Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Juntos ¿otra vez? por Noye

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: xD ayer estuve 3 horas intentando subir el capi pero no me servia la pag
El pequeño me toma de la mano haciendo que me apresure en caminar hacia el comedor –Vamos papá- se notaba muy emocionado, vi como Fye y los gemelos entraban a la cocina, Souta (el menor) me jaló del borde de mi camisa, escondió su boca con una mano para hablarme al oído me agaché a su altura para escucharlo –No las trajiste, desde que te fuiste que mamá escucha esa música por la noche- susurró

No entendí muy bien lo que me dijo pero lo hizo como si fuera algo confidencial –Lo haré mañana te lo prometo- pareció satisfecho por habérselo dicho, no pude evitar acariciarle la cabeza él era tan tierno.

-WAAAA Kuro-papi se puso sentimental- volteé con mirada de ultratumba

-¡TEME! Siempre arruinas el momento- lo amenazo con un puño, los niños nos miraban como si vieran una comedia de televisión, tal vez ya no esté con Fye pero los años de amistad anteriores seguían presentes

-Uh Kuro-rin es bipolar- respiro hondo tragándome la ira -¿Eh?- me miró raro por no responderle – Hyuuu la cena está lista- los gemelos pusieron los platos, Souta ya estaba en la mesa con los palillos en la mano más que preparado para comer

-¡Itakadimasu!- gritó Souta llamando la atención de todos, luego atacó su plato, Fye se apoyó con una mano en la orilla de su rostro, mirándolo con añoranza.

-Nee Kuro-pii ¿no te recuerda a alguien?- me miró como guardando un gran secreto, después de unos segundos reaccioné


-Flash Back-

Se encontraban dos niños detrás de un edificio abandonado que tenía una cancha antigua, el pelinegro con una polera blanca un poco sudorosa y unos shorts negros puestos junto a una tirita roja en su frente sosteniendo una espada de madera en ambas manos

-Gracias Yui necesitaba un poco de comida- tomando el obento de las manos del rubio

-Hm Kurogane, dime Fye- le miró un poco serio

-¿Por qué insistes en que te llame así? Que yo sepa ese no es tu nombre, o al menos el que me dijo tu madre- le miraba con una ceja alzada

-Es en recuerdo de mi hermano- sonrió un poco triste –Algún día haré que todos conozcan ese nombre- miraba al cielo un poco inspirado

-¿Y como se supone que harás eso?-

-No tengo idea- dio una pequeña risita

-Me gusta tu risa Fye- el pelinegro no se dio cuenta pero el ojos celestes se había sonrojado –Bien, ¡itadakadimasu!- el rubio solo se le quedó viendo un poco extrañado por la rapidez en que devoraba la comida, el otro se dio cuenta que estaba siendo observado

-¿Quieres?- le preguntó tomando un poco de fideo en los palillos acercándolo a la boca de su amigo

-No Kuro-(?!)- no pudo terminar por que el otro aprovechó que tenía la boca abierta y le metió los fideos

-Tú lo hiciste ¿no Fye? Esta comida- el otro masticaba asintiendo con la cabeza –Me gusta- el adulado volvió a sonrojarse –Cocinas delicioso- el rubio no sabía donde esconder su rostro y sólo logró agachar la cabeza

-Fye si eres así de callado nadie te hará caso, deja de ser tímido- pero aun tenía agachada la cabeza -¡Ya se! Muéstrame una sonrisa ¿si? Eso te alegrará el día- no tenía respuesta de su acompañante –También me alegrará el día a mi- entonces recién tomó muestra de vida, levantó el rostro lentamente hasta mirarlo a los ojos –Vamos, sonríe Fye- le dedicó una grande tratando de satisfacerlo

-End Flash Back-


Volviendo a la realidad…

-Vamos Kuro-myuu ¡sonríe!- tan sumido en sus recuerdos que no se dio cuenta de lo que pasaba a su exterior, Fye aprovechó para agarrarlo de los cachetes y estirárselos para que sonría

-Pásame esa espada ¿si, Souto?- sin apartar al rubio – ¡Un momento! ¿Y esta espada?-

-ES MIA- gritó el niño de ojos rojos, Fye suspiró

-Un día Souto te vio en una foto con una espada en mano e insistió en que le enseñara y pues yo no se nada Kuro-pon así que lo lleve a un dojo, le enseñó un joven ahí, después de una semana lo dejaron entrar- dijo de uno solo, respirando fuertemente después recuperando el aire perdido

-¿TE DEJARON ENTRAR A ESTA EDAD?- exclamó –A mi me dejaron a los 6 años-

-Los hijos superan a los padres kuro-rin- le habló moviendo el dedo índice de un lado a otro como si fuera una lección

-Mi nombre es Kurogane ¡Baka!- recién se dio cuenta de lo que había en su plato y este era diferente al de los demás, parecía “no saludable” para su estomago, como si hubieran agarrado fideos usándolos para limpiar un piso, comió sin preguntar, si Fye quería vengarse de algo, él mismo se lo merecía –Mm… Oh esto está delicioso, ¿tú lo hiciste Fye?- el rubio negó con su típica sonrisa

-Fue Hayate- mirando al mayor de los gemelos y este se puso nervioso de sentir las miradas en él –Es todo u n cheffffffff, siempre inventa comidas deliciosas, aunque están no parezcan ricas… nee en apariencia igual a tu comida kuro-papi-

-¡¿Me quieres decir algo?!- vociferó el pelinegro

-Hayate lo preparó especialmente para ti papá-

-¡Yuto!- le reclamó sonrojado a su hermano gemelo por delatarlo

-Pero es cierto, es genial que un niño de 6 años prepare una comida tan rica como la tuya- siguió hablando el niño rubio, el otro quedo en estado de shock de vergüenza, esta vez fue turno de Kurogane en apoyar su mano para sostener su cara, Hayate era igual que Fye cuando era un niñito, misma forma de ser, hasta el mismo rostro, los ojos celestes, para colmo tenía el mismo peinado de Fye, sólo que Hayate tenía la piel un poco más oscura

-¿No te recuerda a alguien Fye?- siguiéndole el juego

-Pues ahora que lo mencionas…- susurró Fye con cara seria –La verdad no Kuro-pii- riéndose

-¡Serás baka!-

Al terminar de comer Kurogane le enseñaba técnicas con la espada a su hijo menor, al mismo tiempo halagaba la comida de Hayate y charlaba tranquilamente del colegio con Yuto quien estaba comenzando primaria.
En otras palabras se sentía el padre más dichoso, por el estar con sus hijos a quienes no había visto en un año…

Fye sabía que los 3 lo habían extrañado tanto… aunque Souto no lo recordara muy bien siempre veía sus fotos y pedía que le cuente más sobre su padre parecía como si se hubiera enamorado de él, Hayate preguntaba cuando volvería su papá, mientras que Yuto se mantenía al margen con una esperanza que trataba de esconder.

Luego acostaron a los niños en sus respectivas camas, el pelinegro les dio un beso en la frente a cada uno, esperando a que se durmieran observándolos con tal adoración hacia sus pequeños tesoros.
Fye no supo porque pero esa noche se entregó nuevamente a Kurogane tal vez se sentía incitado por un padre protector y responsable cuando estaba con sus hijos, no estuvo seguro, haciéndolo todo inconscientemente.

Al amanecer…

-Wiii- estirándose (desperezándose) –Bien aun falta una hora para que llegue Sakura y los lleve al colegio- se levantó de la cama, de inmediato notó que tenía un acompañante no deseado – ¿Ku-ku-kurogane? ¿Pero qué?- se observó a si mismo y estaba sin ropa, tragó saliva nervioso

-¿Hm? Buenos días Yui- saludaba tranquilamente el pelinegro

-No, no, no, no, perdí la razón común ayer- se agarraba la cabeza bastante asustado –No pudo haber pasado eso, ¡no!- se mordió el labio inferior intentando a toda costa no llorar

-¿Sucede algo Yui?- intentó acercarse pero el otro lo evitaba

-¡Te dije que me llamaras Fye! Vete… vete por favor – respiraba agitadamente como si tuviera alguna fobia

-Yui…- quería saber que le ocurría, eso era totalmente anormal

-¡Te dije que te largaras! VETE, esto no debió haber ocurrido nunca- el pelinegro se resignó, se cambió lo más rápido que pudo y salió del cuarto dejando al rubio dentro, mientras el otro se abrazó a si mismo y derramó lagrimas ahora que nadie lo veía

-¿Por qué nuestra relación siempre está fundamentada en la cama…?- murmuró entre sollozos


Kurogane decidió ir a ver un rato a sus hijos tratando de despedirse silenciosamente, notó que una cama estaba vacía, eso lo asustó un poco pero al instante sintió que le abrazaban de las piernas –Te iras de nuevo ¿no?- era Souto -¿Cuándo acabará todo esto? Yo los quiero a ambos y yo se que ustedes se quieren pero por orgullo y vergüenza no lo dicen- le sorprendió, que un niño de 3 años hablara así –La música es “rosas”- no entendió eso último –No rompas tu promesa papá…- dicho eso lo soltó y volvió a echarse en su cama fingiendo dormir

Tal vez no lo entendería hasta que escuche esa canción, conociendo a Fye debe de ser una romántica, cerró la puerta del cuarto, dirigiéndose a la salida –Ese baka… (Refiriéndose a Fye) me obliga a que haga algo vergonzoso-
Notas finales: Mini extra:

A lo que se referia Fye.

-Kuro-rin!!!! he vuelto- entraba a la casa, vio que la luz de la cocina estaba encendida, al entrar al cuarto vio al pelinegro ver con tristeza un plato -¿y eso?-

-Pues intente cocinar onigiri-

-¿lo verde?- inocentemente

-si- hubo segundos de tension

-nee vamos a comer una pizza, estoy con ganas de comer una pizza ¿tu no?- lo arrastró a la salida

-vale...-

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).