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Nuestro secreto por elroquerodeldesierto

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Notas del fanfic:

espero que les guste porfa dejar rr para saber si les gusta plis xD

Notas del capitulo: Hola espero que les guste este fic, me inspire mucho con esta pareja xD. y porfa les pido que jene rr para saber si les gusto o no o para saber si lo hice bien ok. bueno espero que les guste disfrutenlo xD. 

 

 Nuestro secreto…  

 

     Una pareja de la organización de nubes rojas se encontraba caminando por lo más profundo del bosque en camino a su siguiente misión. Uno de ellos llevaba un mapa con el que se guiaban para llegar al pueblo más cercano de allí, y el otro iba caminando detrás de éste mientras se distraía mirando el cielo y quejándose del largo viaje. El bosque lucia algo oscuro ya que los árboles tapaban el sol, la brisa soplaba levemente pero aun así logrando arrebatarles hojas secas de los árboles.   

 

    -Al parecer vamos en buena dirección…-Dijo el que llevaba el mapa en la mano mientras miraba el camino que les faltaba por recorrer.    

 

    -¡Por fin!, ya me estoy fastidiando de estar caminando por el bosque…-Un peliplateado que seguía mirando el cielo, cuando le cae una hoja de árbol en la cara. Este al sentirla se molesta un poco y sopla la dicha hoja, la cual es llevada por el viento.    

 

  -Deberías dejar de quejarte…-Dijo el sujeto mientras se detiene unos segundos para guardar aquel mapa que llevaba y continua su camino. Se mostraba algo obstinado ya que su compañero no dejaba de quejarse cada media hora.   

 

    -Ja, tu no me das ordenes.-El peliblanco miraba algo serio a su compañero, cruzaba los brazos y suspiraba un poco. Ya estaba más que fastidiado, no solo por el viaje también por su compañero.      

 

  -Cállate y camina, nos queda un largo camino por recorrer…-Dijo el guía al tiempo que  tomaba un maletín color plateado y comenzaba a caminar.  

 

       -Mmm…Eres un aburrido anciano…-Al ojirosa no le queda otra que seguirlo. 

 

     -Te oí, chiquillo malcriado…-Dijo su compañero mientras lo miraba amenazadoramente y con ganas de ahorcarlo.        

 

  -Ja…Maldito ateo…-El ojirosa escupía y seguía caminando mientras refunfuñaba en voz baja.    

 

   Los sujetos siguieron caminando un largo rato hasta llegar a una especie de aldea, la cual no estaba muy poblada que digamos, eso contentó un poco a los dos miembros de la organización Akatsuki ya que seria un objetivo fácil para ellos.   

 

   -Ya hemos llegado…-Dijo el sujeto que llevaba el maletín el cual se detiene para contemplar lo que seria su próximo objetivo.       

  

   -¡Ya era hora!...-El peliplateado se acercaba a su compañero mientras se mostraba algo mas calmado y contento al ver la pequeña aldea.  

 

    -Ja, será fácil encontrarlo aquí…-Dijo el peliblanco mientras se agachaba y sonreía un poco.  

 

      -¿A quien?...-Dijo su compañero quien lo mira extrañado.      

 

  -¿Cómo qué a quien?…Pues a nuestro Jinchuriki… ¿O acaso no es por eso que vinimos a este lugar?…-El ojirosa se levantaba y miraba a su compañero mientras esperaba una respuesta de este.    

 

    -En ningún momento dije que lo buscaríamos…  

 

     -¡¿Qué?!...¡¿Entonces a que vinimos aquí?!...¿No me digas que venimos por uno de tus caprichos materiales?...-El peliblanco se molesta. Como odiaba esas misiones para buscar fondos para la organización.   

 

       -No es ningún capricho…Tú sabes bien que son ordenes del Líder…Y aunque no te guste tendrás que acompañarme, ya que necesito de tu poder…-El ojiverde se adelantaba hacia la aldea.     

 

   -Ja… ¡El Líder y sus putas órdenes!…-El peliblanco se disponía a seguir a su compañero.    

 

   -Será mejor que controles ese vocabulario…No querrás que nuestro Líder te escuche…    

 

   -Como si me importara lo que pueda llegar a hacerme… ¡Soy inmortal! ¡¿Lo recuerdas?!...-El peliplateado camina a un lado del ojiverde.  

 

     -Será mejor que te calles y terminemos con esto rápido antes de que oscurezca…-Al decir esto el sujeto del maletín se adelanta a la aldea.    

 

    -Eh… ¡Hey!… ¡Espera!... ¡Kakuzu!...-El ojirosa lo sigue.                                                                        

 

   ***     15 minutos más tarde, la pequeña aldea se encontraba en llamas y todos sus aldeanos estaban muertos. Los dos miembros de la organización Akatsuki habían acabado con todo a su paso.   

 

    -Perfecto…Ya cumplimos con nuestra misión…Podemos irnos…-Dijo Kakuzu mientras se levantaba de una roca.    

 

   -¡Coño! ¡¿Acaso no estas viendo que estoy cumpliendo con mi ritual?!...¡Espérate a que termine!...-El peliblanco se molesta un poco.      

 

  -Mmm…Deberías buscarte otra religión…Hidan…-El ojiverde miraba a su compañeros en el suelo.-Una que no nos haga perder el tiempo…     

 

   -¡Cállate maldito ateo! ¡Tu no entiendes mi religión y jamás lo harás!...-El ojirosa saca una especie de tubo que se encontraba clavado en su pecho.

 

-¡Aaaahh! ¡Coño!…Como duele…Aaahh…-El peliblanco se levanta de aquel círculo de sangre mientras que su compañero lo miraba fijamente.-Bien, Aaah…Ya estoy listo.-Hidan se estiraba un poco, mientras que su compañero aún lo observaba fijamente.     

 

   -¡Ne!… ¡Kakuzu!…Ya podemos marcharnos… ¡Kakuzu!-Hidan se acercaba a Kakuzu.    

 

    -Eh…Si, ya te oí…-Kakuzu toma dos maletines y se adelanta.      

 

    -Mmm…-El peliblanco miraba a su compañero con una expresión de burla.     

 

   -… ¿Qué diablos estas mirando?...-Kakuzu al fijarse que su compañero lo observaba se molesta y mas por la expresión que le dedicaba.   

 

     -No, nada…-Hidan desviaba la mirada y después mira nuevamente a su compañero el cual se disponía a seguir caminando cuando...   

 

     -¡Aaaahh!...-Hidan Comienza a gemir y a gritar como loco, haciendo que Kakuzu se detuviera y le diera una especie de escalofríos.    

 

    -Mmm…Ya veo…-Hidan al ver la reacción de su compañero muestra una leve sonrisa. Kakuzu voltea un poco y después sigue caminando pero un poco más lento.-Haber…Mmm… ¡Aaaaahhh!...-El peliplateado grita nuevamente pero esta vez más fuerte, haciendo que Kakuzu se detuviera nuevamente quien al ver al ojirosa burlarse se voltea molesto.      

 

    -Pero… ¡¿Qué diablos te pasa Hidan?!...-Kakuzu se molesta al ver al peliblanco reírse.    

 

   -No te hagas…-Hidan muestra una leve sonrisa.        -¿Eh?...      

 

  -Esa miradita tuya cuando terminaba mi ritual…Mmm…Te gusto, ¿No es cierto?…-El peliblanco muestra una sonrisa sádica.   

 

     -¿Qué?... ¿De que coño estas hablando?...-Kakuzu se sorprende un poco al escuchar al peliblanco.   

 

     -La forma con la que me mirabas cuando terminé mi ritual y en especial cuando me quejaba del dolor… ¿Te gusta cuando me quejo no es cierto?... Se que me deseas…-Hidan se le acerca a su compañero seductoramente.-Pero déjame decirte que éste hombre no le va a eso.  

 

    -Has dicho… ¿Desearte?...    

 

   -…-     

 

  -Ya me imagino la cara que pondrán los demás cuando se enteren ku, ku, ku…Cobraré mucho dinero para que se enteren de esto… -Kakuzu continúa caminando.   

 

    -Eh… ¡Ne!… ¡Espera Kakuzu!... ¿Como que cuando los demás se enteren?...No les contaras lo que te dije ¿O si?...-El ojirosa sigue a su compañero.   

 

     -¿Y por que no se los contaría?...Así sabrán tu preferencia ku, ku, ku…-El ojiverde seguía caminando.    

 

   -¡¿Qué?!…Yo en ningún momento dije que quería hacerlo contigo… ¿Acaso no me deseas?...-Hidan se adelantaba y le impide el paso a su compañero.   

 

   -¿Desearte?...No me hagas reír, Yo no voy a ese bando…Y mucho menos lo haría contigo…No porque seas raro quiere decir que yo lo sea...-Kakuzu pasaba a un lado de su compañero y se disponía a seguir con su camino.       

 

  -Eh…Pero…  

 

     -No sé que clase de cosas te pida tu religión, pero yo no seré parte de eso…-El ojiverde  seguía caminando.    

 

   -¡¿Qué se supone que quisiste decir con eso?!... ¡¡Kakuzu!!...-El ojirosa sigue a su compañero.    

 

    -Pensaba que eras raro, y ahora con más razón…-Kakuzu volteaba un poco para ver al otro hombre.    

 

  -¡Calla!... ¡No me importa lo que pienses o que se los digas a los demás!... ¡Maldito ateo!...-El peliplateado cruzaba los brazos y desviaba la mirada. –Si no quieres admitirlo bien…   

 

  -Mejor cállate y ayúdame con un maletín…Y no lo rayes también es costoso... Marica-Kakuzu se disponía a pasarle un maletín con dinero al peliblanco.    

 

     -¡Tu y tu maldito materialismo!... ¡Esto es lo que pienso de tu dinero!...-Hidan saca su guadaña y rompe el maletín haciendo que todo el dinero que se encontraba dentro se esparciera por todos lados.       

 

     -Pero que… ¡¿Que diablos se supone que haces?!...¡¡Mira lo que has hecho maldito!!...-Kakuzu se enfurece por completo.       

 

  -¡Ups!…Creo que debo tener más cuidado…-Hidan se burla un poco.    

 

     -¡¡Eres un maldito!!...-Kakuzu deja salir sus hilos negros tratando de atrapar al peliplateadao quien los esquiva.    

 

     -¡Fallaste!… ¿No me digas que te enojaste tan sólo porque rompí tu adorado maletín?…- Decía el ojirosa que esquivaba los ataques seguidos de su compañero.-Obsesionarse con lo material es un pecado y más si es dinero…-Hidan se aleja de Kakuzu.

 

 –Además ese es un aburrido pasatiempo…Pierdes tu tiempo. -¿Sabes? Deberías buscarte una chica amigo…O mejor dicho…A un hombre como yo…-El peliplateado le dedica una leve sonrisa.   

 

      -¡¡Maricón de mierda!!...-Kakuzu se acerca rápidamente al ojirosa y lo toma por el cuello.      

 

    -¡Ja!, ya me tienes, y ahora… ¿Qué vas a hacerme?... ¿Matarme?...Ja,ja,ja.-Hidan le dedica otra sonrisa a su compañero, haciendo que este se enojara aún más.         

 

 -Juro que te mataría si no fueras inmortal… ¡Maldito mocoso!...-Kakuzu le da un puñetazo al peliblanco lanzándolo al suelo.   

 

     -¡Aaaahh!...Eso dolió…  

 

   -Recógelo…      

 

 -¿Eh?…    

 

   -Dije que recojas el dinero que tiraste…-Kakuzu mira amenazadoramente a su compañero.     

 

  -¿Y si no lo hago?…-Hidan se levantaba del suelo mientras se limpiaba un poco de sangre de sus labios. De repente Kakuzu corta la cabeza del ojirosa con la guadaña.    

 

      -¡Maldito!... ¡Como te atreves a cortar mi cabeza y con mi propia arma!...-La cabeza parlante de Hidan la cual la sostenía Kakuzu por el cabello.    

 

   -Me has hecho perder mi valioso tiempo con tus estupideces, así que recoge el dinero y marchémonos… ¡Hazlo ahora! ¡Antes de que amare tu cabeza a un árbol y descuartice tu cuerpo y se los dé a los lobos para que se lo coman!...-Kakuzu lanza la cabeza al suelo.

 

    -Que amenaza tan buena… ¿No tienes otra?...-La cabeza de Hidan quien mostraba una  sonrisa burlona.    

 

   -Eres una escoria…-El ojiverde quien se alejaba del peliblanco.   

 

    -¡Hey!...¡Espera!...¡¿Cómo quieres que recoja tu entúpido dinero si me cortaste la cabeza?!…¡Por lo menos vuélvemela a pegar!...¡¡Kakuzuuu!!-La cabeza del ojirosa  gritaba como loco.   

 

    -Ingéniate algo religioso…-Kakuzu se sienta en una roca.-Usa un ritual o algo…  

 

       -¡¡Maldito Ateo de mierda!!...   

 

    Ya había oscurecido y la aldea ya no estaba en llamas el fuego se había extinguido con el pasar de las horas, y los dos miembros de Akatsuki ya se habían alejado de aquel lugar.  

  

   -Mmm…Al parecer tendremos que pasar la noche en el bosque…-Kakuzu guardaba su mapa.  

 

     -¡¿Qué?!...¡¿Otra noche en el bosque?!...-La cabeza de Hidan la cual la sostenía sus manos.      

 

   -No te quejes que por tu culpa pasaremos otra noche afuera…-Kakuzu se sienta en un tronco y arroja un trozo de madera al fuego de la fogata.    

 

No se por que te tengo como mi compañero…-Hidan  desviaba la mirada.     

 

     -Tal vez por el simple hecho de que me necesitas como yo a ti…-Kakuzu se quitaba su capa de Akatsuki y escondía su maletín debajo de ella.    

 

   -¿Acaso piensas que es buena idea esconderla de esa forma?…-Hidan miraba a su compañero un poco extrañado.  

 

  -¿Acaso tienes otra idea?…Pásame tu capa con el dinero…Yo me encargaré de cuidarla…     

 

  -Tómala tú, Mis manos están ocupadas sosteniendo ¡Mi cabeza!...-Gritó furioso el peliblanco.  

 

     -¿Por qué te molestas?…Tú tuviste la culpa de terminar en esas condiciones…-El avaro  toma la capa de Hidan la cual tenía el dinero de la otra maleta.     

 

   -Ahora me moriré de frío sin mi capa…    

 

   -Debiste pensarlo antes de romper el maletín…-Kakuzu esconde bien el dinero.    

 

    -Por lo menos cose mi cabeza a mi cuerpo ¡¿Quieres?!...-Hidan se molesta y se muestra impaciente.  

 

 -¿Por qué lo haría?...Te ves mejor así…Y además podrás hacerte el sexo oral tu mismo ¿No crees?…-Kakuzu se estiraba un poco.   

 

   -Ja, ja…No está mala tu idea, tal vez lo haga frente a ti…-Hidan le dedicaba una leve sonrisa.    

 

  -…Deja de decir estupideces, ni creas que te veré como un perro lamiendo sus partes. Será mejor que te pegue tu Maldita cabeza para que no me enseñes asquerosidades…-Kakuzu se acercaba a su compañero, sacaba hilos negros de sus brazos y cosía la cabeza del ojirosa a su cuerpo.-Listo…Ahora duérmete de una maldita vez para que dejes de molestarme.   

 

    -¡Por fin!...Pensé que nunca estaríamos juntos de nuevo…-Hidan se abrazaba a si mismo.   

 

    -Por favor… ¡Ya supéralo!...Y déjate de ridiculeces, será mejor que te duermas…Yo cuidaré el dinero…   

 

     -¿Acaso nos turnaremos a cuidarlo?…  

 

  -¡Estas loco!...No pienso dejarte a solas con mi dinero…-Kakuzu se sentaba nuevamente en el tronco.   

 

    -Que materialista eres…Bueno, tú quédate despierto cuidando tu estúpido dinero, mientras que yo descanso…      

 

 -Claro…Duerme…Podría a aprovechar ese momento para una ven-gan-za.-Kakuzu  miraba amenazadoramente al peliblanco quien se muestra algo incomodo.  

 

     -¡Ja!… ¡Ni creas que me dormiré!…No vaya a ser que me descuartices de nuevo…-Hidan  se sienta frente a su compañero y cruza los brazos.   

 

     -Bien has lo que quieras…-Kakuzu mira seriamente al peliplateado.     

 

   -…-   

 

  Los minutos pasaban, y los dos miembros de la organización Akatsuki se miraban fijamente sin decir ninguna palabra, lo que le parecía bastante aburrido a Hidan.     

 

   -…-   

 

    -¿Y qué?... ¿Esto es todo lo que haremos?... ¿Mirarnos uno al otro hasta que amanezca?...-El peliplateado se muestra obstinado.     

 

   -¿Y qué se supone que hagamos?...-Kakuzu le responde de mala gana.      

 

   -No lo sé… ¿Hablar?...Platicar…Tú sabes…    

 

    -… ¿No es lo que estamos haciendo ahora?…-Kakuzu se muestra fastidiado.   

 

   -¡Hay!...¡Olvídalo!...¡Aburres!…-Hidan se molesta un poco, se levanta y se dispone a caminar.       

 

   -¿A dónde crees que vas?...-El ojiverde miraba a su compañero marcharse.     

 

   -¡Deja de putearme la vida!... ¿Qué te crees que eres mi madre?...Voy al baño…-Hidan  se aleja de su compañero.     

 

  -Mocoso…Algún día te enseñaré a respetarme…-Kakuzu lanzaba leña al fuego.   

 

     -Ese Kakuzu…Como lo odio…-Hidan orinaba detrás de un árbol cercano.   

 

     Mientras tanto Kakuzu miraba el fuego de la fogata fijamente mientras lanzaba pequeños trozos de madera para que crecieran un poco las llamas.   

 

   -…Mmm…Debo estar alerta…Éste dinero es muy importante para la organización…-Kakuzu se quitaba la máscara que llevaba puesta.      

 

 -Me siento mucho mejor…-Hidan regresaba y se disponía  a sentarse cuando ve a Kakuzu sin su máscara y se queda mirándolo fijamente mostrándose un poco sorprendido.          

   -…-      

 

 -¿Ahora que estas mirando?...-Respondió serio el ojiverde quien al ver como lo miraba su compañero se molesta.   

   

  -Kakuzu…No sabía que fueras tan…    

 

 

   -Tan ¿Qué?...   

 

 

    -Pues…Sexy?…-Hidan le dedicaba una leve sonrisa que a la vez era medio sádica.    

 

    -...-   

 

    -Será mejor que borres esa sonrisa de tu rostro…Y no te imagines cosas conmigo…No me acuesto con maricones religiosos…-Kakuzu lo miraba amenazadoramente.  

 

      -Ja…No te preocupes que yo soy mucho para ti…Es decir no me mereces…Ni que fueras el único hombre en el mundo…-Hidan se sentaba. –Además yo en ningún momento dije que fuera Gay…Sólo dije que tú te morías por tenerme…  

 

    - Lo único que me muero por tener es al dinero…No a putas religiosas como tú.-Kakuzu  se recostaba de un árbol que se encontraba detrás de él.   

 

     -¡Maldito!... ¡Como me gustaría matarte!...-Hidan tomaba su guadaña y amenazaba a su compañero.    

 

     -¿Qué?… ¿Acaso quieres que te vuelva a cortar la cabeza?...-Kakuzu miraba amenazadoramente a su compañero.    

 

    -Ja, Soy más rápido que tu…Fue suerte lo de la última vez…-Hidan se levantaba.   

 

    -¿Suerte?…Ya veremos…-Kakuzu rápidamente amarra al peliplateado con sus hilos.-Ahora dime… ¿Quién es más rápido?...-El ojiverde le dedica una leve sonrisa a Hidan.         

 

 -¡Maldito!... ¡Estaba distraído!...-Hidan intentaba desatarse.- ¡Coño suéltame!...-El ojirosa cae al suelo.    

 

   -¡Ya cállate! ¡Y duérmete de una vez!...-Kakuzu se volvía a sentar.       

 

   -¡Me las vas a pagar!... ¡Cuando me desate de aquí!...  

 

   -Olvídalo…Te quedaras así hasta mañana por la mañana… ¡¿Te quedó claro?!...Necesito de tu fuerza por si se nos presenta un inconveniente…-Kakuzu se marchaba al bosque.    

 

      -¡Suéltame maldito ateo!...¡Suéltameee!...-Hidan gritaba como loco. Y así duro como unos 30 minutos hasta que se quedó dormido en el suelo. Kakuzu se encontraba despierto vigilando su dinero y a su compañero el cual estaba aún amarrado en el suelo.     

 

    -Mmm…Todo lo que tengo que hacer por dinero…-Kakuzu miraba seriamente a su compañero.-Desearlo…Ja…No me hagas reír…-El ojiverde se quedaba mirando fijamente a su compañero.-No sabía que tuvieras esos gustos…Hidan…                                                                    

 

 ***  

 

   Ya había amanecido y los dos integrantes de la organización luna roja se encontraban dormidos en alguna parte del bosque. Uno de ellos se despierta de repente y lo primero que hace es ver si se tiene su dinero a su lado.      

 

          -Mmm…Creo que me quedé dormido…-Kakuzu se levanta y le echa una mirada a su compañero el cual aún dormía tal como lo había dejado.  

 

   -Al menos durmió para recobrar energías…-Kakuzu acomoda todo el dinero en el maletín desocupando la capa del peliblanco. –De algo me sirvió…-El avaro voltea a ver a Hidan durmiendo. –Será mejor que lo desamarre…   

 

   -…-    

 

  Kakuzu se acercó a su compañero, se agachó a desatarlo y después de hacerlo Kakuzu lo comienza a mirar fijamente, de alguna manera no podía dejar de mirar al hombre.     

 

  -¿Por qué demonios…No puedo dejar de verte?…-El ojiverde extrañamente se dispone a acariciar la mejilla del peliplateado quien se despierta repentinamente al sentir el contacto de la piel de Kakuzu y se sorprende al ver a su compañero tan de cerca.      

 

   -¡¿Pero que?!...-Hidan se queda mirando extrañado a Kakuzu quien se separa un poco de él.-. ¿Qué se supone que hacías o qué querías hacer?...-El ojirosa se molesta.   

 

   -Te despertaba…Recuerda que tenemos un largo camino por recorrer…-Kakuzu se levantaba y se disponía a colocarse su máscara.- ¿Qué pensabas que hacía?...Será mejor que te pongas tu capa y nos vayamos…   

 

  -…No me engañas…Me estabas acariciando la mejilla ¿No es cierto?…-Hidan se levantaba y esperaba una respuesta de su compañero mientras se tocaba la mejilla.     

 

  -¿Qué?... ¿De que coño estas hablando?...-Kakuzu quien se molesta un poco.    

 

   -¡Ja!, Ese tonito y esas palabras no funciona conmigo ahora Kakuzu…-Hidan se coloca adelante del ojiverde para mirarlo fijamente a la cara.  

 

     -No tengo que estar discutiendo contigo…Ya ponte tu capa y vámonos que el tiempo es dinero…-Kakuzu le daba el traje Akatsuki al peliplateado.    

 

   -¡Bien!...-Hidan tomaba su capa y se la colocaba, mientras que Kakuzu recogía su maletín.  

 

      -Bien…Ya vámonos…-Kakuzu se adelantaba y dejaba al peliblanco atrás.  

 

    -Ya sé cuales son tus intenciones…Kakuzu…-Hidan muestra una leve sonrisa mientras que su compañero se adelantaba.      

 

   Nuevamente los dos hombres comenzaron su largo camino hacía su guarida, la cual quedaba muy lejos de donde se encontraban y les tomaría largas horas en llegar. Kakuzu se guiaba con un mapa que siempre llevaba consigo, mientras que Hidan lo seguía como siempre, pero esta vez no estaba fastidiado ni obstinado como de costumbre , algo lo mantenía callado y pensativo, tal vez lo que había pasado esta mañana?.        

 

  -Mmm…Al parecer no nos tomará tanto tiempo en llegar…Aquí hay un atajo.-Kakuzu  miraba y señalaba un oscuro y a la vez hermoso camino o supuesto atajo.- Tal vez  si lo tomamos llegaremos antes del atardecer…-El ojiverde volteaba a ver a su compañero para ver que decía sobre su comentario.    

 

    -¿Eh?… ¿El Qué?...-Hidan se queda mirando a Kakuzu.      

 

  -¿Acaso no estas escuchando lo que dije?…-Kakuzu se muestra molesto.  

 

   -¡Si te estoy escuchando!…¡Coño!...Eres muy fastidioso ¿lo sabias?...-El peliplateado  cruzaba de brazos.   

 

    -Bueno, entonces vayamos por el atajo…-Kakuzu se adelantaba.     

 

    -¿Eh?… ¿Qué atajo?...  

 

     -Se nota que estabas escuchándome…-Kakuzu se molesta por el comentario de su compañero.-Dije que si vamos por este camino llegaríamos mas rápido a la guarida… 

 

      -¡¿Más rápido?!…¡¿Y por qué demonios no lo tomamos antes?!...-El ojirosa se molesta.      

 

 -Tal vez por que cierta persona me distrajo con uno de sus estúpidos comentarios y discusiones…-Kakuzu le dedica una mirada amenazante.    

 

      -¡Ja!...Pues culpa mía no es, fuiste tu quien te dejaste distraer…-Hidan desviaba la mirada.    

 

    -Será mejor que te calles y me sigas…-Kakuzu seguía su camino.   

 

    -¡Ne!... ¡Kakuzu! ¡Espérame coño!...-Hidan sigue al ojiverde.-Este atajo está algo oscuro… ¿No crees?…  

 

     -No me digas que tienes miedo Hidan…-El avaro voltea a ver al peliplateado.   

 

     -¡¿Miedo dices?!...¡Por favor!...-Hidan se burlaba un poco.-Este sería un buen lugar para uno de mis rituales…   

 

    -¡Ni lo pienses! No perderemos más tiempo…-Kakuzu se voltea y mira seriamente a su compañero el cual se encontraba sentado en el suelo. 

 

     -Sólo bromeaba…No aguantas ni una broma…Aburrido.-El peliblanco se levanta y se dispone a seguir cuando se tropieza con una roca y Kakuzu detiene su caída. El rostro de Hidan se sonrojo un poco al sentir el pecho de Kakuzu en su cara y al ver que era abrazado por él.     

 

   -K…Kakuzu…     

 

   -Eh…-Kakuzu suelta rápidamente a su compañero el cual se mantenía callado.    

 

   -…-    

 

   -Creo que será mejor que sigamos…-Kakuzu da media vuelta y se dispone a seguir.   

 

     -¿Qué es lo que pasa contigo?...Si lo que quieres es…Tú sabes…-Hidan quien se acercaba al ojiverde.   

 

  -¿Que?... ¡Claro que no!...Yo…-Kakuzu se volteaba y ve al peliplateado quien se quitaba la capa de Akatsuki dejando ver su pecho descubierto.    

 

   -…-      

 

  -Entonces… ¿Qué?…-Hidan lo miraba seriamente mientras esperaba una respuesta del ojiverde el cual se sonroja al ver a su compañero.      

 

 -…-    

 

   -Me deseas… ¿O no?…-Hidan le dedicaba una leve sonrisa mientras se acercaba y le acariciaba una mejilla a Kakuzu.     

 

   -¡Ja!...No te ilusiones chiquillo…-Kakuzu toma al peliblanco del brazo.-No estoy tan desesperado…   

 

  -¿Entonces?...-Hidan se muestra serio.    

 

   -Tú… Sólo espera…-Kakuzu lo suelta, da media vuelta y se adelanta dejando a Hidan sin palabras y confundido.      

 

   -Pero… ¿Que diablos?... ¿Esperar?...-Hidan se quedo parado ahí mirando a Kakuzu adelantarse, mientras el pensaba en lo de hace unos momentos.- ¿Planeas algo?...Kakuzu…-Al decir esto el ojirosa recoge su capa y sigue a su compañero para continuar su camino y así duraron media hora, callados, sin decirse ni una sola palabra, de repente Kakuzu se detiene, Hidan al notarlo también hace lo mismo. 

 

       -¿Qué pasa?...-Hidan quien se extraña un poco.       -Nos…Detendremos aquí…-Kakuzu colocaba su maletín en una roca.   

 

   -¿Qué?...Pero…Tu dijiste que si seguíamos caminando llegaríamos a la guarida antes del atardecer… ¿Por qué detenernos ahora?...-Hidan se molesta un poco. 

 

  -¡He dicho!...Descansaremos aquí…Enseguida vuelvo…-Diciendo esto Kakuzu se marcha dejando al peliplateado sólo.   

 

   -¡Neee!… ¿Qué le pasa a este?...-Hidan se sienta en una roca y cruza sus brazos. -Mmm...No entiendo nada…Éste esta muy raro…-Hidan cierra sus ojos como signo de meditación.-Kakuzu… ¿Que tramas?...-Murmuró Hidan.      

 

 

 -Te has dado cuenta… Hidan…-El peliplateado al escuchar esto abre rápidamente los ojos, pero ya era demasiado tarde Kakuzu ya lo había atrapado nuevamente con sus hilos.     

 

   -Pero… ¡¿Qué diablos?!...¡¡Kakuzu!!...-Hidan quien intentaba zafarse.  

 

      -Jamás te distraigas…Hidan…Recuerdalo siempre…-Kakuzu se acercaba al peliplateado lentamente.   

 

   -¡¿Qué diablos pasa contigo?!...¡¿Por qué coño me haces esto?! ¡¡Maldito ateo cuando salga de esto!!...-De repente Hidan se quedó en silencio ya que su compañero Kakuzu le da un beso en los labios. 

 

   -“Pero… ¿Qué demonios?...Kakuzu…”-Pensó Hidan quien se sorprende por la reacción tan repentina de su compañero.     

 

  -Te dije que tuvieras paciencia…-Kakuzu se separa un poco del ojerosa y lo liveraba de aquellos hilos.  

 

    -Eh…No me jodas… ¿Acaso…Tú estabas planeando esto? … ¿O me equivoco?...-Hidan miraba un poco serio al ojiverde.       

 

 -Digamos…Que mientras tú dormías yo planeaba una especie de venganza…-Kakuzu muestra una leve sonrisa.        

 

-¡Ja!...Lo sabia…Sabia que me deseabas…-Hidan se burlaba como loco.   

 

    -Ja, al igual que tu a mi...Hidan…-Kakuzu le dedica una leve sonrisa al peliblanco. -Quiero que esto te quede bien claro chiquillo…-Kakuzu liberaba al ojirosa.-Esto será…Nuestro secreto…-Dicho esto Kakuzu besa nuevamente al peliblanco quien lo abraza y le corresponde al beso. Entre besos y acaricias ambos hombres se despojaron de sus vestimentas y comenzaron a demostrar su deseos de tenerse el uno al otro.  

 

  El ojiverde acostaba al peliplateado en la grama mientras que lo besaba con tanta pasión. Kakuzu comenzaba a besar y a lamer el cuello del ojirosa quien gemía por el placer que le producía. 

 

     -Mmm…Aaahhh!...-El peliplateado alborotaba el cabello de Kakuzu mientras que este lamía su pecho.         Kakuzu chupaba y mordía los pezones de aquel peliblanco que gemía más y más por placer,  sintiendo cada momento que su compañero iba bajando poco a poco hasta llegar a su masculinidad donde se detiene, ya que los gemidos del peliblanco lo excitaban más a cada momento.    

 

   -Ka…Kakuzu…-Hidan levanto un poco la cabeza para mirar a su compañero quien se había levantado.       -Hidan…Quiero que hagas tu ritual…-Kakuzu miraba al peliplateado.    

 

   -¿Eh?…-El ojirosa miraba a su compañero extrañado.-Mmm…Ya te entiendo…-Hidan al mirar la expresión de Kakuzu muestra una leve sonrisa y se levanta.    

 

 -Necesito un poco de tu sangre…-Hidan se colocaba su capa de nubes rojas y tomaba su Guadaña.   

 

    Kakuzu saco sus hilos nuevamente y corto un poco la mejilla del albino y un poco de la sangre se esparció en el suelo.       -Pero… ¡¿Qué coño se supone que haces?!...-Hidan se molesta un poco.    

 

    -Ahí esta la sangre…Ahora has lo tuyo…-Kakuzu miraba seriamente al peliplateado.    

 

    -¡Ja!... ¡Deja de darme ordenes maldito ateo!…Yo se hacer mi trabajo…Además si lo hago es porque yo quiero… ¡¿Te quedó claro?!...-El albino formaba el sello con su propia sangre y así continuo con su ritual. Kakuzu lo único que hacía era observar detenidamente mostrándose algo impaciente.     

 

  -Bien…-El peliplateado se acostaba en el suelo y se disponía a tomar su Guadaña.-Solo me falta mi…-Hidan quien es interrumpido ya que Kakuzu le había clavado rápidamente la Guadaña en su pecho.  

 

  -Aaaaaaaaahhhhhh!!!...¡¡KaKuzuuuuu!!!…-Hidan se quejaba del dolor.     

 

   -Ku,ku,ku…Lo siento…No podía esperar más…-Kakuzu mostró una l

 

eve sonrisa y se agachaba frente al peliblanco.   

 

     -Mal…dito!...Aaahhh!...-El albino se quejaba del dolor excitando al ojiverde.    

 

    -Ku,ku,ku…Bien, comencemos…-Kakuzu  abría las piernas del peliblanco y dejaba ver su erección.    

 

   -Ka…Kuzu…Aaahhhh!...Maldito… ¿Qué diablos?…-Hidan quien apenas podía hablar ya que le salía sangre de la boca.     

 

  -No te preocupes…Solo quiero lo que he proclamado como mío…-El ojiverde sonrió levemente e introdujo su masculinidad en el peliblanco haciendo que este gritara y gimiera.   

 

  -¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!...¡¡KAKUZUUUUU!!...    

 

    -¡¡Vamos!!...¡Grita más! ¡¡Grita más mi nombre!!...Me encanta ver tu expresión de dolor y placer…-Kakuzu sonríe sádicamente mientras embestía cada vez más rápido al albino.      

 

   -K… ¡Kakuzu!... ¡Aaaaaaahhhh!...-El peliplateado gritaba como loco.    

 

    -¡Vamos!...¡¡GRITA MÁS!!...-Kakuzu quien embestía al albino cada vez más rápido.     

 

 

    -K…¡¡KAKUZUUUUUUUUUU!!...   

 

    -¡¡Más, más, maaaaas!!...-Hidan gritaba y gemía como loco logrando excitar a su compañero.   

 

     -¡Así, así!... ¡Sigue pidiendo más…MÁS!...    

 

      El peliblanco se mostraba cansado apenas podía respirar, aun seguía gimiendo pero con dificultad, eso le agradaba a Kakuzu el cual seguía el ritmo de sus caderas, hacia atrás y hacia delante pero esta ves un poco más lento.      

 

 -Bien…Haber si eres bien hombre…Hidan…-El ojiverde mostraba una leve sonrisa mientras sujetaba el miembro del peliplateado el cual ya tenia una erección.    

 

 

     -Mmm…Esto te gustara…Hidan…-Kakuzu apretaba un poco el miembro del ojirosa. 

            

-¡Ugh!...K…Kakuzu…¡Aaaahhhh!...-Hidan se sonrojaba al sentir la calida piel de su amante tocar su masculinidad.

       

 

-¿Te gusta?...Entonces…-Kakuzu sacaba su miembro del trasero del peliblanco, el cual suelta un gemido.

  

 

    

-¡Aaaahhh!...Mmm…-Hidan levantaba un poco su cabeza para ver al ojiverde.-Kakuzu…

      

 

-Mmm…esto se pone cada vez más interesante.-Kakuzu quien masajeaba la masculinidad el albino, haciendo que este soltara unos cuantos gemidos luego introduce en su boca aquel miembro causándole placer al ojirosa

      

 

-Mmm...¡Aaaaahhhh!... ¡Aaaaaaahhhhh!... K…Kakuzu…-Hidan quien abría enormemente los ojos y revolvía el cabello de su amante.

       

 

Después de tener el pene del albino en su boca por unos segundos lo saca y nuevamente introduce su masculinidad dentro del peliplateado, pero esta vez lo embiste con más fuerza.

 

      

-Are que jamás olvides…Nuestro secreto…Hidan…-Dijo Kakuzu mostrando una sádica sonrisa.

      

-¡Aaaaaahhhh!... ¡Aaaaaaahhhhhh!...¡¡KAKUZUUUUU!!...-El grito y a la ves gemido del albino se escucho en lo mas profundo del bosque donde se guardara este secreto, el secreto de dos amantes…De la organización de nubes rojas…

  

                                                              

Fin…   
Notas finales: espero que les guste y porfa dejen rr para saber si lo hice bien o si les gusto. tambien les dejo esto por si quieren chatear U-ZUMA-KI@hot mail.com. xD

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