejor amigo es un payaso que me aconseja,
tiene ojos de rana y vive dentro de mi oreja,
él habla mucho y a veces se molesta...
Cansado de esperar una respuesta se colocó encima de su modelo a seguir, muy cerca de su níveo, frío y pálido cuello volvió a repetirle la pregunta.
-¿L quiere jugar conmigo? -
Y cuando le pregunto cosas casi nunca me contesta...
L sonrió de forma forzada asintió con la cabeza, fue entonces cuando nuestro Beyond lo agarró fuertemente de la mano y juntos salieron de la habitación a una más oscura, más tenebrosa y solitaria. Pocos chicos de la Wammy's House sabían de la existencia de este cuarto, por eso mismo garantizaba silencio absoluto.
Los dos jóvenes se sentaron en el suelo que nadie ha limpiado jamás durante muchísimo tiempo.
-L no es alérgico al polvo. Ciertamente No, ¿verdad? - Comentó a voz libre mientras con una de sus manos hacía dibujos en el piso apartando esa gran capa sucia y espesa de suciedad acumulada.
L sin embargo odiaba cuando el chico de ojos rojos empezaba a hablar y a responderse a si mismo, era algo irritante que lo empezaba a poner nervioso, aunque jamás le molesto su presencia, porqué, aunque Beyond fuese peligroso y extraño, ha sido su mejor amigo desde mucho tiempo.
El azabache que esbozaba una sonrisa cómplice volvió a acercarse más y más al detective que intentaba no empezar a actuar como una persona nerviosa.
-¿Esta enojado conmigo, Señor? - Rió de forma traviesa mientras se alejaba esperando una respuesta, el otro prefirió callar para ver si era otra respuesta perteneciente a sus ya bastante comunes monólogos.
-Responde Joder! - Gritó cansado de hablar solo, una de sus manos se cerro en forma de puño, con la otra agarraba al detective de la blanca y limpia camisa.
-No, no lo estoy BB. - Respondió con una pequeñísima gota de sudor la cual no fue detectada por el otro. El chico que antes había deseado estamparle un buen golpe en la cara cambió de idea, todo lo contrario lo que hizo fue besarlo.
Besarlo de una forma salvaje y al mismo tiempo, tierna, desesperado por hacerse notar y que aquél joven lo escuchara y le respondiera cada vez que le hablase. Que jamás lo rechazará cuando decía sus deducciones al azar, que cada vez que dijese alguna cosa como "te quiero L, ¿L ama a Beyond? "este le contestará que sí, sin dudarlo ni una sola vez.
Sus lenguas se entrelazaron intercambiado sabores dulces, provenientes de la gran gama de alimentos con azucares que consumían ambos todos los días. Sabor a sangre, la cual era una de sus cosas favoritas, amaba ese sabor metálico y espeso, adoraba sentirlo bajar por su garganta junto a la mermelada, pero, nada le ganaba al sabor de la boca de su detective favorito.
-¿A usted le ha gustado esto? ¿Es verdad? A mi también. - Decía después de dar por acabado esa muestra de cariño al moreno, este completamente sonrojado, exhausto y sin aire, se atrevió a responder.
-Si. -
Sí era como una llave que abría muchas puertas, aunque el chico hablador no había parado de hablar, era como una demostración de que le alegraba que L hubiera aprobado la situación. No le importo que después de ese "Sí" el detective hubiera agregado un "Pero no es lo correcto. "
El moreno que intentaba ser cauteloso sabía porque decía eso, no era nada beneficioso para él enamorarse de una persona sangrienta y peligrosa tal y como lo era BB.
-Si te llegase a matar, ¿Él me perdonará? - Se preguntaba a si mismo en voz alta. L sonrió de forma tímida, ya se sabía esa pregunta de memoria.
-Si. -
Pero él da la vida por mí y yo doy la vida por él,
también sabemos que hay un desnivel
Dentro de nuestro redondel
Otra respuesta que a nuestro pequeño asesino le hacía feliz, se acercó de nuevo a él de esa forma en la que al detective le asustaba, con una mirada asesina que se veía desde la cuadra.
-Si L llegará a matar a esta persona, esta persona la perdonará. - Respondió feliz, manchando la camisa del otro con unos restos de mermelada, hizo que este se acostara allí mismo en el piso, el azabache no quería obedecer pero la cara maníaca de su amigo lo hizo cambiar de opinión.
-Ayúdame - Gritó enseguida. - ¿No eres el mejor detective? Hágalo! - siguió diciendo.
L no entendía nada, ya sabía que era esos ataques de ira y esquizofrenia de todos los días.
Pero no estoy mal del todo también hablo con la gente
digo muchas mentiras para jugarle con la mente
me gusta dar mal las direcciones del camino
para que la gente siempre llegue tarde a su destino,
-Beyond, escúchame...- Dijo apaciblemente.
-¿Eh? - Respondió el otro con una mueca de desaprobación y confusión.
-Salgamos de aquí. - Intentó convencerlo.
-No!. Quiero que me respondas. - Respondió amenazante, sacando de uno de sus bolsillos una navaja pequeña, con la cual empezaba a hacerse el mismo unas pequeñas heridas, solo para ver la sangre y saborearla un poco. L supo que era tiempo de salir corriendo del lugar, ya hace varios días que llevaba esas alucinaciones, y el final del día era un cuarto lleno de desastre.
Intentó agarrar la navaja pero en un movimiento brusco solo terminó cortándose, L intentó escapar con todas sus fuerzas, pero él sabía que su compañero también era fuerte.
Ven, acércate no te voy hacer nada
lo que parece sangre en mi camisa es salsa de tomate derramada y un poco de mermelada
ven amiguito acércate aquí las tijeras que traigo son para
cortar el jardín.
-Que oportuno. - Rió B de forma cínica, aprovechando que estaba encima del otro comenzó a lamer su cuello, en cada lugar en el que hubiera sangre, disgustando la escena, cierto rubio que tan solo observaba por un pequeño hueco del picaporte pudo notar los suplicas mínimas del detective, que sino fuese por el acto sangriento él estaría disfrutando también.
-Mhn...Beyond, ya basta. - Decía entre el asco la excitación y las ganas de que esto fuese un sueño y no la realidad.
-El cumpleaños de Beyond es en unos días, ¿Qué me regalará el detective L? Yo quiero que se auto-regale. Quiero su cuerpo y su alma...sí - Pidió el chico mientras se levantaba de forma alegre y a la vez decepcionada.
El moreno que todavía intentaba analizar las palabras que fueron pronunciadas y habían roto todo el ambiente anterior.
-Si no, ...BB se comprará su propio regalo, sin necesidad de que esté se auto-regale. - Gritó eufórico, salió de la habitación alegre y sin un peso encima.
El detective se tomó eso como una amenaza, y aún así se sintió alabado, pero jamás se auto-regalaría, eso es algo...enfermo, según sus principios.
Salió de la habitación, estaba anonadado, lleno de polvo, sangre y mermelada, cualquiera se imaginaría que estuvo divirtiéndose mucho, y aunque en una pequeña fracción así fue, sería una deducción incorrecta.
-Yo te vi - Dijo cierto rubio a las espaldas de L, este no volteó pero intentó prestarle atención al mismo tiempo que toda su cara volvía a sonrojarse por el simple hecho de que el chico los hubiera visto.
-Ah... ¿Y entonces? - Respondió tratando de demostrar desinterés.
-Entonces que, Dentro de dos días es el cumpleaños de ese loco. -
"¿Qué voy a hacer ahora? ...Se que él es capaz de hacer cualquier locura, lo más sensato sería hacerlo, sino sería muy egoísta además estoy un 65% seguro de que se vengaría se rechazara su petición..."