Se encontraban unos díganse “compañeros” si de verdad se le podía llamar a si en el bosque apunto de llegar a la base y como siempre discutiendo: Hidan y Kakuzu.
Pero por Jashin-sama como no puedes creer en nada maldito ateo.-Gritaba muy alterado el peliplata mientras lo seguía.
Pues no, no creo en nada y si tu no te callas juro que te mato.-Respondió seco el ojiverde caminando ignorando los insultos por parte de Hidan.
Aaaa eres un….- ¿Un que?-pregunto Kakuzu algo enojado.
Eres un maldito ateo de mierda eso es lo que eres y que ¿acaso te vas a enojar?.-Le pregunto furioso el ojilila.
Cierra tu boca ahora de verdad si no quieres que te mate ahora, no eres mas que un niñito inmaduro.-Le contesto demasiado enojado pero trato de controlarse y siguió caminando pero en ese instante inevitablemente Hidan dijo algo que después lamentaría.
Lo único que te importa es tu sucio dinero, sabes que vete al infierno, me tienes arto con eso y que ni siquiera puedes matarme por que soy inmortal.-Hidan fue, agarro su billetera y en un acto sin pensar saco el dinero y los hizo trizas en muchos pedacitos.
A ver que haces ahora sin tu sucio dinero.-Dijo Hidan triunfante y enojado.
Eres un maldito!!.-Grito Kakuzu mientras se lanzaba hacia el y lo agarraba del cuello azotándolo contra el piso.
Jajajaja ¿I ahora que genio me vas a matar?.-Le pregunto haciéndolo enojar más.
Sabes que realmente no vale la pena hacerte daño, solo eres una miserable rata, sabes que, te detesto.-Le dijo el ojiverde muy enfadado mientras lo soltaba seguía de largo y rápidamente entraba a la cueva.
Hidan se quedo inmóvil estaba mas que sorprendido jamás en su vida había escuchado esas palabras y esa furia por parte de Kakuzu estaba seguro que en ese momento el podría haberlo matado de verdad.
Por su parte Kakuzu estaba mas que enojado entro a la cueva caminado rápido y enojado.
Holaaaaa!! Kakuzu-chan.-Gritaba Tobi mientras lo abrazaba pero sin saber de la gran ira de Kakuzu.
Suéltame pedazo de imbecil!!.-Gritaba ya cabreado y enojado el ojiverde mandando a volar al pobre Tobi.
Aaaaaaaaa!!.-Gritba Tobi en la lejanía.
Kakuzu subio rápido las escaleras, entro en su cuarto y dio un gran portazo que dejo atónitos e impresionados a todos los Akatsukis.
¿Y que le paso ahora a Kakuzu?.-Pregunto Pein al resto muy impresionado por la reacción de Kakuzu.
Debió haber sido Hidan que le izo algo esos dos siempre andan peleando pero creo que esta vez al muy malo paso Hun.-Dijo el Deidara tratando de sacar sus propias teorías que en parte tenían razón.
Cállate rubia que vas a saber tu de lo que pasa, déjenme en paz son todos unos malditos.-Grito Hidan entrando en su habitación cerrando igualmente la puerta de un gran portazo.
A que mal genio hun!!.-Dijo enojado el ojiazul.
Mejor será dejarlos solos para que se les pase y es hora vayan a ser sus quehaceres.-Dijo Pein marchándose hacia su habitación.
…………………En la habitación de Hidan………………………
Se encontraba Hidan en el baño mojándose la cara y se dirigió a su cama y hay se sentó mientras se pasaba las cara por las manos pensando en lo ocurrido con Kakuzu.
Oh! Creo que de verdad esta vez me pase de la raya.-Decía algo molesto consigo mismo mientras miraba se recostaba y se ponía a mirar el techo.
Pero es que el es tan avaro el desgraciado.-Decia Hidan enojado pero de verdad estaba arrepentido.
Toc Toc.-Sintio Hidan unos toques en su puerta y se pregunto quien podría ser.
¿Quién es? Dije que quería estar solo.-Dijo Hidan enfadado.
Soy yo Deidara déjame entrar por favor.-Le decía el rubio desde la puerta tratando de abrirla.
Bueno pasa pero no digas nada de mi habitación.-Le dijo amenazante el ojilila.
Esta bien esta bien pero cálmate ¿no crees que estas demasiado alterado?¿que te paso?.-Dijo Deidara tratando de calmar la ira de su amigo.
Nada solo es que me pelee con Kakuzu por su sucio dinero.-Decía algo triste Hidan.
Sabes que tengo la solución, solo ve y pidele disculpas y aprovechas de decirle lo que sientes por el ¿no te parece?.-Le dijo el ojiazul tratando de sonar lo mas convincente para mejorar su animo.
Esta bien tienes toda la razón, gracias de verdad por tu ayuda, ahora vete que iré a hablar con el.-Le dijo algo nervioso.
Esta bien adiós.-Se despidió el rubio marchándose de su cuarto dejando la puerta cerrada.
Bueno creo que es hora de ir y pedirle disculpas ¿No?.-Decía dirigiéndose la habitación contigua a la suya que era de Kakuzu y la toco.
¿Qué quieres ahora maldito? vete y no se te ocurra entrar.-Le grito Kakuzu desde su habitación muy molesto.
Por favor Kakuzu, solo quiero hablar contigo.-Decía Hidan tan amablemente que Kakuzu decidió abrirle.
Bueno entra.-Le abrió la puerta algo molesto dejándolo pasar y se cerro la puerta tras el.
¿Qué quieres Hidan no te basto con lo que hiciste?¿Acaso quieres seguir rompiendo mi dinero?.-Le pregunto muy enfadado mirándolo con ira hacia sus hermosos ojoslilas que lo tranquilizaban un poco.
Kakuzu perdóname en realidad no fue mi intención hacerte enfadar a si, ni romper tu dinero.-Le dijo mientras se tiraba a abrazarlo y algunas lagrimas brotaron de sus ojos.
Esta bien te perdono, pero no lo vuelvas hacer.-Le dijo con algo de ternura.
Kakuzu necesito decirte algo muy importante que siempre te quise decir.-Dijo Hidan algo avergonzado y rojo como tomate.
¿Qué sucede?.-Le pregunto muy curioso el ojiverde mirándolo aun hacia sus bellos ojos.
Es que yo…. Es que yo…te….-Decía el ojilila sin dejar de tartamudear solo quería decirle que lo amaba pero le costaba mucho hacerlo.
¿Qué pasa? Solo dilo de una vez, ¿que tan terrible puede ser?.-Dijo Kakuzu intranquilo antes las reacciones del albino.
Es que yo….Kakuzu yo….te..te.-Seguía sin poder decirlo mas torpe aun con la presión del mismo Kakuzu.
¿Qué pasa?, ya se, respira hondo y cálmate.-Le dijo Kakuzu algo extrañado con la actitud del menor.
Ya!! Lo que pasa Kakuzu es que yo TE AMO.-Dijo muy avergonzado el menor sin dejar de poder quitar la vista de los orbes de su compañero.
Ajajajaj con que era eso, pero por que tanto problema Hidan yo también te amo.-Le dijo mientras lo miraba y acariciaba su mejilla.
¿de verdad me amas como yo te amo Kakuzu?.-Le pregunto muy entusiasmado el ojilila.
Si, como no amarte si eres lo mas lindo y grandioso que me a pasado en mi vida.-Decía Kakuzu aforrándose cada vez mas en Hidan.
Sabes que Hidan tu eres mi religión.-Le dijo Kakuzu mirándolo con mucha ternura y acostándolo en su cama mientras le hacia cariño en la cara.
Gracias Kakuzu de verdad te amo con todo mi alma.-Le dijo mientras lo abrazaba en la cama y ay se quedaron dormidos los dos era un amor que perduraría para siempre.
……………Fin……………………………..