Desde que fui un crio, sí, un crio, estuve solo, completamente solo. No me gustaba estar con nadie, ya que en mi familia me inculcaron ese sentimiento tan frío, la soledad. Mi madre me ignoraba, mi padre me hacia sufrir, me pegaba e insultaba, diciéndome que era una carga para ellos. Exactamente…una carga.
Pero un día, cambió, conocí a alguien…un niño, aunque yo era un poco áspero, él siempre quiso ayudarme y quedarse conmigo, curarme las heridas y apoyarme. De cierta manera, me sentí bien, con él se esfumaba todo lo que había pasado, absolutamente todo. Me escapaba de casa para irme con él, sus hermanos y sus padres de excursión, hasta una vez me escapé solo para ir con él de vacaciones. Yo empecé a sentir algo por ese niño bajito y aniñado, de ojos negros como la noche y pelo de igual color. Nunca le gustó que le llamaran bajito, pero era demasiado adorable cuando se enfadaba, por eso fui algo cruel al llamarle bajito siempre. El día que me escapé para irme de vacaciones con él, ocurrió algo maravilloso.
- ¡Shimaaaaa~! – se acercó hacia mí corriendo y se abalanzó, cayendo justo encima de mí-
- T-taka-chan…¿podrías…b-b-bajarte? – estaba empezando a sentir calor en las mejillas, seguramente Taka lo había notado…¡no! Y que hago ahora ¡agh!
- ¡Shima estás rojo! – se acercó a mi rostro, quedando a pocos centímetros, tanto que podía sentir su respiración relajada en mi cara- ¡Shima baka! Ahora mismo te vienes conmigo de excursión a la playa, ¡y no quiero peros! Vaaaamoooos~ - me agarró fuertemente de la mano y nos fuimos corriendo hasta el coche de su padre, no le importo si quiera que cogiera un bañador o ropa limpia para cambiarme.-
- Taka-chan…no tengo bañador ni ropa limpia…
- Tranquilo, yo te presto la mía – me dijo con una gran sonrisa, que adorable es, me dan ganas de cogerlo y achucharlo como a un peluche-
- Arigatou… - en ese instante, Taka me dio un beso en la mejilla, y soltó una gran carcajada por el sonrojo de mi cara-
- Jajajajajaja Shima estás rojito~ que mono estás así - sonrió-
Y así continuó todo el trayecto, bromeando y riendo, haciéndonos cosquillas y dándole algún que otro golpe no intencionado a su hermano mayor, quien nos miraba con cara de “en cuanto os pille, no viviréis malditos críos” a lo que nosotros atinábamos a reírnos aún más.
Cuando llegamos Taka volvió a cogerme de la mano y correr hacia un bonito acantilado, donde nos sentamos admirando el paisaje, aunque yo no podía quitarle los ojos de encima al pequeño Taka-chan. Y ahí fue el momento más feliz de mi corta vida, el único momento feliz que recuerdo.
- Etto…Shima – Taka dirigió su mirada hacia la mía, algo sonrojado y…¿nervioso?-
- Dime Taka – le dije con una gran sonrisa, la cual le tranquilizó un poco.-
- Yo…es que…
- ¿Pasa algo? ¿te hicieron algo?
- N-no…e-es que y-yo… - estaba comenzando a ponerme nervioso, ¡por dios Taka sea lo que sea dilo ya!
- Es que tú…
- ¡Yo te quiero Shima! Te quiero mucho mucho y quiero que…¡quiero que seas mi novio! – dicho esto, cerró fuertemente los ojos, a lo que yo respondí cogiéndole del mentón depositando un dulce beso en sus labios, a lo que él me correspondió.-
- Claro que quiero ser tu novio Taka – le sonreí y le di otro pequeño beso, ese fue el momento más feliz de mi vida, pero había algo que no me daba buena espina…algo que irrumpía esa felicidad.-
Al llegar a casa Taka quiso acompañarme, algo que no le rechacé, al llegar a la puerta de mi casa le besé y abracé. …l se despidió de mí moviendo su mano y diciéndome “Mañana nos vemos cariño, ¡te quiero!” . Después de ver como se alejaba entré a mi casa, todo estaba tranquilo, demasiado para mi gusto. Al entrar un poco más adentro, pude encontrarme con la mirada llena de odio de mi padre.
- ¿¡Dónde te creías que estabas niño estúpido!?
- Y-yo…
- ¡TÚ NADA! – Me cogió del cuello de la camisa y me golpeó fuertemente en la cara, dejando ver un hilo de sangre saliendo de mi boca.-
- P-papá…n-no…p-por favor…
- ¡CALLATE MALDITO ENGENDRO! – me asestó un golpe en el estomago, dejándome sin respiración, pude ver como se dirigía a la cocina a por algo…a por un…cuchillo..-
- Fue un error el haberte tenido, fue un error que hubieras nacido ¡TODO LO QUE NOS HA PASADO ES POR TU CULPA, SOLO POR TU CULPA! – y finalmente, clavó el cuchillo en mi corazón, una puñalada certera con la que acabó con mi vida y con mi felicidad.
Lo último que pude ver fue como el padre de Takanori detuvo a mi padre, y Takanori lloraba conmigo en sus brazos, como mi pequeño lloraba por mi.
Con las últimas fuerzas que me quedaban logré decirle algo, mis últimas palabras.
- Te quiero Taka-chan…
Por siempre, y para siempre.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español