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Tezuka, no Huyas por Kurenai Mido

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Notas del capitulo: Perdona nuestras tardanzas, asi como nosotras perdonamos a las que tardan en postear... recuerden esos versos, xq ahora estoy embaladisima escribiendo dos novelas yaoi (una de vampiros y la otra de pasteleros ^^), y me va a costar mas subir caps de mis fics...
Durante toda la cena Ryoma había estado con la mirada perdida. Todavía podía sentir el cuerpo de Tezuka apretándose contra el suyo, su olor, sus besos ardientes… la deliciosa sensación de ser dominado por el. Estaba seguro que si hubieran estado en un lugar más privado que el bebedero habrían llegado más lejos. Cuando eso pasara, podría darse el gusto de sacarle la camisa a Tezuka y comérselo todo, todo…

Momo lo pasó a buscar y le sonrió amigablemente, invitándole a que le contara su aventura.

-Caramba, Ryoma- dijo Momo tras oír la historia- no tenia ni idea que ustedes estaban tan enganchados.

-Es lo más raro en lo que me metí en vida- confirmó el príncipe- pero me gusta muchísimo. Tezuka no es así tan serio como todos piensan.- Ambos sonrieron.- Yo lo que quería preguntarte es otra cosa. Ayer no estaba muy bien. ¿Sabes lo que le pasó a Syusuke?

-Ni idea- contestó Momo, serio- pero tienes razón, no se veía muy feliz. (…)

Tezuka iba por la calle con el decaído Syusuke. El genio del Seigaku seguía triste y desolado, y lo primero que pensó es que seria algún problema del corazón; mas sin embargo esa teoría se derrumbó pronto al comprobar que Fuji no tenía ningún interés en las chicas (Atención: dato importante para mi próximo fic). Repentinamente apareció Kaoru delante de ellos, y detrás Momoshiro y Ryoma en la bicicleta, tan veloces que no pudieron esquivar a la serpiente.

-¡Bakas! ¿Para que tienen ojos?- soltó Kaoru furioso. Syusuke se acercó para ayudarlo a levantarse mientras Momo, Ryoma y Tezuka sonreían divertidos.

-No es gracioso, chicos- dijo Syusuke con voz suave- oye, Kaoru-kun, ¿estás bien?

-Yo si, pero esos idiotas no- amenazó siseando. Ryoma se ocultó detrás de Tezuka instintivamente y Momoshiro quedó expuesto.

-Realmente lo siento, Kaidoh, no fue mi intención…- Kaoru entró al colegio con un aire de ofendida dignidad, seguido de los otros, que no podían para de reír.

-¿Por qué me sigues, Fuji?

-Se te cayó esto- dijo alcanzándole su bandana.

-Ah, gracias. ¿Algo mas?- agregó al ver que no se iba.

-Necesito preguntarte algo…

-Tezuka- preguntó Ryoma en un susurro a su novio- ¿Qué hace Fujiko-san hablando con la serpiente?

-¿Mh? Y no se… ¿Qué tiene de particular?

-Supongo que nada, pero es raro. ¿Momo, no es raro?

-Claro que si. –Un brillo travieso apareció en sus ojos.- ¿Los espiamos? A lo mejor nuestro genio tiene ganas de juguetear un poco, jejeje, esa si que seria buen…

-No digas tonterías, todos sabemos que a Fuji-senpai le gusta Eiji.

-¿Y de donde sacas eso? No creo, ellos son viejos amigos…

-Te acordarás de mí el día que aparezcan a los besos- sentenció Ryoma.

-Déjense de chismorrear y vayan a sus aulas- terció el mayor fingiendo enfado.

-Pero Tezuka, es cierto, ni el mismo lo sabe, ¡pero a Fuji-senpai le gusta Kikumaru! ¿No viste que siempre anda toqueteándolo y todo eso?

-Pero es de chiste, Ryoma. Ahora deja de decir pavadas y vete a tu aula sino quieres que te castigue por desobediente.- El príncipe sonrió ante esas palabras y le dijo al oído:

-Castígame cuando quieras, mi amor.

Ryoma se fue, dejándolo la mar de inspirado para la próxima vez que se encontraran a solas, que esperaba fuera pronto. (…)

Nuevamente hacia un día soleado y Ryoma se aburría mortalmente en clase. Escudándose detrás de unos libros se dispuso a dormir una siesta, y en su sopor no se dio cuenta que el profesor estaba al lado suyo.

-¡Despiértese, Echizen! ¿Acaso mis clases le parecen muy aburridas?

-Sinceramente…- Kachiro y los otros pusieron caras de horror y el profesor se quedó mudo por un momento.

-¡Vaya inmediatamente a la dirección, Echizen!- Ryoma salió lo mas tranquilo, estirando los brazos mientras soltaba un descomunal bostezo. No bien llegó a la puerta de la dirección oyó voces airadas, y al entrar pudo ver quienes eran: Tezuka, Kaoru y Syusuke.

-¿Hay reunión y nadie me avisó?

-¡Otro mas! ¿Qué le sucedió hoy al equipo de tenis?- se lamentó el director.- El señor Tezuka fue sorprendido tratando de robar la llave del baño de hombres…

-¡No es cierto, fue una confusión!

-… el señor Fuji se estaba escapando de la escuela, y el señor Kaidoh lo secundaba…

-¿Por qué no tiene compasión?- exclamó Syusuke llorando- ¡Insensible!

-¡Luego de casi volar el laboratorio!

-¿Y por que piensa que corríamos así sino para buscar ayuda?- dijo Kaoru pálido.

-¡Inaceptable! ¡Una vergüenza! A ver, Echizen, ¿usted que hizo?

-Me dio sueño en la clase y el profesor se enojó- admitió tranquilamente.

-¡Dormía en clase! ¿Es que los jóvenes de ahora no…?

En ese momento la secretaria aviso al director que lo estaban buscando y salio de la oficina. Los chicos retomaron sus conversaciones.

-¿La llave del baño?- musitó Ryoma divertido.- ¿En serio?

-¿Tu como lo lograste, entonces? Esta vez quería encerrarte yo.

-Syusuke, deja de llorar por el amor de Kami, ¡no llores mas!- chilló la serpiente.

-¡Tu tampoco me entiendes! ¿Cómo pude volar el laboratorio? ¡He fallado!

-¡Por que no tienes ni un poco de talento y eres empecinado como tu solo! ¿Ahora que le digo yo al senpai? ¡Agh, para que me metí a ayudarte!

-¿Se puede saber en que andan ustedes?- interrumpió Ryoma.

-¡No te metas, mocoso!

-Uf, maleducado. Fuji, ¿te hizo algo?

Antes que Kaoru pudiera responderle (o matarlo) sonó el timbre y el director regresó. Este se hizo cargo de la situación y le juro que el “pequeño” incidente había sido un lamentable error del que se avergonzaba, pero que Syusuke solo había huido por el susto y no por irresponsable. Resultado: libres por falta de pruebas y por compasión al ver la patética imagen que ofrecía Fuji hipando y con los ojos colorados. En cuanto a Tezuka, que solía inspirar el respeto de todos y cada uno de los alumnos y profesores, y por respeto entiéndase miedito, negó haber robado ninguna llave. Resultado: victoria para el capitán del Seigaku.

Después de eso al viejo no le quedó mas ganas de nada y despidió a Ryoma, aconsejándole que no se repitiera una situación similar. Tezuka lo estaba esperando y ambos prescindieron del almuerzo, yéndose directo a la cancha de entrenamiento.

-Ryoma, tengo algo que decirte. No, no te asustes que no es nada malo. Mira, mi abuelo tiene que salir hoy por un par de días. Yo no puedo acompañarlo por todos los compromisos que ya tengo con el Club en esta época del torneo, y además, ahora que estoy contigo no quisiera dejarte ni por un instante…

-Muy honrado- dijo Ryoma, ruborizándose cuando el otro le tomó la mano.

-Y por eso mismo, yo quería preguntarte si… si quieres venir a dormir a casa esta noche. No me malinterpretes- añadió- no pienso hacerte nada fuera de lugar, pero pensé que es una gran oportunidad para conocernos mejor fuera de la escuela, sin nadie que nos interrumpa, ¿no te parece?

-Me parece una idea fantástica. Claro que me gustaría ir a dormir contigo, pero deberíamos pasar por mi casa primero, para avisarle a mi madre y recoger algunas cosas.

-Tenemos un trato- dijo Tezuka sonriente. Tras mirar de un lado a otro para asegurarse que estaban solos, se acercó a Ryoma y lo besó fugazmente en los labios, al tiempo que dejaba descansar su mano en el muslo del muchacho. Ryoma cerró los ojos mientras sentía como Tezuka lo acariciaba despacio, y escuchó como le decía al oído:- Claro que, si quieres que hagamos algo más atrevido que lo que hacemos hasta ahora, correrá por tu cuenta. Yo no me hago responsable de mis actos.

Otra vez la sensación de ser dominado; Tezuka lo agarró por la cintura y le lamió delicadamente la oreja, y luego siguió por el cuello, cuidándose de no dejarle marcas muy visibles. Ryoma soltó un gemido de placer y el mayor lo silenció poniendo un dedo sobre sus labios.

-No uses tu mano, tonto.- Tezuka entendió la indirecta y lo cubrió con su propia boca, anhelante y perversa. Ryoma le respondió muy bien, estirando su propia lengua para que el otro pudiera sentirla con la suya. Ese intercambio de saliva comenzó a excitarlo, dejó que sus manos exploraran la espalda del muchacho mayor cada vez mas abajo, hasta rozarle las caderas y la entrepierna. Y fue ahí cuando Tezuka se separó.

-¡Tezuka, no huyas! No me dejes así con ganas de más- dijo con los latidos del corazón a mil por hora.

-Ryoma, te prometo que te compensaré. Pero aquí pueden vernos, no debemos hacerlo sin siquiera cerrar la puerta. Ven, salgamos antes de que me tientes y te devore todo.

Ambos se miraron con lujuria, pero igual salieron del vestuario en orden. Apenas salió el capitán fue atropellado por un Syusuke que parecía estar muy pero muy drogado, riendo como un histérico aunque irónicamente se le caían las lagrimas. Y atrás suyo iba Kaoru.

-¡Syusuke, regresa! ¡Te hará mal, regresa grandísimo baka!

-Noo… lo hice de nuevo… me quiero ir, no volveré hasta no haber recuperado la cordura…

-¿Qué está pasando acá?- exigió saber Tezuka. Ya no podía ignorar la extraña conducta de Syusuke y el más extraño hecho que Kaoru le anduviera detrás como si fuera el custodio.

-¡Syusuke esta desesperado y se tomó un veneno!

-¿Qué? ¿Por qué quisiste suicidarte, Fuji? ¡Tranquilo, te llevaremos a la enfermería!

(…) La enfermera estuvo un rato a solas con el chico prodigio y averiguó que clase de sustancia había ingerido, y en cuanto lo hizo salió a ver a los chicos que lo habían llevado allí.

Si ellos lucían preocupados era obvio el porque, pero ella parecía francamente desconcertada.

-¿Cómo está Fujiko-san?- preguntó Kaoru.

-Mejor, pero… no entiendo que lo llevó a hacer eso… honestamente, nunca había visto q alguien se tomara tantas molestias para envenenarse…

-¿A que se refiere, señora?- preguntó Tezuka preocupado.

-Luego de vomitarlo todo, concluyo que lo que ingirió el señor Fuji fue una mezcla de: jugo de zanahorias, jugo de pepinos, de coliflor, pulpa de toronjas de estación, y algún tipo de componente que se emplea en la fabricación de remedios contra la gripe y la angina pero un poco mas toxico… yo diría un 65% mas peligroso… ah… y cafeína en altas dosis…

-¡Ugh! ¡Eso suena como los jugos de Inui-senpai!- exclamó Ryoma asqueado.

-ES una de sus recetas- explicó Kaoru con aire de fastidio- pero como está enfermo y no podrá venir por unos días aun no la ha probado, y el muy baka de Fuji no quiso esperar e intentó hacerla el… menudo idiota!

Ryoma, Tezuka y Eiji, que los había visto correr con el moreno en brazos hasta la enfermería, se tentaron terriblemente con la explicación y no tardaron ni cinco segundos en echarse a reír histéricamente, Ryoma incluso se cayó al piso sin poder creer que Syusuke hubiera bebido a conciencia un jugo de Inui, e incluso se hubiera tomado la molestia de prepararlo el.

-¡Esto es demasiado!- chilló Eiji muerto de risa- ¡Déjenme a mi con el, por favor, quiero ver su cara cuando se despierte! ¡Jajajajajajaja!

Los otros salieron obedientemente, y la risa no paró hasta mucho después, menos para Kaoru, que estaba mas serio que una ostra. Ryoma se metió entre los brazos de su capitán por un largo rato, bajo un árbol medio oculto de la vista, divertido pero mas que nada aliviado porque toda su preocupación por la tristeza de Syusuke y su posible búsqueda de consuelo con Tezuka no fuera mas que la desesperación del moreno por la falta de esos horribles venenos a los que era aficionado. Realmente… ¡que gracioso podía ser todo!

(…) La mamá de Ryoma le dio permiso para dormir afuera, aunque Nanjiroh sospechó algo más que una simple reunión de amigos. Antes que su hijo se fuera le preguntó:

-Ryoma, ¿Qué es lo que realmente están tramando tu y el capitán Tezuka?

-Ay, papá, no seas tan entrometido. No te lo diré por ahora, pero quédate tranquilo que no es nada malo. Tezuka y yo descubrimos que tenemos en común mas de lo que pensábamos, así que queremos conocernos más y profundizar nuestra amistad.

-¿Nada mas?

Ryoma sonrió enigmático y salió de la casa. Tezuka lo esperaba en la puerta, sonriendo feliz, y mientras se iban Nanjiroh notó una expresión de amor en los ojos de su hijo. Suspiró, pensando que después de todo, no quería saber la respuesta que Ryoma tenia para darle. Aun no.

(…) Apenas llegaron a la casa tiraron sus maletines a un rincón y se besaron apasionadamente, caminando a los tropezones hasta caerse en el sillón; Ryoma, que había quedado arriba, le sacó los lentes a su novio y los dejó encima de una mesita. Le apartó el pelo de la cara con mucho cuidado y vio en las profundidades de sus ojos.

-Eres hermoso, Tezuka- dijo en un susurro- deja que yo te haga algo esta vez…

-Muy bien, Echizen, a ver como te comportas.- Ryoma lo besó con mucho cuidado, como queriendo saborear cada momento y cada centímetro de esa boca tan amada. Le abrió los labios despacio y se los recorrió con su lengua joven y elástica, respirando sobre el, en un éxtasis difícil de explicar. Tezuka gimió levemente.- Mas adentro, mi niño…

Ryoma obedeció y le metió la lengua todo lo profundo que pudo dentro de la boca, rozándola contra la de él, y a la vez frotándose contra su cuerpo grande y sexy. Tezuka también se movió para poder sentir en toda su extensión ese cuerpito tan suave y perfecto, y se excitó rápidamente, y en cuanto pudo metió mano a la camisa de Ryoma para ir desabrochándosela y así poder palpar su pecho, liso e increíblemente tentador.

-Tezuka… acaríciame más…

-A la orden…- el mayor terminó de desabrochar y se la quitó, y luego invirtió posiciones, acostándose sobre el príncipe y comiéndoselo a besos por todas partes, en la cara, en el cuello, en los hombros y en el pecho, ya sin fingir una mascara de seriedad que estaba lejos de sentir.

-¡Haaaaa, Tezuka, que lindo se siente! ¡Más abajo, onegai!

-Que pervertido… luego no te quejes, tú lo pediste…

Tezuka continuó su recorrido hasta llegar al ombligo, luego subió un poco para seguir frotándose duro contra Ryoma, para hacerlo sentir la erección que tenia dentro de los pantalones y que deseaba liberar de una vez; para eso le bajó los pantalones de un solo tirón y también el bóxer, dejando su virilidad al descubierto. Ryoma se sonrojó al sentirse desnudo allí y mas cuando Tezuka hizo lo posible para que su enorme bulto frotara su miembro, como si no pudiera controlarse y deseara metérsela de una vez.

-Yo no quería hacerte nada fuera de lugar, pero tú me incitaste, ¿no es así? Ahora no puedo ni quiero parar… quiero hacértelo, Ryoma… deseo mucho hacerte el amor y sentirme dentro tuyo… quiero poseer este lindo trasero que tienes y probar de tu virilidad, mi amor…

-Adelante- susurró Ryoma, muerto de miedo- tómame, soy todo para ti.

Y entonces, en la mejor parte…

-¡Riiiiiiiinnnngggg!

-¡El timbre de la puerta!- gritaron al unísono. Tezuka se levantó presuroso con la erección esfumándose por el susto.

-¡Ya voy! Ryoma, se me olvidó… como ninguno de los dos sabe hacer ni un té, llamé a un delivery mas temprano- explicó Tezuka mientras le arrojaba una remera y corría a la puerta.

Mientras Tezuka atendía al muchacho, Ryoma se vistió y arregló el cabello, sonrojándose por lo cerca que había estado. Al volver a entrar con dos cajas de servicio completo de ramen, Tezuka se rió de la imagen que ofrecía su joven pareja.

-Te ves realmente encantador, Echizen. ¡En serio!- Entre que era muy joven y la remera le quedaba grande (no pregunten de donde la sacó), Ryoma se veía muy cómico. Tezuka dejó las cosas sobre la mesa y lo abrazó bien fuerte. Adoraba sentir en su cintura los brazos de Ryoma, le daba una sensación de calidez y pertenencia que no cambiaba por ninguna otra cosa en el mundo.

Después de cenar ya no tuvieron ganas de hacer el amor, así que se echaron en el sillón a ver Corazón de Caballero por Hallmark Channel, sintiéndose satisfechos con ellos mismos y con el mundo. Ahíto de comida y un poco cansado, Ryoma se acostó sobre Tezuka, dejando que este lo abrazara para confortarlo.

-“Yo se muchas cosas, pero aun no lo se todo”- citó Tezuka.

-¿Quién dijo eso?

-No tengo ni idea. Y no se que habrá querido significar para su autora. Pero por lo menos hoy, para mi significa que nuestro camino esta bien definido, aunque no podamos ver el final.

-¿Habrá problemas para nosotros, quieres decir?

-Si. Algún día todos se enterarán de lo nuestro. A mi no me importa si les parecerá bien o no, porque yo estoy seguro que te amo… y mucho, Ryoma. Lo que no significa que los demás vayan a hacérnosla tan fácil.

-Yo también me enamoré de ti, Tezuka. Por ti afrontaré lo bueno y lo malo, lo juro.

-Oye, aun no vamos a casarnos- bromeó el mayor. Al no oír respuesta se dio cuenta que Ryoma se había quedado dormido y apagó la tele. El mismo estaba muy cansado para tratar de subir a su cuarto, así que se quitó los lentes otra vez e inclinó la cabeza, esperando dormirse pronto.

-Yo también afrontaré lo malo y lo bueno por ti, Ryoma. Te prometo que no volveré a huir de ti.
Notas finales: Y en el proximo cap lamento decir que esto se acaba... sayounara.

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