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El Verdadero Sabor de la Venganza por libel

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Notas del capitulo: Espero les guste, aunque es un poco extenso, no pude para de escribir, pero espero  que se capte la idea general del odio de Kyouya por Tama-chan...

 

Capitulo 02 Chantaje por un compromiso.

Caminaba lo más rápido que podía tratando de calmar el agobio que invadía su ser, la ira reprimida había explotado en parte, la tristeza le hacía compañía al saber que su padre había aceptado que fuera tratado así como mercancía de intercambio, un negocio más que redituaría a la familia Suou. La brisa de la tarde  pego en su rostro levemente, ni cuenta se había dado que se encontraba en los jardines de la mansión en su amado laberinto, llegando a su Kiosco de rosas. Una sonrisa escapo a su rostro al verlo, al aspirar el dulce perfume de esas rosas, tomo una de ellas en sus manos, la suavidad de sus pétalos hizo disparar los recuerdos.

[Flash Back]

-Basta Tama-chan no te rías- pero no podía para de reír, el siempre serio Ootori Kyouya, sostenía en sus manos una bella rosa blanca y una caja de chocolates, sus favoritos para ser exactos- o te los arrojare en la cara.

-Está bien Kyouya me dejo de reír, ¿Por qué una rosa blanca?-tomando en sus manos la rosa que ya le extendía Kyouya

-Tan pura como tú-el sonrojo invadió su rostro, miro dulcemente a Kyouya le amaba y al parecer el también correspondía a sus sentimientos, sintió cuando este se acercaba y atrapaba su cuerpo entre sus brazos, levanto su rostro y encontró los ojos de Kyouya,  pudo leer en ellos el amor que se desbordaba, lentamente este acerco su rostro, mas y mas cerca hasta posar sus labios en los de él, fue un toque dulce primero, degustando el sabor del otro, probándose por primera vez. Se separaron aun mirándose y fue Kyouya quien le regalo una de las más bellas muestras de amor una sonrisa.

-Te amo Tamaki desde la primera vez que vi tu sonrisa- acariciaba su rostro al decirle esto- quiero estar contigo siempre.

[Fin del Flash Back]

Un suspiro melancólico, solo eso quedaba de ese bello recuerdo Kyouya lo despreciaba, eso había quedado claro hacia años, la última vez que se habían visto le había gritado de todo. Ingenuo creyó que el tiempo sanaría las heridas de Kyouya, que lejos estaba de la verdad. Sus propias heridas aun sangraban, de hecho últimamente debía añadir unas nuevas a su ya de por si maltrataba alma.

-Deberías ser menos imprudente Tama-chan, esto puede costarte mucho- Kyouya le miraba recargado sobre uno de los barandales de la entrada al kiosco, se veía tan tranquilo que crispaba los nervios de Tamaki, en su  mirada podía notar un desprecio absoluto, el cual iba dirigido a la rosa que a un conservaba este en sus manos.

-Siempre fueron rojas ¿no?-no entendió lo que Kyouya decía- las rosas, siempre te gustaron las rosas rojas, a pesar de que fingiste muy bien que podías amar las de color blanco-miraba con rencor velado el sorprendido rostro de Tamaki; cuan hermoso era, eso nadie podía negarlo, codiciado por muchos, habría quien hasta mataría por el amor del rubio, esa fue una de las razones por las que lo eligió, a parte claro está, de su fortuna, la familia a la que pertenecía, el que pudiera darle hijos aunque esto último el mismo Tamaki lo desconociera, pero sobre todo la principal razón es que a pesar del tiempo transcurrido no podía perdonarle; él siempre se considero una persona destinada a la mediocridad ya que aunque supiera de su increíble capacidad sabia que por ser el tercer hijo en la línea de sucesión,  jamás seria el heredero de la familia Ootori, Tamaki vino a darle una luz a su vida que lo cegó, por él y solo por él se permitió cambiar y cuando estaba en la nube más alta, cuando sus manos tocaban el cielo, se encargo de hundirlo en el peor de los infiernos posibles, ¿Cuántas lagrimas no derramo por él?, por su traición, ¿Cuanto no, se rio de sí mismo? al ser vencido por ese francés inferior, ese mestizo como ahora lo llamaba. Pues bien ahora sería el turno de Tamaki de llorar y claro que lloraría conocería el mismo infierno que él, y solo con eso tal vez el dulce sabor de la venganza seria degustado por sus labios, solo así el rubio pagaría sus pecados.

-No entiendo de que hablas Ootori-kun-tratando de sonar seguro, aunque sospechaba de que se trataban las palabras de Kyouya- ni me interesa, pero que mal gusto el tuyo, al interrumpir a las personas.

-Permíteme reír, entonces Suou-kun-saliendo del hilo de pensamientos en que se había enfrascado- no veo en que pude interrumpir, que yo vea solo estabas idiotizado con esa rosa, tan gratos recuerdos te trae, que consiguió que calmaras tu berrinche.

-Puedes reírte lo que quieras Ootori, pero si debo decir que me trae unos muy gratos recuerdos-una sonrisa dulce adorno sus labios, al mirar esto el pelinegro solo apretó sus manos y la sonrisa cínica se fue borrando de su rostro.

-Supongo que de uno de tus tantos admiradores o fans

-Aunque eso no te concierne, te contestare ni admirador ni fan, mi único amor solo eso.

-Lastima, entonces-la sonrisa cínica volvió a adornar sus mejillas- pero te recuerdo mon amour que de ahora en adelante tu devoción debe ser para tu prometido ósea yo.

-Vaya a eso viniste ya se me hacia raro que te acercaras solo para hablar de las rosas y mis recuerdos-pose de enojo total-creo que fui muy claro con mi abuela y con tu familia Ootori, búscate a otro yo nunca me casare contigo.

-No digas nunca, nadie sabe que pueda pasar mañana Suou- eso dolió el que no pronunciara su nombre era un suplicio, Kyouya se acerco, abrazándolo por sorpresa inmovilizando su cuerpo con el suyo, claro que eso no le impidió reaccionar y tratar de separarse, en el forcejeo, sus labios fueron apresados por los de Kyouya y por primera vez pudo decir que ese beso no lo disfruto, en su mente volvió el recuerdo del primer beso que compartieron, lejos estaban la dulzura de aquella vez, en este beso solo había una necesidad de lastimarlo que hizo que realmente se asustara, mientras su labio inferior era mordido, Tamaki fue realmente consciente que si esa boda se llevaba a cabo él sufriría  mucho –como te dije podrías arrepentirte-finalmente lo soltó y se alejo de ahí a paso lento, para detenerse unos cuantos pasos después –esta boda se llevará acabo Tamaki, o bueno Suou-kun, si quieres que sea formal contigo, mejor hazle caso a tu padre, está muy enfermo y esto puede agravar su salud ¿no crees?- No pudo creerlo desde cuando Kyouya era tan cruel.

Los días pasaron y a pesar de sus protestas la abuela Suou consiguió seguir adelante con la tontería del compromiso, a pesar de pedir explicaciones, las cuales le fueron negadas, solo supo que la abuela era ahora la dirigente de la familia Suou, debido a la enfermedad de su padre. Los planes para la fiesta seguían en pie,  él se negaba firmemente a aceptar tamaña estupidez claro  que deseaba casarse con Kyouya, pero no en estas circunstancias, por obligación y con el pelinegro odiándolo tanto. Su habitación era ahora su refugio, del cual fue sacado esa noche por el llamado de su abuela.

Le esperaba en el salón de té, Tamaki llego con un leve retraso, acomodados junto a ella se encontraban, para sorpresa suya, Yuzuru Suou, Ootori-sama y Kyouya, todos cómodamente sentados en sendos sillones, en la mesa del centro se encontraban dispuesto un servicio de té, el cual su abuela se encargaba de servir, Kyouya le dirigió una sonrisa burlona cuando se  percato de su presencia, no dejando de advertir que en la esquina se encontraba al parecer un doctor, el cual le miro con sumo interés.

-Tamaki, toma asiento por favor, tenemos que hablar-comenzó Suou-sama, iba a reprocharle este trato cuando noto lo cansado y enfermo que se veía su padre en ese momento. Mas por la preocupación de verle así que por la orden directa que ya pronunciaba su abuela fue por lo que se sentó y escucho.

-Bien, Padre sobre qué quieres que hablemos, si es por lo del compromiso, mi postura no ha cambiado, aun cuando la abuela sigue adelante con los preparativos, no pienso asistir a dicha fiesta y mucho menos casarme con Ootori-kun

-Tamaki queremos que contestes algunas preguntas-continuo su padre ignorando lo anteriormente dicho- te pido seas sincero, porque de todas formas averiguaremos la verdad.

-Ok Otousan que es lo que quieres preguntar

-Tamaki, ¿Es cierto que hace 8 años sostuviste una relación con Kyouya-kun?- el desconcierto se hizo presente en el rostro de Tamaki, miro a los presentes notando la seriedad de sus caras, ¿Cómo podían haber sabido eso? Era evidente la respuesta, Kyouya.

-Creo padre que eso no les incumbe a los presentes, es mi vida privada, y ya sea como tu heredero o solo como tu hijo tengo derecho a mantener privacidad.

-Te dije que contestaras a la pregunta con la verdad ¿sí o no, Tamaki? -Pues si pero eso que tiene que ver-decía ya molesto

-¿Tuviste intimidad con él?-que forma elegante de decir coger pensó Tama-chan -Responde Tamaki

-Ya dije que no tengo por qué contestar, pero si así fuera no hice nada malo, no soy un doncel al cual van a desflorar y todo.-solo el silencio acompaño a estas palabras, las miradas de los presentes sobre el parecían de lastima disimulada.

-¿Ha habido otros, aparte de Ootori-kun?

-¿Qué clase de interrogatorio es este? no pienso contestar, será mejor que me retire

-Niñato estúpido siéntate como te atreviste a deshonrar a nuestras familia tienes suerte que Kyouya-kun quiera reparar la falta, aunque merecerías ser repudiado como la asquerosa de tu madre

- No le permito que mencione a mi madre no es nadie para mencionarla y menos de ese modo, usted es un mounstro que lo único que ha hecho es maltratar a mi madre, es una víbora…

-Cállate Tamaki- una bofetada lo silencio

-¿Cómo te atreves? no eres nadie para pegarme

-Llevo su mano a la mejilla golpeada mirando con rencor a Kyouya

-Soy tu prometido, y como ya te menciono mi padre debes respetar a tus mayores.

-Permíteme  reírme ya te dije que nada hará que me case contigo

-Ni siquiera esto- Kyouya mostro la laptop, que hasta ese momento tenía en su regazo, a los presentes, que decir que la cara de Tamaki sufrió un cambio total, en su exaltación se había puesto de pie y tuvo que sentarse para ver horrorizado las imágenes que ese aparato le mostraba. Era un video, un video de él teniendo sexo, pero no cualquier sexo, como pensó Tamaki para si, era su primera vez con Haruhi, estupefacto miro a los presentes, su padre lo miraba escandalizado, Ootori-sama solio sonreía a su hijo sabiendo que esa jugada estaba más que ganada. La abuela Suou le dedicaba, si eso era posible, una mirada del más absoluto desprecio del que ya le tenía.

Los gemidos seguían escuchándose, mientras el regresaba su vista a la pantalla, era Haruhi, ¿Cómo era posible que Kyouya tuviera eso en su poder?, sus miradas se cruzaron la de Kyouya mostraba asco y repulsión por lo mostrado la suya dolor y vergüenza, pero eso no fue todo como descubrió dolido, en ese video no solo estaba su relación con Haruhi, sino algo que Tamaki prefirió nunca ver de esta manera…

-Oh si Mon amour, au sein de mon…. Au sein de mon Kyouya-su propia entrega a Kyouya, si antes había contenido el llanto al ser exhibido así delante de su padre, ahora si las lagrimas caían por sus mejillas. Solo pudo enfrentarse a Kyouya resentido por mostrar esto como si de un sucio video porno se tratara y no a si la entrega de amor que él creía habían tenido, en sus ojos por primera vez se leyó el dolor que tanto se esmeraba en ocultarle a Kyouya.

Kyouya por su parte estaba más que complacido con el efecto del video, hacia años que habían sucedido ambas escenas, en su momento se sintió culpable de guardarle ese secreto a Tamaki, pero ahora estaba muy satisfecho de haberlo hecho, verlo avergonzado y humillado, era solo uno de las cosas que tenía preparadas para Suou-kun.

-Lamento lo expuesto Ootori sama, si deciden romper el compromiso lo entenderemos-la abuela Suou apenada fulminaba a Tamaki que solo seguía llorando.

-No Tsuna-sama, esa no es la intención de este video, es solo para que Tamaki comprenda lo que ocasionara su negativa a esta boda-el aludido devolvió una mirada desconcertada, al percatarse de la amenaza velada del pelinegro salió corriendo del salón. Fue Kyouya quien de nuevo lo siguió, alcanzándolo cuando entraba a su habitación. No alcanzo a terminar de abrir la puerta cuando fue empujado dentro, zarandeándolo y prácticamente arrastrándolo lo tiro en la cama. Aturdido por las acciones del otro no pudo evitar que el pelinegro lo dominara, situándose sobre él y agarrando con  una sola mano las suyas, sintió el jalón a su hermosa cabellera rubia, Kyouya acerco su rostro y con toda la malicia posible le susurró.

-Tamaki, eres un estúpido, que te cuesta ser el bello doncel que en realidad eres- beso su rostro que en ese momento mostraba temor- sería más fácil para ti que fueras más prudente ya lo habíamos hablado mon amour-siguió besando su rostro alternando pequeños lametones- Haruhi sale en el video, vaya vaya,  la fallecida prometida de Hikaru ¿no?- el asentimiento del rubio le permitió continuar- sabes que seria para ti y para la reputación de la familia Suou el que se exhiba ese video, no solo Hikaru cortaría nexos con tu familia con lo que perderían un gran parte de ingresos y no querrás dejar a tu familia en la ruina, ¿verdad usagito?, sobre todo como te dije ahora que tu padre esta tan delicado de salud, pero deja de llorar eso solo pasara si te niegas a casarte conmigo, además a la policía le interesara saber la verdadera relación que tenias con la plebeyita esa-desprecio puro en los labios de Kyouya- te libraste por poco Tama-chan no querrás pisar la cárcel, ahí se comen vivos a los niños como tu- termino, jalando aun más el cabello del rubio haciendo que gimiera de dolor y aprovechando para besarlo intensamente, salvajemente, tratando de violar esa boca con sus besos, dejando claro que sería su dueño. El rubio lloraba y trataba de debatirse evitando sentirse más usado y acojonado de lo que ya se sentía.

-¿Por qué?-con la voz sollozante rogaba una respuesta.-Sencillo solo es la consecuencia de tus actos…- trato de soltarse con lo que Kyouya le asesto un puñetazo en el rostro, termino de besarlo y salió de encima, riéndose del temblor que invadía al rubio, Tamaki solo pudo acurrucarse abrazando su almohada, llorando a mares lo que parecía el comienzo de su desgracia.

 

Notas finales:

Se agradecen sus revwies, claro espero que sea de forma educada.

Glosario:

Mon amour: mi amor

au sein de mon: dentro de mi


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