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Esclavo de su Muerte por loca_cool

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Notas del fanfic:

NARUTO NO ME PERTENECE ES DE MASASHI KISHIMOTHO

Notas del capitulo:

MUY TRISTE PERO MUY LINDO XDDD

ITACHI ESTA VESTIDO COMO EN LA IMAGEN!!!

>

Cerro sus ojos y suspiro, no podía hacer mas nada ahora, era su esclavo, siempre lo había sido pero nunca deseo aceptar la realidad, deseaba ser fuerte como todos y se decía que era fuerte, deseaba ser imponente y era imponente, deseaba fiereza y era fiero, deseaba causar pavor y lo causaba. Y si es haci porque ahora todo es lo contrario…

Tembló ligeramente y sus ojos humedecieron como una rosa ante la tempestad de una tormenta. En ese momento ese hombre tan rudo y valiente se había convertido en el más humilde y débil de todos, pequeño eh insignificante.

Se agarro de la cama y se privo de derramar lagrimas, solo halo las sabanas para poder detener o expulsar esa sensación de pánico extremo, sensación producida por unos labios que desnudaban lentamente su pecho.

Vestía un kimono blanco con pequeños adornos, donde su pecho era ya descubierto de su camisa blanca y sus pantalones sabia que tendrían el mismo destino, su cabellos largo y oscuro como las plumas de los cuervos yacía regado en la almohada blanca y sus ojos con pestañas ligeramente curvadas miraran petrificado algún lugar donde no llegara a observar a quien le dominaba.

Sintió los besos vánales que codiciaban su pecho y los marcaban como propiedad privada, igual como un niño prestigia su juguete favorito, muy parecido porque él era un juguete en ese momento pero quien lo subyugaba no era un niño…no, nada por el estilo.

La lengua húmeda lamio sus pezones, haciéndolos endurecer y humedecerse y le obligo a suspirar siendo el sensible a sus caricias y esos besos en aquella zona tan delicada se repitieron, convirtiéndose en chupadas deliciosas y pequeños mordisquitos que le hacían temblar y de vez en cuando a jadear.

-estas callado hoy-le dijo con su voz gruesa y vil sin dejar de proporcionar placer-sabes que me gusta que gimas hasta dejarte afónico-más que una información fue una orden que le obligo a obedecer pues i no lo hacía le esperaba algo peor.

Abrió ligeramente su boca y dejo escapar un pequeñísimo  gemidillo que complació al maldito aquel que prácticamente le ultrajaba su cuerpo. Sabia las barbaridades que le esperaban esa noche, las asquerosidades que su cuerpo sufría todos los días, sabía que terminaría sucio y solo, avergonzado, marcado, pero más que eso, terminaría siendo suyo nuevamente.

Solo pensar en aquel logro que sus ojos se volviesen a llenar de lágrimas pero ninguna callo, ni el mismo supo como logro hacer que desaparecieran, pero esas ordes rojizas seguían estando ligeramente humedecidas y brillosas, con un velo de tristeza sobre ellos, algo que él no podía ocultar.

Los besos bajaron, los labios y las manos siguieron erizando la piel nívea, dejando una que otra marquita roja sobre los musculos del abdomen, los que se contraían derpente cuando Madara daba un beso que le lograba dar peuqeñas cosquillas pero obviamente la risa jamás escapo de sus labios, nadie rie en esos momentos.

Madara era su dueño, el es un hombre adinerado, un grandísimo comerciante y tiene todo el dinero del que todo hombre ñoñase tener. Compro a Itachi siendo este un esclavo, le compro por grandes cantidades de billetes, por su belleza y su fuerza enigmática, por su resistencia y por su resistencia.

Itachi era su esclavo, Itachi le debía todo, el techo donde dormía, la ropa tan lujosa que vestía, los platos exquisitos que comía, hasta el agua para beber  y debía devolverle el favor… cada noche, cada noche le pagaba el día de vid que le regalaba.

-amo-susurro como a Madara adoraba que le llamase-por favor…esta noche no-pidió mirándole aterrorizado a los ojos, sabiendo que podía hacerle enojar o peor-por favor-le rogo y se sintió completamente apenado de aquello y sus mejillas encendieron ominando perfectamente con sus ojos.

Madara sonrió y en respuesta abrió el pantalón y bajo lentamente hasta llegar a ver la ropa interior negra, allí estaba su respuesta un sólido “no”.

-¿Qué te eh dicho de negarte a mi?-le dijo encarándolo, miro con vileza al hermoso ser que yacía atrapado en las sabanas blancas, mordió sus labios la ver su rostro tan hermoso, parecía que deseaba aun aguantar su orgullo pero él se encararía de arrebatárselo-tu cierras tu boquita y solo lo abres cuando debas de gemir ¿Entiendes?-el menor bajo la mirada y termino asintiendo-bien…-

Bajo los pantalones de un jalón desnudando las piernas deliciosas y las admiro, largas y perfectas como a él le gustaban. Comenzó a acariciarlas con las yemas del los dedos haciendo que el azabache temblara y sin dejar de mirar fijamente su rostro que no le encaraba.

-que piel tan suave-le alago haciendo mas profundas las caricias, ahora acariciando con toda la mano esas extremidades-es increíble que seas un esclavo-deslizo sus manos hasta la entrepierna y allí la masajeo  intensamente y vio como el azabache cerro sus ojos para no mirarle, las manos del esclavo se agarraron aquella “capa” blanca que solo protegía su desnudes-eso significa que te tengo bien mimado-concluyo con sorna.

El azabache tenía su boca entre abierta dejando ver los perlados dientes que estaban cerrados para no dejar escapar ni el más mínimo jadeo y eso comenzaba a fastidiar al mayor que comenzaba a sentirse impaciente, él deseaba oírle gemir como una zorra, pero esta vez Itachi no estaba muy de acuerdo con sus deseos.

Madara bufo y llevo su mano libre hasta el pecho blanco y pulcro, estrujo uno de sus pezones con tantos ánimos que el azabache se le escapo un gemidito tan pequeño que casi ni fue audible pero si captado por el mayor y decidió seguir dándoles atención a esos trocitos de carne tan lindos y tan deseados.

-ah…mm-gemía muy suavemente mientras que sus manos se enredaban en la cama hasta llegar a agarrarse de la cabecera de esta-amo…-jadeo y fue cuando se dio cuenta que comenzaba a extasiarse.

Un calorcito delicioso apareció en su pecho, cuando el mayor comenzó a devorar su cuellos y rostro, cerrando el menor sus ojos para dejarse tocar y sentir, la boca de Madara acariciaba su cuello, lo lamia y lo chupaba con tanta pasión que el mismo llego a mover su cabeza a un lado para darle mas acceso. Luego subió a sus labios donde beso todo su rostro: sus mejillas, mentón, frente, labios y ojos.

La mano del amo subió hasta su rostro y le obligo a pegar sus labios con los suyos para hacer un voraz beso, donde la boca jugaba con la otra, lamiendo los labios y colándose dentro, acaricio la lengua dulce y esta le respondió tímida y temerosamente como siempre eran los besos de Itachi.

…Llenos de miedo y vergüenza…

Acaricio sus cabellos con suavidad dándole más seguridad y confianza. Sus dedos recorrían las hebras negras, sintiendo la suavidad y el aroma dulce que emanaba, se aroma corporal que se mezclaba con el perfume que tenía expuesto en su piel, dejando que su olfato se llenara con el mejor de los aromas.

Su lengua se deleitaba con el sabor de la ajena, un ligero gusto de caramelo y canela, según su deducción, pero sin duda el sabor más afrodisiaco al que un hombre se dejara sumergir, motivo por el cual tocaba con su lengua esa cavidad tan rica y gustosa.

Su tacto se deleitaba con la piel tan suave y con cada porción de Itachi para tocar y sus manos inquietas llegaron a bajar hasta el miembro ya despierto de su esclavo. Itachi era muy viril, propio  de su edad, pues tenía 17 años.

Y comenzó a gemir suavemente en su boca, dejando que lo oídos de Madara se regocijaran con tan bella voz y casi perdiéndose en el desván de sus sentidos sobresaturados por la belleza digna del pelinegro que cubierto e indefenso en la cama comenzaba a enloquecerle hasta llegar a volverse un esclavo de el mismo.

-ah-la boca se abrió levemente y los ojos rojos se fijaron directamente por primera vez con los de su dueño, aun tenia pánico, pero se dejaba dominar, no deseaba molestar a Madara y que terminase herido como la última vez. Al ver la mirada llena de lujuria de su amo supo que ya nada le detendría y que terminaría siendo otra noche esclavo de su lujuria-no seas muy duro-pidió y sus mejillas enrojecieron mas cuando la masturbación aumento el doble y s boca dejo escapar un largo gemido-ahhh-el apretón que recibió en la punta de su miembro  fue desorbitante y le obligo a callar sus peticiones.

-adoro sentirte duro-soltó sin pudor alguno, mientras estimulaba mas fuerte ese pedazo hirviente de carne, apretándolo y estrujándolo hasta hartarse-apuesto que tu también estas conforme-sus manos le dieron unos pequeños masajes en los testículos al azabache y este contrajo el estomago como reflejo de placer-¿No entiendo porque no te gusta que te folle cuando todas las noches te hago gritar de placer?-dijo bajando sus labios hasta su estomago y allí lo beso con gula.

-ahh…quizás…este cansado-susurro en respuesta, cerro sus ojos y dejo por un momento dejar de apretar las sabanas y relajarse al adivinar lo que aria su amo-quizás…ahh-en ese momento los labios bajaron y se toparon con la dureza de su sexo-argh-dijo un gruñido en muestra de placer al sentir los juguetones labios apropiarse de su virilidad-Madara-jadeo su nombre por primera vez esa noche y el otro sintió un incesante escalofrió que casi le hizo derretirse.

La lengua impetuosa subía y bajaba por el glande y el falo haciéndole temblar y gemir, suspiraba y cada vez sus ojos se nublaban mas, los besos en esa zona tan caliente le sacaban de razón como siempre lo lograba. Ladeo la cabeza a un lado y gimió con ansias, su miembro sensible sentía el frio viento que le recordaba la húmeda de la saliva de su amo.

Lo chupo y el casi perdió la conciencia y se dejo poseer por la boca ajena que debes en cuando le decía injurias y palabras que lo avergonzaban al máximo pero que le excitaban mucho mas, un pequeño debate entre su mente y su cuerpo.

-ah…ahhh…amo….!ahh!-gemía como un desvergonzado y que mas daba, no era más que un esclavo.

-mmm, que espera, ya quiero que te vengas en mi boca-dijo comenzando a bombear bruscamente su miembro y las manos de Itachi danzaron y se detuvieron cuando las sabanas llegaron a ellas-ya te falta poco-solo mas extasiado que tipache.

-ahh… ¡Ma…Madara!-y sin poder evitarlo su semen se escapo de su ser y mojaron los labios de su amo y este gustoso lo probo y lamio, deleitándose con el sabor de su esencia y al ya haber acabado Itachi, siguió lamiendo el sexo para tragar hasta la última gota  de su esencia-eres una delicia-susurro-adoro hacerte esto-apretando bruscamente la agotada virilidad una gotita se escapo de ella.

-a…ahh-y un gemido entrecortado de su boca.

Itachi jadeaba estrepitosamente, su piel cubierto por el sudor que resaltaba el brillo de su cuerpo, el cabello se desordeno y humedeció aun más en la cama y unos cuantos mechones se pegaron al húmedo rostro, el pecho bajaba fuertemente por la agitada respiración y los ojos brillosos agotados y aun con ese velo de tristeza…

Un beso fue dado en sus labios y el vagamente lo correspondió y después de que su boca fuera profanada dio un largo suspiro, buscaba el aire que le faltaba para llenar sus pulmones y de suspiro en suspiro su respiración calmo.

Miro de reojo a quien le daba placer y luego bajo la mirada: vergüenza absoluta, odiaba que las cosas siempre comenzarán asi.

El mayor rio suavemente y le obligo a colocarse de gatas pero Itachi no lo hiso y él se molesto al ver que su autoridad o era obedecida. Tal vez el orgullo peso mucho más que su bienestar físico.

-arrodíllate-ordeno con voz más grave pero el azabache se negó, si quiera le miro a los ojos, solo seguía hay acostado con el rostro ladeado y su semblante serio-¿estás jodidamente sordo o qué?-pero no respondió-¡Itachi!-le grito y ante la ira garrafal y su ego burlado tomo el rostro del menor y lo obligo a mirarle-dije que te pongas en cuatro patas-ese fue el colmo para el pelinegro.

Si bien siempre le obedece, pero hay momentos en que su orgullo sale a flote y ocurren cosas como esta, motivo por lo cual la ultima vez termino golpeado y paso dos días sin poder moverse. Pero aun no aprendía la lección, según su amo.

-no-dijo cortante mirándolo desafiantemente con sus ordes rojas intensas y su rostro fue presionado con más fuerza por el hombre dejando de seguro moretones en las mejillas. Aguanto el dolor y no mostro seña de dolor.

-mira puta de mierda., si yo digo que me lamas el zapato lo haces y finges que te gusta, porque si no lo haces-con brusquedad soltó el rostro y lo empujo con tanta fuerza que su cuerpo cayó al suelo bocabajo y encima de él se monto su dueño-te pasa esto-con un brusco alón de pelo tubo sus ojos nuevamente encarados-te tratare bien si obedeces y te jodere si me faltas el respeto-el pelinegro apretó sus dientes lleno de ira resentida-entiendes…puta-

Antes de que el pudiese reaccionar a tal ofensa su interior fue desgarrado con tal brusquedad que sus ojos se humedecieron. El miembro de Madara había entrado en el de golpe sin tener siquiera un lubricante o una estimulación, solo un espantoso y desesperante dolor que casi lo llevo a llorar.

Pego el mismo su cabeza contra el suelo y sus labios temblorosos deseaban gritar pero no los complació sino que aguanto como un buen hombre su dolor, dejándose fundir por el odio y el rencor que tenía en contra de Madara.

-ahh-el único que emitió sonido fue el mayor que se deleitaba con tal gustoso cuerpo digno de un dios-por más que  te coja siempre…sigues siendo tan apretado…como siempre mmm-el placer ya había cegado al mayor que comenzó “dulcemente” y terminaría vilmente-¿Lo disfrutas zorra?-el sabia la respuesta pero se divertía al insultarle.

Comenzó a moverse con inmenso brusquedad rompiendo la entrada del pelinegro hasta hacerla sangrar y dilatarse a la fuerza.

El menor solo aguantaba sus gritos pero sus ojos dejaron escapar pocas lágrimas que bañaron sus mejillas perladas por el sudor frio del miedo y el dolor. El orgullo siempre haciendo estragos en su mente y sus acciones.

Madara tomo sus caderas y las levanto para poder entrar más rápido en esa cavidad, molestándose y ardiendo en ira la ver que su esclavo que muchas veces era dócil había decidido comportarse como un temprano de hielo.

Gruño y siguió embistiéndolo teniendo como reacción más lagrimitas de dolor y los puños apretados del muchacho. Ese aspecto de “niño malo” le estaba enloqueciendo, se veía tan imponente y el lo dominaba, tan fuerte y era suyo, tan orgulloso y el era su todo.

El rostro se lleno de mas lagrimas y mil veces más cuando oyó el ronco gemido de su amo al venirse en su interior de una brutal embestida y en ese momento el pelinegro abrió sus ojos que todo el tiempo se cerraron y al abrirse miro todo borroso seguro por las lagrimas, todo era tan borroso que hasta diviso a su familia.

A su madre, padre y hermano, allí como una figura hetera sin color, vio su pasado dulce y recordó cuando la guerra los despojo de su familia y el vil hombre le compro, habían pasado cuatro años desde que no los veía, cuatro años de dolor y como niño melancólico lo único que deseo fueron los brazos de su madre abrazándole y llenándole de calor o el dulce concejo de su padre y tal vez la risa de su hermanito para alegrarle el día.

-estuvieses muy callado-dijo el hombre prepotente que ya había salido de su interior y caminando hacia la salida cerró la puerta detrás de si no sin antes decir-recuerda Itachi que tú no tienes hogar, tienes una casa mi casa y que no tienes una familia solo me tienes a mi… asi que acostúmbrate-

Entonces los ojos se ampliaron y una última lagrimas callo de sus ordes ya pagadas por la pobreza de su alma y estiro su mano hacia la figura incolora que poco a poco desaparecía, quiso tocarla pero sabía que no llegaría a ella.

-mama-susurro sintiendo la inconsciencia llegarle-padre-llamo en el fondo a su progenitor buscando su seguridad-hermanito-y en el sintió la alegría de niño que antes sintió y de repente su corazón latió lentamente hasta casi apagarse-quiero …irme a mi hogar- y tan solo esas palabras su corazón dejo de latir y la sangre dejo de llevar oxigeno a su cerebro.

Sus ojos se cerraron y su alma fue a su hogar allá en el cielo donde su familia le esperaba para consolarle…

FIN

Notas finales: un misero rev!!! T_T

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