El día que te conocí
By SakuraChan
Shaka se adentraba en la discoteca, hacia el centro, donde bailaba su amigo Camus con su novio. Un ritmo rápido y contagioso sonaba en la pista.
- ¡Camus!- gritó el rubio de largos cabellos para hacerse escuchar por su amigo.
- Hola Shaka, que bueno que viniste, me alegro, en esta fiesta lo pasaremos super- comentó el de cabellos color turquesa y hermosos ojos azules.
El rubio lo miró condescendiente. Ese loco francés. Lo había conocido un 1 de marzo hace dos años. Y luego este había conocido a su novio, un sensual peliazul de cautivantes ojos del mismo color. Sus recuerdos fueron interrumpidos por una chica que sin querer lo empujó, emocionada, mirando hacia otro lado.
- Lo siento- dijo sin voltear a ver al rubio.
Este miró en dirección hacia donde veía la chica y lo que vio lo cautivó. Un hermoso chico, de largos cabellos lilas bailaba en el centro de la pista, rodeado por hombres y mujeres, vestido con un apretado jeans azul y una camisa celeste. Bailaba con los ojos cerrados, contoneando su cuerpo sensualmente al ritmo de la música. Quedó prendado de él enseguida.
- ¿Te gusta Mu?- preguntó Camus sonriendo.
- ¿Lo conoces?
- Claro, él es el chico que vive conmigo.
Shaka sólo lo miró y volvió a mirar al hermoso bailarín. Camus afirmó “Te interesa” a lo que el ojiazul le contestó que para nada, pero no podía despegar la mirada de ese bello danzante. Camus sólo sonrío pícaramente.
Toda la noche se la pasó Shaka mirando a Mu, hasta que este, cansado de bailar, se acercó a Camus.
- ¡Uf! ¡Qué cansancio!- dijo cuando estuvo cerca.
- Claro, Mu, no has dejado de bailar en toda la noche.
EL rubio solo pensaba que ese chico tenía una voz hermosa. Todo en él era hermoso.
- Mu, te presento a mi amigo Shaka- dijo Camus, sacando de las nubes a su amigo.
- Hola, mucho gusto- dijo Mu sonriendo y tendiéndole la mano y fue cuando el rubio vio sus ojos. Unas hermosas esmeraldas, grandes y almendrados y sobre ellas dos puntos en lugar de cejas. Shaka como zombie le dio la mano, perdido en la verde mirada. Mu rió contento, primera vez que causaba esa reacción en una persona- ¿Tu amigo es mudo?
- Shaka- dijo Camus moviendolo.
- ¿Ah? Lo siento, hola, soy Shaka- dijo sonriendo el rubio.
Los cuatro se fueron a la barra a tomar algo, mientras Shaka observaba a Camus conversar animadamente con Mu.
- Son muy bellos, ¿Verdad?-dijo Milo, el novio de Camus
- ¿Ah?
- Hablo de Camus y Mu.
- Si, lo son…digo..
- No te preocupes, se nota que te gusta- interrumpió Milo
- No, no me gusta- mintió con desparpajo.
Milo se encogió de hombros y se sentó junto a Camus en la barra, dejando el puesto al lado de Mu vacío. Este puesto fue ocupado por el rubio que no tardó en meterle conversa al pelilila.
Y así pasaron toda la noche, conversando animadamente. Para sorpresa de Shaka, Mu era una persona muy bondadosa y tierna, de conversaciones muy profundas, que gustaban cada minuto más al rubio.
A los días después, Shaka sólo pensaba en el chico de la disco. Lo había cautivado completamente. Le avergonzaba preguntarle a Camus por él, aunque sabia que su amigo no le negaría la información. Ese día se armaría de valor para preguntarle por Mu a Camus. Llegó al campus media hora antes de lo acostumbrado para, según él, tomar valor. Al llegar el loco francés, Shaka levantó su mano y le señaló el puesto que estaba junto a él.
- Hola Camus-
- Hola Shaka, llegaste temprano, ¿Cómo estás?
- Bien, bien y tú?
- Bien, gracias
- ¿Y cómo está Milo?- preguntó, tratando de acercarse al tema de Mu más fácilmente.
- Muy bien, lo veré a la salida.
- ¿Y Mu?
- Esto es interesante…tú preguntando por él….dime, ¿Qué opinas de mi amigo Mu?
- Es una persona muy …simpática-
- Anda, que eso no es lo único que piensas de él, dime ¿Qué pensaste de él cuando lo viste?
- “Que era hermoso” Nada- dijo mintiendo.
- Si, nada- repitió Camus irónicamente, al parecer sospechaba que Mu le gustaba al rubio- Bueno, Mu está muy bien, sigue igual de tierno que siempre…
El francés hablaba y Shaka degustaba sus palabras, imaginando a Mu, sonriendo como un bobo, con el estómago hirviendo de nervios. No sabía lo que le pasaba con ese chico.
- Y bueno, Mu también me ha preguntado por ti y yo, como buen amigo de ambos, he programado una cita doble-seguía hablando Camus.
- Espera…retrocede un poco….¡¿Cita doble?!
- Si, hombre, no me vas a negar que te gusta Mu, porque serías un mentiroso de lo peor.
Shaka enrojeció y no dijo nada. Camus sonrió.
- Mu vendrá a la salida junto con Milo.
- ¡Me hubieras avisado! Me habría arreglado un poco,¿No crees?
- Estás perfecto así, no seas como una chica…
- Pero, pero, pero…
- Nada de peros, Shaka, estás bien así y le gustarás a Mu así como estás y a la noche quiero verte de novio con Mu, ¿Has oído?
- ¿Novios?
- Si, hombre y no repitas todo lo que te digo.¿Te gusta Mu? Si, ¿A Mu le gustas? Si, entonces no veo porque no podrían ser novios.
- Novios…- susurró Shaka, y se perdió en su mundo, de donde nadie, ni siquiera el profesor lo pudo sacar.
Ya al terminar las clases, Shaka guardó sus cosas en la mochila, cual bólido que desea ganar la carrera. Apresuraba a Camus, con palabras como “ellos se van a aburrir” ruborizándose cada vez que decía ellos, ya que más bien era un él.
Cuando Camus terminó de arreglar sus cosas, a una velocidad exasperante, según Shaka, ambos salieron, encontrándose con Mu y Milo que conversaban animadamente. Camus se acercó a su novio robándole un apasionado beso, que hizo que el rubio deseara hacer lo mismo con el pelilila.
- Hola Shaka- escuchó la suave voz de Mu.
- Hola Mu, es un placer volver a verte- dijo Shaka tomándole la mano para saludarlo.
- Ta-también el mío…-susurró tan bajo, que Shaka dudo si lo había dicho o sólo era una ilusión de su loca mente.
Y así, los cuatro salieron en dirección a un restaurante de comida francesa, la favorita de Camus. Se sentaron Milo y Camus juntos y Shaka y Mu al frente. Los novios estaban muy acarameladitos conversando en susurros, mientras que el aire se cortaba con un cuchillo entre Mu y Shaka.
- Así que esta es nuestra cita- dijo Mu con nerviosismo
- Si, así parece- dijo Shaka, e inmediatamente se sintió un idiota “¿Parece? Es nuestra cita, tonto Shaka” se reprendió mentalmente.
- Y bueno, ¿Qué has hecho estos días?- preguntó Mu.
- Estudiar ¿y tú?
- Lo mismo
Un silencio cayó entre ambos, luego rompieron a reír.
- Somos muy tontos, verdad, ambos estamos nerviosos- dijo Shaka parando de reír.
- Shaka…tú me gustas- susurró bajito Mu.
- ¿Cómo dices?- preguntó Shaka, creyendo que se había confundido.
- Que tú me gustas Shaka, aunque nos vengamos recién conociendo- dijo Mu con seguridad.
Shaka se quedó callado unos segundos, que para Mu fueron interminables.
- Me alegro, porque tú también me gustas, Mu-
Shaka tomó los labios de Mu entre los suyos y se dieron un casto beso. Beso que sería el inicio de una bella relación, que como cualquier otra, tiene altos y bajos, pero con amor, pueden ser bien sorteados.
EL cuento dejó de ser redactado para que un rubio estrujara los dedos frente al computador y tomara un poco de agua que le habían dejado junto a la máquina.
- ¿Ya terminaste amor?- preguntó una dulce voz tras él.
El rubio volteó y vio a su amado esposo. Un joven de largos cabellos lilas y hermosos ojos esmeraldas.
- Si amor, este cuento es sobre cuando te conocí- dijo sonriendo Shaka.
- Me gustaría leerlo, pero ahora, ven a comer-
- Quiero comer algo, y no es precisamente comida lo que quiero- dijo el rubio abrazando a su esposo y comenzando a besar su cuello, en lo que sería una danza. Una danza para dos.
Fin