Era de noche, muy noche, lo sabía y sin embargo no tenía nada de ganas de permanecer en su casa, ese día se la había pasado como zombi todo el día, ni siquiera consiguió concentrarse durante los ensayos, al parecer sus neuronas lo traicionaban y no querían procesar ninguna otra información que no fuera aquel angelical rostro, pero eso le traía problemas, ¿Por qué?, muy fácil, no estaba en una situación en la cual se podía permitir así mismo el distraerse, tenía que prepararse muy duro para el lanzamiento de su nuevo pv y el próximo álbum- ah…-suspiró sobándose las sienes, tomó las llaves de su departamento y salió a caminar un poco al parque que se encontraba a unas cuadras de ahí, un poco de aire fresco le caería bien sin duda.
Caminó durante unos 15 minutos alrededor del pequeño parque, ya lo había recorrido todo y aún seguía sin ganas de regresar a casa. Retiró la bufanda de color crema de su cuello y tomó asiento en una de las bancas del lugar, dio un largo y profundo suspiro y observo el sitio con detenimiento pensando en lo bueno que era el poder dar un paseo sin que nadie se pusiera a gritar como loco por tu presencia, sacó un cigarro del bolsillo de su chaqueta y lo colocó en sus labios sin encenderlo, esperó unos segundos en los que observo a un punto fijo en la nada y sacó un encendedor, encendió el cigarrillo dando una calada y expulsó el humo por su boca, se recargó en el respaldo de la banca y miró al cielo cuando la imagen de una sonrisa tímida se posó en su mente –tsk, rayos…- tiró ligeramente de sus rubios cabellos y cubrió sus ojos con el antebrazo, mala idea, a penas y cerró sus ojos y ya estaba viendo su rostro de nuevo.
Observó dentro del recuerdo aquellos ojos achocolatados llenos de inocencia mirándole tímidamente, sus mejillas tiñéndose de carmín ante cualquier broma por parte de él, Kanon y Yuki, y su sonrisa tan alegre y tímida a la vez, dejó escapar un suspiro nuevamente, parecía una estúpida colegiala estúpidamente enamorada, frunció el seño al pensar en eso, no le gustaba, no definitivamente no, el no era lo suficientemente bueno como para estar junto a un niño tan lindo y frágil como el guitarrista, sus ojos se vidriaron al pensar en aquello, los cerró con fuerza y prefirió concentrarse en el recuerdo de la imagen del castaño (?), se fijó de nuevo en sus ojos, sus mejillas, sus labios, si, se moría por apoderarse de esos labios, de tocarle, de acariciarle y de oírle decir su nombre con aquel tono de timidez usual en el…”miku-san…”, ahí estaba, su nivel de locura había caído a lo más bajo, ahora no solo lo veía en cada uno de sus pensamientos sino que también comenzaba a escuchar su voz en cualquier parte, “miku-san…”, escuchó de nuevo, comenzaba a creer que se había quedado dormido, aunque si ese era un sueño prefería no despertar, estaba tan cerca de tocarlo, se escuchaba tan real, volvió a concentrarse en escuchar su voz, pero no sucedió nada, frunció el seño al sentir como
algo o alguien lo removía.
-miku-san- llamó una vez más el castaño moviendo levemente el hombro del rubio
-¡¿Qué rayos…?!-Quitó su brazo con rapidez y se incorporó de la banca con enfado –dispuesto a atizarle un golpe al que se haya atrevido a interrumpir la transmisión de aquella hermosa imagen de su cabeza- Ta-takuya…-abrió grande la boca al caer en cuenta de que la persona culpable de sus desvelos estaba junto a él con los ojos fuertemente cerrados, temblando y en una posición que dejaba muy en claro el miedo en la espera de aquel golpe- ¡ahh!...¡¡takuya lo siento!!- gritó sentándose de nuevo en la banca tratando de calmar al tembloroso chico.
-N-no, no se preocupe Miku-san, esque…bueno, yo, lo miré dormido en la banca y…bueno, se puede resfriar si no duerme bien…en su casa…lamento haber interrumpido su sueño- se disculpó con un leve rubor en las mejillas.
- No, no te disculpes y gracias…aah…espera…Takuya, ¿Qué haces en este parque a estas horas?-preguntó con curiosidad el vocalista
- a pues, yo estaba…
-¡¿estabas esperando a tu novia?!, Taku-chii, no me habías dicho que tenías novia, que cruel eres, y yo que creía que me veías como tu oniichan y…-comenzaba a dramatizar el hiperactivo rubio
-¡¿Novia?! ¡no!, Miku-san yo no tengo novia…yo…-trataba de controlarlo
-Entonces…entonces, ¡Takuya!, ¡¿Cómo que tienes novio y te vas a ir a dormir con él a su departamento?! ¡¿Qué clase de pervertido tienes por novio?! ¡aaahhh, mi pobre e inocente Taku-chii ya no es virgen, porque un maldito pervertido le… wtfbj!-
-¡¡Mi-miku-san!!- le tapó la boca con ambas manos antes de que al vocalista se le ocurriera comenzar a inventar una de sus historias de fantasía que solo pasaban en la decimoquinta dimensión.
-¡¡wbfwbfjwf!!- se removía inquieto
-Miku-san, por favor cálmese, yo…yo venía a buscarlo a usted- dijo con el eterno torno carmesí en su rostro y como por arte de magia Miku se quedó quietecito a lo que takuya respondió retirando sus manos de la boca del rubio.
-¿a mí?, menos mal- suspiró con alivio- y yo que creía que te ibas a ver con un pervertido violador de niños dulces y tiernos con cara de ángel...y ¿para qué me buscabas?
- Lo que pasa es que Teruki-san estuvo llamándole por más de 2 horas y como nadie contestaba se preocupó, y como yo vivo más cerca, me pidió que le buscase…
- ¿Teruki me llamó a mi departamento? Y ¿Por qué no me llamó a mi celular?- preguntó extrañado de la poca inteligencia de su amigo.
-Es que Teruki-san si le llamó a su celular
- Eso no es cierto mi celular no ha sonado para nada- sacó el pequeño aparato de su bolsillo y observó la pantalla- ¡¡57 llamadas perdidas y 48 mensajes!!...y ¡¿que tenía que
hacer Teruki llamándome a estas horas?!
-Dijo que presentía que Miku-san se encontraba confundido y que actuaría como vago por la noche y mañana tenemos entrevista temprano por la mañana…
-Creo que eh subestimado el sexto sentido de Teruki-okasama –dijo el rubio con cara de miedo.
-Miku-san me asusta…
El vocalista rió un poco ante el comentario del castaño y observó su celular para ver la hora.
-¡¡las 2 a.m.!!, vaya…si es tarde-miró de reojo al menor- ne Takuya ¿quieres quedarte a dormir en mi departamento?
-No quiero ser una molestia, además necesita descansar y…
-¡¿Estabas dispuesto a quedarte a “dormir” en la casa de tu novio el pedófilo pervertido pero no en la mía?!
-No, Miku-san ya le dije que…
-No me importa te vienes a dormir conmigo y punto- lo tomó del brazo y se incorporó junto con Takuya avanzando hacia su departamento
-Esta bien- suspiró resignado siguiéndole el paso.
Al ver que Takuya no ponía resistencia alguna aflojó el agarre de su brazo dejando que su mano se deslizará sutilmente hasta tomar la del menor provocando un sonrojo en ambos al contacto.
El camino hacía el departamento del vocalista no fue largo pero si silencioso, había algo que al menor le incomodaba y eso era obvio, por lo menos a ojos de Miku, así que una vez dentro sentó a Takuya en el sillón y le ofreció un poco de agua recibiendo una negativa por parte de este, se sentó junto a él y le miró detenidamente por unos minutos
-Takuya ¿te pasa algo?-preguntó con seriedad inusual en él
-No Miku-san, estoy bien- dijo bajando la mirada concentrándose en el decorado de la alfombra
-Eres un mentiroso, yo sé que te pasa algo pero no me quieres decir- infló las mejillas en forma de pucheros sacando una sonrisa tímida del menor al verle- anda Taku-chii, cuéntale a tu oniichan – dijo divertido acercándose más a Takuya provocando un sonrojo más que perceptible en él, se acercó más mirándole directo a los ojos y siguió acercándose hasta quedar a pocos centímetros de su rostro, a lo que Takuya cerró los ojos con fuerza y habló
- No creo que pueda contárselo Miku-san- bajó la mirada topándose de nuevo con el decorado de la alfombra
-claro que puedes, no importa lo que sea, quiero que sepas que yo siempre voy a estar aquí para ti- respondió sonrojándose casi tanto como Takuya ante lo dicho
El menor le miró sorprendido unos segundos y después desvió la mirada apenado- lo sé, muchas gracias Miku-san-habló con una sonrisa dulce en el rostro para después mirar hacia un punto fijo en la alfombra- sucede…sucede que me gusta alguien
-…- Se quedó en silencio ante lo dicho por el guitarrista, aquellas palabras fueron como un balde de agua fría en pleno invierno, retiró su rostro del de Takuya quedando simplemente sentado junto a él- ¿y cuál es el problema?- trató de sonar lo más normal posible
-Es que me gusta mucho- con cada palabra que daba el menor, en sus ojos brillaba la duda
-¿y por qué no hablas con esa persona?
- Porque yo nunca le gustaría…-su mirada se entristeció ante aquel pensamiento
- ¡No digas eso! Tu eres… tu eres increíble, eres único, eres un niño muy lindo, inocente y tierno…-respondió Miku tomándolo del mentón y mirándole directo a los ojos
-yo…- desvió la mirada sin negarse al contacto con el rubio- es solo que me gustaría que viera como me siento
-Entonces díselo, no lo sabrá si no se lo dices…- respondió soltándole y sosteniendo su mirada en los ojos contrarios que le observaban en ese momento
-Miku-san no entiende, yo NO le gusto
-¿Cómo lo sabes?
-Porque…se nota- bajó de nuevo su mirada
-Takuya solamente háblale, tienes que intentarlo
- pero…y…¿y qué le digo?- miró de nuevo a Miku
-Cuéntale lo mucho que te gusta, que estas enamorado de ella
-Yo trato de decírselo todos los días…a él
-¿él? ¿Qué quieres decir?
-Casi siempre estoy con él, durante los ensayos, el desayuno, el almuerzo, a veces…en su casa…lo que más me duele es…que lo amo pero no se lo puedo decir
-Sé cómo te sientes, a mi me pasa lo mismo, pero conmigo es diferente, yo no tengo ni la más mínima oportunidad, él es demasiado bueno para mí, no lo merezco
-Miku-san ¿de quién esta enamorado?- preguntó con algo de tristeza
-De un niño muy tierno, en veces suele ser muy tímido, pero también es muy divertido, le encanta hacer sentir bien a todos, es un amigo incondicional y una persona maravillosa y aunque aun es un niño es muy maduro y a la vez inocente y puro- sonrió con ternura sin dejar de observarle- es imposible que se enamore de alguien como
yo-desvió los ojos con tristeza
-…l tampoco estaría enamorado de mí, soy demasiado invisible como para que me vea- dijo dando un suspiro recargando su brazo en el sillón y posteriormente recargando su cabeza en su mano
-Claro que no, estas equivocado, él te ama, te lo aseguro- volteó a verle regalándole una sonrisa sincera y comprensiva
-¿Cómo lo sabe, Miku-san?-respondió sin mirarle simplemente observando a la nada con los ojos vidriosos
-porque…¿Quién no estaría enamorado de un niño tan lindo como tu?- se acercó de nuevo a Takuya mirando su rostro
-Tu…-respondió derramando unas cuantas lagrimas
-Estas equivocado…yo te amo- dijo tomándolo del mentón obligándole a verle y posando sus labios sobre los del castaño en un beso corto pero que expresaba todos sus sentimientos
-Miku…yo también te amo- lo envolvió con sus brazos y depositó un beso en su mejilla a lo que Miku sonrió, por el beso y porque por fin había dejado de decirle Miku-san, ya comenzaba a sentirse viejo. Respondió el abrazo y le miró de manera divertida.
-Takuya cuando amas a alguien no le das un beso en la mejilla, los besos se dan aquí…-dijo apoderándose de sus labios, esta vez de manera mas pasional, delineó los labios del castaño sacándole un suspiro y adentrando su lengua en la cavidad bucal del menor, saboreó cada rincón de esta memorizando el sabor dulce que emanaba de SU niño mientras una mano traviesa del vocalista se colaba por debajo de la camiseta del menor
-Mi-miku-san ¡¿en donde esta metiendo su mano?!- cortó el beso algo sorprendido y sumamente sonrojado
-Taku-chii…te voy a enseñar en donde más se besan las personas que se aman…- respondió al tiempo que se dirigía al cuello del Takuya besándolo y lamiendo dejando pequeñas marcas rojizas alrededor
-P-pero Miku-san, la hora…
-Si, si, ya sé, pero el hacerte mío vale todos los gritos y castigos que me pondrá Teruki pasado mañana
-¿pasado mañana?
-sip, Takuya no vas a salir de aquí por un buen rato…
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