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A La tienda de los deseos por uchiha neko

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Notas del fanfic:

aqui Naruto y sasuke no se conocen, por lo tanto el equipo 7 se conforma por: Naruto, Sakura y Sai.

Notas del capitulo: Este es el primer fanfic que escribo para esta increible pagina yaoi. ademas de que adoro a naruto adoro escribir. espero y les guste. si no es asi, pues mandeme sus sugerencias. Los personajes de naruto no me pertenecen, son propiedad del Kishi-sama, pero si se entera y le apetese regalarme a naruto, pues no me negaria... *¬*
Naruto corría por el desolado y húmedo camino, de bajada, hacia la plaza central de Konoha. Ahí es donde se aglomera toda la gente de aquella villa; todas las clases sociales, donde se vende de todo: Toallas, verduras, mascotas, pergaminos, accesorios, mascaras, telas, alfombres, todo tipo de pescados (Frescos; ya que el mar quedaba cerca; y la brisa salada llevaba hasta los rostros su ímpetu pasmado.) Pero lo más importante de todo, quizás, es que en el local número 69 se vendía uno de los manjares menos conocidos por el hombre o al menos por Sasuke: El ramen. Así es el preciado ramen que a Naruto encanta.

Por la tarde había llovido y los charcos, las nubes grises se estaban disipando. Y como es de esperarse de ese alocado rubio, se habia pasado de largo la lluvia y ahora se encontraba todo mojado, unas cuantas gotitas, cómo de rocío le caían por sus doradas hebras de cabello. Pronto la velocidad que había tomado con esa cuesta abajo le era casi imposible de controlar y levantaba un camino de polvo del camino; y si a eso le agregas los charcos… Tenemos como resultado a una rubio cayendo como bólido por el camino. Y para su suerte se topo con una pequeña carreta que vendía sabanas y telas finas que amortiguó su caída. El problema fue librarse del viejo que las vendía, pero al fin le pudo dejar atrás con un jutsu ya conocido: el “kage bunshi”. (Ya saben, el chiste de Naruto es armar revuelo u) al fin se acercaba a la tienda, pero el desafortunado futuro le esperaba. La tienda se hallaba cerrada, y más que eso, Estaba clausurada de por vida. Cintas de color amarillo se hallaban alrededor de toda ella, ademas de unos cuantos y estorbosos conos naranja.
-- ¡Ahhhhhhhhh! ¿¡ Que es lo que sucedió, dattebaio!? —gritaba y repelaba en el suelo, pataleando en el suelo. Sus pucheros habían atraído a la gente que ahora le miraba con desagrado, pero a él le daba igual, siempre había sido así. Desde que era muy pequeño la gente le miraba con odio y le llenaba los oídos de insultos. Se había enterado de él porque después; Cuando Jiraiya le entrenó. Después de eso les habían dado unos cuantos meses de vacaciones. En especial al equipo 7 que habia hecho misiones sin parar en todo el año. Así que Sakura habia tomado un crucero de tres semanas por el Caribe y Sai se habia ido al festival de Homosexuales en la ciudad más rosa del mundo. ( * No me pregunten cual es. Ni yo lo se ^^u) y kakashi se la pasaba encerrado en la casa de Iruka… Así que Naruto estaba solo esas vacaciones, había preferido quedarse en casa para descansar y entrenar.
-- Lo cerraron porque vendían animales ilegales ahí dentro… -- dijo un tipo, que se hallaba al lado de naru. — y por si te interesa… Yo los denuncie. — El acto seguido fue una corrediza por casi todo konoha de Naruto a aquel tipo. Pero Naruto estaba tan cansado que dejo de perseguirle una hora después. Se regresó a su casa; derrotado y muy hambriento, pero no se dio por vencido. Se dirigió a uno de sus lugares favoritos el restauran de ramen. Pero para su disgusto habían salido de vacaciones también. Mientras caminaba; ahora sí, ya derrotado comenzó a recordar todas peripecias que habia tenido que pasar… Al parecer el hambre le traía malos recuerdos de sí mismo. El rubio escondía un secreto de lo más normal: Se sentía solo. No conoció a sus padres y siempre se había valido por si mismo. Desde muy pequeño; Habia sido mantenido; al menos hasta que pudo trabajar por si solo, por el kage de konoha. Pero nunca pudo reemplazar la soledad con todas aquellas contemplaciones de padre. Sus amigos le habían ayudado, y mucho, pero no le eran suficiente justo ahora. …l necesitaba de algo más que un simple amigo. Y digo amigo, porque desde hace ya varios años se habia dado cuenta de que a él no le atraían las mujeres, a él le encantaban los hombres. Desde su amigo Sai, hasta su profesor Iruka. Siempre les habia visto con ojos diferentes, pero él no entendía el porque; solo fue hasta que vio una película de estrena que pasaban por el cable que se dio cuanta. En la película se tocaba el tema de la homosexualidad y pues a él lejos de desagradarle, mas bien le excitaba la idea de besarse con otro hombre. Pero para su desgracia los únicos homosexuales que conocía ya tenían pareja y a él no le gustaban más allá de una relación de amigos.

Naruto divagaba en eso pensamientos hasta que un olor le atrajo: Un olor penetrante a menta. Por lo general le había dado igual, pero esa vez estaba hambriento y lleno de pensamientos depresivos. Así que encaminó el paso hasta donde sus sentidos le decían que estaba el punto de emanación de aquel extraño olor. Camino mucho, pero no se decidía a dejar pasar ese aroma. Le provocaba una sensación extraña en el abdomen; como si de cosquillas ligeras se tratara. Después de caminar un rato se topó con un lugar de lo mas extraño.

Por fuera tenia; casi por todos lados vasijas y canas tas de tejido llenas de cosas raras: raíces de colores morados, Verdes, rojos; bolas de cebo de olores penetrantes, plantas y ramas de árboles extraños, animales sin cabeza colgados de las patas y poco después se topo con costales donde se distinguía las uñas de aquellos animales. Ademas de una docena más de cosas raras que no lograba identificar. Y entre todas aquellas cosas se encontraba un letrero mediano que decía: la tienda de los deseos. Lo que le robó una pequeña sonrisa. Habia dejado de percibir aquel aroma y estaba a punto de largarse cuando una vos desde dentro le dijo:-- Pasa. No tengas miedo – as lo que el humor de Naruto contestó:-- Yo nunca tengo miedo `dattebaio. —y entró por la puerta mohosa.
Al entrar se topó con cosas mas extrañas y un pequeño recibidor con un par se sillones empolvados en el centro de ellos una mesita y unas hojas con un alfiler entre ellas; de considerable tamaño. Se sentó en un sillón y espero un momento.
-- disculpa la tardanza…-- unos ojos rojos se asomaban desde una esquina en penumbra, eran unos ojos de lo mas seductores, además la voz era tan varonil. De inmediato Naruto se puso tenso—Estaba preparando la colada haya atrás. Pero ya sé a lo que vienes… Buscas por ramen ¿no?--
-- SI ¿Cómo lo supiste dattebaio? – el olor a menta comenzaba a recorrer el habiente de forma agresiva y lenta, mas bien sádica. Y Naruto lo pude sentir, comenzaba a ponerse nervioso. —
-- ¿Qué acaso no leíste el letrero? Somos la tienda de los deseos y al parecer tu deseo es ramen. Lo puedo oler—“olerme, pero si me bañe dattebaio”, pensó Naruto. La persona esa no salía de las penumbras y Naruto trato de no darle la cara. — sabes, aquí se pueden oler los deseos de las personas. Solo hay que saber reconocer el olor y sabrás lo que la persona desea, y tú… hueles a carmín. Y ese es un olor de hambre, pero relacionado con la tristeza y por lo tanto tú… quieres algo más que un simple platón de ramen. Es un olor mezclado… Pero bueno cuanto vas a querer ¿Un kilo, una tonelada. Quizás?—

Naruto se sorprendió de lo que le habían dicho. ¿De verdad era posible eso…? Y entonces que significaba que él oliera la menta de aquel lugar. De repente los ojos desaparecieron y reaparecieron en otro lugar. Se habia movido. Resultaba difícil de ver lo que pasaba ahí dentro. Las únicas luces que habia, eran las de unas velas que ya estaban a punto de terminarse y un filo de luz que pasaba por una lámina rota.
-- ¿cuanto cuesta la tonelada? – dijo
-- ¿cuanto traes?—respondió desde las penumbras.
-- Como ciento cincuenta Dólares—dijo apenado. De seguro no le alcanzaría
-- Pues es justo lo que cuesta. Enseguida te lo envío… ¿Donde vives?-- preguntó
-- ¡¿De verdad?! – Dijo gritando y poniéndose de pie para brincar de gusto, pero…-- ¡¿Cómo que “ donde vives?! Yo pensaba que me lo darías aquí dattebaio…--
-- no. Nosotros tenemos un servicio a domicilio. ¿Que de verdad no lees los carteles?—señalo un pequeño cartel delante de él: “ Solo servicio a domicilio”.
-- Bueno dattebaio… y ¿qué me garantiza que me lo entregaran y que mi dirección estará segura?— dijo inflando los cachetes de forma graciosa.
-- Pues veras nosotros no utilizamos papel normal, ni tinta normal para hacer nuestras facturas… utilizamos papel con sellos de gran poder y… sangre de los que compran.—esto último lo dijo con una sonrisa macabra desde las sombras. A Naruto se le puso la piel de gallina, dirigió su mirada hacia el alfiler de tamaño considerable y después miro al suelo, para preguntarse si lo que estaba haciendo estaba bien. Pero el hambre y el gran hecho de que no sabía cocinar nada más le gano. Asintió con la cabeza y se acerco un poco hacia el tipo en las sombras, ero este le grito que no.
-- disculpa, pero no puedes verme la cara par una venta tan simple…-- ¿tan simple? Se preguntó Naruto.
-- entonces ¿Qué hago dattebaio?—dijo sentándose de nuevo en el sillón dejando volar una nube de polvo.
-- solo pínchate un dedo y firma tu nombre en la hoja derecha, por favor.—
Y así hizo. Terminando de firmar dejo la hoja en su lugar y por arte de magia se quemó. Naruto se preguntaba si eso no será demasiado pancho para una simple compra. Ademas dijo que no le podia ver el rostro, porque era una compre sencilla, pero ¿De qué tipo será la que no lo es.?
-- oye dattebaio ¿y como puedo ver tu rostro?—dijo sin pensar.
-- pues tendrías que comprar… Un deseo…-- dijo, casi siseando la voz, mientras abría un poco más los ojos rojos.
-- ¿Un deseo?—dijo Naruto tratando de imitar la vos del de las sombras.
-- Te hablé de los olores que aquí transpiran ¿no?. – Naruto asintió con una pequeña gota de sudor en la frente. De verdad estaba emocionado—pues; a menos que pidas lo que mas deseas no podrás verme… -- Naruto tragó saliva con dificultad y entonces la tristeza le abordo por todas sus células. Una lágrima pesada cayó desde sus cansados ojos y entonces dijo—comprare… un deseo.—entonces los ojos se acercaron hasta desvanecer la oscuridad de su cuerpo.

Un muchacho de tez blanca salio al su encuentro. Los ojos rojos, el cabello negro azabache. (Las ropas igual que en shipuden) se sentó en frente de Naruto quien habia tratado de mantener la cara lejos del alcancé visual de este joven, pero su belleza le habia forzado a verle de frente, pero al parecer el mas sorprendido fue el joven aquel; quien no solo se quedó sin habla, sino que hasta se sintió incómodo ante tal belleza. Para él Naruto era como un ángel, como una profecía incumplida; Tan triste y tan bella. Se sonrojaron cuando vieron los ojos de perplejidad del otro; ya sabían lo que cada uno pensaba. Se habían gustado. Entonces a Naruto se le ocurrió una gran idea, más bien un gran deseo.—¿Como te llamas?—dijo sonrojado.
-- Sasuke--
Notas finales: espero y les haya gustado y espero tambien que me dejen sus comentarios. los esperare con ansias... un especial saludo a Kari-chan de la voca x, vale bye-ñiaw

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