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Tezuka, no Huyas por Kurenai Mido

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Notas del capitulo: No tengo perdón por haber tardado tanto!! De hecho, empecé este cap hace como una semana, pero no se q me pasa q no lo podía terminar, me faltaba la musa, no se. La cosa es q recién hoy logre que quede algo decente, y aun asi no se… Léanlo y díganme.
Por mas que lo intentó no lo olvidó, y hasta soñó con eso.

En su sueño, el, Ryoma, era el que estaba tan triste que quería llorar, y era Tezuka quien lo consolaba. Tezuka lo atraía hacia si y lo abrazaba, susurrándole al oído cosas hermosas para tranquilizarlo. Lo acariciaba despacio, hasta tener su boca a tiro. Entonces lo besaba de la misma forma dulce que en la puerta de su casa, así rozándole los labios y pasándole su aliento calido… se sentía tan bien que era casi real…

-Ryoma, cariño, ¡despiértate o llegarás tarde al colegio!- Ryoma se levantó muy confuso, y la sensación no lo abandonó en todo el camino. Aquel sueño lo había hecho pensar en cosas que no se atrevería a decir en voz alta; el día anterior había sentido la angustia del senpai y en consecuencia había sido amable con el. Luego Tezuka lo había besado (las mejillas le ardían de pensarlo), pero el muchacho había estado vulnerable en ese momento, así que no significaba nada… ¿Entonces por que no podía dejar de pensar en eso?

Sin proponérselo, recordó la agradable sensación de calor que aquellos labios tan firmes le habían transmitido, y sonrió. Tanto se concentró en eso que no lo vio venir y chocó con el.

-¡Auch! Ryoma, ¿estás bien?

-Uy, que torpe… cuanto lo siento, buchou-Tezuka.- El capitán del Seigaku lo ayudó a pararse y Ryoma se sintió culpable por lo que había estado imaginando.- Estoy bien. ¿No te golpeé el brazo, verdad?

-No, tranquilo. Y tu, ¿por que ibas tan distraído?- Ryoma se puso rojo y contestó con evasivas, hasta que vio aparecer a Momo por la esquina y corrió hacia el. A Tezuka no le gustó nada y subió enojado al aula. Syuichiroh ya estaba allí, preparando unos papeles para la profesora Sumire.

-Imbécil- soltó Tezuka, dejándose caer en la silla.- Tu no, no me mires así.

-¿Quién es imbécil, entonces?

-No interesa. Déjame echar un vistazo a eso.- Tezuka estudió la planilla y de repente se puso pálido.- ¿Qué significa esto? ¿Pusiste a Ryoma en dobles con Momoshiro? ¿Por qué?

-Pues porque Sumire piensa que han mejorado mucho, y Kaoru será puesto en sencillos, así que…

-¡No me importa!- exclamó Tezuka. Syuichiroh lo miró asombrado, a pesar de su carácter tan difícil, nunca lo había oído gritar, menos en ese tono algo histérico.- Vas a desarmar esa pareja ya mismo.

-Pero Sumire dice…

-Yo me las arreglo después con Sumire, pero tu cambia eso en este instante- Tezuka lucia muy peligroso, así que Syuichiroh se apresuró a borrar los nombres.- Así está mucho mejor.

-¿Se puede saber ahora que tienes? No me mires como si fueras a matarme. Además de tu amigo soy el vice capitán del equipo, y creo que merezco una explicación.

-La explicación es que no me gusta esa pareja y punto.- Syuichiroh ya no pudo preguntar nada mas porque entró el profesor, pero al terminar la clase prosiguió con su sermón.

-Quiero una respuesta razonable, Tezuka. ¿Qué tienes en contra de que ellos jueguen juntos?- Ambos se cruzaron con Ryoma y Momo, que salían de la fila de la cafetería cargados como ladrones después de asaltar un banco. Tezuka no lo soportó más y descargó su ira con ellos.

-Comiendo como cerdos, para variar. Deberían atragantarse menos y practicar un poco mas, saben, no quiero holgazanes en el equipo.

-Lo sentimos- dijo Momo con voz débil.

-No me hables con la boca llena, por Dios, es un asco.- Tezuka lo fulminó con la mirada y luego se dirigió a Ryoma.- Tu no le sigas los pasos a este tan de cerca, ¿eh? Acabarás mas vago de lo que ya eres. Ahora… apártense, me están estorbando el paso.- Salió hecho un vendaval de la cafetería, y sus tres compañeros se quedaron inmóviles por la sorpresa. Syuichiroh salió tras el, y al final lo encontró en un aula vacía, caminando como un león enjaulado.

-¿Se puede saber que fue eso de recién? ¿Te volviste loco o que?

-Por última vez, Syuichiroh- amenazó Tezuka- deja de fastidiarme con tus preguntas. ¡Ay!- Tezuka se llevó la mano al corazón, que latía tan fuerte que cualquiera hubiera podido oírlo. Se agachó tratando de recuperar el aliento. Otra vez se le nubló la vista. ¿Por qué le dolía tanto?

-Tezuka, ¿Qué te sucede?- Syuichiroh se agachó solicito, pero Tezuka lo rechazó.

-Tengo que salir de aquí mientras pueda. Pero, por favor, no le digas a nadie. (…)

La profesora Sumire no estaba de acuerdo, pero al fin prevaleció la voluntad de Tezuka de separar a Ryoma y Momoshiro. A Kaoru tampoco le gustó la noticia. No se atrevió a desafiar al capitán, pero cuando pasó al lado de Momo le soltó su silbido de serpiente. Momo a su vez no se animó a mirar a Tezuka a los ojos y pasó rápido a su lado, seguido de Ryoma. El y su senpai se miraron fijo hasta que Sumire los mandó a practicar a la cancha uno. El resto de los jugadores se acomodó para ver el partido entre el capitán Tezuka y Echizen.

-¿Serviría de algo preguntarte porque fuiste tan grosero hoy?- Ryoma sacó primero.

-No tengo porque contestarte eso, ¿sabes?- Tezuka hizo una devolución perfecta.

-Vaya, ¿así que eso es todo lo que piensas decirme?- golpe a la pelota.

-Ocúpate de tus asuntos, Ryoma Echizen.- Golpe otra vez.

-Muy bien, ahí va…- La volea del menor fue perfecta y cayó dentro de la cancha. Tezuka estaba tan desconcentrado que ni la vio, ni vio las siguientes dos. Además había comenzado a sentir esa agitación en el pecho otra vez. Por el rabillo del ojo vio que Syuichiroh lo vigilaba a el, y supo que pararía el juego en cuanto diera muestras de debilidad. Por tanto se obligó a ocultar ese dolor y continuó. Ryoma no notó nada y su juego aumentó la ferocidad: en realidad, quería darle una paliza a Tezuka delante de todos para vengarse por su frialdad y sus contestaciones groseras. …l no había hecho nada para merecer ese trato.

Momoshiro lo alentó desde un costado cuando ganó el primer juego. Tezuka sintió que su resistencia estaba por ser vencida. Se sentía herido. Sabia que con su actitud solo lograría alejar a Ryoma de el, pero no podía evitarlo. ¡Ay, Dios, el corazón! Y supo que no era una metáfora.

-Ay… auch- Tezuka se arrodilló, respirando por la boca, totalmente extenuado. Syuichiroh corrió a el, mientras todos comentaban asustados, y se lo llevó a la enfermería. La profesora Sumire los siguió, y también Ryoma, aunque decidió ocultarse por las dudas.

-Ahora escúchame Tezuka, y deja de ser necio.- La profesora lucia preocupada.- ¿Esto ya te había pasado antes?

-Solo… solo esta mañana. Lo juro. Pregúntele a Oishi si no me cree.

-Está bien, muchacho, cálmate. ¿Has estado ejercitándote mas de la cuenta?- Tezuka negó con la cabeza.- ¿No te fatigas por correr mucho, o algo similar?- Volvió a negar.- Entonces… no se, ¿hay algo que te esté estresando? ¿Algún problema en tu casa, o en el colegio?- Esta vez Tezuka vaciló.- Somatizar los problemas cotidianos suele ser algo común, Tezuka. Una pelea, o discusión, hasta un examen reprobado podría hacerte sentir abrumado, y como imagino que no estás enfermo del corazón, esa agitación que sientes debe ser la respuesta a algún problema, ¿no es así?

Tezuka no dijo nada, pero callarse también era una forma de responder. Sumire lo entendió y se retiró (Ryoma se ocultó nuevamente, y tardó cinco segundos en volver a oír tras la puerta).

-Creo que ya no puedes ocultarlo por mas tiempo- decía Oishi- Hoy te superaste a ti mismo al mediodía, maltratando a Ryoma y a Momoshiro. Y me extrañó mucho, porque los últimos días estabas pegado a Ryoma como si fueras la sombra. ¿Qué te hizo, o que te hicieron, para que te perturbara tanto?

-Nada- admitió Tezuka- esa es la pura verdad: ninguno me hizo nada. Soy yo. Es mi problema.

-Por nada no te puedes poner así. Así que me he estado preguntando (y por favor te pido que no te enfades), cual es la verdadera causa de tus nervios a flor de piel. ¿Es por Ryoma?

-¡No!- la exclamación le salió del alma. Ryoma se emocionó, y eso que no vio a Tezuka ruborizarse.

-Entonces, ¿es por Momo? Mírame a mi, no a la pared. ¿Es por Momoshiro, si o no?

-No exactamente. Momo no me hizo nada, ya lo se. Es solo que… no lo soporto. No lo aguanto. Y no me refiero a el como persona, lo que no aguanto es… es… que esté pegado a Ryoma todo el tiempo, eso es lo que detesto. Ni yo mismo puedo entenderlo, pero es así.

-Ah… con que se trataba de eso. ¿Estás celoso de Momoshiro y Ryoma?

Ryoma se quedó paralizado. ¿Había oído bien? ¿Tezuka celoso de el y su querido amigo Momo? Pegó la oreja a la pared, deseoso de oír más, pero la estridente voz de Eiji que se acercaba por el pasillo lo obligó a apartarse de un salto y fingir que recién llegaba, como todos los otros. Entraron en tropel a la enfermería a preguntar a Tezuka que le había sucedido. Ryoma ya no estaba tan seguro de haber entendido bien la pregunta de Syuichiroh. ¿Por qué, por todos los santos, por que había llegado el equipo justo cuando Tezuka se disponía a abrir su corazón (y Dios sabía lo difícil que era lograr eso)? Ryoma advirtió la palidez de su rostro, y recordó las complicadas maniobras que había usado hace un rato para humillarlo; pobrecito Tezuka, con su corazón hecho pedazos, literal y metafóricamente. Ryoma sintió mas que nunca una oleada de afecto hacia el, y deseó que pudieran quedarse a solas para consolarlo tal y como lo había hecho el día anterior. Los otros no entenderían, pero el y Tezuka si. Y de pronto pensó que eso era todo lo que le importaba en el mundo. (…)

Tezuka no volvió al entrenamiento, sino que se quedó en el vestuario organizando las planillas del equipo. Así solo, tendría tiempo para pensar en su monumental estupidez y en como remediarla. Su dolor no era una excusa para haber maltratado a Ryoma, el pequeño y simpático Ryoma, que tanto se preocupaba por el. Probablemente estuviera resentido con el y no querría volver a hablarle, y esa posibilidad le formó un nudo en la garganta, y la angustia no se le pasó hasta que Ryoma no entró al vestuario, unos minutos después. El menor trancó la puerta, arrojó la llave al suelo y se sentó junto a el.

-Tenemos que hablar.- Su tono era firme, seco.

-No, no, yo tengo que hablar. Tengo que pedirte disculpas por haber sido tan idiota.- Los ojos de Echizen no se separaban de los suyos, y Tezuka continuó, mas nervioso.- Tu y Momo son dos buenos chicos, toda la culpa es mía… nunca, en toda mi vida, permití que mis emociones me dominaran, pero ahora es muy distinto. Ahora ya no se ni que pensar, ni como actuar.

-De acuerdo, eso no importa ahora. Yo se que tu no eres malo de verdad, que solo tienes una rabia pasajera. Pero también se que tu dolor está conectado a mi en alguna forma, y quiero saber…

-¿Oías atrás de la puerta, no? Lo supuse.- Tezuka suspiró, sin atreverse ahora a mirarlo.

-Bueno, si, pero no fue por curiosidad malsana. Quiero entenderte bien, Kunimitsu Tezuka- dijo Ryoma repentinamente- quiero saber si es cierto que tienes celos de Momo y de mi.

Tezuka no esperaba una pregunta tan directa y se puso completamente rojo, no sabia para donde mirar, y sentía como le transpiraban las manos en los bolsillos. Ryoma previo que intentaría huir y, en efecto, Tezuka se levantó y corrió hacia la llave del vestuario, caída sobre unas toallas, pero él le ganó de mano parándose en la puerta.

-Esta vez te escaparás de mí si eres brujo. Vas a decirme ya que es lo que te pasa conmigo.

-Apártate, Ryoma, por el amor de Dios. Déjame salir.

-Ni lo sueñes. No te irás hasta que…- repentinamente Tezuka lo arrinconó contra la puerta. Ryoma supo que cualquier cosa que dijera estaría fuera de lugar ahora, así que se calló y contempló a su senpai.

-¿Realmente quieres saber la verdad? ¿Crees que estás preparado para oír lo que tengo que decirte?- Ahora su rostro estaba tan cerca del suyo que podía sentir su aliento calido en la mejilla, y algo mas, un aroma profundo y masculino que lo atrajo profundamente. No pudo evitar la sutil sonrisa que apareció en sus labios, y dicha sonrisa hizo desaparecer la furia de Tezuka como por ensalmo.

-Tezuka, no huyas- suplicó Ryoma.

Ahí estaba, atrapado por un mocoso que lo veía de una manera demasiado tentadora y que evidentemente no iba a retroceder. Era ahora o nunca.

-No me iré…

Solo era cuestión de acercarse unos centímetros más, y tomar esa boca húmeda, entreabierta y sensual con la suya propia… Ryoma cerró los ojos, preparado para recibirla… pero solo llegó a sentir su aliento, el mayor no se decidía y el príncipe se molestó mucho.

-Eres lento, buchou Tezuka.- Y sin mas palabras lo besó el, agarrándolo con ambos brazos por el cuello y plantando sus labios vírgenes sobre los del moreno, que se quedó muy sorprendido. Por un rato, porque su cuerpo reaccionó al beso de forma muy explícita, se sintió arder y lo único que podía calmarlo era tomar más confianza. Agarró a su niño por la cintura y le introdujo la lengua todo lo que pudo, haciéndolo gemir, restregándose contra su cuerpecito suave, gimiendo el mismo del puro placer que había ansiado por tanto tiempo.

-Oh… haaa…

Hubiera podido seguir hasta que las velas no ardieran. De verdad. Al fin podía retozar con su pequeño adorado que era obvio que estaba disfrutando tanto como el, y tenia muchas ganas de quitarle la ropa, seguir con sus caricias por cada rincón de piel con que se topara, besarlo en los rincones mas ocultos de su ser… si, lo haría…

En eso iba hasta que oyó las voces de Syuichiroh y de la profesora Sumire, lo que los devolvió a amos a la realidad. Ryoma se corrió y Tezuka se apresuró a abrir la puerta.

-¿Se puede saber por que estaban encerrados, ustedes dos?- exclamó Sumire, enojada.

-Lo siento mucho, profesora, fue mi culpa, es que deseaba arreglar un asunto con Echizen, y, bueno, no quería que nos interrumpieran. Perdón.

Syuichiroh no se tragó aquella historia, por varias razones. Pero, muy principalmente, no lo creyó porque vio el brillo en los ojos de Tezuka, y la sonrisa picara de Ryoma, y se dio cuenta que por fin habían admitido lo que sentían el uno por el otro. No, definitivamente no habían estado hablando de asuntos del colegio como la profesora creía.
Notas finales: Ay Dios mio q inoportunos!! Creo q ese beso terminaba en lemon jeje cuando se aguantan las ganas despues pasan cosas re locas... ahora les prometo q tratare de no ser tan baka y subir el prox cap esta semana para compensarlas.

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