¿Como fue que llegamos a enamorarnos?. Cuestionable pregunta y hecho siendo tan opuestos sintiendo tanto odio el uno hacia el otro.. siendo consientes de esto, ¿como fue que llego a pasar?.
Cosas asi se preguntaba el casi albino en el lecho de su recamara tanto fue su cansacio sobre pensar hacerca del tema que se quedo dormido en la comodidad de su cama.
- Rusia.. – murmuro el rubio abrazando posesionadamente al mayor en medio de una batalla que paresia ya haber tenido fin.
El otro no contesto, solo respondía su abrazo, admirándolo, sintiendo un cóctel de emociones, una encantadora cólera, porción de odio, - Alfred.. – suspiro el nombre del americano haciendo que este al oírlo esbozara una sonrisa, ese sujeto tan molesto, fastidioso, ególatra, agrandado, que no hace mas que amarse a si mismo resulta que si tenia sentimientos.. demasiados inclusive muchos mas que el mismo, ya que el siendo Rusia el país que no ve la luz, encontró su luz su girasol en alguien que emanaba alegría en cada palabra que aunque la tormenta mas triste lo quisiese devastar este se levantaba con esa gran entusiasmo. – Alfred. – Volvió a repetir – eres la persona mas idiota que he conocido en mi vida quizás se deba a que eres americano. – Soltó leve risa, ese idiota como le decía había hecho que Rusia se volviera mas… humano.
- Mnh.. tu eres un maldito comunista así que estamos de la mano en defectos, ¿no? – contesto a la defensiva, le había comenzado a fascinar eso sus constantes disputas con el ruso estaban llenas de algo que le atraía, definitivamente quien dijo que los opuestos se atraen, decía la verdad. – Hey.. I’m hungry.
Abrió los ojos de golpe, quedándose admirando el techo como si fuese lo mas interesante del mundo, o como si viese la imagen de Alfred en el. ¿Qué había sido ese sueño? .. o mas bien la pregunta correcta es ¿Realmente ese fue un sueño? Quizás había sido un fragmento de memoria que perdió, no podía descartar esa posibilidad, ya que.. fue tan real, sintió todas esas emociones recorrer su ser esas ansias de abrazar al americano y decirle lo idiota que es pero que sin el no vive, sacudió la cabeza en negativa el era el idiota por pensar eso y justo después de haberle hecho aquello a Alfred y sabia que este no lo disculparía o al menos no tan fácilmente no podía creer que tenia tantas ganas de probar esos rosados labios, recorrer su piel y disfrutar la belleza de el solo para alimentar su hambre de querer devorárselo.
- ¿Así que terminaste con el? pft debiste haberlo hecho desde hace mucho, cuantas veces no te dije que ese sujeto no es para ti, solo de pensar en como es.. – sintió un escalofrió recorrerle. – ¡Agh!.
- Vamos Arthur lo sigo amando así que guárdate tus comentarios – dijo en replica inflando una mejilla en gesto infantil.
Suspiro resignado no podía creer como a perdurado el amor de Alfred siendo el alguien que lo conoce muy bien ya que prácticamente el lo crió. – Bien, bien debo agradecerle a Ivan que hizo que tu egocentrismo bajara al menos un poco – en tono burlón, podía notar que el ojiazul estaba deprimido quería animarlo aunque fuera un poco.
- No quiero hablar ni escuchar de Ivan por ahora, estoy cansado fue un largo día. – sentencio echándose en el sofá.
- ¡¡Ahhh!! ¡Alfred un hada estaba recostada ahí! – grito al borde de la histeria quitando al americano del sofá y sosteniendo a la pequeña hada en sus manos.
- ¿pfft sigues con eso Inglaterra?, las hadas no existen. – Afirmo completamente seguro, acto seguido la hada murió en manos del británico.
- ¡¡Idiota!! Jamás en tu vida vuelvas a decir eso, ¡un hada muere cada que alguien lo dice!.
- Ha, todo mundo sabe que lo que si existen son los aliens, ¿verdad Tony? – y junto a si estaba el amigo alien del rubio, Tony.
Inglaterra sintió los escalofríos otra vez, esa cosa aparecía cuando menos te lo esperabas un día de estos lo sentiría bajo su cama. – Haa…. Hola Tony.
- ¡¡¡FUCK YOU!!! ¡¡¡FUUUUUUUUCCKKK YOOOOOUUU!!! – gritaba el alienígena seguido de insultos hacia el británico haciendo que este se quedara en blanco.
- Ahahaha Tony tu siempre tan gracioso – abrazo a su amigo alien con una sonrisa de oreja a oreja como si fuese la cosa mas normal.
Los días transcurrieron rápido y no sabia cuanto tiempo mas iba a poder soportar sin verlo, ni una llamada, visita, o carta.. nada paresia que en definitiva a Ivan ya no le interesaba, el americano suspiro se encontraba hechado en su cama admirando el techa deprimido no tenia ganas de nada.
- ¿Cuánto tiempo seguirás engañándote?. – Se escucho una voz en la oficina del ruso lo cual hizo que este volteara. – ¿Debo repetirlo?.. estoy cansado de esto, cansado de creer tus palabras pero veo en tus ojos la mentira, aru. – murmuro el chino con simpleza era lo que creía y estaba seguro de eso ya se había artado de ver a Ivan dudar de si mismo.
- ¿Qué quieres decir?. – contesto de una forma tajante, fastidiada y una mirada de desprecio ya hasta no se molestaba por sonreírle a todo el mundo como solía hacer su expresión fingida de alegría y afecto. Ya no mas.. simplemente eso se acabo.
- Eso es cuestión tuya averiguarlo, aru. – Un silencio se apodero del lugar, frió y amargo, sabia que haberle hablado así a Ivan le costaría caro, podría no volver a salir de ahí o quizás si tenia suerte saldría con heridas y cicatrices de por vida. Cerro los ojos preguntándose como era que Russia jamás le puso un dedo enzima a Alfred, ¿Qué tenia ese maldito americano que cautivaba a Ivan?.
Y de pronto como si la luz le hubiera iluminado,
Porque America.. es el país de los Heroes.
Porque el es tu heroe, alguien que te saco de una completa soledad.
Alfred se levanto de su cama abriendo el ventanal de su habitación y extendiendo su mano al cielo. - Embrace your dreams ...if you wanna be a hero.