-¿Te acuerdas del día que nos conocimos?
Yo lo recuerdo como si fuera ayer…Recién acababa de entrar en el instituto más prestigioso de todo Hong Kong. Me acerqué hasta su biblioteca, supuestamente la mejor del mundo.
Y allí estabas tú, un pequeño dragón perdido en los infinitos mundos de la literatura.
Permanecías completamente inmóvil, con el rostro más sereno y calmado que jamás haya visto, realmente transmitías paz. Hasta que tus ojos salieron de las líneas del libro para clavarse en los míos. Desde ese momento sentí que mi alma estaba condenada a servirte.
Me tendiste tu mano y me dijiste:
-Pertenezco a la mafia de Hong Kong, soy el jefe de los dragones y te he estado esperando. Ven conmigo, Ziu Ming…Juntos controlaremos el lado oscuro de nuestra sociedad.
Y en ese momento tus enormes ojos de dragón negro me hechizaron completamente y abandoné toda mi humanidad para convertirme en tu siervo más fiel.
Fuuron, así me llamaste.
Ciertamente, logramos dominar Hong Kong, gran parte de Japón y por fin estábamos llegando a los países europeos, ¡habríamos dominado el mundo juntos! ¡Tal como pactamos!...pero apareció…
-….
-No le guardo ningún rencor…
Pero aun así no puedo quitarme de la cabeza todo lo que diste por esos sentimientos. ¿Por qué te arriesgaste tanto? Justo cuando…estábamos a punto de ser dioses…¿acaso te parece justo? Porque a mí no…si lo ves desde este lado… ¡¿Dónde quedó todo lo que dimos por ti?! ¿Dónde quedó todo lo que sacrificamos para poder llegar hasta lo más alto?
Dímelo porque no lo sé…estoy más perdido que nunca…sin ti no se qué hacer…no puedo dirigir todo esto yo solo, te necesitamos…
-…
-Vaya, así que todos los esfuerzos y suplicios que dimos por nuestro mundo, ¿fueron para que tu acabes ahí?...eso no era lo que pretendía, yo…deseé con todas mis fuerzas que esto nunca pasara, me resultaba imposible que el elegido por el dragón negro de la muerte acabara…y todo por amor. ¡Es tan irónico!
-…
-Perdóname, no quiero hacerte sentir mal, para eso no habría venido pero, me siento tan perdido, ojalá volvieras…aunque sea una vez más vuelve por favor, te necesitamos…te necesito más que nunca. Ahora que por fin entiendo qué es lo que tengo encerrado en mi interior…ya no estás para oírlo…je…
Siempre estuvimos juntos y ahora que no podremos encontrarnos nunca más me doy cuenta de que lo que en realidad sentí cuando me tendiste tu mano y me miraste con aquellos enormes ojos no fue rendición ni obediencia, ahora entiendo que es lo que me hizo volverme el dragón mas frío, lo que me retuvo a tu lado todo este tiempo…
-…
-No…no es solo amistad, ni afectividad, obediencia, sumisión…todo eso era una simple tapadera para que no vieras lo que en realidad se escondía bajo mis lentes.
-…
-…Te amaba…te amo, y te amaré siempre.
-…
-(Llanto) No puede ser…no me digas eso te lo suplico…yo no…tú…¡si supiera que reconocer mis sentimientos hubiera cambiado este final lo abría echo! Perdóname por ser tan estúpido de no darme cuenta, perdóname por haberte hecho sufrir, yo...
Ojalá se pudiera retroceder en el tiempo, querido amigo. Ojalá pudiéramos volver a aquella mañana en la biblioteca y volver a empezar, desde cero, junto a ti, como esclavo, siervo y amante. Ojalá pudiera volver a ver esa mirada llena de fuerza y futuro, ojalá pudiera sentir el tacto de tu cuerpo desnudo bajo mis manos, la suavidad de tus labios sobre los míos, el sabor de tu boca…daría todo lo que poseo por poder oír de tus labios un te quiero.
-…
-Sí, se nos acabo el tiempo, fuimos muy estúpidos.
-…
-Jajajajaja, es lo que ocurre por concentrarse más en lo que uno desea y tiene en la mente que lo que siente en su corazón…las agujas del reloj no esperan..
-Señor Fuuron, el vuelo de la señorita Kurumi llegara en media hora al aeropuerto, debemos irnos.
Fuuron posó el ramo de rosas sobre las letras negras que decoraban la enorme lápida de mármol. Observó con detenimiento cada trazo de los kanjis que dibujaban su nombre, HAKURON; Y se quedo allí, esperando ver u oír algo, lo que fuera, una señal que le obligara a abrir esa lápida y sacarlo de ahí…pero sabía que por más que esperase eso no sucedería…
-Después pasaré con ella, seguro que te mueres por verla, a tu esposa.
-…
-Tranquilo, mientras yo viva, no le pasara nada. Ella fue lo que más amaste en vida, y por tanto será lo mas amado por mí asta la muerte. Por siempre, tu fiel siervo.
Fuuron se inclinó hacia la lápida. Un soplo de aire lo envolvió en el instante en que su postura volvió a ser erguida.
Realmente, olía a él…
Y entre los silbidos del viento escuchó un susurro:
-…por siempre…