“HOLA SEÑOR SIN NOMBRE”
One-shot
AoixUruha (The GazettE)
"Hola señor sin nombre"
Shima siempre se había preguntado un par de cosas… ¿era acaso él el único que sufría tanto? ¿Era el único que lo pasaba tan mal con la indiferencia en esa relación? Vaya que se había cansado de siempre poner de su parte, ser el lado cariñoso y dulce en ese par de personas que hasta hacía algún tiempo podría jurar que se amaban, ahora… a ciencia cierta… ya no podría apostar a ello…
Y es que en verdad sufría, en verdad que padecía esa frialdad que el pelinegro le profesaba, que tanto le podría costar al Shiroyama aunque fuese revolverle sus castaños cabellos como hacía en el pasado cuando aun ni siquiera se habían involucrado, ya ni el mas mínimo roce, nada de abrazos, ni que decir de tiernos besos de despedida o de buenas noches, absolutamente nada… jamás le verían llorar, ni en casa, ni en el estudio, mas eso no significaba que ganas no le faltasen.
Destrozado como de costumbre por ese intento de hombre que respondía al nombre de “Yuu”, luego de que este le dejase en la mesa del comedor ese desayuno sin tocar, en el que tanto se había esmerado en preparar… algo le había dejado un tanto calientito el corazón…
Era todavía bastante temprano, no era extraño que ni siquiera su amado pelinegro estuviese presente, a días recientes parecía gozar de no tenerle que ver su deprimente careto que no decía más que “Te extraño” en toda su extensión, para luego escabullirse lo más de madrugada posible de ese departamento que a saber en que momento se les había ocurrido la bendita idea de compartir hacía alrededor de año y medio, no estaba seguro de si aquello representaba una tortura únicamente para el Shiroyama o para ambos ya… la fatiga continua que no le permitía siquiera dormir del solo pensar que nuevamente el nuevo día lo comenzaría solo o con un ente que a penas y le dirigía la palabra cuando era estrictamente necesario.
-“¿Una rosa?”- en aquella mesita que solían ocupar para dejar principalmente sus bebidas, regularmente energéticas, el cenicero para sus cigarrillos o cualquier otras sandeces suyas; una rosa blanca, colocada en un simple vaso de agua lleno hasta la mitad de su capacidad… podría considerarse que era un detalle de la propia disquera o poco probablemente, mas no imposible, de Reita para el pequeño vocalista de su banda, después de todo no hacía mucho que se la pasaban muy juntitos en todas partes… pero no, con una pequeña tarjetita colgando con un delgado cordón dorado, firmaban como “Uruha” el destinatario de aquella flor.
Pero bueno, que no se trataba únicamente de aquella firma el hecho de que dudase de que el obsequio fuese para alguien mas que no fuera él, sino de que con aquella eran por lo menos doce las que había recibido en lo que iba del mes, y podría decir que eran esos pequeños detalles los que aún le mantenían más o menos en vida el día a día. El solo pensar que para alguien su existencia si que valía algo…
Ese chico… ese chico… ¡Oh! ¿Qué como sabía que de un chico se trataba? Quien sabe, algo se lo decía, después de todo ninguna señorita a lo largo de su vida se había atrevido a acercarse directamente con claras intenciones… menos ahora que le miraban a según “comprometido” con alguien.
-“Hola de nuevo, señor sin nombre”- saludaba internamente; una vacilante sonrisa se dibujo en sus labios como quien no quiere la cosa, mientras que se dedicaba a guardar en medio de una pila de partituras aquel detalle, le agradaba secar flores y cosas por el estilo, le parecía que de esa manera prevalecerían más tiempo, además de que por ridículo que pareciera… lo último que deseaba era hacer enfadar más a Yuu con su persona… si es que eso todavía era posible… ¡Ya ni siquiera sabía si realmente a ese azabache le interesaría o no saber que su pareja tenía un dulce pretendiente!
Un sobresalto fue lo que se llevo cuando de buenas a primeras, precisamente su compañero segundo en guitarra fue el que ingreso al lugar, con la misma cara de pocos amigos que de costumbre a penas y con un asentimiento dio muestras de que estaba enterado de la presencia del más alto. Aquella era su manera de saludarle.
La fugaz y lastimeramente animosa sonrisa del castaño se debilito un poco, sin embargo esa pequeña ilusión en sus ojos no se apaciguo del todo… ¡aquello era genial! Al menos para el recién llegado pelinegro…
Tranquilo se sentía de que su presente hubiese llegado a las manos del otro guitarrista de la banda sin ningún problema, conciente estaba de que las cosas no andaban para nada bien en relación con el chico de tentadores labios… pero las disculpas y esas cosas no eran lo suyo, simplemente no se le daban y de momento le bastaba con saber que ese chico que le traía vuelto loco no se dejaba caer, y que ante todo la esperanza no salía de sus ojos… Shima era fuerte, muy fuerte… más fuerte y valiente incluso que él y cualquier otra persona…
Esperaba que mas temprano que tarde pudiera hacer algo por él… ¡lo que fuera! Casi medio año distanciados sin saber la razón, por la simple monotonía que intentaba a embargarles… era demasiado tiempo para él, para ambos…
- Hoy yo prepararé la cena…
No era como lo que el Takashima esperaba escuchar a primeras horas de la mañana en el estudio de ensayo, en otras condiciones le habría saltado encima a ese guitarrista de negros cabellos hasta sacarle el aire, pero ahora… sin permiso alguno, una traviesa lágrima había terminado por surcar su rostro…
Nada de admiradores secretos…
Nada de rosas blancas…
Nada de señores sin nombre…
Nada de esta vida tenía sentido si Yuu no se encontraba a su lado…