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Insanity por Rincabot

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Notas del fanfic:

Esto es un oneshot KakuzuxHidan Kakuzu y Hidan són personajes de Masashi Kishimoto Y NO ME PERTENECEN

Notas del capitulo: Enjoy...

 

Se rasgó el rostro. 

Delante del espejo nublado y húmedo del baño, poco diferente a las posadas donde solían hospedarse. Aquél mero trozo de brillar parecía haberse salvado de las termitas por ser de significativo material, pero no por ello restaba menos tronado con el resto del mobiliario, empezaba a mostrar oscuras manchas en los mismos bordes, que parecían consumir lo poco deslumbrante que quedaba en aquel casto habitáculo.  

A penas reflejaba su imagen, la de la mano pálida recurriendo a la simpleza de un kunai para desgarrar de la comisura de su boca, lentamente yendo a alcanzar su lóbulo, claramente diseccionado su pómulo. El dolor le hizo estremecer, sin embargo residió estable en su posición, repitiendo el lento gesto por el lado contrario, mientras ya sangre brotaba acariciando su mentón, paulatinamente dibujando un inseguro camino hacia el cuello, dejándole degustar aquél sabor metalizado al invadir los labios.

Un movimiento inesperado, reflejado por el oscurecido material, le hizo voltear. Un golpe seco rompió la calma mientras el mismo espejo se ocupaba del silencio, tintineando en el suelo con los trozos escarbados que habían supuesto la consecuencia a aquélla brusca presión. Él observó, mientras el objeto se desmoronaba a sus espaldas. 

La misma extremidad que había empotrado bruscamente su cabeza aferraba ahora su hombro, dolorosamente clavándose en la piel, enterrándole en aquél sinfín de cristales a sus espaldas.  

Contempló con expresión defensiva y soberbiosa a su camarada, los hilos del cual habían lanzado lejos el arma blanca de su poseedor.  

-¿¡Qué coño crees que haces?! 

Los ojos de Kakuzu se estrecharon mientras contestaba a aquello con un profundo gruñido. 

-¿¡Que mierda haces aquí?! 

Estaba advertido de la ira que restaba camuflada en aquél tono. Usualmente no le daba importancia ninguna a sus automutilaciones, a no ser que aquello minvara el tiempo y interfiriera de directa o indirecta forma en el transcurso de alguna de sus misiones. Pero ahora estaba molesto. Realmente molesto. 

-¿¡Kakuzu, que carajo…?! 

-Cállate, Hidan. 

El comando era final y Hidan obedeció, cerrando su boca sangrante. Los ojos analizadores de su camarada examinaron su rostro mientras la ira parecía estabilizarse lentamente. Después de un largo y pesaroso minuto de observación, Kakuzu relajó el agarre que aún mantenía en Hidan. 

-Mantente quieto. 

Los hilos se mostraban ya exteriores al brazo de Kakuzu, alcanzando a los brutalizados pómulos. Lentamente realizaron su tarea, zurciendo los sangrantes cortes conjuntamente. Hidan ladeo las pupilas al destrozado y ya inútil espejo, evitando y negando cualquier contacto visual que se pudiera producir, forzándose a si mismo a la quietud imperturbable a pesar de las molestias en su piel. Cuando el zurcido estuvo prácticamente realizado, cuidadosamente habló, a sabiendas del temperamento del contrario. 

-No lo hice para burlarme, joder. 

Habló con sequedad.  

Los ojos de Kakuzu volvieron a despedazarle, traspasando sus iris hasta su mismo cerebro, donde se escondía la verdad de las personas, donde no había engaño sino orden de prioridades. 

-Estás loco. 

Hidan curvó una mueca extravagante, donde todas aquellas recientes costuras se mostraron resistentes a la agresividad en la que la sonrisa llegaba a mostrarse en aquél rostro. Llegando al límite de las desgarradas comisuras, incluso abriéndolas, mostrando la viva carne en la simbolización de aquel soberano tributo a un juglar sádicamente burlesco.

 

 

Notas finales: Sé que debería estar actualizando Diplomatic, aunque encontré necesario escribirlo, espero que no sea una molestia y podais disfrutarlo. :)

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