SU MAYORDOMO, TIENE SENTIMIENTOS.
-Joven amo, es hora de despertarse- dijo el mientras abria las enormes y nuevas cortinas de seda de color rojo escarlata, Ciel abrio los ojos al instante y se sento en la orilla de su cama, Sebastian lo coloco en pie con suavidad y el chico camino hacia su recien remodelado baño donde su atento mayordomo le dio un baño a conciencia.
-Que tengo que hacer hoy Sebastian?- pregunto el ojiazul mientras el aludido le colocaba encima una toalla y secaba su cabello con delicadeza.
-Por el momento puede disponer de su tiempo como guste joven amo, como todo el mundo le daba por muerto la compañia dejo de funcionar-
-Ya veo(se ha de haber quitado su parche ñ_ñ)Sebastian recontrata a todos los empleados-
-Pero...-
-Acaso te estas negando a hacerlo-
-No es eso joven amo, es solo que la fabrica tambien se destruyo en el incendio-
-Ahh, es eso, reconstruyela entonces- Sebastian no contesto -No es nada imposible para ti o si?-
-Por supuesto que no joven amo, lo hare enseguida- y en eso termino de anudar la pequeña corbata en el cuello de el pelinegro, Sebastian se dispuso a irse cuando la voz de su amo lo detuvo en la puerta
-Sebastian, donde esta mi estudio?- el mayordomo sonrio, abrio la puerta e hizo ademan de que lo siguieran -Por aqui my lord- al pasar Ciel Sebastian hizo una reverencia.
Caminaron por enormes pasillo donde pasaban y pasaban personas y mas personas trayendo estantes, vajillas, tapetes, de todo para decorar esa nueva mansion justo al gusto de Ciel Phantomhive.
El mayordomo se paro frente a una puerta abriendola y dejando pasar al joven amo
-Que es esto??!!- exigio saber un chibi Ciel viendo frente a si el enorme cuarto vacio que tenia por muebles un banquito de plastico de tres patas y una mesita de centro de madera pobremente elaborada
-Esque se subastaron todas las cosas que quedaron tras el incendio y los sirvientes aun no terminan de comprar todo ota vez- contesto un chibi Sebastian que se encogia de hombros. Ciel volvio a la normalidad dejo ir un suspiro llendo resignado a sentarse a su banquito
-Esto es ridiculo...- se lamento el
-Mis mas sinceras disculpas joven amo, ire a recuperar sus cosas de inmediato- se ofrecio Sebastian
-No, olvidalo, ve y haz lo que te he ordenado primero-
-Yes, my lord- Eran las 8:10 cuando el dejo la habitacion
**En la concina**
-Maldita sea!! no entiendo como funciona esta porqueria!- grito Bard enojado ya que habia tratado 5 veces de registrarse en Mercadolibre.com para conseguir la replica exacta de la silla del joven amo justo como Sebastian se lo habia ordenado pero la baka computadora lo sacaba de la pagina una y otra vez -Quizas con una pequeña explosion la haga funcinar- dijo con los ojos brillantes y un encendedor en mano
-Nada de dinamita Bard- le dijo Sebastian que pasaba por ahi
-Maldicion!!-
**Un bazar**
-Are? como es que hemos terminado aqui??- pregunto Finnyan con muchos signos interrogativos flotando en su cabeza viendo como la gente pasaba a su alrededor
-No lo se Finny, Oh!! Sebastian-san se va a enojar mucho si no encontramos lo que nos mando a buscar!!- dijo Meirin que sufria una hemorragia nasal por el simple hecho de haber evocado la imagen del mayordomo en su mente.
-Y que nos mando a buscar??-
Meirin obtuvo un papelito de su delantal
-A ver...todo lo que encuentren igual o parecido a lo que el joven amo solia tener en la otra mansion- repitio ella las hermosas palabras escritas a puño y letra de Sebastian con una caligrafia por demas admirable -Suena dificil, pero por Sebastian-san y el joven amo hay que hacerlo!! vamos Finny!!-
-Hai!!- se pusieron en marcha y no pasaron ni 2 puestos cuando Meirin se detuvo
-Oye Finny!!Mira esto- dijo señalando un aparato en un anaquel
-Se parece a la camara en la que salio mi pajarito!!la de Talbot!!- se emociono el rubio
-Sera la original??-
-No lo se-
-Crees que esto cuente entre los objetos que tenemos que recuperar?-
-No lo se-
-Oye Finny!! me estas escuchando- Finny se volteo a mirarla con ojos llorosos
-Mi pajaritoooo!!! T-T-
**Mansion Phantomhive, 1min para las 9:00**
-Adelante-
-Joven Amo, el desayuno- dijo Sebastian apareciendo en la puerta con el carrito que transportaba lo que el habia preparado
-Oye, como se supone que trabaje seriamente sentado en esto?- se quejo el chico señalando su banquito, Sebastian lo miro y no pudo evitar el sonreir
-Joven amo, usted siempre logra combinar lo encantador con lo disgustante-
-Da igual, como va aquello que te encarge?-
-Terminado y funcionando, tarde un poco ya que el cemento tenia que secar, mis disculpas-
-Asi que la fabrica Phantom ha vuelto- hablo Ciel para si mientras tomaba de su taza de té rojo africano
-Despues del desayuno tiene su clase de Geografia, Latin y Piano-
-Desde cuando tomo clases de piano??-
-Bard compro un piano por acccidente, hay que darle algun uso a tan magnifico instrumento-
-Olvidalo, cancela todo, no quiero hacer nada el dia de hoy-
-Pero Joven amo...-
-No has sido tu quien dijo esta mañana que puedo disponer de mi tiempo como me plazca Sebastián??-
-Entendido Bochan, acomodare su agenda para mañana- hizo una reverencia y salio.
Apenas cerrada la puerta se volvio a abrir de un portazo
-Bochan!!!- llegaron corriendo Meirin y Finny
-Porque hacen tanto escandalo?? Y porque no tocan antes de entrar??- Bard llego de repente azotando la puerta que nuevamente se acababa de cerrar
-Lo he conseguido!!!-
-Que has conseguido Bard?-
-Su escritorio y su silla- respondio triunfal con los ojos iluminados mientras dos tipos entraban con el susodicho escritorio y uno mas con la silla
-Por fin....- suspiro Ciel aliviado.
Una vez recuperada su antigua figura de mandamas dispuso sus atentos oidos a lo que sus sirvientes tenian que decirle -Y bien??-
-Y bien que??- pregunto Finny, Ciel se estaba impacientando
-Que me tenian que decir?!-
-Ah si! mire bochan!- Meirin coloco la camara frente a su joven amo
-Puede ser...- el chico paso sus dedos por encima de la camara con tal ligereza que parecia que estaba tocando algo irreal -Hay que probarla, Finny, ponte frente a la camara-
-Eh, hai!!- el rubio lo hizo y esta vez respiro.
Al develar la foto el pajarito de Finny volvio a salir en ella
-Asi que es la verdadera- comento el ojiazul maravillado
-MI PAJARITOOOOO-
-Finny basta ya!- lo callaron Bard y Meirin, el primero estuvo a punto de golpear al jardinero de no ser porque la voz de Ciel los hizo ponerse derechos y alineados cual soldaditos de plomo
-Quiero que vuelvan a hacer algo por mi- los sirvientes que adivinaban por donde iba la cosa no dijeron nada permitiendo al imponente pelinegro continuar -Volveran a tomar una foto de Sebastian-
-Bochaaaaannnn!! Eso es imposible sin que usted nos ayude!-
-Errr, Finny tiene razon joven amo- lo apoyo Bard
-No esta vez, he estado dandole vueltas a ese asunto, creo que esta vez funcionara, solo hay algo que tienen que hacer- los tres se acercaron -La tomaran por separado- dijo casi en un susurro
-Y como haremos eso? solo hay una camara-
-Turnense- resolvio Ciel
-Yes my lord!!!- y de un momento a otro los sirvientes abrazaban a su comprensible joven amo con lagrimas en los ojos-Bochan! creimos que nunca lo volveriamos a decir! lo extrañamos!!-
El primero en intentarlo fue Finny, Ciel les habia dado como tiempo limite hasta las 5:00 de la tarde, el jardinero tenia hasta la una para lograr una foto.
Trato de hacerlo a escondidas y se llevo 1 hora en hacerlo, Pluto aparecio en la casa de nuevo y el ojiverde fue caso perdido
Luego estuvo bard que tras pensar varios metodos posibles no se resistio y uso el lanzallamas, la camara estuvo a punto de desaparecer y un cuarto quedo reducido a cenizas, pero no hubo foto.
Y Finalmente estuvo Meirin...
-Eh, minasan, necesito de su ayuda para esto-
-Pero meirin, el joven amo ha dicho que lo hagamos por separado-
-Y ademas, nosotros no pedimos tu ayuda-
-No lo hicieron porque no quisieron-
-Buen punto...que planeas??-
Sebastian acababa de llegar de haber ido a recuperar todos los objetos, labor que habia ejecutado con exito, se encontraba caminado por los pasillos designados a los sirvientes de la casa Phantomhive cuando la peliroja lo detuvo, llevaba su traje de cuando era francotiradora y no traia lentes, y a pesar de su salvaje apariencia se hallaba parada unos pasos frente a Sebastian sonrojada y sumisa, el mayordomo se quedo en pie, la cuenta comenzo
-Meirin, sucede algo?-
-Esque...a mi me gusta Sebastian-san y yo quiero estar con el para siempre!- grito apenada
El mayordomo sonrio sin razon, la chica continuo, iban en el 5
-Pero creo que sera imposible, asi que no me dejas opcion sebastian- ella saco una pistola de detras de su espaldaque apunto directamente a donde se supone deberia estar el corazon humano. Sebastian sonrio aun mas, dio intenciones de dar un paso pero ella lo detuvo -No te muevas! o disparo- amenzo, la sonrisa perfectamente blanca del mayordomo era enorme
-Ah, y que haras despues de disparar??- quizo saber y solamente el entendio el otro sentido que sus palabras implicaban "despues de disparar y que no muera"
-Pues yo...- ella dudo
-10!!- gritaron bard y Finny saliendo de detras de una pared -Lo hiciste Meirin!-
-Jo jo jo- celebro el señor Tanaka tambien (el señor Tanaka manda!!) unos aplausos que hicieron eco por toda la habitacion acallaron el festejo. Era el pequeño bochan
-Bien hecho Meirin, pero porque estas vestida asi?-
-Etto, es para darle mas realismo a mi personaje- nadie excepto Ciel habia notado que su mayordomo estaba serio, se podia decir que hasta enojado. -Quiere que la revele bochan- ahi el semblante de Sebastian cambio, no le costaria nada de trabajo hacer que pluto volviera a quemar la foto, pero Ciel Phantomhive no volveria a caer en el mismo error
-No, esta vez lo hare yo- le quito la camara de las manos a Bard y se fue directo a un baño.
-Kore?? y a donde ha ido Sebastian-san?-
-Jo jo jo-
**************************************************************************************************************
El ojiazul metio la foto al agua y espero. Si querer habia cerrado los ojos, realmente no sabia que esperar, pasado el tiempo los abrio lentamente.
Las pupilas se le dilataron al grado de que parecia querer llorar, estaba atonito, el cuerpo le pesaba, no se podia mover.
Lo impuro, lo sucio, lo despreciable, eso habia en la foto, siendo descriptible unicamente con una palabra, un demonio… los ojos y la malvada sonrisa el unico dejo de humanidad que habia en la fotografia.
-Le dije que usted no podia verme en ese estado joven amo- le susurro al oido sebastian abrazandolo por los hombros y tomando la foto a la vez, con esa accion Ciel reacciono
-Damela!!-
-No quiero- se nego sonriendo
-Sebastian!!!-
-Eso es algo que ni siquiera unos ojos tan encantadoramente corrompidos como los suyos pueden ver bochan-
-Sebastian!! Damela, es una orden!-
El mayordomo puso el semblante serio, pero la entrego y salio del pequeño cuartito susurrando algo como "Maldito morbo humano"
***************************************************************************************************************
En lo que resto del dia Ciel no dejo de ver la foto, era imposible apartar los ojos de ella, pensar que alguien tan hermoso como Sebastian era solo una ilusion para los ojos...reflexionando aquello las palabras de Sebastian llegaron a su mente "Una ilision...tratar de retenerla es un inutil sueño humano"
Y la hora de dormir llego.
Sebastian como siempre entro puntual en su cuarto para ponerle la pijama y meterlo a la cama.
Ciel solo se dejo hacer, desvestir y vestir, descubriendo que a pesar de saber la verdad, de conocer realmente a la persona que tenia delante no podia evitar quererla, su piel aun reaccionaba cuando el mayordomo llegaba a rozarlo con las manos.
Cuando termino de vestirlo Sebastian espero, aun serio, su bochan siempre solia decir algo antes de dormir pero ese dia estaba mudo y solo rozaba con las manos el lugar donde alguna vez habia tenido su fragmento de esperanza.
-No tienes hambre Sebastian?- le pregunto de repente el pequeño, el mayordomo sonrio, acaricio el perfecto rostro que su amo le mostraba con lentitud torturante y se acerco a el, a sus labios, pero parecio reconsiderarlo y volvio a su lugar
-No bochan- fue su respuesta
-Llevas una semana sin tomar nada de mi alma, debes de tenerla-
-Estoy bien, su deseo de mantenerme con vida es suficiente para permitirme sobrevivir una eternidad- le dijo sonriendole y reverenciandole, luego se inclino hasta alcanzar su oreja -Ademas, si quiere un beso solo tiene que ordenarmelo bochan-
-Sebastian!- le espeto sonrojado
-Eso me recuerda- el aludido se arrodillo frente a el y tomo sutilmente su mano entre las suyas -Es para usted- dijo deslizando un anillo en el dedo donde solia estar el otro anillo que habia hecho ser a Ciel el conde Phantomhive
-Que es esto?- pegunto viendo el fino y hermoso arillo de plata
-Me parece que el joven amo extrañaba al fragmento de esperanza, ademas asi no se olvidara de que su alma me pertenece bochan, solo a mi, el anillo sera la prueba- concluyo lugubremente
-Suena como un anillo de compromiso- se mofo Ciel
-Puede pensarlo asi si gusta- dijo Sebastian restandole importancia al comentario y aumentando el rubor de las mejillas del chico que desvio la mirada hacia su cama
-Tengo sueño-
-Hai- el mayordomo metio a Ciel en la cama y el joven le dio la espalda, cuando el mayor estaba a punto de salir su bochan lo detuvo a unos pasos de la puerta
-Sebastian?-
-Si bochan?-
-Quedate hasta que me duerma-
-Es eso una orden??- Ciel permanecio callado -A mi realmente no me gusta el bochan que es debil, pero creo que a la señorita Elizabeth le agradaria verlo asi-
-Importa? esta muerta...- contesto sumamente frio y provoco la sonrisa de Sebastian -Realmente no comeras?-
-No quiero desperdiciarlo joven amo, despues de todo, almas solo tiene una…dulces sueños bochan- se despidio y salio el cuarto dejando al pequeño Ciel en la oscuridad
"Asi que es eso lo que soy para ti, solo un contrato" penso el ojiazul acariciando el nuevo anillo por debajo de las sabanas "Tu comida"
Fuera Sebastian caminaba lentamente con la luz de las velas iluminando tenuemente su rostro y la fotografia que finalmente habia logrado arrancar de las manos de Ciel, se miro una vez mas en ella y su semblante se puso mas serio aun, en otros tiempos otra foto de el habia sido tomada con esa misma camara.
Se habia quemado al instante.
Por eso no se habia preocupado de que fuera Ciel quien revelara la foto y no pudiera ordenar a pluto destruirla, si de todos modos se iba a consumir no habia problema. Ese pensamiento se habia quedado dentro de el por solo unos instantes, algo le dijo que esta vez no iban a ser igual las cosas y fue por eso que siguio a su joven amo.
El nunca se equivocaba, y aun con esa seguridad no podia entender porque la foto seguia siendo algo palpable y no cenizas.
Tampoco entendia la razon por la cual no queria que Ciel la viera.
"Sera...porque dejaria de amarme?"
La miro de nuevo, solo estaba el, Sebastian sonrio
"Nada ha sido traspuesto...quizas es porque la cosa mas preciada para mi, querido bochan, aun no esta muerto" dejo de caminar.
Aprecio.
Temor.
Sentimientos.
Era eso lo que habia hecho que la foto no desapareciera?, Sebastian Michaelis al sentir se estaba haciendo un poco humano, rechazo totalmente esa posibilidad, otra cosa debia de ser "No, yo no puedo sentir, aun asi, no quiero cederlo a nadie bochan, usted me pertenece"
Eran cerca de las doce de la noche cuando el movimento repentino de su cama lo hizo abrir los ojos, intento abrir la boca pero los labios de Sebastian sobre los suyos le hicieron callar.
Aquel sabor era profano y amargo a la vez tan narcotico e hipnotizante, Ciel suponia que asi debian de saber los pecados.
Lo dejo sin respiracion mientras que el prmanecia sonriente e inalterable, cosa que a Ciel no le gusto
-Asi que volviste por un poco, después de todo si tenias hambre- concluyo viendo a su mayordomo que estaba sentado a hocajadas sobre el y que le devolvio una sincera, demoniaca y hermosa sonrisa
-Si, en eso tiene razon joven amo, estoy hambriento, pero son sus labios lo que deseo devorar ahora- El ojiazul miro hacia la ventana
-Eso no era parte del nuevo trato- le solto algo molesto. Sebastian trato de hacer que Ciel lo mirara pero este se resistio y continuo viendo la ventana, el mayordomo le giro el rostro con mayor rudeza entonces y lo obligo a fijar la vista en el
-Mis disculpas bochan, pero de otra manera no saciare mi apetito- Ciel trato de reprochar pero una vez mas fue acallado con un beso que el no tuvo mas opcion que corresponder.