Entre espinas y el dolor...
¿Cuanto habrá pasado?. Semanas, meses, años, ya no tengo medida del uso del tiempo. Lo único que tenia en mente, era solo a una persona, al único que mi corazón hizo latir y destruir en segundos, aquel que me conoce desde pequeño y por el egoísmo de mis padres, lo alejaron de mi.
Quizás Dios, no quiso que yo fuese feliz, aunque haya sido teniéndolo a mi lado, ocultando lo que sentía realmente hacia su persona, o tan solo alivio mi dolor...Jamas lo comprendere....
-¡Ruki!-..
-....-
-¡Ruki!...¡Ruki!-
-.....-
- ¡Ruki!, ¡Hombre despierta!, no vez que llevo hablándote mas de 5 min. y tu pareces que estas en otro planeta- le decía el chico de cabellos castaños, mientras se colocaba frente al menor.
-Disculpa, Uru chan, estaba pensando en lo que tengo que hacer en unas horas mas- le decía el menor timidamente- Sabes que regresara mi hermano...Hoy a casa- terminando en susurros la oración, aun así, siendo audible para el castaño-
-De verdad, deberías estar feliz, veras a tu hermano, era eso lo que querías tanto,¿no?- le dijo incrédulo al otro.
-Si debería estarlo...Pero tu eres el único que sabes, lo malo de todo esto, no lo entiendes- Lo miraba fijamente.
Entonces el ojos miel, comprendio, la situación del menor no era del todo buena, mas sabiendo que el pequeño debe estar hecho en un mar de tristeza y sufrimiento.
-Temez a que esos sentimientos marchitos, regresen a tu corazón-decía, mientras se acerca a su pequeño amigo, hablándole de manera dulce- Ruki chan, pase lo que pase yo estaré aquí para ti- termino hablando, fundiendo su cuerpo con el del rubio, en un cálido abrazo.
-Tengo miedo, Uru chan, aun así...Gracias por estar a mi lado- Correspondiendo ese abrazo, el que necesitaba en aquel instante, quería sentirse seguro, quien mas se lo podría dar, que su mejor amigo, quien era la única persona, que no lo discriminaría y abandonaria por nada.
-Bien, debo partir a casa muchacho. Mandale saludos a la tía, y suerte para la tarde- Dijo animadamente el mayor, alzando una mano, de modo de despedida, mientras se alejaba de a poco de donde se encontraba el rubio- Te quiero my love.
-Jajaja, este Uru chan- Hablaba para si mismo mientras veía como la tarde daba señales de que cielo estaba entrando a un color rosa oscuro- Bien Takanori, es hora de verle nuevamente.
Unos minutos mas tardes, ya estaba en su hogar con los nervios de punta. Se había armado de valor, pero no lo suficiente como para decidir entrar aun a su propio hogar. A pesar de haber tenido la idea de escapar, un brazo lo detuvo justo al momento de comenzar la huida.
-¿A donde crees que vas?-..
-A..A...A ningún lado, onii chan- Trataba de no demostrar nerviosismo, incluso prefirió hablarle de espalda antes de enfrentar la realidad.
-No saludaras a tu hermano mayor, Mi taka chan- Hablaba de forma burlona, mas sabiendo que no le gustaba que al menor le dijeran de esa manera-
-No me digas así Aki chan, que no me gusta..- Si el pequeño Ruki viera como estaba su rostro de color rojo, seguramente trataría de escapar de esa situación incomoda para él y lo primero que haría seria buscar una bolsa o algo que ocultara ese color carmesí
- Además, que haces aquí, después que me dijiste que no ibas a regresar a verme, por lo que sucedió hace mucho tiempo...-
continuara
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