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Bacanal por Medora

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Hola soy Medora dedicando este cap a Balseó, Rei-chan y a Sarasa_yuki y ya saben la letanía ni la serie ni los personajes son míos (que más quisiera), y esto no lo hago con fin de lucrar, sino de combatir a la flojera y espantar el aburrimiento ajeno.
Déjenme sus opiniones si les gustó y sino, también.

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¡¿Qué se supone que debía hacer?!. Antes que nada recuperarse del shock de ser descubierto y sobre todo ¡cubrirse de una buena vez!. Después corres como poseso hasta llegar al baño… o a la siguiente vida, si eso era posible.
Mil y un groserías pasaron por su mente al no encontrar algo que ponerse. Tratando de parecer lo más normal y tranquilo posible, se dispuso a levantarse, pero justo en el momento en el que su cuerpo abandonaba la comodidad de su lecho, apareció otro neko en escena. Maldijo por milésima vez. ¿Es que medio Japón iba a enterarse de su vergonzosa situación?
El recién llegado no era otro sino Ken, el gatito moreno exfutbolista y Youji ya se imaginaba toda la sarta de burlas que le dejaría caer ese sujeto. Tal vez se trataba del karma por todas aquellas veces que le había hecho la vida de cuadros al pobre Ken, así que se resignó a su endemoniada suerte, total que más le quedaba y la cosa peor es que aunque lo negara su miembro todavía seguía ejem … duro. Ken después de instalarse cerca de Bombay, no hizo ningún movimiento.
Pero algo les pasaba tanto a Ken como a Omi, sin embargo el balinés ni por enterado, pues estaba tan enfrascado en su drama personal como para examinar todo aquello que le rodeaba en aquél instante.
No fue sino hasta que el ojiverde decidió salir de una vez por todas del lugar, que los otros dieron señales de vida. El primero en hacerlo fue Omi quien, para sorpresa del desnudo chico, pues le había cerrado el paso. Tenía que decirle algo, ¡lo que fuera!, iba a hacerlo cuando sintió la mano del neko menor empujarlo, obligándolo a volver a la cama.
-¿Pero… qué haces?- preguntó con los ojos desmesuradamente abiertos.
-Te puedo ayudar si quieres, así no forzarás la muñeca- lo dijo de forma ¿melosa?.
Eso si que no se lo esperaba, el chico que estaba encima de él no podía ser el dulce e inocente Omi, ¡tenía que ser un impostor!, Bombay nunca de los nuncas estaría en aquella pose tan dominante, cercándole con un brazo a cada respectivo costado, sobre de él y con esa mirada entre lujuriosa y divertida.
Decidió que deliraba, eso era lo que pasaba, su mente pervertida le brindaba alucinaciones impactantes. Era eso y nada más ¿verdad?.
Sin decir nada Youji intentó levantarse nuevamente, pero Ken se lo impidió.
-¡¿Tu también?!- dijo tratando de parecer tranquilo pero de eso ni un poco. En exfutbolista lo tomó de las muñecas, obligándole a permanecer en cama, mientras Omi reía como felicitándole por esa rapidez felina.
-¿Ibas al baño a bajarte toda esa calentura que te cargas Kudou?- preguntó Ken procazmente en lugar de responderle, en tanto ataba al ojiverde al cabezal de la cama, utilizando un cable que encontró en la cómoda cercana.
El “sex simbol” nunca antes se les había mostrado nervioso por menesteres amorosos, por ello se veía lindo, el cínico sintiendo vergüenza. Youji-kun sonrojado, ¡ja! Eso si que era nuevo.
El Balinés quería sacárselos de encima, pero estaba cansado y no por el sueño o la vergüenza solamente, sino más bien porque resentía la fiestecita de la noche anterior. Aunado también que no quería lastimarlos. Movió las piernas pero el neko menor se instaló entre las mismas mientras deslizaba su mano por la intimidad del ahora atado, lo cual le obligó a jadear, cosa que aprovechó el neko Siberiano para besarlo y logrando de paso cesar sus vanos intentos de liberarse.
-No seas malo Kudou sólo queremos ayudarte- Ken le susurró al oído tras lo cual le mordió el lóbulo de la oreja.
¡¿Qué estaba pasando?!,para ser una broma ya había llegado muy lejos.
-Déjense de bromas, no estoy de humor- dijo Youji sonriendo de manera nerviosa.
-¿Y quién te dijo que esto es una broma?- increpó Omi
De Ken era posible que se tratara de una broma pero ¿y Omi?, el chico no era de esa clase de personas.
Una voz le interrumpió de sus meditaciones. Una voz en su cabeza para ser más exactos.
-Hola gatito, ¿Cómo te lo estás pasando?- Era nada más y nada menos que la voz de Schuldrig.
-Maldito Swarchz hijo de puta que… -se interrumpió al caer en cuenta de lo que pasaba.
-¿te gustó mi regalo?-
-¡¿Qué fue lo que les hiciste?¡-
-¡oh vamos gatito!, ¿para qué quieres saberlo?, mejor disfrútalo-
-Miserable-
-¿Yo?, pero que mal agradecida es la gente hoy día, para serte sincero, yo sólo los “preparé”, tu hiciste el resto… te dejo gatito para que lo disfrutes mejor- dicho eso su voz dejó de oírse en la mente se un confundido balines.

La cosa se ponía cada vez peor. Por cierto que las caricias impartidas por Omi eran de concurso. El ojiverde no pudo evitar gemir con tales atenciones, bajo la mirada burlona de Ken.
-¿Así o más rápido?- preguntó más que divertido Tsukiyono.
-Ba… ka- fue lo más que pudo decir Youji
- Creo que eso no es suficiente, ¿verdad?, hagámoslo juntos Omi pero ahora con la lengua- Sugirió Ken, obteniendo un asentimiento por parte del aludido.
-No… onegai… deténganse- pidió el mayor.
-No somos tan malos como para detenernos ahora- se burló Ken- ya que ni siquiera hemos empezado.
Sin mayor demora ambos gatitos se dedicaros a tomar entre sus lengüitas el “desvalido” miembro del atado, por lo que el Balinés gimió con descontrol.
Ambos chicos se veían tremebundamente eróticos, sobre la cama uno entre sus piernas y el otro hincado al lado del lecho donde yacía incrédulo el castaño atado. Lentamente le acariciaban, turnándose la cabeza uno, mientras el otro se ocupaba de la base, en ocasiones las lenguas su juntaban, Omi y Ken dándose un húmedo beso cerca del miembro de Youji, ¡ay que morbo le producía todo aquello!, la verdad es que no importaba nada ya, sólo sentir. Esos lindos gatitos eran increíbles, más que experiencia las lenguas parecían adorar al miembro del ojiverde. Pero una vez que sintió que le venía el orgasmo, ambos chicos se detuvieron para sortearse quien iba a poseerlo. Y el ganador fue Omi, mientras tanto Ken esperaría su turno.
-Eres mío Kudou- dijo maliciosamente Omi
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Ja ja ja
Que malita soy, lo dejó aquí y ya saben si quieren que lo continúe dejen su opinión.

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