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Quiero que me pertenezcas por Xkanleox Ixquic

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Notas del fanfic:

Uuuy pues este es el primero que me saco de la manga sin haberlo estructurado antes

:'D me siento feliz jeje es que tenía muchas ganas de escribir un GrimmIchi pero no tenía idea de qué escribir u.u

así que comencé a escribir a lo tonto, espero continuarlo

disfruten'!! ^^

Notas del capitulo:

Err... considerando que aún no sale qué será de nuestros queridos personajes después de que derroten a Aizen, decidí inventarme esto.

Nada es spoiler (creo) así que lean tranquilos ^^

 

QUIERO QUE ME PERTENEZCAS

 Las partes del trato

Recostado en su cama respiraba lento, tanto que apenas podía notarse. Estaba intranquilo, sin embargo, conservaba su semblante sereno, ni siquiera el molesto Kon había logrado sacarlo de sus casillas como lo hacía a diario. Tanta era la indiferencia por lo demás del joven que el peluche había terminado por mandarlo al diablo e irse a “divertir” a otro lado.

Cerró los ojos y, por primera vez en muchas horas, suspiró fuerte.

Ahora me perteneces, Kurosaki Ichigo.

Frunció el ceño y llevó la palma de su mano a su frente, cerrando los ojos lentamente.

Y lo que haré contigo será pelear hasta vencerte humillantemente. Sí, cuídate mucho, Shinigami, que en los días próximos a que termine todo este lío podré llegar de súbito a retarte. Y así será tu vida hasta que logre hacerlo llevándote hasta el límite.

Abrió los ojos y volvió a suspirar, sentándose en el filo de la cama con tal velocidad que se mareó.

-          ¿En qué me he metido? ¿En qué estaba pensando? – cuando se incorporó, se levantó y cogió su mochila para sacar lo necesario para hacer los deberes de la escuela. Necesitaba distraerse, o al menos intentar hacerlo.

Tomó el libro de aritmética y puso la página que debía resolver, pero justo cuando el lápiz iba a rozar el papel, Ichigo lo aventó al escritorio, molesto. Se recargó en el respaldo por completo, echando su cabeza hacia atrás, recordando.

Todo su problema había comenzado por un “trato” que le propuso Grimmjow. Un trato en el que de cualquier modo saldría perdiendo pero por imbécil aceptó. Sí, qué idiota había sido; aceptar tal estupidez…

Necesitaba abrir la Garganta para salir del Hueco Mundo con todos sus aliados, y el único que podía ayudarlo a hacerlo era Grimmjow Jaggerjack, pero él exigía algo del Shinigami sustituto a cambio.

-          …De otra manera, no arriesgaré lo que me queda de vida para dejarte ir sin más. – terminó de explicar el Espada.

-          ¿Ah sí? Bueno, da igual, ¿qué es lo que quieres a cambio? – el súbdito de Aizen esbozó su típica sonrisa perversa.

-          Quiero que me pertenezcas. – Ichigo abrió los ojos, sorprendido. Después frunció el ceño y los cerró, chascando la boca. Hubo un largo silencio.

-          ¿Es todo?

-          ¿Quieres que abra la Garganta o no? – se sintió presionado por la presencia de los demás que estaban con él y que también necesitaban salir. Pero, más que nada, lo que lo llevó a tomar la decisión fue subestimar las razones de Grimmjow para pedirle eso.

-          De acuerdo, pero ábrela ya. – dijo, fingiendo indolencia al trato.

Y la abrió.

Tiempo después, cuando lograron derrotar a Aizen, era cuando comenzaba la parte de Ichigo por cumplir. Cerró el libro y lo guardó, sabiendo que no iba a poder concentrarse en nada.

-          Mierda…

Salió de su habitación y de su casa mencionando sólo un “voy al minisúper a comprar dulces” tras la puerta. Necesitaba caminar, perderse en sus pensamientos y en la calle, encontrar algún consuelo en sí mismo. Sin embargo, sus pasos lo llevaron a todo lo contrario.

Se detuvo y miró hacia arriba. Grimmjow lo observaba desde el tejado de una casa con una sonrisa enorme y con una mirada que reflejaba planes indescifrables. Enseguida estuvo de pie frente a él, a no más de un metro, mirándolo con la barbilla levantada y sin quitar su sonrisa.

-          ¡Bu! – dijo en tono irónico, ahora bajando la cabeza pero sin dejar de mirarlo. Ichigo estuvo a punto de sufrir un ataque de nervios.

-          Er… hola. – musitó. Se dio la media vuelta para continuar su camino, ahora de regreso, pero el Arrancar volvió a impedirle el paso.

-          Qué descortés. ¿Por qué te vas tan pronto, Shinigami? – cruzó los brazos, disminuyendo la sonrisa, pero sin quitarla.

-          Tengo que llegar a casa, esta vez salí por la puerta y todos me vieron. Van a preocuparse por mí. – Grimmjow le lanzó una mirada asesina y quitó su sonrisa. Le dio un puñetazo que lo hizo volar hasta que la pared lo detuvo.

-          ¿Y crees que eso me importa? Cumplí mi parte, Shinigami estúpido, ahora cumple la tuya. Como me perteneces, te ordeno que pelees conmigo a muerte. – Ichigo se levantó y sonrió. Pareció volver a ser el mismo.

-          De acuerdo. – dijo, sonriendo. – No quiero que pienses que soy un cobarde que no cumple con su palabra, y te venceré así tenga que llevarte como condena todo lo que me resta de vida. – vociferó, sacando su orgullo y con él su zampakutoh.

-          Así me gusta, Kurosaki. – el Arrancar volvió a sonreír.

La batalla comenzó, y siguió y siguió hasta ser casi medianoche. Ambos estaban casi al límite, apenas podían mantenerse en pie, pero el orgullo aún era mayor que su cansancio. Se dieron el ataque final al mismo tiempo, en el que Ichigo terminó vencedor.

Grimmjow estaba inconsciente y malherido, si lo dejaba ahí seguro moriría. Si lo dejo ahí puede que deje de molestarme ya… Pero su conciencia lo invadió cuando comenzaba a esbozar una sonrisa de triunfo. Pero no puedo, si lo hago seguro morirá. Terminando de pensar esto, lo cargó hasta su casa y entró por la ventana. Lo recostó en su cama y curó sus heridas, él tuvo que dormir en el suelo (por fortuna había un futon en su armario) y dejó al Espada dormir, pero él no pudo hacerlo. Constantemente se levantaba para ver cómo estaba, cómo seguía, y al final sólo para contemplarlo dormir.

En la oscuridad de su cuarto, se colaba la luz de la luminaria por la ventana, dejando ver a sombras el rostro y los músculos vendados de Grimmjow. Ichigo levantó su mano y la postró sobre su abdomen, pasando su dedo hasta llegar a sus labios.

Son tan suaves… pensó, en un sonrojo. Sacudió la cabeza y quitó bruscamente su mano de ahí. ¿Qué estoy pensando? Mañana debo ir a la escuela. Gateó hasta su futon y se recostó. Estaba a punto de conciliar el sueño cuando escuchó gemidos susurrados que, tardó en percibir, pero provenían del Espada.

-          I-Ichigo… - el Shinigami abrió los ojos y quiso quedarse ahí acostado y fingir que no escuchó nada, pero la curiosidad lo venció y se acercó de nuevo arrodillado en la cama.

-          ¿Grimmjow? ¿Estás despierto? – susurró el joven, mirándolo a la cara. El Arrancar parecía dormido, pero tenía un gesto raro. Por alguna extraña razón desvió la mirada hacia su demás cuerpo, y lo que vio lo hizo pasmarse.

-          Estúpido Shinigami… no… basta… - Grimmjow movía la cabeza levemente, e Ichigo logró notar un sonrojo en el Espada. Después regresó la mirada adonde había visto lo que lo había hecho sorprenderse.

-          Grimmjow… tú… - murmuró, confundido, viendo un abultamiento en el pantalón del Arrancar. – No… no puede ser.

Estaba a punto de levantarse (ni él mismo sabía para qué) cuando Grimmjow abrió los ojos. Su respiración era algo agitada, y su frente estaba húmeda. Jadeó cerca de tres veces antes de voltear a mirar al chico, que a su vez lo miraba confundido.

-          ¿Qué miras, imbécil? – Ichigo se quedó inmóvil, no sabía qué decir. El Espada miró hacia su entrepierna y enseguida se tapó con una sábana, avergonzado pero furioso. – Así que era esto, ¿eh? ¿Dónde estoy? ¿Por qué traes tu estúpida ropa humana tan cómoda como si fueras ya a dormirte? – el Shinigami seguía mudo y boquiabierto. – ¡Te estoy hablando, idiota! ¡Contéstame!

-          Pues… yo… estabas muy herido, y te traje a mi casa. – Grimmjow pareció más furioso que antes, y quiso levantarse para tomarlo del cuello, pero el dolor lo hizo regresar a su posición anterior.

-          ¡Maldita sea!

-          Tranquilízate, cuando estés curado volveremos a pelear. – le dijo Ichigo. Grimmjow pareció calmarse.

-          Pedazo de imbécil.

-          Mierdecilla. – dijo, regresando a la normalidad. Se recostó en su futon. – Más te vale dejarme dormir, mañana tengo cosas que hacer… además tienes que descansar.

-          Estúpido… crees que puedes salvarme cada que te da la gana, ¿no? – se quejó, cerrando los ojos de nuevo y tratando de ignorar que seguía algo excitado.

De no ser por las heridas, quién sabe qué habría pasado cuando Grimmjow se dio cuenta de que Ichigo dormía sin playera, dejando ver su morena piel brillando a la tenue luz. Tuvo que terminar el trabajo sucio por él mismo.

Notas finales:

qué les pareció'?

lo siento si no hay lemon, no me gusta ponerlo desde el principio

kyaa'!! amo esta pareja ^o^9

je... además de que son un par de tipos buenotes *¬* además de byakuya, töshiro, hisagi, ryuken, jüshiro e ishida...

hmm... sean felices'!! espero que no se me acabe la inspiración =)


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