- .......... dilogos
Datos del fic:
Titulo: “Cumbres Borrascosas”.
Autor: Celen Marinaiden.
Genero: Serie, yaoi, AU y una increble cantidad de OOC, as que estn advertidos No quiero que se sorprendan luego! XD
Pareja: SasuNaru.
Disclaimer: Naruto obviamente no es mo y ninguno de sus elementos me pertenecen, Naruto le pertenece a Masashi Kishimoto. Por otra parte, Cumbres Borrascosas, fue escrita por Emily Bront (y Montecristo por Alexandre Dumas). No escribo esto con fines de lucro, hago esto solamente por diversin y quizs un poco de ocio... y tambin porque estoy bloqueada hasta las trancas, pero eso es otra historia.
,,,,, CuMbReS BoRrAsCoSaS ,,,,,
Saint Feuille* era un Colegio que representaba su vala jactndose de los logros de sus estudiantes, como todas las escuelas en realidad. Un nivel acadmico muy bueno, trofeos en todo tipo de actividades y unas instalaciones impecables eran su carta de presentacin. Tenan premios en desempeo acadmico, deportes, artes y hasta periodismo juvenil. Y cada uno de ellos era tomado con una seriedad increble, porque en Saint Feuille rega la actitud de que cada conmemoracin los engrandeca a todos, no slo a unos pocos. Era como una especie de patriotismo escolar que perduraba en muchos ex-alumnos el resto de su vida.
Un ejemplo de ello era el Club de Teatro, que haba logrado durante diez aos consecutivos ganar el premio a la mejor presentacin teatral, en uno de los tantos concursos que se hacan entre los cinco grandes colegios del Continente: Saint Feuille, Saint Sable*, Saint Nuage*, Saint Rocher* y Saint Brume*. Sin embargo, aquella marca haba sido rota el ao pasado, cuando Saint Sable los haba derrotado de forma magistral.
Sasuke Uchiha a sus diecisiete aos saba muy bien que esa derrota haba sido un shock para todos. Al entrar a Feuille, form parte de se Club desde su primer ao. Caus sensacin pues era excelente con la actuacin, as que se gan siempre los papeles principales, sin embargo, justo el ao pasado haba renunciado, por lo cual no era extrao que muchos le culparan de la vergonzosa derrota que sufrieron. Podra ser en parte por eso, pues se vieron sin su mejor actor, aunque tambin estaba el hecho de que se confiaron demasiado y los penosos resultados saltaron a la vista.
De no ser porque le era totalmente necesario, ni siquiera se acercara nuevamente al teatro de la escuela -porque s, ellos realmente tenan un teatro-, ya que no contaba con el humor para ver rostros rencorosos y miradas insidiosas que lo siguieran culpando. Desgraciadamente de verdad tena que ir, porque resultaba ser que su compaero de Biologa era Kiba Inuzuka, que era un fan acrrimo del Club de Teatro solamente porque su novia, Hinata Hyuuga, se desviva por ese arte. Ambos tenan un proyecto pendiente que aun no iniciaban, as que sin ms remedio que tomar, Sasuke haba decidido ir a buscarlo al lugar donde saba que lo encontrara, como todos los das al terminar las clases.
All, en las gradas el amplio teatro y mientras en el escenario un par de personas actuaban, Sasuke pudo vislumbrar a su impuesto compaero de trabajo, quien se encontraba sentado acompaado de algunos que seguan atentos las actuaciones presentadas. Sasuke apenas haba dado un vistazo desestimando por completo a las dos chicas que ensayaban. Cuando haba decidido retirarse del teatro, lo haba hecho muy en serio. Una de las causas era que tena tantas fanticas que era toda una pesadilla, incluso ahora que ya no actuaba, aun as segua teniendo su tropa de chicas que suspiraban perdidamente por l.
Para su fortuna -pues no quera estar ms tiempo del necesario en tal sitio-, Kiba pareci notar su presencia -aunque tambin algunos otros miembros que lo miraron con saa-, as que se aproxim a l, tomando asiento a su lado en la tercera grada donde se encontraba.
- No me lo creo -habl entonces Kiba, enseando sus blancos dientes- Finalmente decidiste regresar?
Sasuke entrecerr sus ojos profundamente negros -como su cabello, que asemejaba el plumaje de un cuervo- y neg con desgano.
- Ni de broma -dijo montonamente- Al terminar saliste corriendo como un maldito loco, ni siquiera diste tiempo a que nos pusiramos de acuerdo para Biologa.
- Oh, s, eso -sonri despreocupadamente, encogindose de hombros- Cmo quieres que nos organicemos?
Por suerte Hinata no estaba actuando, o de lo contrario era seguro que Kiba no le prestara atencin.
Sasuke habl fluidamente, recordando con envidiable precisin los datos del proyecto, por lo cual no fue demasiado difcil encontrar una forma de distribuir el trabajo. Recordar con precisin eran ventajas que quedaban cuando uno aprenda a memorizarse guiones completos.
- S, hombre -mascull Kiba, anotando descuidadamente en su mano con un bolgrafo- Te juro que no se me olvidan los libros, mira Ya los tengo aqu! -y alz la palma derecha, mostrando un montn de garabatos escritos sobre la piel-.
- Hmpf -era claro que aquello no le convenca mucho-.
- Pero es ridculo que nos manden a buscar en libros -mascull- Si para eso existe el Internet.
Mentalmente Sasuke le daba la razn ms no por ello se senta satisfecho, aunque por otra parte, ya poda irse en paz, esperando no volver a tener que ir a ese lugar, lleno de algunos recuerdos que no deseaba sacar a flote.
- Maana comenzaremos -declar Sasuke-.
- Crees que podamos hacerlo en la escuela?
- No si t pasas todo tu tiempo aqu.
- Oh, vamos! Sabes muy bien que el Club es como mi segunda casa.
- Lo que quiere decir que seguramente tienes una vida familiar muy disfuncional.
Kiba le lanz entonces una mirada llena de reproche, que hizo que Sasuke nicamente sonriese con notoria arrogancia.
- Despreocpate -volvi a hablar Kiba- Encontraremos la forma de arreglarnos.
- Ms te conviene a ti que a m.
- Qu estas queriendo insinuar con eso?
- Insino que... -comenz, sin embargo, su voz se vio cortada por otra-.
- No me atormentes hasta volverme tan loco como t!
Algo sobresaltado, Sasuke busc la tercera voz que repentinamente pareca haber salido de la nada.
- Es que ests poseda por el diablo?, Por qu me hablas de ese modo cuando te ests muriendo?
Y no tuvo que buscar mucho para dar con el dueo de aquellas palabras. All, en el escenario al cual le haba prestado poco cuidado -ignorando las actuaciones de personas que ya conoca-, se encontraba alguien completamente nuevo para l. Cabellos rubios y ojos azules era lo que poda describirlo de forma rpida, adems de una mirada atormentada y un temblor que pareca inundar casi imperceptiblemente su cuerpo, mientras que sostena del brazo a quien Sasuke reconoci fcilmente como Sakura Haruno -su cabello rosado era imposible de confundir-, con quien en algunas ocasiones l lleg a actuar.
Pero lo importante era: Cundo haba entrado aquel chico en escena?
- No te das cuenta de que tus palabras quedaran marcadas con hierro candente en mi memoria, y seguirn royendo siempre ms hondo cuando me hayas dejado? -dijo fluidamente aquel rubio- T sabes que mientes cuando dices que te he matado! Y sabes, Catherine, que no podr olvidarte porque eres vida de mi propia vida, No es ya suficiente para tu egosmo diablico que, mientras t descansas en paz me retorcer yo en las penas del infierno?
Oh, la diccin era perfecta, el nfasis en cada frase, el tono, la modulacin de la voz... Sasuke no saba cul obra estaban ensayando, pero era totalmente seguro aquel desconocido seguramente lo estaba haciendo de la forma perfecta.
- Quin es l? -la pregunta sali de los labios del ojinegro aun antes de que pudiese pensarla en realidad-.
- Es tu reemplazo! -respondi alegremente Kiba-.
Sasuke gir rpidamente a mirar a su compaero, sin mostrar en realidad la sorpresa que senta.
- Bueno, tal vez no tu reemplazo -rectific Inuzuka, rascndose una mejilla con el dedo ndice- Es nuevo, se llama Naruto Uzumaki, entr este ao y va en el saln de Hinata... hizo las audiciones a principio del curso y todos lo amaron, El sujeto es increble, Sasuke! Todos dicen que es como un regalo del destino para compensar que te fueras, le hemos dado el protagnico y lo ha estado haciendo genial.
Con total analtica, el pelinegro entrecerr la mirada, prestando verdadera atencin a la prctica, como si se hubiese olvidado que no estaba all precisamente para mirar.
- Qu obra es? -musit l-.
- Cumbres Borrascosas*, y sta nena es la que nos va a hacer ganar -respondi con un completo orgullo reconocible en su voz- Lleva muchos aos sin ser presentada en el concurso. Hemos comenzado a practicar desde antes, nos quedan dos meses y medio pero la verdad es que ya todos se saben su parte. Todas las obras nuevas y modernas tendrn que joderse, ste ao el asunto es personal, no vamos a dejar que los de la Sable nos quiten el trofeo de nuevo, habremos perdido una vez Pero nunca dos!
Definitivamente Kiba estaba totalmente contagiado del ambiente potico que reinaba en el Club.
Era curioso... unos volcaban su pasin desmedida en el soccer, el baloncesto o hasta en el volleyball, pero de igual forma, otros se emocionaban por el ajedrez, la danza o el teatro. La magia de todo eso era que cada quien amaba, se apasionaba y se enorgulleca por lo que haca.
Sasuke escuchaba el parlote de su compaero, pero al mismo tiempo no despegaba sus ojos de aquel que era “su reemplazo”. Aunque quisiera negarse, era imposible obviar que el supuesto Naruto de verdad era bueno... bastante bueno y si era mejor que l, no le interesaba en ese momento realmente. En cambio, prefera centrarse en cada detalle que adornaba el rostro de aquel chico, que pareca tan vivido y al mismo tiempo, tan sombramente apagado, cosa que encajaba muy bien con la aparente escena que se estaba desarrollando entre Sakura y l.
- S, ahora me demuestras lo cruel que has sido conmigo, lo cruel y falsa -espet Naruto, con un resentimiento herido y patente en su voz- Por qu me despreciaste? Por qu traicionaste a tu propio corazn, vida ma? No, no tengo palabras de consuelo para ti. T misma te has matado -y mir a Sakura con frialdad, mientras sus labios se torcan en un rictus casi indescifrable- S, ya puedes llorar y arrancarme besos y lagrimas: te abrasarn y te condenarn!
Oh, y por la conviccin lbrega en las palabras de Naruto, cualquiera dira que era cierto que Sakura sera condenada realmente.
Y as, sin moverse de donde estaba, inesperadamente Sasuke se qued mucho ms tiempo del que esperaba, dejando que Kiba hablara libremente, escuchndolo en ocasiones a medias. Se march antes de que terminara el ensayo, sintindose como si hubiese cometido alguna cosa indebida.
…sa sensacin se prolongo, porque a pesar de haber tenido una magistral lucha interna consigo mismo, Sasuke acab regresando tan solo dos das despus, con la excusa -porque l mismo saba que era una excusa- de hablar sobre el proyecto que tenan con Kiba. Y nuevamente estuvo atento a la actuacin de Naruto, analizando sus gestos, grabndose cada diferente modulacin en su voz y apreciando la forma en la cual daba vida a su personaje.
Un mes despus, los rumores se corran entre los del Club Teatral, diciendo que seguramente Uchiha encontraba arrepentido de haberlos abandonado, y que su asistencia casi diaria a todos los ensayos era porque extraaba ser parte de ellos. Incluso algunos estaban ya apostando por ver cunto tiempo ms pasara antes de que Sasuke pidiese por fin que le dejasen entrar nuevamente. La actuacin era algo que se llevaba en las venas y era claro que l lo tena en su sangre, era una pena que Sasuke se hubiese venido a dar cuenta tan tarde... o al menos, eso es lo que decan los tan bien dispersados rumores. Su presencia atrajo tambin al montn de chicas que parecan ansiosas por besar el suelo que pisaba, pero afortunadamente, Iruka Umino, el profesor encargado del clebre Club, tuvo que restringir nuevamente la entrada a los ensayos a las personas ajenas a ellos; obviamente Sasuke tena luz verde de estar all, en palabras del propio Iruka: para ver si con ello volva a animarse y formaba nuevamente parte del grupo.
En ese tiempo constructivo, haba averiguado algunas cosas del tal Naruto, como que a pesar de todo, era un alumno comn que sacaba calificaciones normales, nada de excelencia excesiva. Lo que s era fuera de lo comn es que era nieto de Jiraiya Namikaze, un buen escritor que al llegar a los cincuenta aos haba dejado los libros profundos para comenzar a dedicarse al gnero del erotismo y de la comedia, lo que le haba valido una fama de pervertido bonachn, adems de un enorme grupo de fans. Su madre, Kushina Uzumaki, curiosamente tambin era escritora, aunque ella se dedicaba obviamente al pblico femenino, siendo la mayora de sus historias acerca de romances y con las cuales obtena un buen xito. Por lo que Sasuke poda ver, Naruto era totalmente diferente al personaje que interpretaba: risueo, enrgico, alegre y bastante escandaloso -al menos para su gusto-, y no tena por ninguna parte aquel aire taciturno del temible Heathcliff de Cumbres Borrascosas, lo que era sin duda algn tipo de merito, pues cuando se encontraba actuando, cualquiera podra asegurar que Naruto realmente era as de oscuro como se vea.
- Estuviste, de verdad, muy afligida por m? -la voz son con un eco irnico- Bueno Razn no faltaba!
Desde una de las gradas de la penltima fila, Sasuke era un observador que pasaba completamente desapercibido.
S haba que ser francos, la verdad es que disfrutaba en cierta forma del “espectculo” que presenciaba da a da. Ahora que los miembros del club parecan mirarlo con normalidad -y algunos todava con recelo, los pobres-, ya no tena que molestarse en acudir con Kiba para disfrazar sus simples intenciones de encontrarse presente.
Nunca antes la idea de ser un simple observador le atrajo, pero por alguna razn, ahora lo encontraba sumamente agradable.
- He luchado en la vida amargamente, desde que por ltima vez o tu nombre -continu Naruto- Y tienes que perdonarme, porque he luchado para ti.
Y, apenas haba terminado de decir eso, un grito femenino se escuch e inesperadamente una chica se colg del brazo del rubio.
- No, Heathcliff! No le digas cosas bonitas! Olvdate de ella y csate conmigo, no me importa que me maltrates cruelmente y yo no pueda hacer nada, porque en el siglo diecinueve las mujeres no tenan derechos.
Todos los presentes haban guardado un repentino silencio, hasta que Sakura se llev las manos a la cintura, mientras que miraba de forma reprobatoria a quien Naruto tena en su brazo: Ino Yamanaka.
- Ino! -grit Sakura-.
La chica -que tena un largo cabello rubio y ojos azules- solt una alegre risa y se aferr un poco ms a Uzumaki, Naruto entonces tambin ri y con un gil movimiento, tom a la rubia con facilidad y la carg en brazos.
- Est bien, Isabella Vamos a fugarnos! Nos iremos por el mundo a gastar mi enorme fortuna que no s como consegu, y cuando tengamos nuestro primer hijo lo llamaremos Ramen -fue la gran respuesta del ojiazul- Lo siento, Cathy, perdiste tu oportunidad -dijo, mirando directamente hacia Haruno-.
Los dos rubios continuaron riendo alegremente ante su propio juego, provocando que finalmente que los dems comenzaran a rer tambin, incluida la misma Sakura.
- Son imposibles! -dijo finalmente la pelirrosa con una sonrisa- Y nos estaba quedando tan bien la escenita.
- Oh, vamos, a estas alturas podemos actuar con los ojos vendados, las manos atadas atrs de la espalda y parndonos en un solo pie -respondi Ino, cruzando los brazos-.
- Hey, Ino-cerda, que vamos a un concurso de actuacin no al circo.
- Ms respeto, Sakura-frentona!
- Respeto es el que me debes t, rubia teida.
- Oh, no hablemos de tintes Eh? Que tu cabello es rosa cerezo del nmero cinco.
All iban ellas dos de nuevo. La convivencia que tenan era totalmente peculiar, pues solan dedicarse algunas frases que pretendan ser insultos, pero aun as eran amigas inseparables.
Luego de aquella “pequea” interrupcin, todos decidieron continuar un poco ms antes de dar por terminada su prctica de aquel da. Ino llevaba toda la razn, pues faltando tanto menos de dos meses, ya tenan dominada sus actuaciones y muy pronto comenzaran a hacer los ensayos generales con vestuario.
- Sasuke, que bueno nuevamente por aqu.
Ante aquellas palabras, el pelinegro volte hacia un lado, encontrndose con la confiable figura de su profesor Iruka, quien llevaba una buena cantidad de folders y papeles en sus manos. De no ser porque el hombre no se pasaba por all todos los das, Sasuke podra haber considerado sus palabras como una especie de burla.
Iruka le sonri atentamente y se sent a su lado, observando el escenario.
- Se sincero Qu tal te parece que lo hacen?
El chico medit apenas la respuesta, encogindose de hombros.
- Tan bien como cuando estaba yo -dijo con sinceridad-.
- Me alegra que pienses eso, todos quieren ganar, lo del ao pasado fue un golpe muy duro para los chicos.
- Me imagino.
El profesor entonces pareci desplegar el montn de papeleo que traa consigo, dejando algunos tantos en el asiento contiguo.
- Crees que podras ayudarme? Finalmente nos han dado los formularios de inscripcin, recuerdas cmo se llenaban Verdad?
Sasuke asinti vagamente, mientras Iruka le extenda un par de hojas, entregndole tambin un bolgrafo que tom del bolsillo de su camisa. Los dos permanecieron en relativo silencio, ocupndose de escribir en las tablillas de madera que igualmente el profesor ya llevaba consigo.
As cuando todos los del club estuvieron de acuerdo en partir, Sasuke an se encontraba presente pese a que su costumbre era la de marcharse para evitarse encuentros con antiguos “camaradas”. Claro que estando tan ocupado escribiendo, esos antiguos camaradas no se molestaron ni en acercarse para despedirse de l. Sin embargo, en medio del mutismo que reinaba en la sala, una voz son con decisin, Sasuke entonces frunci en seo, levantando la vista y encontrndose que el escenario aun estaba ocupado, pese a que l crea que desde haca al menos cinco minutos todos se haban marchado.
Naruto todava segua all, caminando a lo largo del tableado, dando la apariencia de que ahora practicaba en solitario, repitiendo algunos dilogos que Uchiha ya conoca de memoria, a base de dedicarse a observarlo. Sasuke se preguntaba s siempre se quedaba cundo todos se marchaban.
En determinado momento el rubio par con sus frases aparentemente al azar, para despus permanecer en silencio y completamente esttico por algunos instantes, hasta que se dio media vuelta, encogindose sobre s mismo, lanzando despus un terrible grito gutural y dndose vuelta con violencia.
- Se los ruego Mtenme! Mtenme! -aull con desesperacin-.
Se movi errticamente por algunos instantes, hasta que la energa pareci disminuir y su expresin se torn vaca y perdida, para luego dejarse caer de rodillas, con sus brazos laxos y sus manos apoyadas en el suelo, adoptando una pose completamente desolada y desvalida.
- No, no... no necesito que me salven, incluso aunque me acabe a mi mismo -mascullaba, con los ojos desorbitados- ... Lo... juro... castigar con el ms grotesco sufrimiento a toda la gente que me ha traicionado -y levant bruscamente los brazos al aire- Caer sobre ellos un sufrimiento eterno del que ni la muerte les podr salvar!
En ese momento Naruto comenz a rer con completa demencia, consiguiendo que Sasuke sintiera un estremecimiento recorrindolo.
Iruka sonri a su lado, observando con diversin la expresin completamente arrobada que adornaba las facciones de su alumno.
- El Conde de Montecristo* -dijo el profesor-.
El ms joven tard unos segundos en reaccionar ante lo escuchado.
- Perdn? -dijo finalmente-.
- Esta interpretando al Conde de Montecristo, s ganamos ste ao, el siguiente presentaremos a Montecristo como propuesta, no nos va a ser muy fcil sintetizarlo todo, pero si lo hacemos de la forma correcta tendremos un resultado estupendo.
Sasuke se humedeci los labios antes de despegar su vista del rubio y enfocarla en su profesor.
- Ya le ha dado el papel sin saber los resultados?
Iruka volvi a sonrer con amabilidad antes de responder.
- Confi en que ganaremos, Sabes, Sasuke? Naruto y t son excelentes actuando, si tuviera que compararlos dira que estn en el mismo nivel, pero lo que los hace diferentes es que l es ms... Emocional? S, creo que esa es la palabra, aun as, eso puede limitarlo en muchos papeles, pero hemos optado por la imagen del protagonista con oscuras motivaciones y que expresa claramente cada emocin nociva.
El moreno volvi entonces sus ojos hacia Naruto, que segua con su estupenda presentacin de alguien que ha perdido la razn.
Cuando el rubio pareci recobrar la compostura, pasendose un poco como si tratara de decidir que era lo siguiente que hara, elev sus ojos hacia las gradas dando un repaso casual, pero topndose irremediablemente con los ltimos puestos, notando a sus dos espectadores en turno. No pareci sorprendido de verlos en realidad.
Y entonces, en se momento, sonri cndidamente mirndolo a l y Sasuke sinti como si se hubiese quedado sin aire.
Continuara...