Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Verdadero Sabor de la Venganza por libel

[Reviews - 157]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola a todos lamento mucho la tardanza en la publicacion de este capitulo pero la verdad no tenia muchos animos de escribir por 2 motivos estuve muy enferma del brazo derecho, al grado de no poder sostener un lapiz, por eso no pude escribir tan rapido como deseara y la segunda es que murio alguien que yo amaba con el alma y su muerte me sumio en una gran depresion de la que poco a poco voy saliendo, no quiero tomar esto como excusa por eso pido disculpas a los que leen el fic. Bueno espero que les guste el capitulo y aviso que en la semana subire un nuevo fic sobre el papa de Haruhi que esta ligado este espero que quieran leerlo. Les mando un abrazo

Era una fiesta exquisita, llena con lo mejor de lo mejor, desde la comida hasta las personas o al menos eso era lo que la mayoría trataba de aparentar, pero por todos era conocido que en ese mundo de súper ricos los mas oscuros secretos y abominaciones se escondían detrás de la más noble familia e incluso de la cara más inocente. Ese era el caso de ella, la elegante ex matriarca de la familia Suou, todo aquel que la viera por primera vez se encontraría ante la imagen de una venerable anciana,  en su porte elegante podía verse la nobleza de sus antepasados, en su mirada la sabiduría que solo la edad te permite obtener, en sus labios las más acertadas palabras producto de una muy refinada educación, pero eso solo era una fachada, pues los leales servidores de la casa Suou tenían una opinión muy distinta; después de todo habían visto como la matriarca de los Suou condeno a su único hijo a la soledad, matando todas sus posibilidades de ser feliz, además de hacer miserable los últimos momentos de su vida. Pero no conforme con eso su maldad se había extendido a su nieto, al que no solo había humillado y maltratado desde que lo conociera, sino que le había arruinado la poca felicidad que había logrado obtener. Si los nobles servidores de la casa Suou contaran los secretos de la venerable dama dudaban que muchos de los allí presentes siguieran con esas muestras de respetos hacia ella.  

 

Habían sido pocos los sirvientes que habían seguido a Tsuna Suou a Estados Unidos, la mayoría de ellos prefirieron trabajar para los Ootori, cuando Kyouya-sama  les ofreció un puesto más digno y mejor pagado que el que tenían al lado de los Suou y no es que no apreciaran a sus  antiguos jefes, pero los que merecían esa lealtad ya no estaban, pues uno había fallecido y el otro se encontraba desaparecido. Pero entre los pocos que se quedaron al lado de esa irritante mujer estaba Shima-sama, el ama de llaves de la segunda mansión Suou. ¿Por qué esta honorable mujer estaba al lado de ese monstruo de persona? pocos conocían la respuesta, entre ellos Ootori Kyouya.

 

Tiempo atrás cuando Tamaki huyó, para Kyouya estuvo muy claro que todo eso era un plan, elaborado con el único propósito de separarlos, para dejar al rubio desprotegido y que Tsuna Suou consiguiera su más ansiado propósito, obtener un digno heredero para una familia que hace mucho había menguado. Claro que el pelinegro reconocía que la anciana le había asestado un golpe certero y profundo, pero él no se quedaría atrás, por eso contacto a Shima-sama, conocedor del profundo cariño que le tenía a su rubio esposo, pensó que podría contar con ella. La noble mujer acepto la tarea de proteger entre las sombras a Tamaki, primero desapareciendo todo rastro que la abuela Suou pudiera encontrar y después recolectando pruebas de sus fechorías.

 

En este trabajo llevaba ya tres años y aunque el éxito de su misión había complicado la búsqueda de Kyouya, podían darse por satisfechos con los resultados. Claro que vivían en constante alerta de que Suou-sama pudiera finalmente encontrar al rubio. Y fiestas como estas ponían en alerta doble a Shima-sama, conocedora de los alcances de la maldad de la matriarca Suou, sobre todo porque estas se habían intensificado en número y en invitados. Ella podía contar desde altos funcionarios del gobierno estadounidense hasta personajes de la nobleza, con los cuales la abuela Suou parecía querer entablar excelentes relaciones, el porqué era lo que le preocupaba a Shima-sama. Redoblaría sus esfuerzos de ser necesario, todo con tal de proteger a ese ángel rubio que se había ganado hace mucho su corazón.

 

#############################################################################

 

 -No creo que sea la mejor opción Hitachiin-sama, esto puede ser contraproducente-agitado el hombre pedía prudencia, comprendía lo que era tener un familiar en esas circunstancias pero esto podría traer consecuencias funestas que no se veía capaz de afrontar.

 

-No lo creo doctor tengo fe en que funcionara

 

-¿está dispuesto a arriesgar la salud mental de su hermano por una corazonada?-Kaoru enmudeció al escuchar esto, era verdad que su idea estaba basada mas en el corazón y en la fe que en la ciencia, pero por alguna razón algo le decía que funcionaria, que no se diera por vencido – le advierto que puede ser posible que la mejoría que hemos logrado con su hermano se vaya a la basura y que esta vez no sea posible ni siquiera un rayo de lucidez

 

-Estoy consciente doctor y créame he pensado mucho en ello, usted mismo lo dijo, que Hikaru se niega aceptar la realidad porque se está culpando de las cosas, entonces lo más lógico es que nos enfrentemos y que el pida perdón si con eso su corazón y su mente se tranquilizan

 

-Admito que dije eso, pero también le recuerdo que era una posibilidad algo que yo creía que podría ser lo que causara su estado, pero la mente es algo tan delicado que no sabemos cómo reaccione cada persona ante diferentes actos o estímulos, se lo suplico piénselo. No me haga creer que el amor que le tiene a su hermano se está acabando y esto es solo un acto egoísta

 

-¿Egoísta dice?-Kaoru se encendió ante las palabras del doctor-¿sabe lo que es tener a alguien aquí y ver como su vida se consume?, ¿como la persona que era se ha perdido?, ¿sabe lo que es añorar su presencia, vivir con el recuerdo de su sonrisa y ver que el futuro podría haber sido prometedor?, ¿saber que es su culpa que la persona que ama este aquí?…

 

El doctor se sorprendió ante lo último, vio en los ojos del gemelo de su paciente tanto dolor, que por un momento deseo no usar su fría lógica, esa que salvaba vidas, y utilizar su corazón para creer que la locura que minutos antes le había planteado el gemelo pudiera funcionar, pero fue solo un momento al final el tenía que ser objetivo y no dejarse llevar por sentimentalismos.

 

-Comprendo eso, pero le repito tengamos paciencia

 

-No puedo, ya son tres años y veo que Hikaru no quiere avanzar y que es eso lo que realmente lo detiene, aun sin saber de psicología me he dado cuenta que su mayor obstáculo soy yo… por eso quiero intentar esto y si no funciona tomare la decisión de alejarme hasta que él decida que me quiere en su vida… por favor se lo suplico

 

-Está bien pero usted será responsable por lo que pase…

 

-Créame mas responsable no puedo ser…

 

Y así era como Kaoru se sentía realmente, culpable, porque en el fondo sabía que había empujado a su hermano a la locura que hoy lo consumía, no que él fuera el artífice de todo, pero había terminado por darle el empujoncito que faltaba porque aun a sabiendas de lo que podría suceder, había instigado la búsqueda de la verdad, aunque esta golpeara a Hikaru con toda su fuerza causándole un horrible sufrimiento; en el fondo también había querido que pagara todo el dolor que le había causado, aun recordaba que a pesar de la nobleza de sus sentimientos instó a Honey a continuar con la lectura de ese diario maldito, ignorando la mirada de advertencia que el pequeño rubio le daba… había llevado todo hasta las últimas consecuencias y ahora este era el resultado… el martirio de tres años que esperaba hoy diera fin.

 

El doctor lo condujo hasta el area en que su hermano reposaba, las horas de visita aun no comenzaban pero él esperaba poner fin a esto lo más pronto posible.

 

Hikaru no esperaba recibir visitas hasta en la tarde, aunque sabía que sus amigos se preocupaban por él, era consciente de que tenían otras obligaciones, Kyouya con su empresa y con la madre de Tamaki, Honey y Mori con su hijo, el cual parecía no querer aceptarles o al menos era lo que captaba de sus conversaciones; se había negado a conocer al niño y sus amigos se habían mostrado de acuerdo, después de todo ese pequeño representaba lo que pudo haber sido su vida al lado de Haruhi y no valía la pena pensar en eso, no era bueno para su sanidad mental.

 

Sonrió para sí consciente de sus pensamientos, sabía que la cordura había abandonado su cabeza desde hace mucho, no se había negado a que sucediera después de todo los monstruos como el no debían andar sueltos, no si lo único que sabían hacer era causar dolor. Pensar en el dolor era pensar en sus culpas y hacer eso era evocar a Kaoru, su lindo hermanito al cual le había arruinado la existencia, al cual había hecho sufrir… era mejor permanecer ahí para siempre si con eso le evita más dolor a su hermano, se lo debía, merecía la vida que egoístamente el había truncado…

 

La habitación era muy diferente a lo que esperaba, demasiado sencilla si lo comparabas con las habitaciones de su mansión, pero ideal para la relajación, sus colores eran suaves y no había dentro más mobiliario que una cama y un sillón. Desde que su hermano ingresara a la clínica nunca había entrado en ese lugar. La cama se veía cómoda y en ella recostado estaba su hermano; nada más entrar ellos  se puso en pie, mandándoles una mirada de temor que se acrecentó al ver al doctor Kimura, que era su médico tratante.

 

Kaoru lo contemplo percatándose una vez mas de las diferencias que ese tiempo obrara en el, en primera el cabello le había crecido hasta los hombros, parecía sedoso además de reluciente, prueba de que recibía un buen trato en ese lugar. Después seguía la figura, ahora más estilizada que antes, la piel continuaba siendo pálida y los ojos brillantes pero con una sombra de tristeza que no quería desaparecer.

 

-Debo pedirle una vez más que tenga paciencia y que piense en las posibles consecuencias de esto-el doctor insistió al ver la cara de Hikaru-no nos arriesguemos inútilmente.

 

-Y yo debo recordarle que estoy consciente de lo que hablamos, pero aun así deseo intentarlo y tiene mi promesa de que cumpliré con lo que ya le he mencionado.

 

-Veo que no puedo convencerlo, bien que se haga su voluntad Hitachiin-sama, quiere que me quede o desea hablar a solas con el paciente.

 

-Le agradezco su interés en mi hermano, por favor déjenos solos

 

-Está bien de todos modos si algo sale mal oprima el botón-señalo un timbre cercano a la puerta- con permiso.

 

Hikaru le dedico un instante de atención antes de aislarse como solía hacer siempre que él lo visitaba.

 

-Hermano no voy a quitarte mucho tiempo, se perfectamente que me estas escuchando, deseo que hablemos- Hikaru ni siquiera se inmuto, le dio la espalda y fingió ver la pared como si fuera lo más interesante del mundo esperando que como siempre su hermano desistiera y se marchara. Pero eso no ocurrió, Kaoru lejos de alejarse como había hecho en otras ocasiones, se acerco a él pegando sus cuerpos, de forma que Hikaru fuera consciente de su presencia, su olor lleno nuevamente sus sentidos aturdiéndole momentáneamente. Se sentía bien la sensación de estar una vez más juntos.

 

Trato de alejarse al percatarse de la situación, sus nervios se alteraron ante la cercanía que despertaba un cumulo de sensaciones antes ignoradas. Kaoru consciente de lo que su hermano haría se abrazo a él con mayor intensidad, gozando el momento, inhalando su aroma, impidiéndole de este modo seguir huyendo.

 

-Hikaru quédate quieto, necesitamos hablar, por favor-rogo con la voz enronquecida por el deseo, porque tenerlo tan cerca había despertado el deseo dormido por tanto tiempo. Hikaru fue consciente, también, de lo que este simple acercamiento le estaba haciendo y temeroso de volver a herir a su hermano lucho por alejarse, presa de un pánico creciente. Kaoru cerró los ojos herido por el rechazo, recordando sensaciones ya vividas, solo que esta vez era diferente, esta vez los papeles tendrían que invertirse para recuperar el equilibrio perdido entre ellos.

 

-¡Deja de moverte, necesitamos hablar y tu vas a escucharme!- su voz sonó demandante y autoritaria e intensifico su agarre sobre su hermano.

 

-No quiero- soltó por fin, sorprendido por el tono de voz del que recordaba era su adorable hermano, quien siempre fue más tranquilo y tierno que él-Déjame

 

-Bien es un avance, pero me temo que no, date la vuelta amor, ¡vamos!-un poco renuente Hikaru termino por hacerlo, pero no hizo contacto visual con él- Eso es, sabes Hikaru han sido 5 años de mucho dolor para mi, dolor que tu provocaste en su mayoría. Si, no te sorprendas no vengo a compadecerte ni siquiera voy a justificarte por lo de Haruhi, ¿sabes a que he venido?

 

-N nn no-titubeo demasiado sorprendido, pero sobre todo herido por las palabras de Kaoru, el había pensado que su hermano nunca lo perdonaría, pero siempre albergo la esperanza de obtener su perdón, pero al parecer era inocua-Suéltame por favor…

 

-Está bien, el motivo de mi visita es que no deseo que permanezcas en este lugar, ya ha sido suficiente tiempo el que has estado escondiéndote aquí-firme y serio por fuera, aunque temeroso por dentro, Kaoru rogaba porque el médico no tuviera razón y esto acabara con su hermano, pues su rostro demostraba una desesperanza tan profunda que temió que esta nunca pudiera irse.

 

-Pee pe Pero Kaoru, ¿por qué quieres que regrese? aquí estoy bien, aquí no te hago daño. No me quiero ir…

 

-Te equivocas, si me lo haces y tienes responsabilidades que llevar a cabo o ¿acaso piensas abandonar las empresas?, yo no puedo con todo.

 

-Kaoru no esperaras que yo me haga cargo de eso, cuando sabes que estoy loco…

 

-¿Loco? No Hermano-se rio- tu lo que eres es un cobarde Hikaru, pero loco créeme no estás, sino ¿por qué sabes cómo razonar tu defensa? una persona loca no tiene raciocinio y en cambio tú has trazado un plan más que perfecto para evadirte de la culpa y no enfrentarme, ¿no es así hika-chan?

 

El aludido prefirió callar, consciente de que era verdad, no es que estuviera enfermo, es que no quería tener esa conversación que ahora parecía tan evidente, no quería enfrentarse al odio de su hermano, no cuando había aceptado una verdad a la que se había tenido que negar desde que eran unos niños.

 

-Veo que no contestas, ¿ahora has quedado mudo?, ¿a eso te aferraras para no tener que contestarme? Sabes Hikaru estoy cansado de toda esta situación, he esperado pacientemente a que te decidas a continuar, pero veo que no tienes ganas de hacerlo. Te juro que me iba a dar por vencido pero encontré algo que hizo que desistiera de abandonarte ¿quieres saber que fue?

 

Solo el silencio fue su respuesta pues su hermano se había negado a pronunciar palabra, estupefacto ante lo dicho, confuso ante la situación. Las emociones de Hikaru eran legibles en su rostro, no pasando desapercibidas para Kaoru, que noto el cambio inmediato cuando le mostro la carta que había rescatado un día antes.

 

-¿Reconoces esto?, te aseguro que no le habría prestado atención, pero está dirigido a mí, así que me tome el atrevimiento de leerlo, dime ¿es verdad todo lo que dice?, ¡contesta maldita sea! ¿Es verdad?

 

Salvo la distancia entre ellos y lo sacudió por los hombros en espera de que respondiera, hasta que aturdido y vencido porque uno de sus mayores secretos estaba al descubierto asintió, derrumbándose en los brazos de Kaoru que sonrió pues la primera parte de su plan estaba hecha, esperaba que la siguiente tuviera éxito.

 

-¿Por qué no me lo dijiste antes? si lo hubieras dicho esto no hubiera pasado.

 

-Perdóname Kaoru, sé que soy un monstruo siempre lo he sido, siempre sentí eso por ti, siempre supe que te amaba, pero no estaba bien y mama y la abuela dijeron y cuando Haruhi llego pensé que podía, que tu…-los sollozos interrumpieron sus explicaciones mientras se perdía en el recuerdo de la vez en que había escrito esa carta….

 

Flash Back

 

Hikaru contemplaba a su hermano que dormía en su cama, como si fuera un ángel, ajeno a la contemplación de la que era objeto por parte de él, que se lo comía con la mirada; desde que tenía uso de razón su hermano siempre despertaba sus más intensas emociones; su primer sonrojo, su primera excitación, su primer sueño húmedo, incluso su primer beso aunque Kaoru no había estado consciente, pues dormía profundamente cuando eso había sucedido.

 

En su interior tenía la certeza de que su destino era estar juntos, que no había nadie más que llenara su corazón. Desde pequeños se sabían la mitad del otro, por eso cuando en uno de sus viajes familiares acudieron a una tienda de antigüedades, él se había enamorado de un anillo de oro y de su leyenda, pues según el vendedor el anillo había pertenecido a unos gemelos que habían sellado su promesa de amor con él. Demás está decir que a su madre y a su abuela no les agrado la idea de que lo comprara, más que nada por el significado real que pudiera tener en los sentimientos de ambos chicos.

 

Por eso estaba escribiendo sus sentimientos en ese pedazo de papel, sabía que era algo cursi pero quería dejarlos por escrito como prueba tangible de su compromiso hacia su hermano. Tan concentrado estaba que no escucho cuando tocaron a la puerta hasta que la sirvienta entro, avisándole que lo solicitaban en el salón.

 

-Hikaru siéntate-al entrar a la sala sus padres y abuelos lo esperaban, su padre siempre había sido prácticamente invisible, pero ahora notaba su presencia de una forma alarmante, su madre siempre despreocupada lucia muy seria. Su abuela lucia severa y su abuelo parecía triste y meditabundo. Saludo tenso

 

-Queremos hablarte de algo, no pudimos dejar de notar tu interés en la historia de ese anillo, tus sentimientos hacia tu hermano son de origen fraternal ¿verdad?

 

-Amo a Hikaru con todo mi corazón mamá, es mi otra mitad y yo se que él siente lo mismo-sorprendidos los adultos no creían lo que ese muchachito había soltado sin un atisbo de vergüenza.

 

-Pero ¿es que te has vuelto loco?, ustedes son hermanos, no está bien…

 

-¿Por qué mama?  Kaoru y yo siempre estaremos juntos yo se que él me quiere

 

-Claro como a un hermano no como a una pareja Hikaru, ¡eso que sientes no está bien, estas equivocado!, ¡eso es monstruoso!-La cara de Hikaru cambio ante lo dicho como un sentimiento tan bello podría ser tan malo.

 

-Pero abuela, madre, se lo que siento y no es malo, aunque seamos niños sabemos que esto es real- se señalo el pecho horrorizándolos. El abuelo era consciente de que sus nietos sufrirían más adelante por esa decisión, que sin tomarlos en cuenta, ellos habían considerado como solución.

 

-Hikaru eso que dices sentir es amor-sorprendió a todos la abuela-pero solo amor fraternal no romántico, no amor de pareja, queremos que te des cuenta. Eres un niño tu mismo lo reconoces, por eso aun no sabes la diferencia, sabemos que eso te ha confundido- el tono de serenidad y madurez de su abuela confundió a Hikaru, que al fin niño de 10 años era manipulable- nosotros solo queremos lo mejor para ustedes…

 

-Abuela yo sé…

 

-No Hikaru no sabes y te pedimos que no comentes esto con Kaoru…

 

-¿Por qué?

 

-Te imaginas el daño que le causarías si con el paso del tiempo llega a ti una persona especial y te das cuenta que lo que te estamos diciendo es verdad, que solo es amor de hermanos, Kaoru sufriría mucho y tú no quieres eso ¿verdad?

 

-No, pero yo de verdad amo a Kaoru abuela, nunca le haría daño.

 

-Se lo harás si sigues por ese camino… porque por protegerlo haremos todo lo que esté a nuestro alcance-la anciana sonrió sabiéndose ganadora de esta discusión, a su lado los padres de los gemelos habían entendido la forma de disuasión que la abuela tan brillantemente había ideado. Hikaru confuso apenas y llegaba a captar que lo que hicieran sería muy malo para ellos.

 

-¿Que harías abuela?

 

-Kaoru y tu tendrán que separarse, a él lo enviaremos a un internado en Suecia y a ti te dejaremos en el instituto Ouran, se que entiendes lo que estoy diciendo y que sabes que lo hacemos por tu bien…

 

-Eso es injusto abuela… no puedes

 

-Si puedo y lo haremos -dijo observando a su hija y esposo que asintieron a sus palabras-decide

 

-Está bien abuela, te hare caso, pero no te lo lleves-sus lagrimas conmovieron al abuelo mas no a su madre que respiraba aliviada. El anciano decidió acercarse al niño que pidió permiso para retirarse.

 

-Hikaru espera un momento

 

-Ah abuelo me asustaste no te vi-las lagrimas seguían manchando su rostro, su abuelo abrazo su pequeño cuerpo procurando darle el mayor consuelo posible

 

-Lo siento Hika-chan perdónanos, pero las razones de tu abuela son validas-el niño asintió-no quiero que sufras, ni tampoco quiero que lo haga Kaoru. Concuerdo con tu abuela, aun son pequeños para saber si lo que sienten es real, por eso toma esto como un periodo de prueba, si pasa el tiempo y tus sentimientos siguen ahí, serás libre de gritarlos a los cuatro vientos, pero sino al menos no habrás herido a nadie con ellos. ¿Entiendes Hikaru?

 

El niño sopeso lo dicho por el anciano, que parecía hablarle con el corazón y asintió, no le diría nada a Kaoru, pero terminaría esa carta para él, en recuerdo a este sentimiento que estaba seguro perduraría mas allá del tiempo.

 

Fin Flash Back

 

El llanto se hizo más intenso al rememorar esos sentimientos de vergüenza que el tiempo y la abuela contribuyeron a crecentar en su interior, porque ese amor no se había esfumado tan fácil, requirió de todas las habilidades de su madre y abuela lograr que se refugiara en Haruhi. Y su propia confusión lo empujo más y más a los brazos de la chica. Y aunque cuando sus padres y la abuela fallecieron pudo haber dado marcha atrás, Haruhi se había metido en su alma como jamás hubiera pensado.

 

-Shhh Amor tranquilo-Kaoru se sentía triste al saber que de algún modo la intervención de su familia había torcido sus caminos, aunque eso no exculpara del todo a su hermanito.

 

-Kaoru perdóname… siento tanto haberte herido…

 

-¿De verdad Hika-chan?, ¿de verdad dejaremos esto atrás?…

 

-Sí, lo haremos-la serenidad en su voz mando falsas esperanzas a Kaoru, que se felicitaba por no tener que presionar de otro modo a su hermano- Kaoru vete y sigue adelante, olvídame… Continua con tu vida, yo dejare de ser una molestia por favor…

 

-¡No!, veo que aun no entiendes, Hikaru no voy a perdonarte nunca-las palabras fueron como un puñal para el mencionado que sintió su mundo quebrarse

 

-Se que no merezco tu perdón hermano, lo siento

 

-Claro que no, porque no te lo has ganado, así que si quieres mi perdón y que yo pueda seguir adelante tienes que pagarme todo el daño que me causaste.

 

-¿Cómo puedo hacer eso? ¿Acaso no es mejor que me olvides?

 

-No, yo no puedo pasar la página, sino sano todas las heridas que me causaste, así que ya sabes si quieres mi felicidad empieza a resarcirme…. -La confusión inundo a Hikaru, que solo atino a abrir los ojos cuando su gemelo acorto una vez más la distancia y empezó a besarle de manera demandante, cortándole de ese modo la respiración.

 

-Espera ¿qué haces?, ¡no! -trato de separarse de él, pero Kaoru siguió besándolo, mientras empezaba a  acariciar la piel a su alcance, colándose sus manos bajo la playera que llevaba puesta y pasando después a bajarle los pants. Hikaru asustado por el rumbo de los acontecimientos, no concebía que después de lo que habían hablado Kaoru quisiera tener sexo, empezó a retorcerse y tratar de zafarse.

 

-¡Estate quieto Hika-chan! esto aun está empezando

 

-¡Suéltame Kaoru!, ¿qué te pasa?

 

-Ojo por ojo y diente por diente-esas palabras congelaron a Hikaru que comprendió entonces las acciones de su hermanito, que continuo desnudándolo y marcando su piel con una reguera de besos; Kaoru se iba a cobrar todo lo que le había hecho para de esta forma estar en paz y al parecer lo primero que se cobraría seria la pérdida de su virginidad; porque había sido él,  el primero en su vida.

 

Las caricias aumentaron de nivel, las manos tocaron lugares antes inexplorados, mientras él solo se quedaba estático, consciente de lo que realmente significaban esas caricias y lloro por primera vez al comprender, lo que su hermano sintió en aquella ocasión. Kaoru observo sus lagrimas se sentía fatal al hacer algo como esto, pero al parecer era el único modo, por el momento, de llevarse a su gran amor de este lugar, además sentía un extremo placer al saberlo por fin suyo.

 

Un intenso dolor se apodero de Hikaru al sentir el miembro en su interior, al mismo tiempo un innegable placer empezó a nublarle los sentidos, haciéndole gemir incansablemente el nombre de su hermanito, cuando las embestidas comenzaron, primero lentas para darle oportunidad a acostumbrarse y después rápidas para llevarlo a la cúspide del placer. Minutos después de eso los fuertes brazos de Kaoru lo envolvieron invitándolo a relajarse, lanzándole la pregunta que podría regresar el curso de las cosas al camino correcto o al menos a uno que los condujera a la felicidad.

 

-Bien Hikaru, resarcirás el daño que me hiciste ¿sí o no?

 

Hikaru se quedo viendo a la nada sopesando las posibilidades, no sabiendo si era la decisión correcta o no, solo asintió en muda respuesta, dispuesto a pagar en algo el sufrimiento infringido.

 

################################################################################

 

-¡Es que es una estupidez, una soberana y grandiosa estupidez!-un pelinegro se frotaba la cabeza, en un intento de calmarse, era increíble que su amigo se negara a hacer algo.

 

-Deberías calmarte Takashi

 

-Y tu deberías hablar con él y hacerlo entrar en razón-el rubio negó suavemente-¿acaso no piensas hacer algo?… es que es tan estúpido

 

-Lo sé, pero me propuse no intervenir, es decisión de Kyouya si quiere o no ir tras Tamaki, entiéndelo

 

-Pues no lo hago, debería ir tras el

 

-Creo que Kyouya no lo ve así, el piensa que hace lo correcto y créeme entiendo su punto de vista

 

-¡No lo puedo creer, estás de acuerdo con él como siempre!

 

-No es así, de verdad creo que Tamaki debe regresar pero..

 

-¿Pero?… no hay un pero, Tamaki debe volver a casa con los suyos, Kyouya tiene que ir por el…

 

-Debemos respetar la decisión de Kyo-chan y no meternos

 

-¡Eso quiere decir que dejaremos todo como esta!, aun y cuando eso signifique no ver a Tamaki por el resto de nuestras vidas, aun cuando René no sepa que es el heredero de una gran fortuna y que Tamaki no tiene necesidad de trabajar para mantenerle, ¿es que no haremos nada?- el pelinegro miro a su esposo con tal desesperación que este no pudo evitar perderse en esa nueva faceta tan impropia de su acostumbrado carácter taciturno.

 

-Se que no es lo mejor, pero has pensado que Tama-chan no quiera volver, que tal vez es feliz ahora y que nos ha olvidado…

 

-Eso es porque no sabe que Kyouya es inocente, que no intento quitarle a su hijo…

 

-Lo sé Takashi, créeme que quisiera obligar a Kyo-chan a ir, pero no puedo

 

-¿Por qué?- un suspiro abandono la boca de Honey, sus ojos se quedaron fijos en la decoración de la sala en la que se encontraban; evitando así, mirar directo a ese hombre que amaba con todo su corazón. El silencio a su respuesta fue comprendido de inmediato por Mori- ¿así que es por eso, crees que ya hice suficiente para separarlos?

 

-No Takashi, no es eso, sabes que no fue tu culpa, tu solo querías ayudar-trataba de calmarlo, sabía que Mori se sentía en extremo culpable.

 

-Déjalo Mitsukuni, se que tienes razón y que gracias a mi las cosas están como están; es por eso que quiero que estén juntos, no solo porque eso aliviaría mis culpas, siendo sinceros, sino también porque merecen ser felices.

 

-¿Que está pasando aquí?-una vocecita interrumpió la escena, los adultos tan inmersos en su conversación no se dieron cuenta que habían alzado la voz y que parecía que discutían a gritos. Llamando la atención del pequeño Satoshi, que siempre andaba en busca de su padre cuando este se encontraba en la casa.

 

-Nada cielo, solo estábamos hablando

 

-¡No es cierto!, ¡tu discutías con Papá!- señalo acusándolo con el dedo- no te voy a dejar que seas malo con el.

 

-No discutíamos cielo, te lo juro

 

-No seas mentiroso, yo te escuche-se acerco al centro de la sala, pues había permanecido en la puerta, con mirada recelosa y aun apuntándolo con su pequeño dedo- eres malo con mi papá, si yo fuera él me conseguirá alguien mejor que tu

 

-Lo siento por no ser lo que esperas-Honey le miro dolido, era verdad que no podía hacerle caso al niño. Sobre todo por la situación por la que atravesaban con él, pero a veces esas pequeñas palabras lograban herirlo más de lo que pensaba,  porque estaba deseoso de demostrarle cuanto le amaba sin recibir un rechazo de por medio- me retiro hablamos después- se levanto del cómodo sillón en el que estaba, intentando no mostrarse herido ante el niño, solo Mori supo leer el dolor en su mirada.

 

- ¿Adónde vas?-atajo el niño-discúlpate con papá ahora

 

-Basta Satoshi-intervino por fin el pelinegro también dolido por la discusión anterior, pero sobre todo por el comportamiento de su hijo- Tu papi no tiene porque disculparse sino yo… Mitsukuni lo siento

 

-No importa Takashi, debo ir a ver a Kyouya, después hablaremos.

 

-¡No!, ¡dije que te disculparas!-el pequeño castaño se atravesó impidiéndole la salida del lugar, por su cara se leía el enfado y es que tenía la idea de que si su papi no se disculpaba su papá podía abandonarlos y eso tal vez haría que su papi lo regresara al orfanato y aunque no lo quería ni un poquito, no quería dejar de verlo.

 

-Está bien lo siento Takashi, lo siento cielo por asustarte-se acerco al niño hincándose a su lado y abrazándolo, procurando calmarlo-Te quiero cielo, voy a salir a ver a tío Kyouya, pero al rato regreso para que cenemos juntos ¿ok?

 

-Ok-se le escapo-pero ¿por qué ves tanto a tío Kyouya?, tu solo te debes dedicar a mi papa-viéndolo enfurruñado-¿o es que vas a abandonarnos por él?-su carita cambio a preocupación, Mori se asombro por los pensamientos tan celosos de su hijo, tal vez lo que su honey decía era cierto, Satoshi realmente lo quería, solo que aun no podía entender toda esta situación en la que su verdadera madre lo había envuelto.

 

-No claro que no, además de que tío Kyouya está casado

 

-Lo sé, pero su esposo no está con él y puede…

 

-Ya basta Satoshi, Kyouya no tiene nada con tu papi y la disculpa no era necesaria. Te he dicho que dejes de atosigar a tu papi-el niño le miro dolido por el regaño y salió corriendo

 

-Deberías hablar con él, de verdad no era necesario el regaño

 

-Lo sé, pero Satoshi debe entender que lo amamos, me estoy desesperando por que entienda como son las cosas.

 

-Está bien, pero habla con él y tranquilízale

 

-Eres un ángel, no sé qué haría sin ti. Te amo Mitsukuni, por ti abandonaría todo- el pelinegro se aproximo al rubio compartiendo un beso lleno de dulzura y pasión, perdidos en el momento ninguno reparo en el pequeño niño que se había quedado escuchándoles afuera de la habitación. El pequeño asustado por las implicaciones de esa frase derramo  silenciosas lágrimas, para después enfilar rumbo a su cuarto.

 

################################################################################

 

-Hace un día estupendo ¿no, René?- en respuesta recibió una risa ligera del pequeño pelinegro que cargaba en sus brazos rumbo al parque cercano a la casa de Tamaki-si lo sé, yo también estoy feliz de tener un día libre. Tu papi es un tirano que no da días libres, creo que lo demandare… ouch eso ha dolido-se sobo dolido la cabeza donde había recibido el golpe, que un guapísimo rubio le propinara.

 

-Te lo mereces por hablarle mal de mí a mi inocente bebe, ¿verdad cielo?-el niño sonrió asintiendo, era un bebe muy listo tan parecido a su padre en eso, que el rubio no podía evitar sentirse triste y lleno de orgullo.

 

-Hey es cierto que te demandare con derechos humanos

 

-Así y eso ¿Por qué?

 

-Por no sacar a pasear más seguido a este inocente niño- señalo al niño

 

-Estás loco, Ian- por fin llegaron al parque, acomodándose en una banca aledaña a una caja de arena, donde comúnmente jugaba René; Tamaki deposito al pequeño dentro, ahí ya lo esperaban sus amiguitos. Cerca estaban sus papas que saludaron animosamente al rubio.

 

-Hey Tamaki ¿cuando le dirás que si a ese bombón?-se acerco una mujer regordeta, madre de una pequeña de dos años que solía jugar con su hijo

 

-¡Cómo!-la sorpresa en su rostro fue sustituida por la vergüenza cuando Ian respondió por el

 

-Es lo mismo que le digo excelentísima Isabel, pero parece que aun no comprende que soy lo mejor y no hay quien pueda igualarme- Tamaki quedo mudo ante esa presunción, aunque rio divertido le pareció recordar a otra persona en esa actitud. Se despidieron de Isabel para regresar a la banca donde ya se había instalado el castaño. El cual pareció volver al ataque en cuanto tomaron asiento- ¿Te molesto lo que dije?

 

-Claro que no ¿por qué habría de molestarme?-al ver la cara del ojiazul comprendió- Ian no te apures se que solo bromeabas

 

-Sabes que no bromeo yo realmente siento algo por ti tu sabes que estoy ena…- no termino la frase pues fue cortado por un beso, que le sorprendió, no por el beso en sí, pues ya se habían besado antes, sino por los sentimientos que percibió en el-Tamaki ¿estás seguro?

 

-Lo estoy Ian, de verdad yo te… -El sonido de un flash cercano, alerto a Tamaki, que regreso a ver alrededor buscando. Durante estos tres años desde que escapara de Japón, el miedo  a ser encontrado se había instalado en su alma, por eso el primer año, antes de que conociera a Ian, cambiaba de residencia y de trabajo cada semana; para que no pudieran detectarlo se pinto el cabello, pero hacerlo era un suplicio y decidió dejarlo. Aunque con el paso del tiempo su paranoia fue bajando aun tenía mucho cuidado con los sonidos y las personas que se relacionaban con él.

 

-¿Que pasa Tama?-el castaño se dio cuenta que algo iba mal, por lo que conocedor del pasado del rubio se puso a buscar también, detectando de inmediato dos figuras negras que al parecer tomaban fotos a todos los niños que ahí se encontraban-Sera mejor que nos vayamos-se acerco al rubio para abrazarlo susurrándole-hay dos tipos de negro por la esquina del parque, donde están esos árboles-aprovechando la cercanía se inclino y lo beso con desesperación, tratando de transmitirle todos sus sentimientos. Esperando que estos llegaran al corazón del rubio que acepto el beso con entusiasmo para luego ir por el pequeño y alejarse lo más deprisa que pudo al comprobar la presencia de esos sujetos que seguían tomando fotos, en las cuales Tamaki estaba seguro habían sido retratados.

 

Un miedo profundo se apodero de él consciente de que tal vez Kyouya no estaba lejos de encontrarlos. Miro con ternura a su hijo, que ajeno a todo había protestado por abandonar el arenero, pero que se distrajo fácilmente con la charla de Ian, que parecía tan preocupado como él. No pudo dejar de agradecer silenciosamente la presencia del castaño en su vida y como otras veces se pregunto si sus sentimientos podrían cambiar como de vez en cuando deseaba.

 

################################################################################

 

-Kyouya ¿de verdad no piensas ir por él?

 

-No Honey, ya te dije que solo deseo su felicidad y esta mas que comprobado que yo no lo soy, por favor dejemos esto por la paz.

 

-No puedo-el pelinegro lo miro, extrañado, por su suspiro-Takashi me mataría, sino trato de convencerte

 

-No entiendo porque

 

-Se siente culpable-una ceja levantada con incredulidad demostraban que tan irónico podía ser el antiguo rey en las sombras-antes de que digas que tiene motivos, quiero que sepas que no solo es culpa lo que lo hace insistir es también su deseo de que sean felices. Y en eso si estoy de acuerdo

 

-Permíteme decir que querrá que Tamaki sea feliz, porque cuando lo ayudo a escapar quedo demostrado que no me dio ni siquiera el beneficio de la duda y eso más que todo lo demás es por lo que aun estoy resentido con el-los ojos de Honey se abrieron con sorpresa-no me mires así, no lo culpo de lo demás, al fin y al cabo Haruhi nos manipulo a todos. Es que no creyera en mi lo que no puedo disculparle o más bien lo que resiento ¿entiendes?

 

-Lo comprendo y sé que no puedo pedirte que las cosas sean como antes, pero tampoco quiero que en un futuro te arrepientas de no haber hecho nada para recuperarles, sobre todo a tu hijo que no tiene la culpa de nada. Kyo-chan inténtalo

 

-Siento que mi hijo este en medio, pero estoy seguro que Tamaki lo educara mejor que yo y no sé si desee conocerme más adelante, claro que tu sabes que esto es suyo- señalo la oficina, en la que se encontraban platicando-además  del grupo Zukatochin

 

-Kyouya solo piénsalo bien, piensa en todas las posibilidades por favor. Solo prométeme eso sabes que deseo tu felicidad.

 

-Lo sé y no sabes cuánto agradezco tu amistad.

 

################################################################################

 

Los días siguientes, al incidente de las fotos, se volvieron angustiosos para Tamaki que procuraba calmarse refugiándose en la idea de que solo era una casualidad o un hecho aislado el que esos tipos aparecieran tomando fotos cerca de donde él vivía. Lamentablemente cuando personajes extraños comenzaron a rondar por la pastelería no pudo seguirse aferrando a la idea y pronto se hizo evidente que la posibilidad de huir del lugar era una realidad.

 

Ian por su parte trataba de tranquilizarlo lo mejor que podía entregándole con su silenciosa presencia, todo el consuelo y calma que necesitaba; podía ver en sus ojos todo el amor que le brindaba y se sentía tentado a corresponderle como nunca antes. Pero era consciente de que si Kyouya le encontraba esa sería una posibilidad muy lejana dado que su pelinegro esposo lo encerraría en una clínica de sanidad mental y dudaba que Ian pudiera rescatarlo por más empeño que pusiera.

 

Además de la angustia estaba otro sentimiento, la tristeza al saber que el odio de Kyouya era tan grande como para perseguirle aun después de este tiempo, aunque sabía que era por el niño, también pensaba que era una forma de seguirle cobrando por lo de Haruhi, si tan solo le hubiera dejado explicarle la situación con la castaña, pero tanto él como Kyouya se habían encerrado en sus sentimientos heridos y se habían negado a escucharse y a perdonarse; desafortunadamente eso ya no tenía remedio y ahora solo les toca lidiar con las consecuencias, aunque él se llevara la peor parte.

 

Una mano se poso en su hombro causándole un gran sobresalto que se calmo al ver de quien se trataba.

 

-Tranquilo Tamaki ya se fue, no tienes de que preocuparte están buscando a una anciana y su nieto, por eso le han sacado fotos a los niños para ver si la familia reconoce al niño

 

-¿Y tu como sabes eso? ¿quien te lo dijo?

 

-Pues uno de los tipos me pregunto por la pastelería y por quienes venían a comer aquí, quienes éramos los que atendíamos, etc

 

-¿Y se lo dijiste? ¿Es que acaso eres idiota? van a encontrarme

 

-Oye tampoco me llames así, si les dije algo era para poder averiguar y ya vez no tienes nada que temer

 

-Es que es inconcebible, por supuesto que tengo que preocuparme, pudieron engañarte ¿acaso no pensaste en esa posibilidad?

 

-No, lo siento

 

-Sentirlo no basta, si fueras como Kyouya el habría sabido que ha…-se arrepintió al ver la cara de Ian-lo siento yo…

 

-Está bien, sé que es por la situación pero te agradecería que no me compararas con ese cerdo…

 

-Lo siento Ian-abrazo al castaño acercándose a sus labios para pedirle perdón en ese beso-gracias por ayudarnos, por estar ahí Ian yo…

 

-Déjalo, me muero por ver en tus ojos algo más de lo que hay, pero…

 

-Ok pero esto es de todo corazón-se entrego una vez más al beso llenándolo con sentimientos agridulces para ambos, abrazándose en esa su oficina, sintiendo que todo estaba bien aun sin estarlo, aun sin poder sentir realmente y aun sin poder olvidar para seguir adelante.

 

################################################################################

 

-Buenas tardes casa de la familia Ootori ¿quién habla?

 

-Señora Anne, soy Shima, me urge hablar con Ootori-sama

 

-Kyouya no ha llegado ¿qué pasa?

 

-Dígale que aquello que temíamos está pasando, urge su presencia en Nueva Orleans, es necesario que venga por el

 

-Pero ¿estás segura, Shima?, creí que estaba a salvo

 

-Aun no hay nada concreto, pero están demasiado cerca tiene que venir por ellos, tiene que protegerlos

 

-Hay un problema Shima, Kyouya se niega a ir. Dice que es mejor dejarlo libre.

 

-Entiendo y comprendo los sentimientos de Ootori-sama, pero no los comparto dígale que cumpla con sus promesas el entenderá

 

-Lo hare Shima, no te apures iremos por mi hijo, esta vez Tsuna Umino no se saldrá con la suya, te lo aseguro…

Notas finales:

Espero les haya gustado.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).