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El Verdadero Sabor de la Venganza por libel

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Notas del capitulo:

Hola siento mucho el retraso pero mi inspiracion me habia abandonado...

Aqui les dejo el capitulo enteramente dedicado a los gemelos...

Espero les guste...

Un abrazote a todos los que se psan por aqui para leer este fic...

Un abrazote a mi hermanita, gracias por estar ahi...

 

Atemorizado así era como se sentía en estos momentos, hacia escasos minutos que habían llegado de la boda de Tamaki y Kyouya,  y consciente estaba de que su gemelo estaba muy enojado con él, sabia a lo que se arriesgaba al hablar con su señor, pero aun así lo había hecho con la esperanza de que esos dos se aclararan y evitaran lastimarse como sabia que lo harían. Si años atrás alguien le hubiera dicho que terminaría deseando estar lejos de Hikaru se habría reído hasta morir, pero desafortunadamente así era.

 

-Mírate, estas temblando- su gemelo acerco su rostro a él, que congelado por el temor no se movía de su sitio, la serenidad en la voz de su hermano solo le auguraba más problemas, mas dolor- Si sabias lo que iba a pasar-continuo acariciándole la mejilla, para por fin soltarle una bofetada- ¿Por qué te atreves a desobedecerme?

 

-¡Soy libre de hacerlo, Hikaru, soy tu hermano, no tu esclavo!-la furia contenida en esas palabras sorprendieron a su gemelo, que sintió como lo invadía una ira tremenda.

 

-¡Tanto te importa el estúpido de Tamaki!- el temblor que invadió a Hikaru, puso en alerta a Kaoru demasiado tarde, su gemelo se aproximo para tomarlo por los hombros mientras lo sacudía con fuerza, apretándolo; se detuvo después para poner los labios en su frente, mientras susurraba- primero me la quito a ella y ahora tu-besos pequeños eran depositados en sus ojos que permanecían cerrados-¿Tanto lo amas?, ¿Más que a mí?

 

Su boca fue invadida en un beso furioso, su gemelo demandaba la entrada, misma que le fue concedida segundos después más por temor que por otra cosa. La mirada que le devolvió Hikaru al acabar el beso fue tan parecida a aquella que tenia después de que Haruhi muriera, desesperada ansiosa, rayando la locura, locura que los estaba consumiendo a ambos y de la que,  aunque no se lo reconociera así mismo, no había hecho nada por escapar.

 

Esta vez no hubo gritos, solo besos que sofocaban cualquier posibilidad de escapatoria, los mismos que siempre deseo, su gemelo sabia torturarlo dándole lo que más deseaba, dominándolo con el profundo amor que le profesaba. Lástima que solo fuera una ilusión, en la que siempre caía en espera de que se hiciera realidad, pero que tonto era se dijo; cuando sintió sus manos amarradas por sobre su cabeza, con la corbata que hasta hace unos minutos llevara puesta, supo que el tormento de esa noche acababa de iniciar.

 

Cual verdugo de la inquisición su gemelo le quito  la ropa, depositándolo en la cama que ambos compartían, mientras le aseguraba las manos al respaldo de la cama Hikaru aprovecho para desnudarse; podía ver el miedo en su hermano, pero no le importaba le enseñaría a obedecerle, a no pretender querer a alguien más que a él. Se coloco de rodillas en el lecho  atrapando las piernas de su gemelo, con suavidad empezó a acariciarlas, tan suaves como la seda, tan parecidas a las de Haruhi, beso con parsimonia esos muslos que lo estaban enloqueciendo, deposito un camino de besos hasta llegar al miembro de Kaoru, que no podía disimular el sonrojo de excitación que le cubría.

 

-Sabes Kaoru tu piel es deliciosa- otro beso fue depositado- permíteme demostrar que me perteneces- Con una mano atrapo el miembro que ya empezaba a despertar, con suavidad casi tortuosa uno de sus dedos toco el glande, que ya derramaba pequeñas gotas de liquido preseminal. Kaoru premio su acción con un pequeño suspiro. Con su mano rodeo el miembro ya despierto, mientras  subía a besar los pezones que ya erectos se le ofrecían, el movimiento de sube y baja no se hizo esperar.

 

Kaoru no pudo evitar perderse en las sensaciones que le estaba provocando, ¿Sería posible que Hikaru por hoy no le hiciera nada malo?, tan metido estaba que ni siquiera se dio cuenta cuando le fue colocado un anillo en la base del pene, la pequeña molestia solo le hizo preguntarse de donde había sacado eso Hikaru, pero lo olvido pues las manos de su hermano le estaban proporcionando un increíble placer, que pocas veces estaba dispuesto a concederle, suspiros y gemidos eran los que se escapaban de su boca sin ningún pudor, los que aumentaron cuando sintió la mano de Hikaru colarse hasta su anillito que recibió, no si un poco de dolor, un dedito que estaba embadurnado con una sustancia viscosa.

 

Pronto fueron dos dedos los que se alojaban en su interior, llenando más y mas ese pequeño lugar con esa sustancia, movimientos circulares permitieron que su anillito se ensanchara lo suficiente para recibir un tercer dedo, que pronto estuvo saliendo y entrando con rapidez de su interior. Mientras tanto sus pezones eran lamidos y besados con más dedicación que antes, como si de un dulce se tratase.

 

-Tanto lo disfrutas- busco los labios de Kaoru que se entrego ansiosamente- ¿Qué dirían nuestros padres, si te vieran así?

 

Kaoru no respondió no podía, por alguna razón sentía que su cuerpo estaba quemándose, de hecho su cuerpo pedía ser tomado, un calor inexplicable empezaba a  embotarle los sentidos. Hikaru aprovecho eso para levantarse a buscar algo. Kaoru le siguió con la mirada ansioso porque terminara lo que había empezado, su gemelo revolvía en un cajón. Cuando por fin mostro que era lo que estaba buscando se le paralizaron los sentidos.

 

-Un poco pequeño, pero sé que te gustara- en sus manos traía un dildo color rosa y un control remoto- y para que veas que soy considerado-lamio la punta para después extender con su lengua la saliva a lo largo de todo el dildo mientras se acercaba a Kaoru que sumido en la excitación no atinaba a defenderse, al contrario se sentía miserable por el ansia que le invadía.

 

-Tranquilo hermanito, te gustara, pero mírate si estas desesperado por tenerlo dentro, ¿verdad?- separo sus piernas ya que en un ataque de pudor Kaoru las había cerrado. No encontró ninguna resistencia, el efecto del afrodisiaco que había usado en el, era muy fuerte, sonrió mientras introducía la punta en el pequeño huequito de su hermano. Quien lo diría por un momento dudo en introducirlo prefiriendo ser él, quien se adentrara en ese tibio canal.

 

Kaoru se quejo al sentir semejante objeto en su intimidad pero pronto se preocupo mas por acallar los gemidos que se le escapaban sobre todo cuando Hikaru encendió el aparato. Una intensa sensación de placer lo lleno, su cadera se movía sola buscando sentir más adentro aquel objeto que lo enloquecía. Hikaru divertido se sentó a observarle, control en mano, gozaba cada expresión de placer que se le escapaba a su hermanito que rendido ante el efecto del estimulante aun no se percataba del problema en su miembro, pronto el anillo le causaría una presión más que dolorosa.

 

 -Debo admitir que eres muy hermoso Kaoru, casi como ella- a pesar de lo perdido que se encontraba, Kaoru no pudo evitar que le afectaran esas palabras, además ya sentía la presión en su pene, estaba a punto de correrse y el anillo se lo impedía, además Hikaru no ayudaba aumentando y bajando el ritmo de las vibraciones.

 

- Espero que esto te enseñe a obedecer- aumento al máximo la potencia del dildo, provocando ligeras convulsiones en Kaoru que deseaba desesperado que le quitara ese anillo, su miembro palpitaba dolorosamente mezclando el placer y el dolor en ondas interminables que se negaban a darle un respiro.

 

-Por favor Hikaru- un sollozo se le escapo- por favor…

 

-¿Por favor, que hermanito?, ¿acaso no te gusta?- de pie frente a la cama sonreía burlón- dime Kaoru ¿quieres que pare?- se acostó a un lado de el abrazándole, pequeños besos en su frente, lamiendo las lagrimas de placer que se le escapaban; su cuello recibió la lengua de su hermano que se deleitaba en torturarle mientras succionaba con fuerza marcándole. A duras penas pudo asentirle en espera de que se compadeciera- ya sabes lo que quiero oír ¿verdad?- negó.

 

-Por favor… ya…

 

-Dilo Kaoru, di que soy tu dueño- el otro le veía sobrecogido- ¡dilo! ¡Di que me obedecerás! ¡Dilo y hare que pare! de lo contrario estarás así toda la noche- disfrutaba ver la confusión en sus ojos, víctima del intenso placer. ¿Quién dijo que el placer no puede ser doloroso? La respuesta tardaba en llegar por lo que enojado Hikaru se levanto para salir de la habitación, colocándose una bata, estaba por salir cuando la voz de su hermano lo detuvo.

 

-Tu… eres… mi…-se detuvo se sentía humillado, sabía que su hermano había ganado, pero el poco orgullo que aun tenia le instaba a no rendirse, si tan solo no doliera tanto, sino sintiera que se ahogaba- dueño- termino con lagrimas en los ojos ya no de placer sino de humillación.

 

-Creo que falta que digas que vas a obedecer- no hubo respuesta- está bien voy a dejarte pensarlo, creo que una hora será suficiente, ¿nee Kaoru?- giro el pomo de la puerta- espero que cuando regrese estés mas cooperativo- abandono el lugar dejando a su gemelo con su dolor y sus confusos pensamientos.

 

La cabeza le daba vueltas, el sonido del dildo era lo único que escuchaba. Su gemelo tardaba en volver, miro su vieja habitación, la cual había dejado de ser segura para transformarse en su infierno personal, ¿Cómo es que habían llegado a eso?, mas lagrimas y sin querer empezó a sollozar recordando todo lo que la maldita de Haruhi había empezado.

 

Kaoru siempre había sabido que amaba con locura a su gemelo, y desde el instituto se había resignado a saberlo en brazos de otra persona, alguna chica a la cual su hermano le entregara ese corazón tonto y enamorado que poseía. Esa chica apareció y resulto ser su fallecida cuñada, que no podía negarlo era un amor de chica cuando la conoció, claro que el tiempo nos cambia a todos unos para bien y otros para mal, ese fue el caso lamentable de su cuñada. Tal vez ellos tuvieran que ver en ese cambio que lentamente se obro para convertirse en una terrible realidad de la que ahora todos eran presos, prueba de ello era el intenso dolor que sentía en sus bolas y  pene, y que no dejaba de aumentar.

 

En esos años que Haruhi paso con su hermano, pudo darse cuenta de quién era en realidad, vio con impotencia como envolvía cada vez más a su hermano, como lo transformaba en el sádico que ahora parecía ser, un gemido se le escapo mientras una ligera convulsión producto de otro orgasmo contenido lo distraía de sus recuerdos, quería gritar pero sabía que su hermano no lo oiría.

 

-Bien Kaoru, creo que tienes algo que decirme, ¿verdad hermanito?- justo a la hora Hikaru se ha apareció por la habitación. Kaoru ya no lucho las palabras le salieron solitas, sabía que de no hacerlo la tortura seguiría y no se creía con fuerzas para resistir, la sonrisa de satisfacción de Hikaru no se hizo esperar, solo que sus planes eran otros.

 

-Bien, buen chico, te has portado bien- gateo hasta colocarse encima del cuerpo de su gemelo, un beso cargado de intensidad inicio nuevamente la siguiente fase de la tortura, sintió como era retirado el dildo, y sustituido por el miembro de su hermano, que inicio con embestidas fuertes y rápidas, lastimando su huequito sin compasión.- Muévete, hazlo.

 

-Hikaru… dijiste que…

 

-Lo sé, cambie de opinión, esto apenas empieza-retiro el anillo, al mismo tiempo que aumentaba el ritmo, Kaoru sintió la liberación momentánea de su miembro, que fue tomado por la mano de su gemelo que aumento el movimiento de sube y baja. Poco después sintió derramarse, un chorro salió disparado cubriendo su vientre con su esencia. Por su parte Hikaru termino dentro, provocándole un leve escozor.

 

Aun sin recuperarse fue puesto en cuatro sobre la cama, Hikaru se coloco detrás de él y de un empujón se introdujo en su interior iniciando otra vez el vaivén de sus caderas, mientras con verdadero placer susurraba- Sabes a Haruhi le gustaba esta posición, decía que le excitaba, puedo decir que ahora me gusta, así puedo pensar que eres ella- aumento el ritmo de sus embestidas- oh mi linda Haruhi has regresado para estar otra vez en mis brazos. Amo tu dulce piel, tu olor me enloquece-la cara de su gemelo reposaba en su espalda, mientras el derramaba silenciosas lagrimas.

 

-Haru-chan, ¿te gusta?-acaricio con ternura sus brazos, dejando caer su peso hasta estar acostado cuan largo era encima de su gemelo, con besos cubría su cuello, mientras salía de su interior- siempre me gusto tu cabello corto, Te amo Haruhi, no sabes cuánto te amo, eres todo para mí- volteo con delicadeza su cuerpo, solo para darse cuenta que no era la chica, enfureciéndose ante su ausencia, pero aun mas por desear con intensidad a su hermano. Se fue sobre el dando unas cuantas bofetadas, cubriendo con besos salvajes su rostro, tratando de encontrar la esencia de su amada en el, Kaoru solo pudo llorar el efecto del afrodisiaco hacía tiempo que había acabado, por eso el dolor fue más intenso mientras duro el ataque de su gemelo.

 

Cuando momentos después por fin todo hubo terminado, en la oscuridad de la habitación, Kaoru, aun con restos de semen en su recto, solo podía preguntarse ¿Qué habían hecho para merecer esto? Sus pensamientos lo llevaban a recordar a su hermano anunciándole su noviazgo con Haruhi. ¿Cuándo es que se había torcido todo? Y de tal modo que todos pagaban las consecuencias, pero las consecuencias de los actos de su ex cuñada.

 

En su memoria estaba la ocasión en que descubrió el amor que esta le profesaba a su King, como le enredo para torcer su relación con Kyouya, y como por fin había caído en sus brazos; claro que eso no basto para que el rubio olvidara al pelinegro, el era testigo de ello. Sin embargo la obsesión de Haruhi había crecido, tanto o más como los cambios que en ella se dieron, era triste ver a la otrora sencilla Haruhi convertida en una mujer vanidosa y frívola.

 

Flash Back

-Hola cuñadin ¿Qué haces?- una mujer extremadamente arreglada estaba frente a él, le quito los bocetos en los que trabajaba- mmm… mediocre como siempre, no te cansas de ser un estorbo para mi amado Hikaru.

 

-Eso debería decírtelo yo- molesto le quito los bocetos de las manos- no te cansas de estar con alguien que no amas solo por no estar sola y quedada- eso fue una bofetada con guante blanco. El rostro de Haruhi fue de fotografía.

 

-Eres irritante, Kaoru, me molestan tus insinuaciones

 

-Te molestas porque sabes que es verdad. Yo se que no amas a mi hermano- el rostro de Haruhi mostraba sorpresa- se que en realidad es Tamaki a quien quieres, por eso lo separaste de Kyouya.

 

-Bueno si eso fuera cierto, no tienes pruebas ¿o si, cuñadin?- una sonrisa de superioridad cruzaba su rostro, Kaoru la miro sorprendido eso era una afirmación ¿no?, pues bien el se encargaría de desenmascararla.

 

Fin Flash Back

 

Que ingenuo había sido si aun después de muerta en esa casa podía sentirse su maldita influencia, como pudo pensar que podía borrarla de sus vidas tan fácilmente, sobre todo porque Hikaru se negaba a aceptar que se había ido, a ver lo que realmente había pasado, seguía conservando la venda que Haruhi tan bien le había colocado. Misma que él no podía quitar aun cuando las pruebas de las maldades de su cuñada saltaban a la vista. ¿Realmente su hermano iba a ayudar a Kyouya?, ¿de verdad acabarían con los Suou? Kyouya era un tema aparte, otro loco que a pesar de su inteligencia, desconfiaba del amor de su vida. Lagrimas acudían a sus ojos, llorar es lo único que podía hacer, la impotencia le era ya tan conocida, desde que Haruhi había entrado a sus vidas, era lo único que conocía. La castaña estaba muerta y enterrada pero la que había orquestado llevaría rato deshacerlo, si es que se deshacía.

 

Flash Back

-Es que no ves lo que está haciendo, ¿acaso eres tan idiota de creerle?

 

-Es mi prometida Kaoru y nada de lo que digas me hará dudar,  dime ¿Por qué la tratas así? ¿Acaso no te importa mi felicidad? ¿Tanto me odias? ¡Contesta!

 

-Hermano, claro que te quiero, pero me duele que estés ciego, Haruhi no te ama- una bofetada fue la respuesta de su hermano, dolido vio como temblaba por el coraje- se que te duele, pero es la verdad ella ama a Tamaki.

 

-¡Cállate! ¿Qué te hizo, para que la odies así?

 

-Claro que debe odiarme- la voz de Haruhi interrumpió la discusión, parada en el borde de la puerta, miraba divertida a Kaoru, se acerco a Hikaru, echándole los brazos al cuello, susurro aunque fue bastante audible para todos.- Me odia porque le quite a su hermanito, le quite la posibilidad de estar contigo.

 

-Haru-chan, no creo que sea eso-sonrió besando la mejilla de la castaña- Kaoru sabe que es mi pequeño hermanito, mi familia y tu eres mi amor.

 

-No entiendes- la sonrisa perversa lleno de temor a Kaoru, ¿acaso se atrevería?, no, no la creía tan baja- mi cuñadito no te ve como su familia-le devolvió el  beso en la comisura de los labios- el te desea como pareja, ¿no es así Kaoru?- Kaoru miro con angustia a su hermano, que le devolvía la mirada con insistencia buscando confirmar la verdad de esas palabras.

 

-¿Es eso cierto?- no respondió salió corriendo de ahí, la vergüenza era demasiada, llorando maldijo a la castaña.

Fin Flash Back

 

Gracias a eso su hermano, se había cobrado con lo que más le dolía, la parodia de amor que podían haber vivido era su castigo; después de la muerte de la castaña había pasado a ocupar su lugar en la cama de su hermano, ya que como le dijo si tanto había querido estar en el lugar de ella, si tanto la había odiado, él le daría razones para extrañarla, para desearla con vida y para que ese amor que le tenia se convirtiera en  la más absoluta desesperación.

 

Flash Back

-¡No puedo creer lo que hiciste!-Hikaru sacudía a su hermano con todas sus fuerzas- ni siquiera después de muerta puedes evitar odiarla, ¡es su asesino, la mato!… ¿no te importa lo que me hizo?-Kaoru temeroso no daba crédito a la furia de su hermano. El había declarado la verdad, que su cuñada veía por voluntad propia al acusado, que él creía en la inocencia de su amigo. No conto con que eso le acarrearía el odio de su hermano, que este lo consideraría una traición y que acabaría pagando su supuesto pecado ante él.

 

-Claro que me importa que sufras, Hikaru, pero yo creo en la inocencia de Tamaki, es que si tu quisieras ver la realidad, te darías cuenta que es inocente- un golpe seco se escucho esa era la segunda bofetada que había recibido en su vida, dolido sobándose el rostro, empujo a su hermano que le siguió hasta su habitación. – ¡Déjame en paz, yo creo en Tamaki y eso no lo vas a cambiar!.

 

-Pensé que Haruhi bromeaba cuando me dijo del supuesto amor que me tenias, pero viendo tus acciones creo que es cierto, está bien si eso es lo que quieres es lo que tendrás- atrapo a su hermano besándolo con furia y pasión, la misma que se desbordo haciéndole perder los sentidos.

Fin Flash Back

 

Esa fue la primera vez que Hikaru tomo su cuerpo y de paso su alma, el infierno abrió sus puertas, ese día la jaula de oro se cerró sin posibilidad de escape. Con el orgullo por los suelos, el recto goteando semen, y el amor de su vida tan cerca y tan lejos, Kaoru pensó que su hermano se equivocaba, el mayor castigo que podía tener no eran los golpes, ni la tortura sexual, era saber que amaba a la única persona que jamás le correspondería. Ahogado en llanto fue como permaneció hasta que el amanecer extendió sus brazos.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado...

Dejen comentarios para saber si les gusta el fic...

Tambien si quieren aclarar alguna duda pues un comentario se agradece.

Les mando un abrazote...


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