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Sarampión por EijiTonks

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Notas del capitulo: Viva la Strongest Pair!!!!!

 Fujilini seguía haciendo de las suyas en el Seigaku, todos pero absolutamente todos estaban traumados y miraban con terror al tensai pues este estaba enfermo de poder, les hubiera gustado una revolución para ser libres pero ninguno tenía el valor de hacerle frente a Fuji y solo hacían plegarias para que el legitimo capitán del Seigaku se recuperara y reclamara su lugar que era suyo por derecho, pero en lo que eso sucedía seguían bajo el yugo del castaño, que no había dejado que nadie visitara a Tezuka, en primera por que el chico de lentes no quería visitas y en segunda por que no podía dejar que Tezuka supiera lo que hacía en el club, por lo menos Sumire-sensei no tenia quejas de los resultados aunque no aprobaba de todo los métodos de Fuji, ¿pero quien en su sano juicio le diría a Fuji que se detuviera?, pues había poderosas razones para no hacerlo, una era que Fuji siempre estaba custodiado por alguno de los perros, y otra era que el propio Fuji daba el mismo o más miedo que los canes y no se atrevían siquiera a imaginar que les podía hacer Fujilini.

 

-¿Qué están haciendo? –pregunto Oishi a los novatos al entrar en las canchas.

 

-El capitán Fuji nos puso a limpiar las canchas –dijo Katsuo apurado.

 

-Tenemos que terminar antes de que empiecen las practicas –dijo Kachiro de igual manera.

 

 Oishi los compadeció, pues los pobres novatos estaban limpiando las canchas con un cepillo de dientes pero no se atrevió a abogar por ellos por que escucho un gruñido a su espalda, el sub-capitán se estremeció y se dispuso a huir de Belial, el tierno cachorrito que estaba vigilando que los novatos cumplieran con el mandato de Fujilini.

 

 En la casa de los Fuji, el castaño le había llevado otra enorme caja de legos a Tezuka además de cientos de fichas de domino que el capitán empezó a acomodar entre sus bloques, decididamente sería muy entretenido cuando llegara el momento de destrozarlo y era algo que solo el tensai podía hacer solo tenía que resistir unos días más y él se encargaría de la demolición.

 

-Sera muy divertido –dijo Fuji con una sonrisa malvada.

 

-¿Qué será divertido? –pregunto Tezuka acomodando una fichas con cuidado.

 

-Que te recuperes –dijo Fuji ahora con una sonrisa seductora –¿intentamos otra vez?

 

 Tezuka hizo a un lado las fichas y fue tras el castaño lo tumbo sobre la cama antes de besarlo, mientras Fuji correspondía al beso sus manos fueron directamente a la camisa comenzando a desabrocharla sin prisa pero sin pausa, cuando se libro de todos los botones acaricio la espalda de Tezuka, el tensai se aparto de él un segundo para ver el rostro de su amante, que tenia la respiración agitada y estaba sudando, no habían avanzado tanto como para que estuviera en ese estado, toco la frente de Kunimitsu y luego lo aparto de él.

 

-¿Qué?, ¿pero porque…? –dijo Tezuka confundido ante la acción del castaño.

 

-Te volvió la fiebre –dijo Fuji acomodando su ropa.

 

 Fuji fue por algo para la fiebre del chico de lentes que en su mente maldecía estar enfermo por que la dichosa enfermedad le arruinaba los momentos con el castaño, trato de levantarse pero se mareo y tuvo que acostarse de nuevo, quería estar sano ya no soportaba estar cerca y a la vez tan lejos del tensai, pero el tensai se desquito con un compañero a la siguiente practica.

 

-¿Por qué nos apura tanto?, ni que fuera a llover –se quejo Ryoma del trabajo que Fuji les había puesto –está muy mal de la cabeza, es un psicótico.

 

-Echizen-kun, ven aquí un momentito –lo llamo Fuji con una inocente sonrisa.

 

-No vayas, ¿para qué dijiste algo así? –dijo Momo con temor.

 

-¿Qué me va a hacer? –dijo Ryoma tratando de aparentar valentía.

 

 Ryoma se acerco a Fuji que estaba resguardado por dos de sus perros, el ritmo cardiaco de Echizen se acelero, sus compañeros de equipo lo miraron con lastima como si fuera directo a la horca, empezó a sudar del nerviosismo y se detuvo frente al tensai que seguía sonriendo.

 

-Creo que tienes algo de calor –dijo Fuji abriendo los ojos.

 

 Fuji estaba sentado recargado a la sombra de un árbol, mientras tomaba uno de los deliciosos jugos de Inui, tenía una manguera en la otra mano con la que estaba mojando a cierto novato arrogante.

 

-No te escucho –dijo Fujilini tras beber de su jugo.

 

 Balrog el perro que lo custodiaba ladro con fiereza, el príncipe se estremeció, con dificultad paso algo de saliva y siguió cumpliendo su castigo, maldiciéndose por no saber mantener la boca cerrada.

 

-¡El estado mental de Fuji-sempai no me interesa! –canto Ryoma haciendo lagartijas bajo el chorro de agua en medio del lodo –¡El controla la lluvia y el sol…!

 

 Los días pasaron y la enfermedad iba cediendo, Tezuka tenía mejor semblante y ya no se mareaba con facilidad y por fin se había librado de los guantes del tensai, así que era también un adiós a los biberones aunque al último lo tomaba ya sin molestarse, la comezón aun estaba presente pero ya no como antes y Tezuka había aprendido a controlarse, pues todavía seguía armando sus bloques y acomodando las fichas de domino, por lo que las sesiones de caricias de los chicos ahora eran satisfactorias para ambos ya que Tezuka podía acariciar la tersa piel del tensai, algo que Fuji también disfrutaba, pero no habían llegado más lejos aun, pues Fuji aun no sabía si Tezuka podía recaer y era preferible no arriesgarse.

 

-¿Qué paso aquí?

 

 Tezuka se encontraba al lado de los vestuarios sorprendido por la transformación de su club de tenis pues parecía que la calma reinaba, algunos de los chicos daban vueltas de manera casi marcial y nadie se quejaba, no se oían las discusiones de Momoshiro y Kaidoh, otros hacían ejercicios sin protestar, aunque eso si todos tenían una expresión de terror en sus rostros, pero lo que más llamo su atención era que sobre las rejas de las canchas estaban colgados unos grandes afiches con la imagen del tensai, en la cual tenía una mirada algo altiva y una ligera sonrisa, que a cualquiera le helaría la sangre y tenia las letras T en rojo sangre y F en un azul zafiro entrelazadas.

 

-¡Tezuka!

 

 Kunimitsu volteo a ver quien le hablaba y ante el aparecieron Oishi y Taka-san que lo miraban como si fuera un salvador, corrieron hasta el con una expresión de alivio que iluminaba sus rostros, cuando llegaron ante el cayeron de rodillas y casi le besan los pies.

 

-¡Que alegría que estés aquí! –dijo Oishi abrazado de la pierna de Tezuka.

 

-¿Pero qué rayos…? –dijo Tezuka sorprendido ante ese comportamiento.

 

-¿Ya vas a volver?, di que si por favor –imploro Taka-san.

 

-Aun no…

 

-¿Por qué si ya te ves recuperado? –suplico Oishi.

 

-Volveré la próxima semana aun estoy convaleciente.

 

-Ya vas a volver –dijo Taka-san casi llorando de felicidad.

 

-Te ayudaremos a recuperar el mando, el no lo va a ceder tan fácilmente.

 

-¿De qué hablas Oishi? –pregunto Tezuka sin comprender.

 

-Fuji está enfermo de poder –lloriqueo Taka-san.

 

-Si es necesario habrá una revolución para restituirte –dijo Oishi con convicción –contigo a nuestro lado venceremos.

 

-¿Qué revolución? –pregunto una suave voz.

 

 Oishi y Taka-san palidecieron al oír a Fujilini a sus espaldas, Tezuka solo los miraba con una ceja arqueada sin entender todavía lo que pasaba, los chicos se escondieron atrás de Tezuka tratando de protegerse, pues parecía que habían visto al mismo demonio, que tratándose de Fuji venía siendo lo mismo.

 

-Na-na-nada –dijo Oishi con un miedo impregnado en su voz.

 

-Entonces sigan con el entrenamiento –pidió Fuji con amabilidad.

 

-¡SI CAPITAN FUJI! –dijeron al unisonó Oishi y Taka-san.

 

 Acto seguido se fueron corriendo aterrados lo más lejos posible del tensai (N/A: y con esa actitud quieren revolución), Tezuka miraba con algo de sorpresa al tensai pues aun no comprendía la actitud de los chicos cuando este apareció, Fuji solo estaba frente a él dedicándole una sonrisa y ladeo su cabeza haciéndolo ver muy tierno.

 

-¿Qué haces aquí?, ¿no tendrías que estar en casa? –pregunto Fuji con curiosidad.

 

-Tu hermana me llevo al doctor y dijo que el próximo lunes puedo volver, me dejo aquí porque quería decírtelo.

 

-Que alegría que ya estés bien –dijo Fuji conteniendo las ganas de abrazar a Tezuka.

 

-¿Qué fue eso de capitán Fuji? –pregunto Tezuka intrigado.

 

-Me empezaron a llamar así no sé porque –dijo Fuji fingiendo inocencia –solo me ocupe del equipo como dijiste.

 

-¡NYA! ¡AYUDENME!

 

 Voltearon a ver en dirección del grito de Eiji, el cual se encontraba trepado en un árbol, sujeto firmemente a una rama, y gritaba aterrorizado del perro que estaba al pie del árbol ladrándole esperando a que el gato bajara.

 

-¡NYA! –maulló Eiji asustado -¡AUXILIO!

 

-Parece que Fenrir se ensaño con el gato –dijo Fuji suspirando.

 

 El tensai silbo y el perro dejo de ladrarle a Eiji antes de ir en dirección a Fuji y Tezuka acompañado por los otros perros, al llegar se detuvieron ante Fuji y se sentaron como a espera de órdenes, Tezuka miraba a los perros algo confundido.

 

-¿De dónde los sacaste?

 

-Son los perros guardianes de la escuela –dijo Fuji acariciando la oreja de uno –a veces los visito y son muy lindos en verdad.

 

-¿Esos son los perros con los que me dijiste que jugaron?

 

-Sí, te los presento este es Cerbero –dijo Fuji siguiendo acariciando al perro –el que le ladraba a Eiji es Fenrir creo que el gato le cayó bien, le sigue Balrog y Belial que cuidaban la marcha de unos y por ultimo esta Fluffy. (N/A: entiendanme soy fan de Harry Potter)

 

-¿Fluffy?

 

-El celador me dejo ponerle nombre –dijo Fuji antes de dirigirse a los perros –este es Tezuka obedézcanlo también.

 

 Fluffy se acerco a Tezuka y olfateo su mano, el chico de lentes no se mostro atemorizado en ningún momento y solo se le quedo viendo al perro, después de un instante Fluffy le lamio la mano y Tezuka acaricio su cabeza, los demás perros también se le acercaron e hicieron lo mismo que Fluffy, una vez que hubo acariciado la cabeza de todos los cachorritos el tensai dio una palmada para recuperar la atención de los canes.

 

-Vuelvan sus posiciones –ordeno Fuji.

 

 Los perros dejaron a Tezuka y volvieron a sus lugares, por lo que Eiji que comenzaba a bajar del árbol tuvo que subir de un salto cuando Fenrir regreso a hostigarlo, Belial y Balrog siguieron persiguiendo a los que corrían entre los cuales se encontraban Inui, Oishi y Taka-san, Cerbero vigilaba que cumplieran con los ejercicios en donde estaba Ryoma que en la ausencia del cachorro había aprovechado para intentar abrir la jaula donde estaba secuestrado Karupin pero volvió a su lugar y aumento el ritmo al ver al can y Fluffy pues él se echó porque no tenía gran caso vigilar a Momo y Kaidoh que estaban sentados agarrándose las piernas y balaceándose de adelante para atrás, completamente traumados.

 

-¿Qué les paso?

 

-Están así desde que vieron un maratón de Barney, creo que Mizuko se cree pariente suyo, de los teletubbies y de los ositos cariñositos.

 

-¿Por qué hiciste tal atrocidad? –dijo Tezuka estremeciéndose un poco.

 

-No dejaban de pelear, cortar el césped solo los calmo por un rato.

 

-¿Los pusiste a cortar el césped?

 

-Tú dices que la jardinería es relajante, aplique tu consejo, pero necesitaban medidas más rigurosas –se explico Fuji.

 

-Bueno al menos ya no pelean –dijo Tezuka acomodando sus lentes –parece que te gusto el poder y la autoridad, ¿me los devolverás sin resistencia?

 

-Para que no se pueda abusar del poder –dijo Fuji con una sonrisa –es preciso que el poder detenga al poder.

 

-La belleza es poder y una sonrisa es su espada –respondió Tezuka abrazando al tensai.

 

 De esta manera fue la toma de poder de Tezuka, el castaño no había tenido intención alguna de conservarlo, por lo que le devolvía a Tezuka toda autoridad, solo lo había hecho para divertirse un rato y ahora que volvía Tezuka todo volvería a la normalidad aunque dejaría que Cerbero o alguno de los canes se quedara a custodiarlo por un tiempo, claro que el podía hacerse cargo solo de cualquier represalia que sus compañeros de equipo se pudieran atrever a tomar, lo que era muy poco probable ya que Fuji daba más miedo que todos los canes juntos.

 

-¿Y esos afiches? –dijo Tezuka soltando a Fuji.

 

-¿No me veo guapo? –pregunto Fuji con algo de modestia.

 

-¿TF?, ¿Tensai Fuji? –dijo Tezuka.

 

-No… en realidad es Tezuka y Fuji –dijo Fuji sonriendo –no respondiste.

 

-Eres y te ves muy bello –dijo Tezuka rozando sus labios con los del tensai.

 

-El vestuario –dijo Fuji jalando a Tezuka.

 

 Fuji arrastro a Tezuka al vestuario, donde al cerrar la puerta se lanzo encima de Tezuka, haciéndolo chocar contra los lockers, Tezuka le saco la playera al castaño pudiendo acariciar la espalda del tensai, mientras que el castaño desajustaba el cinturón del capitán.

 

-¡TERMINO LA PRACTICA! –ordeno Fujilini.

 

 El tensai había salido del vestuario dando un portazo algo irritado, pues debido a las constantes interrupciones no habían podido hacerlo, los novatos que se encontraban afuera que eran los que habían interrumpido vieron con miedo al tensai, ellos solo iban a guardar unas pelotas. Tezuka salió detrás del tensai, que ya había tomado sus cosas dispuesto a irse a su casa, acomodo sus lentes y se unió a la marcha del tensai.

 

-¿Dónde mandaste a hacer los afiches? –pregunto Tezuka.

 

-Tengo una foto tuya que es perfecta –dijo Fuji retomando su sonrisa –aunque tal vez uno en donde salgamos los dos.

 

-Podría ser, también sería bueno que Fluffy y los demás se quedaran –dijo Tezuka mientras caminaba junto al tensai –¿tienes otras ideas?

 

-Deberías probar darle privilegios sin ninguna razón a alguien.

 

-¿Y eso que hará? –pregunto Tezuka intrigado.

 

-Los demás se pondrán furiosos con él, se esforzaran mas y se empezaran a delatar entre si además el de los privilegios se pondrá paranoico –dijo Fuji sonriendo con malicia –el pobre Taka-san no sabía qué era lo que pasaba cuando los demás se lanzaron encima suyo.

 

-Vaya eres todo un maestro –dijo Tezuka algo impresionado.

 

-Solo soy un aficionado –dijo Fuji sonrojándose –¿has probado que piensen en sus propios castigos?, estimula su creatividad y es muy divertido.

 

 Eiji que había alcanzado a oír la conversación pues aun estaba trepado en el árbol palideció al escuchar los planes de la Strongest Pair, había pensado que Tezuka era su salvación pero al parecer el régimen de terror en lugar de terminar apenas comenzaba.

 

-Ahora son dos, nya –se lamento Eiji –¡ya déjame bajar Fenrir!

 

 Fuji y Tezuka llegaron a la casa del tensai, la cual seguía adornada con la ciudad construida por Tezuka, no pudieron contenerse hasta entrar en la habitación del tensai, así que fueron directo a la sala lo cual tuvieron que hacer con cuidado para no derrumbar los bloques.

 

 Una vez que llegaron a la sala Tezuka recostó a Fuji sobre el sillón lo miro fijamente antes de besarlo, los zafiros que lo enloquecían seguían cargados de diversión y deseo, mientras que Fuji correspondía al beso el castaño se hacía cargo de la camisa del capitán, se libro de su playera, cuando Fuji estuvo libre de la prenda Tezuka acaricio la suave y tersa piel del tensai y lo levanto hasta obligarlo a mantenerse sentado, los labios de Fuji dejaron los de Tezuka y pasaron a la línea de su mandíbula a ese lugar entre su cuello y la oreja que conseguía un suspiro profundo del capitán, ahora si no había nadie que los interrumpiese o eso era lo que pensaban. La puerta se abrió y se escucharon voces desde el recibidor, pero los castaños tan absortos en lo que estaban haciendo que no dieron cuenta de los visitantes.

 

-¿Qué es todo esto? –dijo Kunikazu entrando en la sala.

 

-Tezuka-kun lo ha hecho, Syusuke le dio los bloques para que se entretuviera –dijo Yumiko acompañando a Kunikazu.

 

-¡Ahhh!… Suke.

 

 Los chicos estaban fuera de vista gracias a los edificios que había alzado Tezuka y aun no reparaban en que ya no estaban solos, seguían en el sillón besándose con pasión, los visitantes se sorprendieron al oír a Tezuka suspirar de placer, Kunikazu se asomo al sillón y lo que vio casi le provoca un infarto, pues su nieto estaba arriba del tensai besándolo con intensidad, Syusuke acariciaba la espalda desnuda de Kunimitsu. El mayor de los Tezuka retrocedió sin poder articular palabra y pues al no ver por donde caminaba piso uno de los bloques que lo hizo perder el equilibrio y precipitarse sobre los edificios de legos.

 

 Fue una reacción en cadena, varios de los edificios cayeron al recibir a Kunikazu y fue como fichas de domino porque golpearon a otros lo cual hizo que comenzaran a desmoronarse, Yumiko se vio atrapada en medio de la demolición y en su intento de huir ella también piso uno de los bloques y fue a parar a otro de los edificios tratando de no caerse al igual que Kunikazu y lo único que lograron con ello fue llevarse más bloques; los castaños no pudieron ignorar todo ese alboroto y se incorporaron para ser testigos de cómo el abuelo de Tezuka y la hermana de Fuji demolían la ciudad del chico de lentes; una vez que la demolición ceso se escucho los quejidos tanto de Yumiko como de Kunikazu.

 

-Mi ciática –dijo Kunikazu bajo una montaña de legos.

 

-Mi cadera –dijo Yumiko adolorida.

 

-No es posible –se lamento Fuji recargando su frente en el respaldo del sillón.

 

 Fuji estaba completamente frustrado, no solo los habían interrumpido otra vez, sino porque también habían derribado los bloques que él había estado cuidando y que quería derrumbar, hasta por eso había amenazado a Yuuta y ahora aunque hubiera sido un accidente su hermana y el abuelo de Tezuka hicieron eso que él quería hacer, su instinto destructor estaba totalmente herido.

 

-Todavía están los bloques de tu habitación –dijo Tezuka consolando al castaño –podrás derrumbarlos cuando quieras.

 

-¿Tu sabias? –dijo Fuji con sorpresa.

 

-Conozco bien esa mirada malvada… solo déjame conservar el estadio de tenis.

 

 Un quejido de Kunikazu los hizo volver a la realidad, se pusieron sus camisas y fueron a ayudar a sus parientes que estaban sepultados por los legos; una vez que los rescataron de los escombros el abuelo de Tezuka dijo que había ido por que Yumiko le dijo que Kunimitsu ya estaba recuperado y por lo tanto ya podía regresar a su casa, para evitar seguir dándole problemas a los Fuji, pero después de lo que había visto comprendió que su nieto estaba muy bien atendido y que no le causaba ninguna molestia al tensai por lo que dejo que se quedara unos días más. Después de que por fin Fuji diera rienda suelta a su instinto destructor se echó en la cama satisfecho consigo mismo, había grabado toda la demolición pues al parecer se creyó Godzilla, el capitán había salvado su estadio llevándoselo a la habitación de Yuuta y regreso para ver la destrucción de Tezuka City, realmente Fuji le había traído ganas a esos bloques; dejo al tensai que reía satisfecho para ir por su estadio y llevarlo de vuelta a la habitación de Fuji.

 

-¿Por qué me dejaste solo? –dijo Fuji parado en la puerta de Yuuta.

 

-Te veías muy entretenido, ¿ya estas feliz? –dijo Tezuka arrodillado para agarrar su estadio.

 

-Todavía falta algo para que lo esté completamente –dijo Fuji con una sonrisa seductora.

 

 Fuji avanzo hasta Tezuka hizo a un lado el estadio y le plato un beso, Tezuka atrajo al tensai hacia él, Fuji tumbo en la cama a Tezuka y empezó a besar el cuello de Kunimitsu, el chico de lentes trato de separar al tensai de él, pero Fuji obviamente oponía resistencia.

 

-Es la habitación de Yuuta –dijo Tezuka mordiéndose el labio.

 

-No permitiré más interrupciones –dijo Fuji con la mirada fija en la de Tezuka.

 

 Tezuka cedió antes esos zafiros que lo miraban fijamente, siempre cedía y perdía toda la razón ante esos ojos, las manos del capitán volaron hasta la cintura de los pantalones del tensai decidido a quitárselos, Fuji sonrió complacido al ver que Tezuka no se retiraba se quito la playera y le quito la camisa al capitán; cuando Tezuka fue capaz de registrar el siguiente pensamiento racional ambos estaban bajo el edredón y sus ropas ya tenían lugar en el suelo.

 

-Ahora si… estoy feliz y satisfecho –dijo Fuji con la respiración entrecortada.

 

 La respuesta del capitán fue girarse y atraerlo hacia él, dispuesto a una segunda ronda, para demostrarle al tensai que ya estaba completamente recuperado y que todavía tenía mucha resistencia más, por su parte Fuji estaba encantado pues Tezuka tenía que compensar todas esas interrupciones tanto de los demás como de su enfermedad.

 

-Algo muy malo paso aquí –dijo Yuuta sentado en su cama con una sensación extraña.

Notas finales:  Hasta aqui llego este fic que espero en verdad les haya agradado, bueno la proxima semana estare por aqui otra vez con otro fic... ya va a ser mi cumple!!!, es el 22 de este mes, Kimi quiero mi fic no se te olvide aun tienes tiempo; lo siento me emocione entonces nos vemos la proxima y no olviden dejar reviews!!!!

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